domingo, 30 de junio de 2013

JULY - JULY


Año: 1968
País: Reino Unido
Género: Psychedelic.Art-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

 Durante 1968 y 1969 surgieron un considerable número de bandas eventuales de efímero periodo de actividad que desarrollaron y nos dejaron una estimable cantidad de discos en el ámbito psicodélico, varias de ellas derivadas de otras muy meritorias bandas que no tuvieron éxito comercial en su momento, se separaron y formaron otras agrupaciones en las que igualmente buscaron la exploración musical, otras que se desintegraron y luego recién obtuvieron el reconocimiento de la crítica y la valoración, July podría estar en este grupo de bandas que si bien el bagage y background de sus integrantes es variado, al igual que el futuro que les depararía a algunos de sus miembros, nos dejaron este interesante trabajo discográfico llenos de experimentaciones psicodélicas con notas ácidas, y experimentales que rozan con el progresivo, buscan la complejidad y desarrollan ideas bastante notables y meritorias en su caprichoso mejunje de ritmos y sonoridades instrumentales yuxtapuestas agresivamente que van de la mano de ocurrentes e imaginativos textos.

A destacar el notable manejo de los teclados por parte de Jon Field, quien dota a las piezas de cierta atmósfera oscura, futurista, amalgamándose con la guitarra eléctrica y los juegos vocales y melodías que engendran en su conjunto una suerte de psicodelia cósmica rica en matices y  sonoridad; resaltando así la brillante “Clown”, exótico corte de psicodelia ácida revolviana; ”Dandelion Seeds” es un corte art-pop de rica percusión y oscilante melodía que juega con el blues y la música vudú y ciertos aires de Dixie-Jazz; “Jolly Mary” es una simpática pieza de psicodelia beatlinana; y “You Missed It Up” juega con el music-world y la psicodelia y una construcción que ostenta complejidad progresiva.


“The Way” es un exótico y nutrido corte de psicodelia oriental con sitares incluidos y una resonancia brydsiana de su manejo del feedback y efectos de teclados; “Friendly Man” es otra estupenda pieza de pop ácido con percusión y rítmica latina; y en sí el disco lo completa una serie de explosivas píldoras pop-psicodélicas a revisar para cualquier amante de la era dorada del ácido británico. 

NIRVANA - THE STORY OF SIMON SIMOPATH


Año: 1967
País: Reino Unido
Género: Psychedelic.Art-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Encantadora historia que profundiza en la inocencia y el enamoramiento humano, disco conceptual con trazos de baroque y sunshine-pop con herencia de Boettcher o Brian Wilson que narra los deseos del protagonista Simon Simopath, un incomprendido y aislado niño sin éxito en la vida social escolar que añora tener alas y poder volar; temática que en estos tiempos si bien no resulta tan sorprendente, adelanta en un par de años al concepto de Opera-rock de “Tommy” de los Who o incluso al “S.F. Sorrow” de los Pretty Things al narrar con detalle y en una suerte de escenas o momentos los eventos de la vida de su risueño personaje.


Comienza el disco grande con percusiones spectorianas en la genial “Wings Of Love”, compleja pieza art-rock con destacable trabajo vocal y profundidad instrumental que constituye el podio perfecto para la aventura musical, destaca la acertada sensibilidad que se consigue en sus momentos claves por el manejo de la orquestación, y su estética y sofisticación precede a los Family con su sorprendente “Music In A Doll House”; sigue la triste “Lonely Boy” cantada en tono apacible y con arreglos corales con aromas a los Turtles; “We Can Help You” marca el paso a la juventud en la cual encontramos a nuestro protagonista laborando en una factoría; soñador aun, incomprendido; y “Satellite Jockey” despega al iluso Simon fuera de esta tierra en un corte baroque.power-pop.

A destacar además “Pentecost Hotel”, otra encantadora balada con enternecedoras connotaciones sunshine-baroque que embriagan en su fascinante melodía y sus arreglos de arpas y violines; y la bellísima “I Never Had  A Love Before” manifiesta la inocencia del enamoramiento en una atmósfera ingenua, infantil, y fulminante, cómodamente podría filtrarse en el impecable “Pet Sound”.

J.K. & CO. - SUDDENLY ONE SUMMER



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Progresive.Psychedelic-Pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Notable y pretencioso trabajo discográfico proveniente de la era dorada de la psicodelia sesentera, la juvenil agrupación muestra madurez y sofisticación en un fascinante disco conceptual que filtra tanto la psicodelia con el folk-rock con orientación a Donovan o los Beatles, insinuaciones ácidas de la Costa Oeste, exploraciones sensoriales conseguidas por la calada ejecución de pasajes y fondos instrumentales de matices y coloridad que insinúa sunshine y un temprano aroma progresivo en teclados (siguiendo la misma dirección que sus contemporáneos Procol Harum); en fin un muy destacable disco debut y meritorio trabajo a revalorar.

Luego del preludio de “Break Of Dawn” (que parece generar una escena sci-fi conceptual), encontramos el feed-back y distorsiones psicodélicas revolvianas y byrdsianas en “Fly”, deliciosa pieza pop dotada de exotismo ácido en un complejo fondo instrumental con evocaciones al “Magical Mystery Tour”; “Little Children” es una elegante pieza lenta pop que recuerda al trato melódico baroque de Boetcher o de los Association, además de una melancolía medieval acentuada por el empleo de la flauta dulce; “Christine” es otra airosa pieza pop-psicodélica de destacable elegancia musical; y “Crystal Ball” denota su vena prog-rock en un breve pasaje exploratorio que trae a la mente a unos venideros Caravan.


“Nobody” es una desoladora y depresiva pieza con huella de un Arthur Lee folk más calmado o unos Buffalo Springfield folk-pop; sigue la pomposidad de “O.D.” con profundos arreglos vocales (por ahí mostrando cierta devoción a unos Moody Blues) y acompañamiento de guitarra eléctrica ácida ya con postura progresiva; “Land of Sensations & Delights” acentúa su herencia revolviana en una pieza con resonancia baroque-folk; “The Times” con intro space y animado tiempo country-pop; “Magical Fingers of Minerva” con letárgica y mesmerizante atmósfera psicodélica byrdsiana de marcada profundidad y aromas orientales; y “Dead” con aires country a un Lee Hazlewood y manejo del blues melódico con clara huella de Donovan.

THE DAVID - ANOTHER DAY, ANOTHER LIFETIME



Año: 1967
Paús: Estados Unidos
Género: Psychedelic.Sunshine-pop
Puntuación: ▲▲▲▲▲


El sonido de los David resulta peculiarmente interesante, filtran tanto del sofisticado country californiano de Hazlewood con la psicodelia de la Costa Oeste y el temprano baroque y tacto melódico de los Beach Boys o los proyectos sunshine de Boettcher, pero su pretención se pinta con mayor ostento progresivo y pomposidad épica, siguiendo la dirección de sus contemporáneos Snow o los Electric Prunes, o incluso unos venideros Procol Harum.


Un complejo trabajo de orquestación de fondo resulta fascinante e imprescindible para la calada sofisticación del disco que deslumbra por sus altisonantes trompetas triunfantes y pasajes de violines; resaltando así el grandilocuente corte inicial que da nombre al disco “Another Day, Another Lifetime” sorprende con su emotividad que filtra el baroque, la psicodelia y pasajes orientales de sitares, por ahí incluso apuntando a la atmósfera cinematográfica de unos Moody Blues en su legendario “Days Of Future Passed”; “I’m Not Alone” es una fresca pieza pop-psicodélica beatleniana que podría filtrarse en el “Beatles For Sale” o en su “Help!”, con sutiles coqueteos garage con huella de unos tenues Seeds; “Morrors Of Wood” es otra potente pieza de distorsiones eléctricas psicodélicas con insinuaciones a unos Move ingleses; “Now To You” resplandece con su complejidad y sofisticación orquestal que trae a la mente los trabajos de Hazlewood o incluso del pop ornamentado francés de Francoise Hardy, sin olvidar la psicodélica sanfranciscana; y “Of Other Days” es una animada pieza power-pop de simpática melodía y arreglos instrumentales.


“So Much More” completa el dramatismo épico-cinematográfico de los predecesores cortes iniciales fastuosos en arreglos de violines y trompetas; la genial “Sweet December” enmarañada en un espectral pasaje de teclados con inclinación oscura doorsiana; y cierra la fenomenal “Time M”, puro ácido sanfranciscano en un intenso viaje de psicodelia vertiginosa con que adelanta a unos Iron Butterfly.


viernes, 28 de junio de 2013

THE CHOCOLATE WATCH BAND - NO WAY OUT


Año: 1967
País: Estados Unidos
Género: Garage.Psychedelic
Puntuación: ▲▲▲▲1/2


Toda una delicia psicodélica proveniente del mejor ácido sesentero de la Costa Oeste, la banda elabora concisas piezas dotadas de sensualidad y agresividad garage derivada del rn’b stoniano, expandiendo su propuesta hacia el horizonte psicodélico de las exploraciones atmosféricas y viajes ácidos sensoriales; además de filtrar el sonido árido de sus contemporáneos más cercanos como los 13th Floor Elevators, Seeds o Count Five.

El disco detona con una de sus mejores piezas; “Let’s Talk About Girls” es una demoledora pieza de garage psicodélico con ascendencia delta-blues de irresistible sección rítmica; sigue la fenomenal versión del “In The Mightnight Our” original de Steve Crooper, animada pieza esculpida con potente resonancia psicodélica y un alucinante pasaje instrumental que destaca de entre lo mejor de la psicodelia proveniente de la fértil California sesentera; la versión del “Come On” de Chuck Berry denota marcadamente (o descaradamente se podría decir) la influencia de los Stones en su ascendencia; y “Dark Side Of The Mushroom” asalta los sentidos y los suspende hacia el Olimpo ácido de la psicodelia atmosférica en un calmado y complejo viaje musical, mostrando el tremendo manejo de la banda para la concepción y ejecución de piezas sensoriales del más alto calibre.


Revisan además el “Hot Dusty Road” de los Stills con una resonancia que apunta a unos Buffalo Springfield de su disco debut homónimo; “Are You Gonna Be There?” es otra de las mejores piezas del disco (y del genero garage de por sí), mostrando una ascendencia surf-rock irresistible para los oídos además de intensidad y bravura ácida; en “Gone And Passed By” vuelven a revisar a unos Stones en “Not Fade Away” de Buddy Holly (quienes a su vez revisan a un Bo Diddley en “Pretty Thing”), mas aflora con esplendor su propuesta psicodélica sensorial totalmente imprescindible para cualquier amante del sonido de San Francisco; al igual que uno de los cortes más representativos y que además da nombre al disco: “No Way Out” es una de las más plausibles piezas de la psicodelia garage, acerba y peligrosa, cuasi-mercenaria, provoca pavor con tan solo escuchar sus primeras cuerdas y se va ensalzando en su punto conforme se va desarrollando y tensando la atmósfera sin salida, una interminable ruta en el medio del desierto californiano con el sol quemando los sesos, maracas que parecen cascabeles acosando la tranquilidad y ejercicios de feedback que trastornan y desquician la mente, un tremendo tema que los propios Missunderstood probablemente lo hubiesen deseado ejecutar.


Cierran “Expo 2000”, interesante pieza que se basa en el surf-rock de Dick Dale para llevarlo a terrenos sensoriales de experimentaciones art-rock apuntando a unos primeros Pink Floyd en su “Pipper At The Gates Of Dawn”; y “Grossamer Wings” cierra con una ejecución oscura y depresiva asemejándose bastante a unos Missunderstood.

THE GOLDEN DAWN - POWER PLANT



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Garage.Psychedelic

Puntuación: ▲▲▲▲


Psicodelia garage proveniente de la banda texana Golden Planet, imbuidos en la efervescencia ácida derivada del innovador sonido de los 13th Floor Elevators (sus más directos colegas coyunturales del sonido de Austin), aunque virando su enfoque por momentos en piezas más calmadas de pop-rock y folk beatleniano, además de arreglos corales beachboyero, consiguiendo hermosas piezas llenas de coloridad y candor musical que contrasta ricamente con los momentos de blues-rock garageros con huella de los Seeds o Count Five.


Comienza el disco la brillante pieza psicodélica “Evolution”, una melodía pop simple que parece mezclar a unos Blues Magoos con unos primeros Who, a destacar la batería de Bobby Rector y el caprichoso arreglo en percusión de campanas y xilófono tintineando que trae a la mente el resplandor de la luz descomponiéndose al impactar directamente con los lados de un caleidoscopio psicodélico; “This Way Please” es una melódica pieza beatleniana calmada y rica en su trato de cuerdas y apacible arreglos corales dream-pop a lo Boettcher; “Starvation” arremete con una contagiante sección rítmica y un sensual manejo de cuerdas y bajo, un blues garagero sin rodeos y directo, pastoso y árido rock texano; y “I’ll Be Around” con un tremendo George Kinney en la voz; angulosidad eléctrica y atmósfera ácida a lo Country Joe & The Fish.

Palpitantes piezas de bravura garage y enervante rock ácido  como en la aguerrida “My Time”, sulfurada y rugosa pieza psicodélica con destacable manejo eléctrico de Tom Ransey; la letárgica e hipnotizante “Every Day” con un alucinante feed back y distorsiones de herencia revolviana con alusión oriental a sitares hindús; la genial “Tell Me Why” nuevamente acentuando el ácido con acompañamiento de feedback; y cierra la bella balada “Reaching Out To You” , mostrando el notable registro y manejo vocal de Kinney tanto para piezas aguerridas y violentas como para calmadas y delicadas piezas melódicas.

GUN - GUN



Año: 1968
País: Reino Unido
Género: Heavy.Acid-prog
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Sumergirse en la psicodelia sesentera de las islas inglesas es redescubrir un inmenso océano de invaluable material musical, así encontramos a este imponente trabajo debut de este demoledor trío formado por Louis Farrell y Adrian y Paul Gurvitz (quienes en un par de años más serían reclutados para los proyectos del ex-Cream Ginger Baker), un estruendoso trabajo del temprano heavy-progresivo derivado de la psicodelia ácida de Cream, que empezaba a remecer los cimientos del rock en su complejidad de elaboración y su talento para elevar sus cortes llenos de momentos épicos y altisonantes de majestuosidad eléctrica.


Para cualquier que escuche “Race With The Devil” queda más que claro el talento de la banda, su propuesta y su potencia como power-trio; una mastodóntica pieza de heavy-metal, musculada y consistente, resuena con ímpetu el alma y desenfado del heavy-rock; sigue la tensa “The Sad Saga Of The Boy And The Bee”, con envolvente intro sensorial apocalíptica en un pasaje de pop psicodélica beatleniano con desenlace de violines; “Rupert's Travels” es una mágica pieza instrumental de cuerdas de guitara acústica llena de luminosidad y coloridad musical; “Yellow Cab Man” añade sobredosis de ácido lisérgico hendrixiano en una genial pieza de ávida psicodélica eléctrica; y “It Won’t Be Long” ya con aromas a unos Led Zeppelin .

Sigue “Sunshine”, fresco  tema pop-psicodélico con huella de los Who y genial solo heavy en su parte final; “Rat Race” con arreglos orquestales evocando a unos Moody Blues o Procol Harum en una fenomenal composición lenta progresiva; el remesón ácido de “Take Off”, pura psicodelia sulfurada en una abusiva construcción de distorsión y feed-back además de presentar un genial solo de batería, logrando una completa y épica pieza de heavy progresivo; y completa la acerba “Drives You Mad”; “Don’t Look Back” un potente heavy con insinuación arena; y la fenomenal “Eunnin’g Wild” adelantándose a unos Black Sabbath en una genial pieza de heavy-rock que marca el punto final de un sorprendente trabajo de la prodigiosa década de los sesenta

C. A. QUINTET - TRIP THRU HELL




Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Psychedelic.Acid-prog
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Sorprendente quinteto musical  proveniente de Minneapolis que consigue elaborar una fascinante aventura musical oscura y sensorial que se desenvuelve en un misticismo esotérico y erosionado,  introduciéndonos a las fauces de infierno.
Su sonido manifiesta cierta complejidad y heterogeneidad en recursos, complejas construcciones espectrales de pretensión sci-fi.progresiva llevándonos a escenarios post-apocalípticos, desolados, depresivos y sin esperanza; un viaje al mismo infierno como lo describe el nombre del disco, en una oferta musical que filtra tanto el ácido californiano sensorial de bandas contemporáneas como The Maze o Iron Butterfly, así como el halo espectral siniestro de unos recurrentes Doors.

De lo más destacable basta con escuchar la prodigiosa experiencia instrumental “Trip Thru Hell, Pt. 1”, exuberante creación progresiva que conjura una desoladora y devastada atmósfera, matizados con arreglos corales féminos que parecen evocar ángeles llorando la desdicha del destierro del paraíso, y un genial solo de batería en su parte media crean un trance psicodélico-psicótico; huella del “Strange House” (de los Doors claro está) en “Colorado Mourning”, rítmica pieza de oscura apacibilidad que acierta al emplear la psicodelia (con cierta insinuación funk) en un enfoque letárgico y lánguido perfecto para el concepto fatalista del disco; “Cold Spider” es una acerba pieza que narra una tortuosa desventura de telarañas y alaridos, con intro sci-fi y pasaje ácido-eléctrico de feed-back; y la pomposidad se eleva con ares de celebración en “Underground Music”, teclados tétricos con macabra sonoridad que se entrelazan con filudas y agiles solos, feed-back y distorsiones eléctricas generando una tensión claustrofóbica en el oyente propiciando uno de los momentos más álgido del disco.
Otra de las genialidades del disco es la altiva “Smooth As Silk”, rítmica pieza de geniales arreglos de teclados que conjuran una atmósfera sci-fi.progresiva accesible y con aromas a unos Strawberry Alarm Clock; “Trip Thru Hell, Pt. 2” se anuncia con enérgicas trompetas completando la primera parte con desquiciante desenlace psicótico.