Año: 1972
País: Reino Unido
Género: Folk-pop
Puntuación: ▲▲▲▲
País: Reino Unido
Género: Folk-pop
Puntuación: ▲▲▲▲
Considerado por muchos su gran obra maestra, este “Pink Moon” que recoge vastas opiniones ambivalentes nos muestra a un Drake acústico e introspectivo, las cuerdas y su voz se comulgan en la conjuración de piezas lentas tristes y melancólicas de simple hechura, mas exudando una increíble sensibilidad humana por su caracteristica textura vocal gamuzada y ocapa que acongoja y fulmina al oyente en su melodía, canciones que sea por tacto humano, identidad o por simple morbo logran atraer al oyente al mundo surreal de desdicha y pesimismo.
Para tener como enfoque o pretensión una base austera y minimalista de folk-pop, resulta demasiado rústico y su propuesta en esta oportunidad escapa de lo etéreo; Drake explora la apacibilidad melódica en una suerte de folk-pop despojado de distracciones y más humano, muy a lo que Dylan o Young hacían en sus primeros trabajos como solistas, y si bien en un primer momento su nihilismo existencial fascina e invita a un estudio o introspección de su oferta, su construcción musical termina resultando marcadamente complaciente y monótona, en términos globales resulta rico en referencias y alegorias líricas, más peca de explicito en su trasfondo, uno escucha el disco y fácilmente logra interpretar lo bizarro y funesto de su filosofía, sin dejar mucho a explorar o redescubrir en posteriores escuchas.
“Pink Moon” captura en un instantaneidad melódica y ensueño en un pasaje breve de piano en la parte central que resume el surrealismo onírico del disco; “Place To Be” por otro lado posee un encanto inexplicable en sus cuerdas y la voz afligida y extenuada de Nick sobre textos de desconsuelo existencial y agotamiento emocional; “Road” es otra lenta y corta pieza con aromas a unos Crosby, Stills & Nash; y “Horn” es una breve pieza instrumental que apunta a la sensibilidad de las cuerdas para conmover al oyente, es efectiva en su instantaneidad como en su fugacidad.
“Things Behind The Sun” consigue una atmósfera sensorial ensoñadora en su estilo crudo y limpio que trae a la mente la hermosas creaciones folk-psicodélicas de Arthur Lee o Donovan; si bien acierta en algunos momentos con la sensibilidad de su estilo, en otras ocasiones falla en su falta de dirección y carencia de recursos como “Know”, monótono blues cansino y sin sentido; “Parasite” es hipnótica, posee cierta postura crooner-depresiva que se contrasta con la sucesión de cuerdas ascendente, exhibe además cierto aroma a un Syd Barret en sus trabajos como solista; y “Free Ride”, otra sinuosa pieza que consigue insinuar una contundente sensibilidad y sensorialidad más allá de su simple hechura.
“Harvest Breed” se formula como una buena idea, aunque resulta efímera y se pierde en sus cuerdas fácilmente; y “From The Morning” cierra el disco sin mayor sorpresa, ricas cuerdas de aromas bucólicos vespertinos que nuevamente se pierden en la redundancia en un disco que ni fascina ni decepciona, pero que despierta mucha sensibilidad humana y reflexión sobre la vida y su futilidad.