Año: 2014
País: Reino Unido
Género: Indie.psychedelic
Puntuación: ▲▲▲
Género: Indie.psychedelic
Puntuación: ▲▲▲
Desde las islas britanicas llega esta banda que apuesta por la vertiente del revival psicodélico que viene azotando esta primera mitad de la década con bandas como Klaxons o Tame Impala; reciclaje psicodélico derivado de la época dorada de los 60s, sin rozar si quiera con la alta calidad de sus mentores; convirtiéndose en un mejunje complaciente que revisa superficialmente los gloriosos momentos de la psicodelia beatleniana y byrdsiana, y se aposenta en formulas derivativas de sus influencias más directas como unos infaltables Oasis, Kula Shaker y Kasabian, entre otros.
Tienen tacto para la composición y para la construcción atmosférica, pues su propuesta logra engañar en primeras escuchas, evocaciones orientales por aquí, densidades lisérgicas por acá, nebulosas pastosas y difusas con insinuaciones narcóticas revolvianas, no está mal para ser disfrutadas en un par de escuchas o talvez unas cuantas más, mas sin mostrar, o asomar si quiera, trascendencia alguna en su propuesta, redundando en recursos y estilos ya vistos hasta el cansancio en otras tantas bandas previas. “Shelter Song” por ejemplo, sensuales angulosidades psicodélicas derivadas del imperdible “Revolver” (por ahí parece fusionar un “Tax Man” con “Tomorrow Never Knows”); una melodía que logra enganchar y un riff clave y adictivo dibujan un ejercicio simple y pulido con el suficiente encanto para disfrutarse en unas cuantas escuchas; “Sun Structures” tiene cierta atmósfera oscura y futurista (por ahí rozando con la neo-psicodelia progresiva), acentuando su huella de unos Kula Shaker noventeros, pieza dinámica y densa logra despertar cierto encanto en sus sinuosidad y contrastante melodía; “The Golden Throne” es una pieza de mayor trabajo en la melodía vocal, atractiva y simpática, aunque poco memorable; “Keep In The Dark” con dinámica glam-rock a lo Bolan, es una pieza rescatable que logra capturar al oyente en su luminoso glam-psicodélico, aunque peca de extensa, cómodamente pudo termina alrededor de los tres minutos; y “Mesmerise”, con adictiva melodía bubble-gum parece evocar a unos Beatles ácidos más densos.
El resto del disco redunda en lo mismo, sin mucho factor sorpresa ni momentos épicos que resaltar, probablemente su gran ‘acierto’, sobre todo si los comparamos con otras bandas sobrepretenciosas como Tame Impala, es que logran elaborar un sonido limpio y de fácil digestión, sin sobresaturar la pieza ni hacerlas pecar de fatuamente complejas, aposentándose en la creatividad melódica instantánea e hipnotizante de la psicodélica, logrando un disco suficientemente decente, aunque tedioso en la prolongación de sus piezas, talvez con una mejor edición en el tiempo de duración de los cortes se hubiese logrado un producto más contundente.
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