Año: 1994
País: Reino Unido
Género: Indie.Madchester-sound
Puntuación: ▲▲▲1/2
Segundo disco de la banda inglesa, esta vez alejada de toda la efervescencia del fenómeno Madchester y adentrándose a la nueva escena brit-pop, aunque su sonido se manifiesta con mayor madurez y robustez sónica filtrando con aceptable acierto el blues y el funk con texturas psicodélicas en melodías menos accesibles y de mayor efecto ácido-letárgico cortesía del genio magistral de John Squire en las cuerdas.
Comienza “Breaking Into Heaven“, potente punto de inicio de insinuante acid-funk con huella de Led Zeppelin y feedback que cimientan la atmósfera letárgica del disco, solos de guitarras entrechocando cual remesones de olas con pretensión épica en un collage sónico de alucinaciones narcóticas; revisan también secciones metal en “Driving South”, genial pieza de riff hipnótico que demuele los sesos en su saturada atmósfera; el single "Ten Storey Love Song", es un tiempo lento que recupera la apacibilidad de su temprano sonido de inocente fascinación en su delicado y sentido manejo de las cuerdas; y algunas sesiones explicitas de psycho-funk y blues como “Day Freak” con aromas stonianos y ledzeppianos.
“Your Star Will Shine” es otra destacable pieza calmada con cuerda acústicas que se amalgaman en su resonancia dotando de candor psicodélico pop con huella beatleniana en su “White Album”; “Begging You” reviviendo el rave de fines de los ochenta en un apabullante pasaje house-funk con pretensión y pastosidad psicodélica; “Good Times” es una intensa pieza que va ganando intensidad en su desarrollo, y que se asemeja bastante a sus, en ese momento, contemporáneos y discípulos Kula Shaker; la animada pieza power-pop “How Do You Sleep” con cuerdas de Squire de ascendencia a un Keith Richards; y el grueso del disco, “Love Spreads” es una mastodóntica pieza de acid-rock y arena que epitomizan un momento cumbre del revival psicodélico mancuriano venido a su ocaso tras el auge del brit-pop.
La banda también apuesta por un estilo que se fundamenta en lentos temas de folk psicodélicos que van creciendo en complejidad, clara inspiración del “Led Zeppelin IV”, e incluso se percibe una sutil querencia progresiva, mas mucho de estos temas no logran alcanzar la altura ni la épica pretendida, consiguiendo aceptables y estimables piezas inferiores como “Tears”, mesmerizante atmósfera con calmado tempo y exuberancia en cuerdas e impecable construcción musical, mas fácilmente olvidable, la bizarra “Tighrope”, sin despertar mucho interés en un canto vocal flojo carente de impacto probablemente inspirado en el “Love You To” de los Beatles; o la olvidable “Straight To The Man” es una calmada sección funk apagada y sin mucho factor sorpresa.
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