Año: 1967
País: Estados Unidos
Género: Garage.psychedelic
Puntuación: ▲▲▲▲1/2
El árido sonido
del garage psicodélico, un descomunal trabajo discográfico de la pionera banda
tejana en su exploración lisérgica, evocando en su único y pastoso sonido las
desérticas dunas y calurosos arenales de incandescente sol, montañas de arena y
esculturas de roca maciza a lo largo del horizonte; una oscilante y convulsiva
voz de el inconfundible Erickson que parece embriagarse del incisivo y vibrante
sonido del electric-jug para conjurar la melodía siempre acerba y desafiante.
Un viaje en
motocicleta o cadillac a lo largo de las interminables rutas americanas tan
peligrosas como relajantes, interminables pampas estériles sirven de escenario
para textos desafiantes, buscando problemas con el primero que encuentre, sin
destino ni rumbo más que las ansias de rebeldía juvenil sin causa, conduciendo
hasta que el sol cae y el cielo se pinta de un amenazante naranja en el ocaso
del sol, tal como lo describe la portada del disco.
“Slip Inside This House” es uno de los mejores cortes he ha
hecho la banda en su corta discografía y que mejor define su sonido,
amenazante, valiente y chulesco, mas nos permite descubrir una filosofía en
astutos textos metafóricos de creativa imaginería lírica, esas primeras cuerdas
te transportan directamente a las áridas carreteras tejanas y la atmósfera
tensa oferta una infortunada visión fatalista (hasta parece una premonición del
triste ocaso de la era dorada de la psicodelia sesentera llena de suicidios y
violencia lo largo del 69).
La combustión se enciende con tanque lleno de gasolina en
“Slide Machine”, la obsesión fémina azota la mente, aflige y devasta, solo en
la carretera esperando que la puesta del sol se lleve mis desavenencias como
mis sinsabores y tormentos; sigue “She Lives (In A Time Of Her Own)”manifiesta
un convincente manejo de cuerdas eléctricas rítmicas por Erickson que rebosan
en una agresiva electric-jug que parece emular el sonido del motor
encendiéndose listo para arrancar a mas de cien por hora; y la oscura “Nobody
To Love”, densa pieza de psicodelia sulfurada en una genial melodía acid-folk.
Otro de los mejores momentos del disco es la catarsis
rezumbante de la revoltosa “Earthquake”, demoledora pieza de garage psicodélico
que parece que en cualquier momento va a desatar una turbulencia acid-noise;
“I’ve Got Levitation” que revisa el rock’n’roll temprano con insinuación surf;
y “I Had To Tell You” revisando a unos tempranos Stones en sus primeras
composiciones simples pero con ese instantáneo encanto e inocencia, además de
un genial acompañamiento de armónica melancólica dylaniana.
Completan la poco convincente versión del “It's All Over
Now, Baby Blue” de Dylan (no aporta nada nuevo y queda inferior a otras
versiones de la misma canción como el cover de los Them o Chocolate WatchBand);
y la poco memorable “Dust” balada pop-folk de forzado feeling, y melodía sin
mucho encanto ni buen trato: y “Pictures (Leave Your Body Behind)” con aromas a
un Beefheart (adelantándose) en manejo de cuerdas delta blues.
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