martes, 14 de junio de 2011
BUGDIE - NEVER TURN YOUR BACK ON A FRIEND 1973
A ver, de una tan rica discografía ofertada por la banda proveniente del Reino Unido creo que destaco este monumental trabajo de sonido más pulido y contundente.
El rico sonido áspero y duro de Budgie talvez resulte más seductor y provocativo en su preivos trabajo, mas es en éste en el que la banda consigue pulirse y brillan en la elaboración de su magistral y más conciso trabajo discográfico que dejan para la posteridad.
Comenzamos entonces con la brillante "Breadfan" con vertiginoso riff que electrocuta tus oidos en esas rabiosas y rápidas notas. Se nota además su madurez al sostener extensos cortes de direcciones progresivas en pasajes muy bien cnstruidos y llenos de matices y contrastes como la sección acústica en su parte media.
Si hay algo que destacar de Budgie aparte de sus magistrales solos de guitarra, es la estupenda voz de Burke Shelley que descarga toda su rabia con un impecable acierto tanto en las baladas acústicas como en los cortes más brutales de su discografía. Posée esa flemática garganta garagera que dota de intensidad los cortes.
Otro de los mejores cortes es la rítmica y genial "Baby Please Don't Go", antiguo cover de Big Joe Williams que ya ha visto su adaptación en un númerod e respetables artistas, más Budgie le otorga cieta tensión y vértigo en su magistral bajo y solo de guitarra, extendiendola en cinco intenso minutos y medios de hard rock progresivo.
Como en sus previos trabajos, Budgie sabe balancear su carga rock con apacibles y letárgicas baladas folk de muy gustosa escucha, " You Know I'll Always Love You" es así una hermosa balada de mesmerizante encanto y melancolía musical.
Retomamos la acidez en "You're The Biggest Thing Since Powdered Milk" descomunal y extenso corte de herencia zeppiana, con meritorio solo de batería por Ray Philips, que sorprende con una intensa parte final de hard rock a lo Deep Purple.
Mas es "In The Grip Of A Tyrefitter's Hand" su gran piece de resistance, lo mejor que ha salido de esta banda en su áspera propuesta hard rock de ascendencia blues a lo Sabbath. Esa intro, ese estupendo ejercicio de sincronización de guitarras, bajo y batería, ese breve mas genial pasaje eléctrico en su parte media... tan sólo este corte muestra la gran madurez en comparació con sus previos trabajos, y muestra que aún tenían mucho que ofrecer (bueno no inventan nada, es cierto, pero ya quisieramos más bandas a la altura de esta).
"Riding My Nightmare" es otra lenta balada, esta vez más accesible con sus agudos coros y su simple y directa melodía.
Despide "Parents" con una interesante atmósfera que envuelve en su taciturno sonido. Extenso corte de diez minutos (me recuerda a Santana por algún motivo) que contrasta con la carga demoledora del resto del trabajo. LLena de intensidad vocal y eléctrica, cierra este impecable trabajo, para muchos el mejor de la banda, y supone un nivel de pulimento bastante meritorio al no abandonar su basa garagera.
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