Herederos de la ácida psicodélia y el hard rock de Cream y Hendrix de la segunda mitad del los sesenta.
Intensos y magistrales corte llenos de la esencia nervuda del blues-rock, del pastoso y mordaz sonido gracias al acertado empleo del órgano por Steve Knight, consiguen así una impecable carta de presentación para el tumultoso años de 1970, lleno de una gran variedad de artistas y posturas rock.
Mountain no se queda atrás, y embebidos de la psicodélia de fines de los sesenta y enfocandose en las direcciones de sus contemporaneos (Led Zeppelin y Blavk Sabbath), consiguen nueve contundentes cortes llenos de dinamismo y fulgor rock.
"Mississippi Queen" es su clásico por excelencia, un soberbio corte blues-rock lleno de enganche y desfogue vocal. Acerba, brusca, intenso rock de filudas guitarras...que más se puede pedir.
Un gran acierto de la banda es el empleo de teclados de fondo, lo cual dota de cierta nostalgia y emoción a algunso cortes como la lenta "Theme From An Imaginary Western", de melancólica melodía y envolvente fondo que conmueve en su memorable facutra vocal (por ahí cierto aire a Cream)
Nervudo rock en "Never In My Life" con intensa ola de guitarras y teclados; "Silver Paper" con atractiva sección rítmica y potente voz; y "Sittin' On A Rainbow" de aire roots-rock.
"To My Friend" ofrece sutiles cuerdsa en un instrumetal lento leno de candor sonoro que contrasta con el sonido global del disco.
"The Laird" ya nos ofrece otro enfoque de la banda, en un oscuro y místico corte de conseguida atmósfera y de fascinante empleo de cuerdas acústicas y solos de guitarra eléctrica.
Cierra este disco la tremenda "Boys In The Band" con ácida guitarra de aire a Iron Butterfly.
Junto con sus dos posteriores trabajo resultan de entre lo más recomendable del rock de inicios de los setenta.
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