Año: 2013
País: Reino Unido
Género: Alternative.Stoner-rock
Puntuación: ▲▲
País: Reino Unido
Género: Alternative.Stoner-rock
Puntuación: ▲▲
Apostando por un sonido más oscuro y de ascendencia ácida-psicodélica, los Arctic Monkeys consiguen madurar su sonido de un intrascendente post-punk-revival genérico a un estruendoso y denso stoner-rock; Turner en la voz resulta efectivo al emplear una sensualidad vocal en evocaciones, lamentos y tormentos mentales sobre obsesiones amorosas que devienen en una suerte de caprichos compulsivos hacia el sexo opuesto, exhibiendo al hombre como un animal sometido a sus impulsos y reflejos carentes de razón.
Aunque cabe resaltar que, musicalmente hablando, no parecen evolucionar considerablemente luego de su destacado Humbug”, este “AM” ofrece momentos intensos que destacan y se disfrutan en reescuchas quedándose plasmados en la mente del melómano amante del rock. “Do I Wanna Know?” da inicio al disco, atmósfera tensa y sigilosa, un riff mesmerizante se apodera de los sentidos en tormentosos lamentos de obsesión por una fémina, no está mal como corte de inicio aunque su enfoque comercial resulta algo genérico en reescuchas, sigue la efectiva “R U Mine?”, que acentúa su postura heavy con secciones metal en un intenso corte con coros psicodélicos noise-stoner y un manejo de las cuerdas catártico evocando a unos Kyuss noventeros; “One For the Road” es un corte que juega con el glam y la psicodelia con aromas funk, resulta formulista en una estructura que bandas como Black Keys o las Queens Of The Stone Age podrían ejecutar con mayor contundencia; y “Arabella” con referencia a Black Sabbath en una en encendida pieza que resulta efectiva y meritoria en su construcción, mas de flojo climax, no logra excitación ni delirio a pesar de propiciar el momento para una explosión ácida-stoner.
“I Want It All” es una pieza glam a lo T.Rex con conseguida atmósfera y enganche, resonancia eléctrica y coros psicodélicos-bubblegum resultan efectivos en un corte simple y sin rodeos mas totalmente disfrutable; y “No. 1 Party Anthem” es un tiempo lento con tacto melódico a lo Morrisey, nuevamente carece de un clímax especifico y por momentos se pinta como alguna balada derivativa a piano de Coldplay o Embrace, aunque se le da crédito por su fascinante fondo instrumental que dota de melancolía y desolación ante unos letárgicos ‘…come on, come on, come oh-o-o-o-on….’.
“Mad Sounds” es otro tiempo lento a lo Morrisey o J.J.Cale sin trascendencia mas que su parte final que consigue cierta sensibilidad con insinuación a unos Velvets; “Fireside” resulta uno de los momentos más plausibles al mezclar ejercicios corales beatlenianos del “Rubber Soul”, atmósferas densas con ascendencia acid-house derivadas de la explosión Madchester-sound y un mesmerizante empleo de cuerdas acústicas y rítmica batería.
Es resto del disco redunda en lo ya explicado sin lograr mayor exaltación ni interés para el oyente, cerrando “I Wanna Be Yours”, lenta pieza que redunda en su melodía a su “No. 1 Party Anthem”, sea esto a propósito o no, igualmente resulta muy manoseada y sin dirección y de clímax musical autocomplaciente.