Año: 1987
País: Reino Unido
Género: Post-punk.Gothic
Puntuación: ▲▲▲▲1/2
Canción Favorita: “Just Like Heaven”
Probablemente uno de los discos más discutidos de la banda en el cual destaca la madurez y pretensión de su sonido (con mayor predominio de Robert Smith), el cual continúa la exploración musical al imbuirse en nuevas sonoridades, estilos y atmósferas inesperadas y alejadas de sus trabajos previos, llegando tal vez a un punto determinante en su carrera que sembraría la semilla de sus posteriores trabajos discográficos marcando un antes y un después en la estructura y el sonido de la banda.
Ambicioso disco en el cual expanden sus tensas atmósferas de sintetizadores en largas piezas de en promedio algo más de cuatro minutos, con la suficiente sofisticación y variedad instrumental y de recursos como para sostener su escucha, mas (al igual que en tantos discos dobles de un sinfín de bandas) queda la sensación de que editando algunos cortes y eliminando otros cómodamente la contundencia del disco hubiera sido más efectiva.
El disco comienza con “The Kiss”, extensa pieza que acentúa la intensidad de su oferta en una densa maraña de sintetizadores desatando una vorágine de pasiones y un Smith exponiendo desavenencias ante un tortuoso amor prohibido; sigue “Catch”, simpático corte lento pop con cierto aire a unos Left Banke; “Torture” con acentuación new-wave y efectiva construcción atmosférica de flagelación y desconcierto; la inspirada “If Only Tonight We Could Sleep” con acompañamiento de sitar en una letárgica pieza que se va desenvolviendo como un conjuro mágico de amor gótico en sabanas de satín a la luz de la luna con incienso en el aire; la chispeante funky “Why Can't I Be You” por ahí evocando al “Lust For Life” de Iggy Pop (o incluso con aire a los Doors en “Touch Me”); la notable “How Beautiful You Are” con arreglos de piano y un fascinante fondo instrumental de basamento baroque; vuelven a su dirección exploratoria en “Snakepit”, denso corte gótico de texturas funestas y lúgubres con ascendencia al kraut de Amon Düül II y con cierta querencia psicodélica a unos Stones en su “Magestic Request…”; y la estupenda “Just Like Heaven”, una hermosa pieza pop de calada sensibilidad que mistura sutilmente al power-pop con cierta insinuación new-wave accesible mas bien pulida y ejecutada.
Los instintos animales afloran en la angustiante “All I Want”, contundente pieza de post-punk puntual sin rodeos con genial acompañamiento de teclados; recurren nuevamente al funk sin abandonar su estilo con bastante acierto en “Hot Hot Hot!”; “One More Time” ahonda en un dream-pop sensorial de luminosidad rococó con celestial atmósfera apacible y risueña; “Like Cockatoos” con original exploración instrumental gótica, al igual que en “Icing Sugar” con solo de saxo y percusión rítmica en tribal posiblemente con huella de unos Talking Head; “The Perfect Girl”es una simpática balada con aromas kinkianos; completan el disco la refrescante “A Thousand Hours” con hipnotizante atmósfera dream; la enérgica “Shiver And Shake”; y el apoteósico final “Fight”.
Si bien el disco resulta cuestionado por muchos por ser excesivamente denso y sobrepretencioso, resulta innegable la tremenda influencia de su sonido en un sinnúmero de bandas posteriores como Placebo, The Rapture o Arcade Fire, por mencionar algunas.
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