Año: 2005
País: Reino Unido
Género: Alternative.blues-rock
Puntuación: ▲▲▲
Impotente regreso de la legendaria banda que acierta con este trabajo en presentar una revisión de su sonido más directo y crudo; si bien se alejan en cierta medida del excesivo manoseo FM y mainstream de sus predecesores discos noventeros (aunque inevitablemente termina cediendo en más de un corte a lo largo de este disco), sus textos terminan resultando de menor impacto y poco inspirados, restando mérito y siendo poco memorables en re-escuchas, dando como resultado una experiencia satisfactoria y muy disfrutable mas alejada de sus mejores momentos.
De lo recomendable, el detonante corte de inicio “Rough Justice”, áspera pieza en la que Richards exhibe un delicioso cocktail de cuerdas sucias garage.arena-rock, además de aderezarse con una atmósfera vertiginosa y acerba del más puro rock stoniano; “It Won't Take Long” con rugosa pastosidad eléctrica y un genial e intenso Jagger a la voz; ”Look What The Cat Dragged In”, estimable pieza rítmica que mistura a unos angulares Franz Ferdinand con INXS; “Sweet Neo-Con” y “Dangerous Beauty” exponen muy buenas ideas y consiguen agitados momentos de intensidad, aunque resultan extensas, de flojo desarrollo y poco memorables a la larga.
Las palmas se las llevan la irresistible “Rain Fall Down”, morbosa pieza disco-funk que revive de entre sus mejores momentos en su exploración musical de la segunda mitad de los 70s; y por supuesto “Infamy”, de entre lo mejor que ha hecho Richards en su etapa post-“Some Girls”, un directo blues que juega con el rock y el pop, de gustosa sección rítmica y aroma southern.
El disco también consigue frescos momentos de pop-rock simple y directo, muy característico de su etapa noventera, disfrutables, sin rodeos ni pretensiones, mas suficientes como para funcionar como medios tiempos rítmicos acertados y efectivos; destaca la pieza country “Let Me Down Slow” con frescas y sutiles emanaciones arena-rock; más country en “Biggest Mistake” con formulismo FM aunque hay que destacar el manejo melódico y sus estimables textos de arrepentimientos y culpas humanas; y la rítmica “Driving Too Fast” con reminiscencia a “Rough Justice” aunque lo suficiente vibrante para no pasar desapercibida.
En las baladas y tiempos lentos terminan cayendo en formulismos autocomplacientes y ya a estas alturas insoportables para el oyente, forzadas piezas genéricas que cualquier banda podría hacer como “Laugh I Nearly Died”; “This Place Is Empty” con Richards a la voz resulta estimable, aunque muy manoseada por su sonoridad y profundidad FM, si se logra prestar atención y aislar en la mente la línea de cuerdas acústicas uno puede imaginarse lo memorable que hubiera resultado la pieza a pura voz y guitarra acústica; “Streets Of Love” es otro predecible ejercicio facilista de construcción melódica que si bien la banda ha sabido ‘disfrazar’ con cierto mérito para convertirlo en épicas baladas, en esta ocasión les falla la poca creatividad lírica y la extensa prolongación de la pieza.
A pesar de los mencionados aciertos, el disco resulta tediosamente largo, editando algunos cortes cómodamente hubiese tenido mayor impacto y contundencia; el resto lo rellena piezas genéricas de poca trascendencia y de menor interés para el buen conocedor del sonido stoniano.
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