'...cash me in, fill me up, why don't you thorw me out the door!... |
Año: 1968
Rating: ▲▲▲▲▲
Canción favorita: "Parchment Farm"
Ruido! ruido! y más ruido!
Demasiado estridencia para muchos, un orgasmo sónico para otros; exiguo para muchos, suficiente para otros. Lo cierto es que este monumental "Vincebus Eruptum" resultó ser uno de los trabajos más influyentes del ácido y heavy sesentero a la par de los revolucionarios trabajos de Hendrix y Cream (cuya influencia se aprecia con claridad en su abrasivo sonido).
San Francisco, emblemática ciudad de la contracultura y la psicodelia sesentera, también nos tendría preparada una muy grata y revolucionaria sorpresa virando en una dirección opuesta a la fastuosidad en recursos psicodélicos, y resaltar al ruido del rock como su basamento y su propósito.
Comienza en estruendo con la galopante "Summertime Blues", original de Eddie Cochran, y versionada por los Blue Cheer en una postura brusca, fiera y tremebunda que despierta tanto convulsión como exitación psico-motriz.
"Rock Me, Baby" es otra de los clásico del blues versionados esta vez en un seductor corte más lento pero de apabullante percusión en batearia por un brillante Paul Wahley que parece heredar la rabia de Baker el los Cream del "Disraeli Gears" que lleva al garage y al blues a terrenos de brutalidad ácida.
"Out Of Focus" es otra exitante pieza de adictivo riff y de estructura heavy hendrixiana; el demoledor pasaje instrumental de la intro de "Doctor Please" en otro de los mejores cortes del disco, aunque algo largo; y la frenética "Second Time Around", puro ruido y sudoroso descontrol caótico de atractiva melodia.
Mas mi favorita es la mastodónica "Parchment Farm", esa guitarra simplemente perfora cual taladro el cerebro en su delirante y desquiziante guitarra acentuada en su vertiginosa y ultrajante veolcidad, que busca su calma en su parte media con esa enigmática lina de bajo, la bestial percusión en tribal y la enardecida guitarra eléctrica ahcen de este uno de los momentos más intensos y memorables del disco mostrando que su oferta no es solo ruido, sino también sincronicación, melodía y construcción, bueno si aún no lo habían notado.
Acusados de tapar su falta de talento en el ruido en lo-fi; de ser un trabajo discográfico demasiado corto (ni si quiera pueden aguatar la estridencia de los seis cortes, y piden más?) y poco innovador en recursos; lo cierto es que este trabajo muestra una catarsis sónica de comienzo a fin sin precedente llevada a su punto más animalesco y salvaje del rock
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