Año: 1966
País: Estados Unidos
Género: Garage.psychedelic
Puntuación: ▲▲▲▲1/2
Antes que el sueño se desvanezca suena como una premonición
del fatídico desenlace que le depararía a la psicodelia de la costa oeste; mas
aún sin vestigios de que la revolución empiece la adelantada banda californiana
lanza este brutal disco debut lleno del ácido y garage-noise que detona en un
estruendoso y revoltoso caos sónico filtrando al material de sus contemporáneos
Yarbirds, Animals, Sonics y Seeds, otorgando una de las propuestas más
originales, adelantadas y definitivas del sonido de la costa oeste.
Guitarras lo-fi sucias, abuso del feedback, distorsiones
proto-psicodélicas y un torbellino sónico de incitación convulsiva
(adelantándose al sonido de Detroit) arremeten a lo largo de estruendosas y
depravadas piezas llenas de psicosis y catarsis garage. Empieza así con
“Children Of The Sun”, mezcla de surf melódico a lo Beach Boys con juego de
coros a lo Brian Wilson en un enfoque psicodélicos y abrasión en batería y
cuerdas con aroma de la British Invasión (más marcadamente a los Who); “My
Mind” es una fulminante pieza de tétrica atmósfera psicodélica con astutos
recursos de distorsión y feedback; la versión de “Who Do You Love” ofrece una
tensa atmósfera de agresivos recursos de distorsión contrastados con sutiles y
calmados pasajes intermedios que juegan astutamente con la variación de ritmos
y el manejo y conjuración de densidades macabras; tal como lo hacen con la
mastodóntica versión del “I Come And Stand At Every Door” de los Byrds,
renombrada como “I Unseen” en un enfoque ácido oscuro con tintes funestos y
desoladores.
“Find a Hidden Door” es una sinérgica pieza garagera con
sugerente feedback y multi-capas vocales que complementa la atmósfera perversa
y malicienta de la pieza en una ávida construcción que se va intensificando; y
la gema del disco “ I Can´t Take You To The Sun” momento ensoñador del disco en
el que demuestran como su pretensión noise puede a la vez sugerir belleza
melódica en un trance ácido con textura oscura adelantando incluso a unos Doors
del “Strange Days”, cascadas de platillos y feedback elaboran una inigualable
atmósfera psicodélica que eleva los sentidos al Olimpo del hedonismo musical, y
ni que decir de esas cuerdas acústica finales que dotan a la pieza de una
personalidad sentida de desolación, son varias sensaciones las que despierta
para algo menos de cuatro minutos que dura la descomunal pieza.
“I'm Not Talking” adelanta un heavy rock de base blues
(incluso por momentos parece adelantar a unos Black Sabbath); “Who's Been
Talking” descansando el uso y abuso de feedback en un delta-blues pausado con
armónica en mano; “I Cried My Eyes Out” mostrando su talento para hacer piezas
más accesibles y bailables incluyendo teclados de acompañamiento; y “Like I
IDo”, sublime tiempo lento surf-rock destacan de entre lo más apreciable de la
parte final del disco, un trabajo que muestra el gran talento y versatilidad de
esta temprana banda californiana.
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