Descomunal descarga de rock del más alto nivel oferta este inigualable trabajo por unos Who renovados, inspirados y adaptados a la nueva ola que se viene en los primeros años de los setenta.
Optando por un enfoque alejado de su sonido sesentero y adentrandose en un rock de estadio, la banda ejecuta nueve estupendos cortes sin desperdicio; todos mostrando la majestuosidad istriónica de cada uno de sus cuatro miembros.
Nostálgia, vulnerabilidad, pasión, y optimismo son de entre las diversas sensasiones que desencadenan sus sublimes pasajes a lo largo del trabajo.
Comienza de por si por lo alto con la perfecta "Baba O'riley", de entre lo más original e inmaculado que he escuchado de esta banda. Townshend es un genio, incorpora los teclados del sintetizador al sonido de los Who como si lo viniera haciendo de toda la vida, en un magistral corte que soberbia construcción musical.
Su resonancia altisonante toca lo más profundo de la sensibilidad melómana en su triunfante melodía.
Su estilo musical característico se aprecia en clásicos cortes como "Bargain"; en intensas piezas llenas de fulgor como "My Wife" con estupendo empleo de trompetas; y "Going Mobile", adictivo corte con singular empleo de la guitarra eléctrica.
También presenta memorables baladas de rock melancólico y sentido en la gloriosa "Love Ain't For Keeping" (imposible no corear su cautivadora melodía); "The Song Is Over" con un conseguido trato dramático y genial manejo de intensidades y dirección; y la fascinante "Getting In Tune", otra destacada pieza llena de intensidad que uno no puede evitar corearla hasta el cansanción en su estimulante melodía.
Despiden este impecable trabajo la clásica balada con textos cortesía de un conmovedor Townshend, "Behind Blue Eyes"; y finalmente "Won't Get Fooled Again" cierra con sus extensos ocho minutos y medio del rock estilo Who, intenso y sudoroso, contagiante y vivaracho, todo un clásico del rock y un imprescindible para cualquier amante de la buena música.
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