viernes, 15 de agosto de 2014

MIKA – LIFE IN CARTOON MOTION


Año: 2007
País: Reino Unido
Género: Indie.Electro-Pop
Puntuación: ▲▲▲

Con clara influencia de un Freddy Mercury más pop (cualquiera que idolatre a este artísta seguramente encontrara cómodo cobijo en este disco), Mika conjura un estimable muestrario del pop melódico dramático, de infaltables falsetes y colorida parafernalia atmosférica que juegan con el glam-pop, el electro-pop y la inconfundible balada pseudo-emocional.


Podría haber caído fácilmente en cursilerías baratas, pero hay que otorgarle cierto crédito al concebir una experiencia musical lo suficientemente pulida, heterogénea y rica en referencias musicales como para pecar de intrascendente.

“Grace Kelly” es un buen punto de inicio, de evocaciones vocales con referencia a Freddy en piezas comerciales como “Don’t Stop Me Now” y un sardónico coqueteo en textos sobre taciturnas expresiones faciales logra llevar a la melodía a momentos de juego, cinismo y cierto descaro lúdico; “Lollipop” posee una limpia instrumentación electro-pop en una pieza genérica en términos generales, sin llegar a ser insoportable; “My Interpretation” posee un buen manejo melódico con acentuación country-rock y buen acompañamiento de piano, algo de Bowie y Elton John (otra de sus claras influencias) en una pieza escuchable y de mayor enfoque FM; sigue la irreverente “Love Today”, electro-pop y momentos disco-pop en una pieza de incisiva predominancia de falseto vocal (¡prácticamente toda la canción se sostiene de este recurso vocal!), fácilmente pudo caer en una plástica e insoportable pieza de melodía cursi, mas posee un acertado manejo de la harmonía musical, buen empleo de recursos electrónicos (esquivando contundentemente el facilismo comercial) y una dinámica y envolvente dinámica dance-pop que de hecho termina elevando a la pieza a uno de los momentos más divertidos y festivos del disco; y “Relax, Take It Easy”, letárgica invitación dance a la relajación, en una disfrutable pieza de envolvente atmósfera con mayor ascendencia vocal a unos Bee Gees.


“Any Other World” es un intento por lograr mayor profundidad emocional en ambientes musicales más limpios y de menor manoseo electrónico, probablemente funcionaría si no fuese porque es la enésima técnica que suelen utilizar varios artistas comerciales para pretender dar mayor ‘seriedad’ a sus trabajos (recurso en el que hasta Coldplay caería en esto en su “Viva La Vida” del 2008), la formula va así: fondo de violines de pretensión épica y arreglos corales sin pies ni cabeza en este disco; “Billy Brown” con cierta ascendencia beatleniana y algo de los Hollies en una disfrutable pieza glam-pop de textos algo superfluos sobre el descubrimiento de la homosexualidad del personaje de la canción; “Big Girl (You Are Beautiful)” muestra nuevamente el talento de Mika en la composición de piezas electro-pop simples, sin exageraciones, y bastante adictivas, una formula tan simple que taaaaaaaaaaaantos grupos y artistas parecen nunca entender; “Stuck In The Middle” es la sorpresa del disco, pieza glam-pop a lo Elton John a piano con astutos juegos vocales que podrían ejecutar unos contemporáneos Scissor Sisters de sus primeros discos; “Happy Ending” busca nuevamente el aplauso fácil al evocar emotividad en fondos de violines, cómodamente hubiese sido un acertado punto final si no hubiese recaído en tan recurrente y plástico facilismo.

GENE CLARK – WHITE LIGHT


Año: 1971
País: Estados Unidos
Género: Country.folk-pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Disco clave que revela un cambio de dirección para la nueva década; un nombre siempre recurrente e importante en la historia del rock y folk-pop de los sesenta en su etapa byrdsiana, y luego de separarse y enrumbar una carrera como solista se mostraba siempre una querencia y marcada inclinación por el sonido más limpio y menos manoseado, se ascendencia country y folk (algo bastante claro en su primer disco como solista acompañado por los Gosdin Brothers).

Acentuando más su querencia por el estilo folk dylaniano, Clark nos ofrece un disco pretencioso en su basamento acústico minimalista, que por momentos peca de redundante y carente de heterogeneidad, más consigue exhibir una mayor definición y presencia de su vena american a lo largo de textos inspirados y melancólicas construcciones melódicas en piezas que lo ponen a la par de los renombres coyunturales como Neil Young, Gram Parsons y el mencionado Dylan.


“The Virgin” muestra su vuelta a lo rustico, cuerdas con matices sureños son una delicia sensorial que sirven de fondo en una emotiva pieza de predomino de voz y harmónica estilo dylaniano; “With Tomorrow” es una apacible pieza folk-pop con cierta oscuridad emocional que logra envolver al oyente en su maraña de cuerdas acústicas; “White Light” es una fresca pieza más accesible de country-folk; “Because Of You” es una deliciosa construcción lenta con acompañamiento de órgano y gustosa percusión de resonancia costeras acercándolo a la instantaneidad romántica de un Van Morrison; “One In A Hundred” de mayor dinamismo rítmico, atractiva pieza con aires a unos Beatles misturados con un Parsons; y “For A Spanish Guitar” una de sus máximas genialidades de su catálogo en una inmaculada composición acústica de nostálgicas cuerdas que podría filtrarse en algun trabajo de un Dylan  de mediados de los sesenta.


El disco presenta además la versión del clásico “Tears Of Rage” (original de The Band) en un enfoque country-folk.

viernes, 18 de julio de 2014

BRANT BJORK - GOD AND GODESSESS


Año: 2010
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Stoner-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2


Nombre importante en la escena del rock americano de los noventa, Brant Bjrok nos ofrece en este disco un alucinante muestrario de buen stoner-rock con mayor acentuación heavy-garage y mayor madurez logrando un sonido bastante sofisticado, rudo y musculado que hace revivir por momentos la psicodelia ácida de Cream, Hendrix de la flameante era dorada del rock.

“Dirty Bird” es una contundente pieza de inicio muy a lo Deep Purple con pinceladas de ácido y desafiante atmósfera que transporta al oyente a las desafiantes carreteras americanas sin mayor compañía que una motocicleta y el ardiente sol del desierto; “The Futured Rock (We Got It)” con riff que mistura a unos Blue Cheer con Marc Bolan, pura adrelanina noise y venturada atmósfera heavy; “Radio Mecca” es una de las mejores piezas del disco, detonante guitarra eléctrica, sensualidad y potencia rítmica en una atmósfera de insinuante perversión; “Little World” por predominio tribal es una sulfurada pieza de primal-rock con clara huella de Blue Cheer; y “Blowin’ Up Shop” potente pieza que exhibe su querencia por el hard-rock de los Led Zep y un claro manejo de guitarra eléctrica a lo Hendrix.

 

“Good Time Bonnie” no caería nada mal en unos Black Sabbath de la primera mitad de los setenta, maciza estructura heavy-stoner; “Porto” posee ciertos aires funk en una pieza de incitante sección rítmica, y “Somewhere Some Woman”, todo un nuevo clásico para este hombre que logra hacer palpitar la vena del amante del rock menos manoseado y formulista, del rock acerbo y sulfurado, sin pretensiones más que la construcción de contundentes piezas que nos hagan delirar por un momento tal como lo hacía en los setenta.

COLDPLAY - GHOST STORIES


 Año: 2014
País: Reino Unido
Género: Indie.electro-pop
Puntuación: ▲


Luego de sus primeros discos, aceptables en términos generales en los que mostraban algo de talento en la construcción melódica en piezas acústicas que, si bien no hacían más que seguir la línea trazada por sus predecesores Oasis, The Verve, Embrace, Travis, Blur y Radiohead, por lo menos poseían el suficiente calibre para ejecutar piezas plausibles que lograban calar en la sensibilidad del melómano amante del pop acústico y menos manoseado; unos poco creativos Coldplay vuelven a las estanterías de disco con una producción que se aleja de y se aposenta con bastante conformismo (ya casi acobijándose en la mediocridad) en intrascendentes y bostezantes piezas musicales de electropop con pretensión ambient, falsettos sin feeling, lextos que escaza imaginación, y manoseos en post-producción generando un transfondo con pretensión sensorial muy autocomplaciente que nos lleva a cuestionar el fundamente de tener como miembros a un bajista, guitarristia, pianista y baterista, si prácticamente ceden descaradamente el fondo musical a la plasticidad electrónica.


Hacer una crítica tema por tema es una experiencia insufrible pues el disco peca excesivamente de homogéneo y monótono, muros sutiles de sonoridades celestiales a lo Beck en su faceta depresiva, Beach House, TV On The Radio o Death Cab For Cutie, sin llegar a ningún climax o hedonismo melómano; “Magic” es un buen ejemplo de la pésima orientación de disco, pieza de electro-pop con falsetto y enfoque FM que termina más pareciéndose a un tema que Justin Timberlake filtraría en alguno de sus disco; “True Love” con bastante reminiscencia a unos TV On The Radio, posee por momentos algo de encanto en la fragilidad vocal de Chris Martin, aunque se satisface en esto mostrando una carencia de recursos para sostener la pieza; “Magic” exhibe cierta aura sensorial convincente, aunque muy formulista a estas alturas; y “A Sky Full of Stars” con enfoque electro-dance, lo único que faltaba en un intento desesperado de evitar que el oyente caiga adormecido y aburrido de tanta mediocridad.

jueves, 17 de julio de 2014

STATUS QUO - PICTURESQUE MATCHSTICKABLE MESSAGES FROM STATUS QUO



Año: 1968
 País: Reino Unido
Género: Psychedelic-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Disco debut de la banda británica en su etapa psicodélica, de enfoque pop logran elaborar fascinantes piezas robustas de gustosas melodías y armonias dignas de competir con los renombres de la época dígase los Hollies, Los Move e incluso los Beatles (de quienes se observa una fuerte influencia tanto de su “Revovler” como de su “Magical Mystery Tour”).


"Black Veils Of Melancholy" arranca el disco con un potente riff ácido y una estructura pomposa y gloriosa con altisonancias melancólicas, además de un embriagante fondo de teclados que marca su estampa en la propuesta de la banda; “When My Mind Is Not Live” es simplemente narcótica, su melodía vocal simple y adictiva que revive la psicodelia temprana de los Beatles en el “Rubber Soul” y “Revolver”, acompañada de un alucinante solo de guitarra de Francis Rossi la convierte en una de las mejores peizas del disco; “Ice In The Sun” es otra estimable pieza que mezcla a los mencionados Beatles con unos Idle Race; “Elizabeth Dreams” de robusta textura sónica psicodélica; “Gentleman Joe's Sidewalk Cafe” mostrando su lado más folk con cierta huella de unos Monkees; y “Paradise flat”, el tema más experimental del disco, en el cual optan con una atmósfera sci-fi y psicodelia beatleniana.

“Technicolor Dreams” y “Sunny Cellophane Sky” acentúan el ácido eléctrico de Hendrix o Cream en dos piezas que exhibe mayor madurez en su sonido; la versión del “Spicks And Specks” de los Bee Gees, plausible pieza que logra capturar la inocencia pop de la melodía; “Sunny Cellophane Sky”; y el disco despide “Pictures Of Matchstick Men”, pausada pieza psicodélica que peca de ser bastante reminiscente a su propia "Black Veils Of Melancholy" (y en el mismo disco!!!!).

SWANS - TO BE KIND


Año: 2014
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Experimental-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2

 Peculiar formación de rock experimental (acobijado cómodamente en el concepto no-wave) proveniente de Nueva York, surgieron en los ochenta y parecen seguir con la vena latente por exploraciones atmosféricas, conceptuales y sensoriales pues este su último trabajo discográfico lo lleva al extremo en poco más de dos horas de rock progresivo abstracto y alucinógeno; pretensioso, exhibe cierto ensimismamiento en la exploración musical que los lleva por momentos a palpitantes pasajes claustrofóbicos y tétricos muy efectivos, como también a insufribles y tediosos e interminables estructuras cuasi-robóticas que se repiten una y otra vez sin aparente dirección alguna.



“Screen Shoot” es un buen corte de inicio, pura claustrofobia psicótica-industrial en un mejunje noise-progresivo de cuerdas blues, plausible aunque peca de extensa; “Just a Little Boy (for Chester Burnett)” es una pieza letárgica con trasfondo depresivo, lacerante atmósfera sensorial que posee muy buenos momentos intenso en la segunda mitad, filtrando por momentos a nombres como Can, Pink Floyd, Sonic Youth y Tool; “A Little God in My Hands” es una muy buena pieza que juega con el garaje y noise en una monótona pero efectiva y perturbadora sección rítmica, es algo que Manson o Nine Inch Nails podrían elaborar en los noventa; y “Bring The Sun / Toussaint L'Ouverture” es la pieza mas extensa, intenso corte que comienza en una psicosis noise-progresivo que se deforma en una masa sónica industrial interminable, seguida por momentos pausados de perturbador sigilo sensorial, cuasi-lúgubre, incandescentes arrebatos de art-rock abrasivo, convulsivo, con acentuación heavy-metal en la guitarra eléctrica (por ahí al estilo sabbathiano de su primer disco) y cascadas sónicas de noise eléctrico y órgano que ultrajan los oídos hasta el desquicio menta; ejecuta soberbios momentos de alucinante explosión catártica, pero peca de extensa, carente de contundencia y de hecho parece no tener ni pies ni cabeza tras escucharla varias veces convirtiéndose en un buen muestrario del talento de la banda al construir pasajes y estructuras ambiciosas de industrial progresivo.


“Some Things We Do” es una pieza inferior de incitaciones hipnóticas que funciona como conector en el disco por su trasfondo, más aburre en sus 5 tediosos minutos; "She Love Us!" mejora bastante y define mejor el manejo de su propuesta musical, densa pieza sensorial con fascinantes arreglos corales que pareen almas deambulando en una tensa noche sin estrellas, ecos de Sonic Youth, posee cierta querencia por el krautrock psicodélico de los Ammon Düül II en su primera mitad, y luego arremeten en un estilo que podría comulgar a unos Tool menos noise con el dead-mantra de los Dead Skeletons; “Kirsten Supine” confunde en su estructura amelódica, funesta atmósfera con huella de los Doors y estilo vocal gótico a lo Ian Kurtis; “Oxygen” podría ser la versión noise-punk y underground de “Who The Fuck!” de PJ Harvey, pura adrelanina pixiana con cierta insinuación garaje-surf en sus primeros minutos; “Nathalie Neal” es una mera abstracción que no hace más que seguir perturbando al oyente (si es que a esta alturas algo le puede causar aun perturbación alguna), aunque posee cierto exotismo en su empleo de cuerdas que se acentúa a partir de la mitad en adelante que acierta con el estilo vocal mantra-psicodélico y una dirección de mayor definición; y cierra el disco “To Be Kind”, ya a estas alturas redundando en la fórmula: intro somnífera e intenso caos punk (cuasi-infernal) de desenlace.

miércoles, 16 de julio de 2014

URGE OVERKILL - SATURATION


Año: 1993
 País: Estados Unidos
Género: Alternative.Power-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Tremendo disco de la banda proveniente de Chicago, originados tras el auge del underground y el grunge de inicios de los noventa, la banda supo virar su propuesta en una dirección que pulió su oferta alternativa con solos de guitarras sensuales, insinuación vocal y energía e ímpetu power-pop filtrando a nombres como Cheap Trick, Sparks, Tom Petty y AC/DC, entre otros.

"Sister Havana" apertura el disco a lo grande en una genial pieza hard-rock con aires por momentos a Kiss; "Tequila Sundae" de intro ácida y resonancia noise es otra de las mejores piezas del disco llena de enganche sonoro; "Positive Bleeding” muestran su faceta melódica en una relajada pieza power-pop de irresistible melodía y percusión con momentos de guitarra eléctrica que la podrían haber ejecutado los mismísimos Cheap Trick en alguno de sus discos setenteros; "Back on Me" apunta ahora a unos Replacements melódicos, plausible construcción melódica de ascendencia folk byrdsiana; "Woman 2 Woman" es un enérgico corte de ascendencia punk-rock; y "Bottle of Fur" que exhibe además su querencia por el glam de T.Rex, otra de sus influencias puntuales.


"Crackbabies" posee una postura arena-rock, potente pieza de enérgica batería Blackie Onassis; "The Stalker" ofreciendo ácido y garaje-noise de resonancia primitiva a lo Blue Cheer y Stooges; "Dropout" es una verdadera gema power-pop que hereda del glam de T.Rex de cuerdas acústicas, pieza apacible y adictiva que contrasta con el contenido eléctrico el disco; la convulsión punk se retoma con la abrasiva "Erica Kane", acentuando además un demencial solo metal en un corte que maneja los tiempos al estilo pixiano; "Nite and Grey" y "Heaven 90210" completan el disco redundando en lo previamente explicado consiguiendo asi una plausible obra discográfica proveniente de la siempre controversial América de los 90s.