viernes, 14 de diciembre de 2012

FLEET FOXES - FLEET FOXES



Año: 2008
País: Estados Unidos
Género: Indie.folk-pop
Puntuación: ▲▲▲

Canción Favorita: “Tiger Mountain Peasant Song”


Estimable trabajo discográfico que revive la composición folk-pop artesanal de la década sesentera, arreglos de cuerdas iluminan el espacio en su pacífica y cálida resonancia montañosa que se amalgama con risueños fondos corales ricos en matices de insinuación psicodélica, visitando así los mejores momentos de época dorada del folk psicodélico en bandas como los Byrds, Crosby, Stills & Nash, Neil Young, los Bee Gees del magistral “Odessa”, Simon & Garfunkel en su etapa folk-pop, sin olvidar además la sensibilidad baroque de Boetcher o incluso Brian Wilson (sobre todo en los arreglos corales que nos trae a la mente tanto a unos Association como a los Zombies).

Sin necesariamente inventar nada nuevo, su sonido resulta muy gustoso y plausible con muy disfrutables piezas de suficiente encanto en su construcción como para satisfacer al oyente tras varias reescuchas, reflexivos cortes intimistas ricos en juegos de cuerdas, ejercicios corales, imagineria lírica y trato melódico.


"Sun It Rises” con acompañamiento de banjo comienza esta mágica aventura, aromas beachboyeros en una pieza de predominantes arreglos vocales psicodélicos; sigue "White Winter Hymnal" con mayor predominio de la influencia de Brian Wilson en su querencia baroque.dream-pop, efectiva en su juego vocal melódico y en su pasaje intermedio con narcosis psicodélica a lo Stone Roses; "Ragged Wood" con sugerencia country byrdsiana y cálido desenlace eléctrico con clara impronta psicodélica del 69 de Crosby, Stills & Nash; "Quiet Houses" apuntando ahora a los Byrds power-pop en su momento aun con Gene Clark reclutado en sus filas; "Heard Them Stirring" es un instrumental sensorial que nos introduce a paisajes forestales de interminables inviernos nostálgicos, recurre nuevamente a su referencia beachboyera en un Brian Wilson del “Pet Sounds”; "Blue Ridge Mountains" delatando su devoción a un Neil Young y Dylan folk; y "Oliver James" con clara alusión a Simon & Garfunkel y los Beatles; todos estos cortes aceptables y disfrutables, por momentos logran despertar notable intensidad, aunque poco memorables en reescuchas y despertando poco interés al recurrir en demasía a sus mencionados mentores.


Sin embargo, de entre lo realmente destacable se aprecia "Tiger Mountain Peasant Song", hermoso tema lento con un impecable Robin Pecknold consiguiendo fragilidad vocal emocional dylaniana en su enternecedora melodía y acogedora atmósfera folk con inspirados pasajes pastoriles vespertinos; “He Doesn't Know Why" con sublime pomposidad baroque en un soberbio arreglo de coros celestiales y trato melódico que hereda la elegancia y emotividad de sus grandes maestros sesenteros como un evidente Wilson y los Bee Gees; la insuperable "Your Protector", altisonante pieza desbordante en intensidad y rica en su rugosidad sonora y textura instrumental siempre manteniendo la sonoridad artesanal; y la calmada "Meadowlarks", en una dulce melodía vocal de menor impacto pero igualmente notable en su sensibilidad.

THE STROKES - IS THIS IT





Año: 2001
País: Estados Unidos
Género: Indie.Post-punk-revival
Puntuación: ▲▲

Canción Favorita: “New York City Cops”


Regular disco debut de la banda neoyorkina, considerada la nueva esperanza del rock, lograron sin mucho esfuerzo ganarse el apoyo y respeto de la crítica, siendo mucho de su material remedos inferiores autocomplacientes y superficiales de sus mentores, de entre los cuales se menciona a los Velvet Underground, el garage de los Stooges, el punk de los Ramones, el post-punk de Iggy Pop y Television, algo del alternativo de los Pixies y el noise garage alternativo; todo esto sin mucha originalidad, carentes de personalidad y predecibles en recursos calcados, emplean la base minimalista del post-punk como sustento para sus piezas, mas resulta carente de encanto o factor sorpresa, extendiéndose el disco en interminables piezas de algo más de 3 minutos de monotonía.


De lo que se puede destacar se menciona “Is This It”, melódica pieza de candor velvetiano y melodía de influencia de Reed en un fondo rítmico de dolidas guitarras pixianas (con clara huella al “Where’s My Mind?”); “Someday” comulgando a un Iggy Pop de la segunda mitad de los setenta con los Velvet Underground posteriores a la salida de Cale; “Last Nite” con descarada reminiscencia al “Lust For Life” de Iggy Pop, aunque efectiva y enérgica valga decir; y ” New York City Cops”, fresco y destructivo punk de sucias y afiladas guitarras.


“Hard To Explain” también resulta atractiva por su pastosidad eléctrica noise aunque carece de dirección, cuerpo y no se percibe un verdadero clímax; y ”The Modern Age” no carece de encanto en su mejunje sónico de bubblegum a lo Sonic Youth y noise velvetiano a lo “Waiting For The Man” que logra notable exaltación en su segunda mitad (cómodamente se hubieran ahorrado varios segundos de su intro); el resto, intrascendentes cortes de relleno con riff meritorios y atractivos más fácilmente olvidables que cualquier banda ochenta lo hubiera podido ejecutar con mayor contundencia e interés.

WOLFMOTHER- WOLFMOTHER




Año: 2005
País: Australia
Género: Alternative.Hard-rock
Puntuación: ▲▲1/2

Canción Favorita: “Woman”


Si bien Australia nos trajo últimamente muy buenas y prometedoras bandas, también nos trato a otras tantas que en primeras escuchas parecen engañar al oído, más tras varias reescuchas resultan delatando su formulista y derivativa propuesta musical, que si bien por ahí más de una de estas logra profundizar en el estudio de sus predecesores  e influyentes mentores, a la larga la poca creatividad y evidente carencia de recursos termina haciendo una disfrutable, mas poco memorable experiencia musical.

Una de estas bandas resultan ser Wolfmother, quienes con este muy disfrutable disco debut logran resonar y hacer revivir las llamas del hard-rock psicodélico y sabbathiano; sin embargo, la dirección que toman resulta predecible y poco original, exploran recursos recurrentes, sonando así como un apreciable reciclaje, estimable y con suficiente personalidad por momentos, con suficiente enganche como para no pasar desapercibido ante el amante del buen rock.


La banda no hace nada que otras bandas clásicas y contemporáneas ya no hayan hecho, probablemente con mayor contundencia tenemos a sus colegas más directos, los White Stripes (y es que por momentos uno cierra los ojos y la voz de Andrew Stockdale parece mutarse en la de Jack White);  el disco comienza así con la aguerrida "Colossal", potente y detonante punto de partida de acerbo hard-rock que comulga a Sabbath con Led Zeppelin; sigue el torbellino de "Woman", punzante pieza que resuena en su saturación eléctrica con huella a los Cream más revoltosos y la abrasión primitiva de Blue Cheer, además de presentar un notable pasaje de intenso noise-rock instrumental en su parte media, efectiva y directa; sigue "White Unicorn" evocando seres mitológicos en una enérgica pieza con acentuación psicodélica, posee un muy buen manejo de la tensión, un destacable pasaje instrumental en su parte media con huella de Captain Beyond, y un riff que en varios momentos provoca bastante exaltación (reminiscencia a los Zeppelin, una de sus claras influencias); y "Pyramid" apunta al noise psicodélico hendrixiano y al hard-rock de los ya mencionados Sabbath y Deep Purple.

"Mind's Eye" es una recurrente balada de estilo ledzeppiano que acierta al virar en su parte final en un estilo progresivo con teclados y agitación de tempo; sigue "Joker & the Thief" igualmente con intro progresiva, una sección rítmica evocando stoner-rock, derivativa y poco memorable; “Dimension”, denotando su devoción en el manejo de cuerdas por Cream y un evidente trato de intensidad sabbathiano que por momentos engaña al oído y parece uno escuchar a un joven Ozzy Osbourne (sobre todo en el estribillo), derivativa aunque aceptable; y además tenemos la lenta balada folky "Where Eagles Have Been", ahora recurriendo a unos Led Zeppelin de su cuarto trabajo discográfico, aunque por momentos también suenan a unos Beatles en su “White Album” (reminiscencias al “Dear Prudence”), logra sostenerse en su compleja construcción épica de variedad de momentos intensos.


"Apple Tree" es un remedo punk disonante para lo previamente conseguido (parece tener mayor huella a unos Pixies hard-core); la psicodelia melódica de "Tales from the Forest of Gnomes" ahora denotando su huella por los Beatles psicodélicos del “Revolver”, bastante disfrutable pieza de mayor encanto y accesibilidad; "Witchcraft" nuevamente redundando en su fusión de Sabbath con Led Zep en una pieza de menor impacto; la folkie "Vagabond" con reminiscencia a McCartney, campirano corte que correría mejor suerte en unos White Stripes; y completa "Love Train", tema encontrado en la versión internacional que conjura a unos Led Zeppelin recurriendo descaradamente a la redundancia de varios de los recursos de la banda mentora.

martes, 4 de diciembre de 2012

13TH FLOOR ELEVATORS - THE PSYCHEDELIC SOUNDS OF THE 13TH FLOOR ELEVATORS



Año: 1966
País: Estados Unidos
Género: Psychedelic.Garage-rock
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción Favorita: “I've Seen Your Face Before (Splash 1)”


Uno de los mejores y más representativos discos de la época dorada de la psicodelia americana, indiscutible pionero y sin precedentes, la delirante banda liderada por el único Rocky Erickson se inmortalizan en este descomunal trabajo que derrocha en originalidad cómo llevar a la psicodelia tanto a terrenos exploratorios de vanguardia, experimentación y robustez garage así como elaborar hermosas baladas minimalistas folk-pop llenas de candor y luminosidad y sensibilidad psicodélica sin desentonar, dando así un consistente y emblemático trabajo discográfico de la más calada psicodelia que se pueda escuchar.


Sin aun detonar la revolución psicodélica americana, la banda se adelanta al sonido ácido de la costa oeste en impresionantes piezas llenas de innovaciones en recursos, comenzando por la alucinante factura vocal de Erickson lanzando agresivos alaridos garageros, la robusta guitarra de Stacy Sutherland evocando los áridos desiertos tejanos, y la peculiar innovación de  Tommy Hall al imponer su electric jjug (una especie de boleta que genera una increíble resonancia oscilatoria única en su sonido), la banda proveniente de Austin, Texas, elabora así un imprescindible e influyente disco que desarrolla una nueva dirección y era exploratoria del rock convencional de la cual sus consecuencias las conocemos ampliamente para todos los amantes del rock.


Del disco se destaca uno de los superclásicos de la psicodelia garage "You're Gonna Miss Me",  fenomenal pieza con estribillo lisérgico, un brutal Rocky fogoso e intenso vocalmente; sección rítmica garage-surf y ese rezumbante efecto de la electric jug que epitomiza la atmósfera alucinógena y ácida de la psicodelia; sigue la increíble "Roller Coaster", una mastodóntica vorágine alucinógena que demuele las neuronas en su concepto art-rock, comienza sigilosamente introduciendo al oyente a atmósferas lúgubres y tétricas, incitan a la perdición en su insinuación lisérgica, arremete luego con aceleración en tempo y jangle byrdsiano convulsionando en un desquiciante trance mental, la espectacular "Reverberation" con una increíble densidad sulfurada árida añeja nos teletransporta a esas tierras desérticas de incandescente sol abrasando la piel en un vertiginoso oleaje sónico de oscilaciones dominadas por un aguerrido riff la robustez eléctrica del imprescindible Sutherland; la fantasmagórica "Fire Engine" (con brillante intro) empleando el surf y el jangle para saturar la resonancia, además de arreglos vocales de fondo acentuando la insana textura de la pieza; y la fulminante y enèrgica "Monkey Island".


Entre los cortes lentos tenemos verdaderas gemas psicodélicas como la bellísima"I've Seen Your Face Before (Splash 1)", conmovedora pieza de añoranza amorosa dando uno de los textos más humanos y románticos que he escuchado proveniente de la psicodelia folk: ‘…the neon from your eyes splashing into mine, it’s so familiar in a way I can’t define…’, y un pausado Rocky mostrando su amplio registro y su alta emotividad vocal; "Don't Fall Down" con mayor reminiscencia folk byrdsiana mostrando otro hermoso arreglo de cuerdas acústicas; y "You Don't Know (How Young You Are)" , otro tema lento con alusión psicodélica.

Una de las sorpresas del disco es "The Kingdom of Heaven (Is Within You)", adelantada pieza sensorial que parece preceder la atmósfera siniestra y pérfida del “Venus In Furs” de los Velvets, densa y maquiavélica, resulta un placer conceptual para los sentidos y la imaginación.


Completan los cortes inferiores "Through the Rhythm" y "Tried to Hide" redundando en lo previamente explicado completando así una de la dosis ácida más espectaculares de la épica psicodelia sesentera.

SILVER APPLES - SILVER APPLES



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Electronic.Experimental-rock
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción Favorita: “Oscillations”


Punteros indiscutibles de la odisea electrónica, los visionarios Silver Apples resultas una de las grandes sorpresas de la rica gama de vertientes musicales de los sesenta. Su oferta se basa en rústicos y primitivos recursos electrónicos de sintetizadores y osciladores que conjuran elaboradas piezas atmosféricas conceptuales de enfoque psicodélico y melodía pop accesible, generando un atractivo lenguaje musical que se establece en la cimentación mono-rítmica como base o papel tapiz del cual se sueltan pinceladas de efectos electrónicos aderezando las piezas y llevándolas a un grado de delirio y conmoción sci-fi.


El disco está plagado de tremendos temones vanguardistas como la detonante "Oscillations", turbulenta pieza conceptual sci-fi de vertiginosas modulaciones oscilatorias que generan una tensión atmosférica de evocaciones tribales primitivas matizadas con eventuales efectos de sintetizadores que aparecen como rayos laser a lo largo de esta futurista composición musical; y "Seagreen Serenades" tiene un tempo más definido y una estructura melódica más convencional explorando la percusión como basamento rítmico (con cierta remembranza a lo que la Soft Machine haría en “Lullaby Letter”), el solo de flauta (sea o no una flauta real) resulta acertado en esta pieza mostrando un calmado y apacible lado de su oferta.


"Lovefingers" juega nuevamente con la saturación oscilatoria en una predominante melodía vocal; y la arriesgada "Program", buscando la construcción orgánica de la estructura musical en un collage de arreglos orquestales vintage y pasajes vocales en italiano (huella del “Sgt. Pepper”) teniendo como base su característico fondo electrónico, algo monótona en reescuchas, mas bastante interesante en su yuxtaposición agresiva buscando generar una nueva estructura musical de segmentada variedad.


Uno de los mejores momentos del disco son las geniales "Velvet Cave" y "Whirly-Bird", un machucante trasfondo de percusión y sintetizadores incitando el cuerpo al baile adelantando la construcción y pretensión dance-electrónica berlinesa; "Dust" puede ser considerado como un intento kraut atmosférico-sensorial que se aleja de la estructura musical convencional y se adentra a terrenos conceptuales art-rock que adelantan incluso a varias vertientes progresivas; la minimalista "Dancing Gods" lleva un canto ceremonial indio a agitadas y tensas atmósferas vudú efectiva en su consistente percusión; y cierra la ligera "Misty Mountain" mostrando nuevamente el encanto accesible de la construcción pop jugando con la rítmica de efectos de sintetizadores.

IGGY POP - THE IDIOT




Año: 1977
País: Estados Unidos
Género: Post-punk.
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “China Girl”

Lanzado en el amanecer de la era berlinesa de Bowie, Iggy Pop se junta con el camaleónico artista a la producción y elabora así un asombroso disco debut que lo alejaría de su basamento garage stoogiano, y lo sumergiría en la vertiente electrónica derivada del kraut-rock alemán en una dirección post-punk que recién estaría germinándose por esos años, adelantándose así a la new-wave de los ochenta.


Atmósferas agrias, intimistas e hipnotizantes se elaboran en robóticas secciones rítmicas cuasi-futuristas de postura taciturna y caprichosa, el disco comienza con la genial estructura rítmica de "Sister Midnight", deslumbrante fusión de kraut y funk logrando una consistente sonoridad condimentada con un apaciguado estilo vocal, cascadas de guitarras eléctricas a lo Eno o los Velvets y una fértil atmósfera que engatusa al oyente en su trance musical que explora la monotonía kraut-rockiana en su rica gama de recursos electrónicos; "Nightclubbing" en una genial pieza que emplea la estructura blues en una lúgubre dirección y sonoridad sigilosamente penetrando en el subconsciente, un Iggy vagabundeando en el medio de la noche, drogado y ebrio, buscando cual zombi la satisfacción en un decadente escenario de perdición y lujuria, el concepto es llevado de manera estupenda con las drásticas distorsiones de guitarra eléctrica que acompañan la pieza; "Funtime" tiene bastante resonancia a un Reed guiado por Bowie, su marcada sonoridad gótica pone en manifiesto su futura influencia en bandas como Joy Division, Bauhaus, en incluso adelanta al industrial de Depeche Mode o Nine Inch Nails, asombra en su minimalismo; "Baby" parece conjurar un maliciento glam que delata cierta inclinación a la perversidad blues doorsiana; y la conocida "China Girl" versionada luego por Bowie, genial pieza pop que resplandece en su apacible trato melódico de ricos matices sonoros.


Completan el soberbio disco la extensa peiza "Dum Dum Boys" con climática y tensa atmósfera;  "Tiny Girls" muestra un estilo vocal de reminiscencia bowiana en “5 Years”, calmada pieza con acompañamiento de saxo; y "Mass Production", extenso concepto proto-industrial a lo Kraftwerk bastante notable llevado a una atmósfera depresiva, confusa e insana enaltecida por sus variados momentos.

lunes, 19 de noviembre de 2012

T.REX - THE SLIDER



Año: 1972
País: Reino Unido
Género: Glam-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Buick Mackane”


El glam resplandece por lo alto del firmamento con este descomunal trabajo setentero, globos de colores elevándose en el aire y multicolores arcoíris iluminan la grisácea ciudad londinense en gloriosos arreglos corales elevan los sentidos de la fulminante propuesta rimbombante del genio de Bolam.

El disco es una genialidad musical, contrasta con elegancia la altisonancia y fastuosidad del glam empleando arreglos épicos de violines, pegadizas secciones rítmicas e irresistibles juegos vocales que derrochan sensualidad sin olvidar el correcto trato melódico pop y bubble-gum accesible en letárgicos cortes lentos llenos de melancolía y sensibilidad, propiciando una aventura emocional bastante efectiva de fácil escucha y atracción instantánea.


Arranca con el potente riff de la prodigiosa ”Metal Guru”, corte que zambulle al oyente en una fantasía glam de fondo de coros celestiales y violines que levantan los ánimos y acentúan una fascinante e inspiradora intensidad sensorial; “Mystic Lady” nos retrotrae a sus momentos en “Unicorn” aun sin dejarse tentar por la aventura glam en una bella balada folk-pop beatleniana; “Rock On” define con acierto el estilo glam de su oferta en un riff pegadizo y una melodía que derrocha seducción y mimo; la calmada “The Slider” es otro de los mejores momentos del disco lleno de rugosidad eléctrica que contrasta con la sutileza y delicadeza de la construcción melódica; y “Baby Boomerang” con genial riff y que parece jugar con el bubblegum y el blues llevados a los terrenos del Olimpo glam.


Nos ponemos acústicos y melancólicos con la romántica “Space Ricochet” redundando en un mismo estilo melódico pero que resulta risueña para los oídos por el notable trabajo en matices de voz y cuerdas (huella de su previa etapa folk-pop); mas es “Buick Mackane” mi favorita, toda una orgía sónica tributo a la influencia ledzeppiana en el glam más ardiente e incandescente, un demoledor riff e insinuaciones psicodélicas encienden la platea en una cascada de guitarreos que se entremezclan con violines dando una sulfurada y fogosa densidad sónica; sigue el juergón el la divertida e irresistible “Telegram Sam”  con irreverentes textos, bubblegum y una postura desenfadada y plástica que irradia seducción y desborda en sensualidad y despreocupación; “Baby Strange” sigue la tendencia del corte predecesor en otra genialidad rítmica con mayor insición eléctrica en su parte final; “Ballrooms Of Mars” cómodamente se registra de entre las baladas glam más representativas junto con Mott The Hopple y Bowie; “Chariot Choogle” nuvamente apuntando a la densidad ledzeppiana; y cierra la melosa “Main Man”, perfecto punto final para esta fiesta glam del más elegante y sofisticado que se pueda registrar proveniente de las islas inglesas.

KIM FOWLEY - OUTRAGEOUS



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Psychedelic.Proto-punk
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción Favorita: “Bubble Gum”


Este hombre es simplemente un genio; explorando la convulsión humana, su bestialidad, su lado vulgar y maniático, un brillante Kim Fowley nos sorprende en este estupendo trabajo en el cual se enloda como un puerco en la psicodelia garagera más acida y nos regala este demoledor y ecléctico trabajo imposible de serle indiferente.

“Outrageous” se puede traducir como raro o extravagante, un loco esquizofrénico o un desquiciado animal llevado al extremo, un hombre impulsivo perdido en un trance de drogas alucinógenas que no encuentra palabras suficientes para expresarse y termina arrojando su instinto animalesco y desprolijo en ruidos, gritos, gemidos que logren desfogar su frustración, su rabia y esa necesidad humana de expresión emocional.


“Animal Man” arranca con una jocosa percusión y arrebatados guitarrazos eléctricos en una intensa maraña de teclados de fondo, pone en manifiesto su ascendencia animal, soy un cerdo, horrible, asqueroso y repulsivo, y por si fuera poco esto excitado, un punzante solo eléctrico son más que suficientes para detonar el clímax de esta brutal pieza; el frígido blues de "Wildfire" comulga un estilo vocal garagero a lo Iggy Pop o Captain Beefheart que va acrecentándose en su insinuación psicodélica tensionándose en astutos juegos de tempo, los demonios internos explosionan en un salvajismo claustrofóbico de autoacusaciones y desquicio mental llevando un elegante estilo instrumental de blues de salón a terrenos de rock psicótico; sigue la breve instrumental "Hide and Seek" con genial atmósfera psicodélica en el cual los teclados y la guitarra eléctrica entablan una alucinante comunicación rítmica; “Chinese Water Torture" es un breve pasaje vocal de estilo teatral-vocal estoico que parece comulgar a Zappa con Jim Morrison; conecta con el potente garage de "Nightrider" embistiendo con un Fowley prácticamente exorcizándose vocalmente lanzando alaridos fantasmagóricos animalescos de alusión stoogiana; y cierra el lado A la genial y fibrosa psicodelia de “Bubble Gum", enganchante y seductora pieza lisérgica con alucinantes momentos de intensidad rítmica de teclados y electricidad que se inyectan en las venas del oyente despertando sensaciones de placer narcótico.


Si en "Wildfire" se respalda en el blues para exponer sus desquicios humanos, ahora en "Inner Space Discovery" parece buscar un estilo vanguardista de noise psicótico con inclinación a los Velvets, desfoga sus alaridos en un agresivo trasfondo de disonancias y percusión, se retuerce en su paranoica esquizofrenia promulgando como respuesta a los males el ruido y la convulsión;  "Barefoot Country Boy" aligera el sonido en un jocoso y rítmico rock’nroll de enganche simple y directo con un Kim ahogándose en sus cacofonías en la parte final; y completa esta peculiar experiencia más rarezas vocales en "Up" psicodelia funk de gustosa sección rítmica; "Caught in the Middle"  buscando el desquicio auditivo con mayor agresividad noise lo-fi; y "Down", exploración vanguardista psicodélica redundando en recursos previamente vistos que queda completado con la retorcida pieza vocal "California Hayride".

miércoles, 14 de noviembre de 2012

DR. JOHN - GRIS-GRIS



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Rhythm 'n Blues.Dixie-jazz
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Danse Kalinda Ba Doom”


Sorprendente exploración por nuevos lenguajes musicales, Dr. John basa su propuesta en el blues de su natal New Orleans (histórico centro de fusión de culturas) llevado en un estilo jazz místico de atmósfera vudú con cierto sentido irónico a lo Zappa, adopta la personalidad de un intimidante hechicero Gris-gris que sale por las tenebrosas y oscuras noches, comulga la percusión rítmica tribal con acompañamiento jazz en aparentes conjuros y rituales de fondo en percusión tribal y lo dota de moderada accesibilidad en melodías simples y efectivas propiciando un interesante y fascinante viaje exploratorio de rica resonancia, heterogeneidad instrumental y matices que crece tras varias reescuchas.


Da por inicio “Gris-Gris Gumbo Ya Ya” pieza de expansiva atmósfera se logran conseguir, que parece manar una densa nebulosa en el medio de la noche conforme van pasando los segundos, Dr. John se presenta mientras nos va contando presumidamente de su talento para la sanación de cualquier mal, todo esto en un trasfondo con una tenebrosa línea de bajo y perturbadoras cuerdas de mandolina que vaticinan las macabras técnicas a las cuales el oyente está a punto de exponerse en su búsqueda de la cura, “Danse Kalinda Ba Doom” presenta un ritual vudú e el cual es imposible no conceptualizarse en una fría noche frente a una danza macumba en medio de una incandescente fogata de chamanes y brujas en plena abalanza demoniaca, presenta un muy buen trato de la intensidad a tensar la atmósfera en su parte media y al plantar como base musical un estilo nativo y primitivo.


Dixie-jazz en la genial “Mama Roux”, muestra mayor accesibilidad en su atractivo trasfondo jazz dotado de exotismo y calmada rítmica; “Danse Fambeaux” es una de las piezas más arriesgadas, por momentos parece buscar dirección reggae e incluso funk en su caprichosa estructura que se extiende a cerca de los cinco minutos entre arreglos corales de fondo, alaridos y evocaciones satánicas; al igual que “Croker Courtbullion”, aventura instrumental de insinuación psicodélica de mayor contundencia y mayor trabajo de los matices generando en la mente del oyente paisajes y atmósferas tétricas, de bestias carroñeras de colmillos y cuernos enormes, ruidos desesperantes de insectos nocturnos,  imágenes de canibalismo y sacrificios, persecuciones con lanza en mano y un ambiente agobiante que hace temer lo peor en este callejón sin salida lleno de arbustos e insectos en el cual uno vino a caer.


Rhythm 'n blues se filtra en “Jump Sturdy”, rústica pieza de genial manejo de cuerdas y mandolína; y cierra uno de sus cortes más recurrentes, “I Walk On Gilded Splinters”, desoladora pieza tratada con sinuosa atmósfera mercenaria y lúgubre en un brillante trasfondo de comunión de la conga y el bajo emanando un aire de maldad palpable por los cinco sentidos.


MOVING GELATINE PLATES - THE WORLD OF GENIUS HANS



Año: 1972
País: Francia
Género: Progressive.Canterbury-sound
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción Favorita: “We Were Lovin' Her”


Una de las más sofisticadas ofertas del progresivo francés, los Gelatine Planes conjuran una sonoridad elegante y meticulosa, ecléctica e indescifrable,  rica en diversidad de recursos en su basamento jazz de estilo libre. Influenciados notoriamente por el progresivo sincronizado de King Crimson, el estilo Canterbury de Caravan, Camel y sobre todo la Soft Machine,  el kraut sensorial exploratorio de Faust y las experimentaciones vanguardistas de cimiento jazz de Zappa, la banda consigue elaborar un consistente sonido que revisa diversos estilos y estados de ánimo, yuxtaponiéndolos en intrincados pasajes de astutos giros que deslumbran es su variedad de matices y atmósferas.


Basta con escuchar el extenso corte de catorce minutos que da inicio al disco, “The World of Genius Hans”, compleja obra épica del rock progresivo, exuberante pieza que surge como respuesta a la esquizofrenia del siglo 21 de la banda del rey carmesí, ostentosa pieza rítmica de impecable sincronización musical, oscura y mística, sus primeros segundos parecen amenazar una tétrica catástrofe (por ahí con reminiscencia a Sabbath), fríos arreglos corales soviéticos en un trasfondo fatalista y apocalíptico tensan la atmósfera consiguiendo mayor consistencia en un intrincado mejunje sónico de base jazz que filtra contundentemente posturas y ejercicios kraut alemán con el estilo nutrido y matizado del Canterbury inglés, en su segunda parte explora texturas sensoriales y un cocktail jazz de sincronización y estilo libre con sutiles aromas psicodélicos, juegos de tempo, disonancias, virajes de intensidades y astutos contrastes se dan lugar en esta muy bien construida pieza.


Sigue la curiosa “Funny Doll” dominada por el conciso bajo de Didier Thibaut, el estilo parece por momentos evocar en sus primeros minutos a unos Gentle Giant y que va aflorando en su complejidad conforme se acerca a su tenso desenlace en el cual queda más que claro su influencia en el manejo y trato estructural de unos Caravan; “Astromonster” es otra interesante construcción con mayor predominio sensorial en la cual la flauta de Maurice Helminger resulta una delicia sonora al contrastarla con la rugosidad del la guitarra ácida, además de destacar su enérgica sección rítmica en la segunda mitad; “Moving Theme” y “Cauchemar” presentan una estimable exploración progresiva con marcada influencia de la Soft Machine en sus fascinantes trabajos sesenteros, sin necesariamente presentar momentos memorables; la intrigante “We Were Lovin' Her” acierta en su callado semblante místico y perturbador, presenta un breve trance mental tétrico e insano que apunta a un estilo dadaísta y kraut; y cierra “Un Jour...”, agridulce corte final que deja un extraño sabor en los oídos tras escuchar este muy recomendado y poco usual trabajo.

viernes, 26 de octubre de 2012

CAPTAIN BEEFHEART & HIS MAGIC BAND - TROUT MASK REPLICA



Año: 1969
País: Estados Unidos
Género: Avant-garde.Proto-punk
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Hair Pie: Bake 1"


Gozando de total rienda suelta en la inspiración y en el proceso musical, y ya finalmente sin las restricciones a las que se veía sometido el inquieto e irreverente genio de Beefheart en sus previos sellos discográficos, el cantautor y su inseparable banda lanzan uno de los discos más eclécticos, bizarros, incomprensibles y, aunque suene inconcebible, influyentes  de toda la historia del rock.

Lanzado en el ocaso de la década dorada del rock, el disco ofrece un intrincado mejunje disonante de arriesgadas propuestas vanguardistas que filtran las diversas direcciones e influencias del rock y el blues, recurren a la construcción orgánica estilo libre del jazz vanguardista, la agresividad eléctrica que juega caprichosamente con la psicodélica y el jangle, la convulsión garage.proto-punk con basamento delta-blues que se sumerge en un torbellino cacofónico en el cual se entrechocan bruscamente sentidos de ritmo, tempos, estilos, personalidades, secciones de tiempo; parece que cada miembro estuviera ensimismado en su mundo buscando la creación orgánica de la estructura musical sin real conciencia de la dirección, rústica y primitiva, ni parecen mostrar importancia por el sentido del ritmo y acompañamiento el uno del otro, marcadamente inspirados por las corrientes surrealistas y dadaístas además de la mano en producción de Zappa . Si los Velvet ya exploraron esta dirección en su pionero disco debut junto con Nico, Beefheart lleva el sentido de la experimentación a inimaginables terrenos de innovación y pretensión musical y desafía todo lo establecido imponiendo una muy nutrida y pensada propuesta musical.


De difícil digestión, el disco es insoportable en primeras escuchas, y tediosamente incoherente y monótono en posteriores, más una vez que se le tiene bastaaaante paciencia el disco empieza a emanar su magia, el desorden sónico parece tomar forma en esculturas musicales eclécticas con nutrida sonoridad que pretenden establecer un nuevo estilo perturbadoramente impredecible conforme se va desenvolviendo cada corte y cada segundo va sucediéndose, la vena artística surge así, el art-rock hace efecto, y termina uno entendiendo esta nueva oferta aparentemente simplista y complaciente para un inestable y maniático Beefheart, totalmente alejado de la accesibilidad musical para cualquier oyente, más realmente meticulosa, sofisticada, inteligente, e incluso revolucionaría por momentos para cualquier buen conocedor del rock y de cualquier corriente musical en general.

Mas fuera del resultado, lo que más controversia causa es el violento proceso de elaboración del disco, en el cual se mencionan desde ligerezas relativamente aceptables como gritos y choques de personalidades hasta sádicos castigos físicos que llevaron a (como se dice y se define en varias partes) una ‘total sumisión’ de sus miembros hacia su líder, llevados a sobrevivir como una comuna por 8 meses de locura, frustración e inestabilidad emocional, todo esto en beneficio de la concepción musical (?).


El disco es asombrosamente rico en su contenido artístico e histórico, por sus surcos encontramos al jangle de Diddley o los Byrds, al garage.proto-punk de los Sonics o Seeds entre otras bandas garage americanas, a la psicodelia noise y ácida de Hendrix, la querencia por la vanguardia jazz de Zappa, la pretensión conceptual art-rock de bandas como la Soft Machine; la experimentación e innovación de los Velvets, y adelanta a tantos géneros como el punk, el vasto terreno de prácticamente todas las direcciones del post-punk, el alternativo en su etapa ochentera o el rock vanguardista, influyendo marcadamente así a un sinfín de bandas como (solo por mencionar algunos) Talking Heads, Minutemen, Pere Ubu, Pixies, Gun Club, Butthole Surfers, la John Spencer Blues Explosion, Beck, Björk, entre otras tantas bandas que probablemente encontraron en un  la inspiración y el respaldo para consolidar sus diversas propuestas musicales que enriquecieron ese glorioso firmamento al que muchos llaman simplemente rock.

Sin aparente concepción ni contundencia global más allá de la mera experimentación, destacar corte tras corte en sí resulta una tarea algo ardua, pero se puede mencionar "Frownland” de corte inicial marcando a incoherencia en la melodía vocal (o falta de ella) con las cuerdas sueltas en un tumultuoso caos sonoro de perturbación cacofónica; “Dachau Blues" parece traernos a la vanguardia de los Velvets en una siniestra atmósfera claustrofóbica con intromisión jazz de estilo libre; la irreverente "Ella Guru" implanta un ecléctico estilo accesible para el oyente acertando así en la exploración de nuevas ofertas y terrenos en la construcción musical; el instrumental "Hair Pie: Bake 1" que parece adelantarse al sonido Canterbury de los Moving Gelatine Planes o incluso al krautrock de Faust; y "Moonlight on Vermont" buscando en el blues una postura instrumentalmente arrítmica muy efectiva.


"Pachuco Cadaver" exhibe en sus primeros momentos una atractiva construcción garage que se va desenlazando en una amalgama de jazz y jangle; "Sweet Sweet Bulbs" emanando en sus cuerdas calidez psicodélica de la costa oeste en su deconstrucción rítmica; "Neon Meate Dream of a Octafish" muestra una estupenda exploración conceptual instrumental en el que resulta ya innecesario reconocer cada instrumento pues suenan como cualquier cosa menos como lo que son; "China Pig" apuntando al basamento blues básico y nihilista; "My Human Gets Me Blues" con muy buen manejo de intensidad en su turbulenta y rocosa sección rítmica; y "Dali's Car" presenta un ejercicio de chasquido y cuerdas rústicas claro predecesor del noise alternativo de los ochenta.

El mejunje sónico adopta cierto exotismo en "Hair Pie: Bake 2" con sección vanguardista instrumental jazz; la psicótica y desquiciada “Pena" con alaridos y caos sónico proto-punk; "When Big Joan Sets Up" es otro buen ejemplo de la construcción orgánica de la propuesta de Beefheart al experimentar con nervudos y disonantes recursos y ejercicios instrumentales; "The Blimp (mousetrapreplica)" es otro muy interesante alcance vanguardista con insinuación progresiva; y el impecable final con "Veteran's Day Poppy", un irresistible conglomerado con mayor cuerpo y consistencia, aunque algo desinflada en su parte final (probablemente retratando la frustración y la depresión humana).


Como último punto, me gustaría resaltar la desmerecida opinión en la que muchos amantes del rock recaen al apuntar al disco como sobrevalorado, amelódico y musicalmente antiestético; y es que curiosamente esta peculiar trabajo lleva por momentos a pensar y reconsiderar lo que el oyente juzga como aceptable. A veces realmente terminamos convirtiéndonos en predecibles perros de Pavlov ansiosos de escuchar un estruendoso riff o una melodía contagiosa que por lo menos suene elaborada, accesible o coherente (bueno a eso nos acostumbraron los Beatles, que se va a hacer). El rock va más allá de ello señores, hay que expandir la mente y efectuar una comprensión más detallada y profunda en discos como estos para poder así tener una verdadera evaluación de este tipo de trabajos discográficos, todo es un proceso, el proceso musical en el que el verdadero amante del rock se ve envuelto conforme indaga con mayor atención en la historia del rock y se imbuye y empapa de los textos y críticas de otros autores con mayor conocimiento de la transcendencia musical.

VAMOS POR EL SEGUNDO AÑO!!!!!


Si pues señores, vamos ya por el segundo año y sigo aun con las mismas ganas de seguir posteando, bueno ahora menos por mis ocupaciones laborales, pero aprovecho eventualmente y me doy una oportunidad para seguir contribuyendo con el desarrollo del blog que espero en algún momento sirva de referencia para cualquier amante del rock y seguir además conociendo gente de diversas partes del mundo.

La verdad no tengo mucho que decir en esta oportunidad sólo que sigo con el mismo compromiso de mantener el criterio musical propio y acerbo con el que procuro efectuar mis revisiones y críticas, saludar a los seguidores e invitarlos a seguir revisando el blog pues ahora, entre otras novedades, me he dado cuenta de que me he estado enfocando bastante en el rock inglés y americano, dejando de lado bastante material importante proveniente del resto del mundo, material del cual en esta nueva temporada voy a enfoca mi crítica resaltando así la rica cultura rock, los estilos y las direcciones que adoptaron un sinfin de artistas a los dos lados del atlántico; además de seguir con mi camaleónica evolución musical bowiana cambiando ahora a la brujita Brian Eno por la versión de 'le cri' de los Sparks en "Kimono My House" con la geisha loca como álter ego oficial por este nuevo año.

Saludos y gracias por seguir revisando este modesto blog y a seguir escuchando del buen rock que aun falta mucho por revisar!!!


(espero esta fotito no tenga copyright....sino me cierran el blog)

miércoles, 17 de octubre de 2012

THE GODZ - CONTACT HIGH WITH THE GODZ



Año: 1966
País: Estados Unidos
Género: Folk.Proto-punk
Puntuación: ▲▲

Canción Favorita: “May You Be Alone”


Una suerte de experimentación acústica y exploraciones vocales de pretensión vanguardista y conceptual oferta la banda neoyorkina en su alto contacto con los dioses; avezada propuesta musical que se aleja de las exploraciones musicales de sus contemporáneos y se envuelve en una mañana de experimentaciones vanguardistas sin aparente dirección; atractivas por algún motivo, logran despertar cierto interes tras el sugerente y nada humilde nombre del disco.

El término vanguardista termina en ocasiones siendo la única manera de poder clasificar cualquier experimentación que demuestre alguna exploración musical de inclinación artística apuntando al enfoque de ejercicios eclécticos o poco convencionales, innovadores, transgresores; y en más de una ocasión se le ha atribuido este término a ejecuciones discordantes, disonantes, sobrepretenciosas, carentes de dirección, contundencia o atractivo musical; por alguna razón el trabajo de los Godz resulta cayendo en un punto medio de estos dos puntos, sobrevalorado por mucho, desestimado por otros, el disco no logra manifestar su verdadera intensión, por momentos vanguardia, por otros trivial monotonía taciturna, sea cual fuese la inclinación del oyente, dudo mucho que despierte algún goce real tras su escucha.


Los primeros segundos de "White Cat Heat" conjuran cuerdas acústicas turbias y una atmósfera que se va tensando conforme las cuerdas empiezan a resonar entre ellas buscando la disonancia, juega con el tempo y la intensidad a lo “Heroin” de los Velvets Underground, y su collage de alaridos y ejercicios vocales que emulan a gatos maullando en una confrontación de fieras salvajes busca generar un clímax afligido, es un ejercicio rústico minimalista de vanguardia sónica de dirección predecible; efectiva al despertar cierto morbo en el oyente impaciente por un explosivo desenlace; “Turn On” exhibe cierta coherencia musical al presentar una melodía bluesy depresiva y triste, con pasajes estimables de harmónica dylaniana y una atmósfera taciturna que parece dibujar lastimeros personajes cantando en la oscuridad de la noche a la luna, posee cierta evocación al posterior “Poorboy Shuffle” de Creedence Clearwater Revival varios años después; peca de extenso; monótono, sin dirección ni clímax.

“Na Na Naa” juega con una percusión minimalista efectiva y dinámica, por momentos parece evocar el avance de los segundos del reloj, nuevamente juego de tempo rústico en un ejercicio vocal de balbuceante trance introspectivo en su perturbada y caprichosa melodía, los canales vocales e instrumentales buscan juntarse en una maraña intrincada disonante en la que el manejo del tempo parece ser el factor copulativo, por momentos consigue despertar cierto clímax en su parte medía-final, recuerda al venidero “Infinity” de Aphrodite’s Child.


“Elevem” sigue la línea del corte predecesor pero añade percusión tribal, sin factor sorpresa, innecesaria e intrascendente en el disco; "1+1=?” muestra una base folk simple y melodía vocal de aromas a Dylan o Johnny Cash, además de percusión en maracas, sus textos parecen explorar la desolación y la pérdida de la inocencia humana, cuando ataca el desencanto existencial y la afronta de la realidad.

“Lay In the Sun” es rústica, explora lo previamente explicado en “Na Na Naa”, el característico chasquido de guitarra cuasi-mecánico parece más bien ahora buscar cierta línea monótona y  consistente de fondo que también se puede apreciar en sus contemporáneos los Velvet Underground en “Waiting For The Man” o en los Monks de su “Black Monk Time” con mucha mayor contundencia.

Sigue la enmarañada “Squeak”, con incisivas distorsiones de violín y deformaciones chocantes y disonantes sostenidas que se filtran, se entrometen, se amalgaman y arremeten de manera por el consistente chasquido de cuerdas, ayuda a acentuar los eventuales golpes de percusión, exhibe muy interesantes recursos, mas su carencia de dirección convierten la pieza en un extenso collage de disonancias; “Godz” parece ser el manifestó protopunk vocalmente hablando, alaridos de estilo vudú parecen chocar convulsivamente; y cierra su versión del “May You Be Alone” de Hank Williams, aciertan al emplear caprichosamente una aullante flauta de fondo en sus primeros causando cierto efecto demencial y enfermizo en la mente, una melodía simple contrasta con la incoherencia, adelantándose a unos Neutral Milk Hotel; lo más rescatable del disco.


Pecan de recaer reiteradamente en los mismos recursos, varios de ellos rescatables, más no suficientes para sostener el disco, mucho menos para despertar un goce en reescuchas; sin embargo resulta innegable resaltar varios de sus adelantados recursos que seguramente más de un artista debe haber escuchado por ahí en algún momento y debe haberse influido, directa o indirectamente.

NEU! - NEU!



Año: 1972
País: Alemania
Género: Krautrock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Hallo Gallo”


Uno de los discos definitivos del krautrock alemán, su influencia la podemos ver tanto en los trabajos posteriores del rock progresivo setentero como en la música electrónica, hasta el rock contemporáneo de manera directa o indirecta. Si bien el disco fue lanzado ya después de varios importantes lanzamientos de sus colegas de género, el disco es uno de los que mejor define la esencia y el estilo de krautrock por básicamente reunir con contundencia recursos electrónicos de sintetizadores, ruidos vocales, atmósferas hipnóticas que van del minimalismo sonoro hasta la exploración estridencia e incoherencia en construcciones musicales cuya estructura se basa en arreglos musicales con forma y consistencia, llevan su experimentación a un nivel más contundente en el cual la exploración sensorial deja de ser meramente un ejercicio y toma forma en una envoltura vanguardista efectiva; es como música para el cerebro que consigue un efectivo trance mental de sincronización que hacer bailar a las neuronas en su cuasi-matemático algoritmo calculado de metraje de tiempo conocido como “motorik”, un sello del sonido de la banda.


Desnudan el encanto del kraut al presentarlo sin ostentaciones ni pretensiones, esto claramente lo podemos apreciar en una de las más representativas piezas del género, “Hallo Gallo”, evocativa pieza rítmica de estructura simple y básica, condimentada con sutiles recursos y efectos que surgen instantáneamente a lo largo del corte y se van amalgamando orgánicamente, filtrándose y soldándose firmemente en sus surcos consiguiendo despertar en la mente una relajante experiencia sensorial llena de dinamismo, parece dibujar en la mente los primeros rayos del sol de una vespertina mañana iluminando de poco en poco las calles, los parques, los edificios, parece retratar una ciudad despertando para empezar nuevamente con la monotonía de la vida, sus efectos evocan por momentos el vértigo del tránsito de la autopista, la prisa para evitar llegar tarde al trabajo, y el sol sigue saliendo, hasta posicionarse a lo largo de la mañana en la cima del cielo, casi se logra sentir la calidez del sol en la piel escuchando este corte. Uno de los mejores manifiestos de cómo el empleo de sintetizadores y recursos electrónicos consigue decorar una pieza musical básica y sensibilizar a nivel sensorial.


“Sonderangebot” es un pasaje muy sutil de inquietante psicosis pasiva ‘amelódica’, una experiencia que juega por momentos con el sci-fi sin definirse totalmente, atractivo por algún extraño motivo, un juego psicológico que se direcciona al morbo del oyente impaciente y expectante del desenlace; por momentos parece evocar golpes con metales oxidados y corroídos que generan una tensa atmósfera al soplar un viento frío sobre estos; conecta con "Weissensee", interesante corte con característico moog de somnoliento efecto narcótico, su textura oscilatoria sirve de fondo como una profunda cascada u ola marina que parece mecer la mente en un estado de calma taciturna.

“Im Gluck” juega nuevamente con el morbo como “Sonderangebot”, esta vez ruidos cacofónicos y sutiles voces se entremezclan con un profundo pasaje de moog de orientación sci-fi; y cierra “Negativland”; incisiva pieza con taladro de intro ya adelantándose al industrial y estruendo calamitoso que desencadena en un penetrante y maliciento corte de efímera atmósfera conseguida por la línea de bajo y los sulfurados recurso y efectos sonoros, juegan con el tempo y la estabilidad emocional generando cierta tensión y pánico en el oyente, una interesante mixtura de unos primeros Can con los Amon Düül II en “Phallus Dei”; el corte termina inesperadamente y estrepitosamente (muy a lo “I Want You” de los Beatles) cuya impresión provoca una inestabilidad breve en el oyente al despertar de este trance mental.


Si bien lo previamente explicado ya fue mostrado en trabajos previos de sus contemporáneos del género, Neu! probablemente consigue epitomizarlo con contundencia y sobriedad en este épico trabajo debut de la banda

CABARET VOLTAIRE - MIX-UP



Año: 1979
País: Reino Unido
Género: Industrial
Puntuación: ▲▲▲

Canción Favorita: “Eyeless Sight”


Mientras que la vanguardia electrónica londinense encontraba en los experimentales Throbbing Gristle su máximo representante transgresor, el norte no se quedaba atrás, y desde Sheffield lleva el ecléctico sonido de la influyente banda Cabaret Voltaire, adoptando el nombre del famoso cabaret referente del movimiento artístico Dadá. Su sonido si bien hace mención y referencia a la corriente artística dadaísta (siguiendo la vanguardia experimental de Zappa ya iniciada en los sesenta), logra además filtrar además recursos y ejercicios electrónicos bastante notables revisando a nombres como Silver Apples, White Noise, Brian Eno, el kraut atmosférico-sensorial perversa de Can y la espontaneidad orgánica de Faust, Neu! o Kraftwreck, mas su dirección se enfoca en una vertiente explícita y transgresora que presenta una consistencia rítmica rica en recursos y matices sonoros intrincados, disonantes y antiestéticos, sin forma ni estructura aparente, mas bastante interesante al explorar por sus complejos surcos sonoros que lavan el cerebro en un trance mental sincronizado cuasi-robótico de pretensión industrial.


Precursores del house y el techno inglés, la banda oferta en esta su primera producción una entretenida experiencia que evoca lounge, space, psicodelia y electrónica en un contexto mórbido y claustrofóbico, de lo cual se escucha "Kirlian Photograph", una retorcida danza vudú electrónica; "No Escape" expone psicodelia sesentera y garage cuyos teclados de fondo parecen emular a una farfisa; "Fourth Shot" explora atmósferas space y sci-fi con reminiscencia a Neu! y Faust; "Heaven and Hell" explora la electrónica y cacofonía en su eficiencia para generar un clímax rítmico y caótico de desequilibrio y trance mental; "Eyeless Sight" nuevamente revisa a unos Neu! explorando por recursos space y noise electrónico bastante efectivo; "On Every Other Street" con perversidad a lo Can e insinuando un sutil estilo funky; y el resto del disco redundando en lo mismo sin despertar mucho interés.

HÜSKER DÜ - NEW DAY RISING



Año: 1985
País: : Estados Unidos
Género: Alternative.Noise
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Celebrated Summer"


Simplemente la banda que hizo lo inimaginable: amalgamar con contundencia la melodía pop alternativa (siguiendo la propuesta de R.E.M.) con el noise del underground más convulsivo y pestilente; el resultado, si bien valga decir nada revolucionario, les valió pasar a la historia probablemente como una de las bandas más originales, respetables e influyentes de la escena americana en plena catarsis ochentera (de la escena de la América alternativa underground claro está, no la del mainstream infestada con el hair-metal y el pop plástico).

El disco en sí es corte tras corte de apabullante noise, garage, punk y hardcore sin contemplación y con único propósito de ametrallar y ensordecer las ansias adolescentes en su caótica oferta de guitarras afiladas y corroídas  de resonancia lo-fi, mas su acierto es en el empleo de melodías accesibles en el apartado vocal, logrando un estimable producto atractivo para el oyente, aligerando la estridencia al resaltar una melodía comprensible que se vuelve atractiva y adictiva en reescuchas (principal punto de referencia para el auge del alternativo noventero en bandas como Nirvana, Pearl Jam o Pavement).


El sol sale y el día comienza en "New Day Rising", apabullante trasfondo que epitomiza esa inquietante disonancia de su oferta musical, convulsiva y primitiva, redunda en su caos sin aparente dirección más allá que enlodar los oídos del sucio noise y taladrar en los cerebros del oyente su abrasiva electricidad coadyuvada por una simple melodía vocal; "The Girl Who Lives on Heaven Hill" exhibe mayor influencia punk de unos Ramones en una potente descarga hardcore; el pop-punk de "I Apologize" en cuyo estilo por ahí se filtra G.G. Allin; "If I Told You" con caprichoso estilo de percusión marchante en batería que por momentos rompe con la sección rítmica del corte; su clásico "Celebrate, Summer" presentando breves momentos de acompañamiento acústico folk inesperados calando en su sensibilidad con huella de R.E.M.; y "Perfect Example” filtrando power-pop byrdsianom en sus cuerdas de reminiscencia jangle.


Destacan también la genial "Terms of Psychic Warfare" filtrando al punk de los Sex Pistols o incluso a Bowie; el torbellino eléctrico de "59 Times the Pain" con agitación de tempo y arritmia art-punk huella de Burma; la rezumbante "Powerline" y "Books About UFOs" con peculaires notas de piano exhibiendo una querencia por unos Clash; y la demoledora "I Don't Know What You're Talking About" con energía e ímpetu punk.

De ahí completan el disco ejercicios velvetianos algo intrascendentes y poco efectivos como la revoltosa "How to Skin a Cat", amelódica pieza que redunda en una incoherencia proto-punk; “Whatcha Drinkin'" acelerando más la velocidad; y "Plans I Make" sobrepasando lo auditivamente aceptable en un corte de metal punk vertiginoso de abusivo noise.

BUTTHOLE SURFERS - LOCUST ABORTION TECHNICIANS



Año: 1987
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Industrial-Noise
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción Favorita: “Sweet Loaf”


Una de las ofertas del noise americano más agresivas y que se rescata de la estridente década de los ochenta (sobre todo de su segunda mitad) es la de los texanos Butthole Surfers, estridente conjunto de noise rock cuyo sonido filtra un rico bagage musical que cita a la psicodelia sesentera, al hard-rock, al industrial con orientación metal, al rock vanguardista siempre con referencia al noise de los Velvets, y arriesgadas yuxtaposiciones rítmicas que conjuran una maraña psicótica y desquiciante de nervudo e impaciente desfogue con basamento punk-rock condimentado con explícitos textos sardónicos dando como resultado un mejunje sónico bastante atractivo y destacable tanto para el oyente estudiado como para el amante del rock directo y duro sin rodeos.


"Sweat Loaf" parece remontarse a los gloriosos tiempos de Black Sabbath en su “Master Of Realitiy” en un poderoso e imponente pasaje hard-rock con riff que por momentos coquetea con el gótico de Bauhaus, contrasta además con fluidez hermosos momentos breves de calidez psicodélica en cuerdas folk con la sobredosis noise de su propuesta; "Graveyard" hereda el trato tétrico atmosférico del kraut en una dirección noise-industrial efectiva aunque carente de clímax; estridencia hardcore se aposenta en "Pittsburgh to Lebanon", interesante mezcla de unos densos Black Sabbath con unos Beatles en el “Yer Blues” de Lennon; sigue "Weber" explorando recursos eléctricos con profunda percusión en un fugaz tema preludio de “Hay”, interesante tema con feedback eléctrico de trasfondo en una exploratoria atmósfera que parece recrear a unos Godz neoyorkinos explorando con los recursos de la década ochentera; y "Human Cannonball" delatando cierta inclinación por Neu! que va desenlazando una aparente amalgama  metal-punk.


Mas noise exploratorio en "U.S.S.A.", ahora con psicosis industrial a lo Throbbing Gristle aun que arremeten con mucha mayor demencia que sus citadas referencias en un desesperante corte de incitación mórbida; "The O-Men" resulta bastante interesante, se enfoca en una construcción de rítmica minimalista que termina en un revoltoso y convulsivo corte de deformaciones garage con ametrallador acompañamiento de guitarra y un desquiciante ejercicio vocal cuasi-demoniaco que se estremecen en una incoherencia cacofónica que parece tomar forma en su ultrajante desorden  sonoro; "Kuntz" probablemente buscando cierto exotismo a lo Dr. John presentando una melódica atmósfera étnica que desentona con lo conseguido en el trabajo (¿aunque claro en un disco tan ecléctico honestamente qué puede desentonar?); ”Graveyard" (la del final) redunda en lo explicado en su homónima del comienzo (aunque posee mayor fiereza y contundencia); y cierra "22 Going on 23" morbosa pieza de explícito metal-industrial algo lánguida.

THE CURE - KISS ME, KISS ME, KISS, ME



Año: 1987
País: Reino Unido
Género: Post-punk.Gothic
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Just Like Heaven”


Probablemente uno de los discos más discutidos de la banda en el cual destaca la madurez y pretensión de su sonido (con mayor predominio de Robert Smith), el cual continúa la exploración musical al imbuirse en nuevas sonoridades, estilos y atmósferas inesperadas y alejadas de sus trabajos previos, llegando tal vez a un punto determinante en su carrera que sembraría la semilla de sus posteriores trabajos discográficos marcando un antes y un después en la estructura y el sonido de la banda.

Ambicioso disco en el cual expanden sus tensas atmósferas de sintetizadores en largas piezas de en promedio algo más de cuatro minutos, con la suficiente sofisticación y variedad instrumental y de recursos como para sostener su escucha, mas (al igual que en tantos discos dobles de un sinfín de bandas) queda la sensación de que editando algunos cortes y eliminando otros cómodamente la contundencia del disco hubiera sido más efectiva.


El disco comienza con “The Kiss”, extensa pieza que acentúa la intensidad de su oferta en una densa maraña de sintetizadores desatando una vorágine de pasiones y un Smith exponiendo desavenencias ante un tortuoso amor prohibido; sigue “Catch”, simpático corte lento pop con cierto aire a unos Left Banke; “Torture” con acentuación new-wave y efectiva construcción atmosférica de flagelación y desconcierto; la inspirada “If Only Tonight We Could Sleep” con acompañamiento de sitar en una letárgica pieza que se va desenvolviendo como un conjuro mágico de amor gótico en sabanas de satín a la luz de la luna con incienso en el aire; la chispeante funky “Why Can't I Be You” por ahí evocando al “Lust For Life” de Iggy Pop (o incluso con aire a los Doors en “Touch Me”); la notable “How Beautiful You Are” con arreglos de piano y un fascinante fondo instrumental de basamento baroque; vuelven a su dirección exploratoria en “Snakepit”, denso corte gótico de texturas funestas y lúgubres con ascendencia al kraut de Amon Düül II y con cierta querencia psicodélica a unos Stones en su “Magestic Request…”; y la estupenda “Just Like Heaven”, una hermosa pieza pop de calada sensibilidad que mistura sutilmente al power-pop con cierta insinuación new-wave accesible mas bien pulida y ejecutada.


Los instintos animales afloran en la angustiante “All I Want”, contundente pieza de post-punk puntual sin rodeos con genial acompañamiento de teclados; recurren nuevamente al funk sin abandonar su estilo con bastante acierto en “Hot Hot Hot!”; “One More Time” ahonda en un dream-pop sensorial de luminosidad rococó con celestial atmósfera apacible y risueña; “Like Cockatoos” con original exploración instrumental gótica, al igual que en “Icing Sugar” con solo de saxo y percusión rítmica en tribal posiblemente con huella de unos Talking Head; “The Perfect Girl”es una simpática balada con aromas kinkianos; completan el disco la refrescante “A Thousand Hours” con hipnotizante atmósfera dream; la enérgica “Shiver And Shake”; y el apoteósico final “Fight”.

Si bien el disco resulta cuestionado por muchos por ser excesivamente denso y sobrepretencioso, resulta innegable la tremenda influencia de su sonido en un sinnúmero de bandas posteriores como Placebo, The Rapture o Arcade Fire, por mencionar algunas.

jueves, 11 de octubre de 2012

SIOUXSIE AND THE BANSHEES - JUJU



Año: 1981
País: : Reino Unido
Género: Post-punk
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción: "Into The Light"


Notable madurez de la banda inglesa optando ahora por posturas pop FM más accesibles sin abandonar sus raíces y personalidad, ahondando ahora en un mayor exotismo en sus cortes con ascendencia psicodélica y matices góticos que generan densidades pastosas de intriga sensorial de digerible escucha.

En una banda que ha visto varias alteraciones conformacionales en sus años tempranos, cabe resaltar la presencia de su vocalista Siouxsie Sioux (con influencia punk de Patti Smith)aportando personalidad, sensualidad y versatilidad en sus muy rescatables trabajos discográficos, llegando probablemente este a ser su máximo epítome.


Misticismo y seducción se mezclan en las cuerdas de la intro de “Spellbound”, punzante y enérgico corte inicial que filtra la psicodelia pop de unos Shocking Blue o unos italianos Circus 2000, la genial “Into The Light” jugando con una rítmica percusión en tribal en posturas pop que misturas la psicodelia con el new-wave; “Arabian Knights” evocando un estilo psicodélico doorsiano con basamento post-punk de tendencia gótica; el punk de “Halloween” con estupendo manejo de cuerdas que genera una densa atmósfera y la nutrida “Monitor” con rica diversidad de intensidades y emociones en sus efectos sonoros y manejo rítmico.


Completa el destacable disco la resonante “Night Shift” con tensa atmósfera que se extiende a los seis minutos; “Sin In My Heart” acelerando tempo y sugiriendo escenarios sensoriales caóticos y apocalípticos; “Head Cut” redundando en lo mismo y la arriesgada “Voodoo Dolly” explorando terrenos góticos más densos y recursos art-rock velvetianos.