Soprendente disco debut lleno de esencia progresiva y posturas art-rock.
La banda inglesa oferta un muy destacable sonido heredero de la escena progresiva de sus contemporaneos, mas su propuesta se orienta a la creación de atmosféras marcadas de oscuridad, lúgubres, funestas; su conjuración sonora consigue envolverte en su áspero sonido y despertar sencaciones recónditas en sus sombrios pasajes.
Por ejemplo, destaca su genial corte inicial "Gravy Train", con intensa guitarra eléctrica en un vaporoso fondo de angustiantes arreglos corales. La ácida guitarra estilo Iron Butterfly de Norman Barrett se luce a lo largo de esta meritoria pieza.
Conecta con "Dedication To Syd", otro estupendo corte de distorciones eléctricas en esas hoscas guitarras; con clara ascendencia a Pink Floyd en la etapa Syd Barret, sus iinadvertidos pasajes son de lo más disfrutables en partes que parecen 'transformarse' en atmósferas de inquietante reacción.
Acid-blues en "Coast Road", magistral pieza en la que demuestran su gran talento en la construcción y ejecución de capturadores cortes de base simple, más nutrido por fenomenales recursos heredados de la lisérgia psicodélica sesentera y de las arriesgadas aventuras art-rock.
"Think Of Life" ofrece hard rock de guitarras estruendosas de referencia a Sabbath; al igual que "Enterprise", otro genial corte de conseguido hard-rock y garage.
El disco no puede culminar mejor; "Earl Of Pocket Nook" es toda una orgía progresiva en la que la banda se luce en sus extensos dieciseis minutos llenos de nervudas e intensas guitarras y una estupenda parte media con acertados ejercicios de sincronización de guitarra, bajo y batería.
Un álbum que seguramente desesperará a los amantes más impedernidos por las pomposas ofertas progresivas de otras bandas de la época, y fascinará por su rica creatividad e impecabilidad a los amantes del rock es sus más diversas vertienes.
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