Año: 1988
País: Estados Unidos
Género: Alternative
Puntuación: ▲▲▲▲
Canción favorita: “Gigantic"
Otra de las mejores y más influyentes bandas que otorgó una muy interesante América ochentera en su sucio underground, en donde la baja fidelidad y la alienación en un rock primitivo de postura antiestética al mainstream de esos años llevo a explorar por recursos minimalistas de estridencia, incoherencia, ruido y eclecticismo sonoro teniendo como principales pilares a la vanguardia de los Velvets sesenteros y al garage.protopunk de los Sonics y los Stooges entre otros, sin olvidar claro a un siempre inevitable Pere Ubu.
De entre todas estas bandas del underground entonces, su oferta resalta considerablemente al emplear recursos básicos del rock, líneas simples y rústica de guitarra, un bajo siempre presente de consistente personalidad, arrebatos de tempo y juegos rítmicos, confrontaciones instrumentales y buena sincronización, gritos y melodías vocales que surgen libremente y que se enmarañan y filtran en la construcción musical en soberbias piezas que requieren varias escuchas para poder comprender la calada complejidad que presenta su oferta basada básicamente en, aunque suene paradójico, su espontaneidad en la ejecución creativa.
Resulta así un breve y puntual trabajo de algo más de treinta minutos que arranca este trabajo con “Bone Machine”, genial punto de partida que detona con un enardecido riff una tensa atmósfera sónica dominada por la taciturna y consistente línea de bajo; sigue “Break My Body” mostrando otra genialidad en la construcción instrumental; “Something Against You” mostrando un enérgico ska-punk de ilegibles gritos; “Broken Face” con catarsis noise-punk; y la fulminante “Gigantic” con la bajista Kim Deal a la voz, corte de mayor sofisticación, elaboración y dominio de su sonido ya adelantándose a su épico “Doolittle”.
Uno de los aciertos de su sonido es la buena comunicación de la guitarra (de personalidad corrosiva y peligrosa por un Frank Black) y bajo, ofreciendo atractivas piezas que cómodamente se disfrutan en piezas instrumentales como “River Euphrates” que contrasta melódicos ejercicios corales con exorcizantes alaridos; su clásico “Where Is My Mind?”, tema lento depresivo de inconfundible armonía vocal (por ahí filtrando a un Bowie); “Cactus” con insinuaciones eléctricas a Bolan y una estupenda construcción rítmica que parece detonar en cualquier momentos, mas se mantiene en su sostenida robustez rítmica; el surf-rock garagero de “Tony's Theme”; más punk desquiciado en “Oh My Golly!”; la delirante guitarra en el garage de “Vamos”; “I'm Amazed” retomando ska-punk aunque ahora con afilada sección eléctrica; y cierra la interesante “Brick Is Red” con insinuación psicodélica en su guitarra eléctrica.
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