viernes, 25 de abril de 2014

BLACK SABBATH – BLACK SABBATH


Año: 1970
País: Reino Unido
Género: Heavy-metal.Hard-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

El comienzo del rock oscuro, si en los sesenta lo máximo que uno podría imaginarse era las evocaciones explícitamente satánicas del “Sympathy For The Devil” de los Stones o el estruendoso y demoledor sonido de Detroit de MC5 o Stooges, el rock no tendría ni idea lo que le depararía para la nueva década, y este disco homónimo de la banda logra establecer una nueva dirección en la postura del rock pesado explorando atmósferas conceptuales de carácter mórbido y tétrico, escenas claustrofóbicas de tortura, hechicería y desquicio total en absoluta perdida de la razón y la coherencia, Black Sabbath explora el recurso del miedo como herramienta para incitar una emoción y desprender de ahí una catarsis degenerada que exorciza a los demonios internos y desnuda el lado más morboso del amante del rock.


De por sí el corte inicial “Black Sabbath” es una verdadera obra maestra conceptual del rock, campanas fúnebres enaltecen el fatalismo de un día lluvioso con truenos y relámpagos de fondo, cuando de improvisto un riff siniestro ametralla el cerebro y perturba hasta las viseras en la vibración de su tercera nota, tan solo con este corte Tony Iommi se consagra como una de los genios del género, a destacar igualmente el frenesí arrebatado de la batería de Bill Ward y un implacable Ozzy Osbourne a la voz definiendo el concepto de ‘rock de terror’ "The Wizzard" es otra genial pieza que filtra la sensualidad del blues-rock en su propuesta heavy, es un enérgico corte de consistente riff de armónica y apabullantes y robustos golpes de guitarra eléctrica; “Behind The Wall Of Sleep” es otra digna pieza del cocktel de rock crudo y acerbo en el cual Tony Iommi muestra su talento en las cuerdas; ” N.I.B.” con riff inspirado en el “Sunshine Of Your Love” de Cream es un alucinante corte de alusiones demoniacas que destaca no solo de entre lo más impresionante de su discografía, sino de toda el material heavy y hard-rock de la época; y  “Evil Woman” con estructura musical más convencional a lo Deep Purple.


El resto del disco peca de ausencia de dirección, recayendo en ejercicios heavy algo  redundantes y sin enfoque; como la extensa “The Warning”, un interesante muestrario del talento de Iommi (el gran hacedor del sonido sabbathiano) en las cuerdas y en la construcción de atmósferas y pasajes instrumentales con algunos momentos memorables; o “Wicked World” en la que ofrece un genial solo eléctrico corto.

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