domingo, 25 de septiembre de 2011

STEPPENWOLF - STEPPENWOLF

'..like a true nature child, we were born, born to be wild....'. 
Año: 1968

Rating: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "Born To Be Wild"


Discazo!


Steppenwolf es una de esas bandas que cuando la escuchas por primera vez no puedes creer que sean tan geniales; averiguas un poco más sobre la trajinada vida de su lider John Kay, y simplemente quedas fascinado por su propuesta de blues y ácido más accesible; parten a la esplendorosa ciudad luz de los sesenta, San Francisco, y se embriagan de toda la lisérgia y la psicodelia en su punto máximo, virando su sonido original a un rock rudo y macizo; para muchos el precursos del heavy, de guitarras sulfurosas y flameantes por Michael Monarchy y un único estilo vocal chulesco, desafiante, áspera y viril del mencionado Kay.

El disco es una serie de temón tras temón; comienza con la estupenda versión del clásico "Sookie Sookie", mostrandonos su querencia por Hendrix y la característica aridez sonora californiana de bandas como Moby Grape  o los Jefferson Airplane.

Uno de los mejores cortes es la melódica "Everybody's Next One", sofisticada pieza de rock psicodélico (por ahí recordándome a los Move), que resulta exquisita para los oídos en su meritoria construcción con variedad de matices y su sensibilidad melódica que resalta en un disco de basamento blues-rock, en textos sobre una infortunada fémina que busca ser una rompecorazones pero que al final siempre termina siendo la infortunada presa  de la noche de sus amantes.

El astuto blues-rock de "Berry Rides Again", con reminiscencia a Chuck Berry en "Johnny Be Good", es un refrescante entremés de delicioso solo de piano y bailonga conjuración.

La delirante versión del clasico de Willie Dixon inmortalizado en la voz de Muddy Waters resutla uno de los momentos más exitantes del disco; sexual, directa, sinuosa, los Steppenwolf consiguen enaltecer este gran clásico del blues en una postura sexualmente más explicita y ácida.

Y llegamos al momento cumbre del disco, y de hecho uno de los momentos cumbres de los 60s, "Born To Be Wild", nacido para ser salvaje; parece resumir la esencia del rock en esas cuatro palbras; y es que el rock en su basamento no es otra cosa que rebeldía, chulería,bravura, rabia, ira,descarg, incita a la convulsión, al desorden, expone y desnuda el lado saljave del humano, el alma iracunda y bohemia del amante del rock, sometido a amoldarse a los preceptos sociales, frustado tanto emocional como sexualmente; el rock tiene esa magia y es por eso que a lo largo de sus diversas direcciones por las que paso, y por las que pasará en el futuro, el rock siempre estará presente como una necesidad ya fisiológica y psicológica del ser humano...'..like a true nature child, we were born, born to be wild....'. 


Sigue la exótica "Your Wall's Too High" con percusión en tribal y una conseguida atmósfera psicodélica de hedonismo ácido y sensorial; la sentida balada de buscada épica "Desperation"; la alucinante versión del clásico de Hoyt Axton "The Pusher"; que consiguen dotarla de una atmósfera peligrosa y mórbida en esos brillantes textos de adicción y dependencia por las sustancias alucinógenas.

La animada psicodelia de "A Girl I Knew", de contagiante sección rítmica; la elegante "Take What You Need", con delirante riff y contagiante estribillo; y la arriesgada "The Ostrich", vertiginoda pieza de arena blues-rock , dan dan por finalidad este estupendo trabajo discográfico, uno de los más resaltantes de la explosión psicodélica de la inmaculada ciudad de San Francisco de la segunda mitad de los sesenta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario