lunes, 27 de agosto de 2012

TALKING HEADS - REMAIN IN LIGHT



Año: 1980
País: Estados Unidos
Género: Post-punk.New-wave
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Seen and Not Seen"


Bastante arriesgada dirección por la que opta la banda neoyorkina, punteros de la new-wave americana los Talking Head elaboran un caprichoso mejunje eléctrico de construcción sincronizada cuasi-robótica, un algoritmo milimetrado rico en diversidad de recursos y exotismo, divertido y enérgico, por momentos resulta un collage sónico de sonidos eclécticos que se acompañan de repetitivas melodías

Aventurándose en una exploración que juega con el space, el kraut, el world-music y el disco-funk, su oferta en esta ocasión se percibe más concreta y definida, aunque por momentos peca de monótona, pretenciosa y algo complaciente, alejándose de la inocencia orgánica de sus predecesores y presentándose como una estructura parametrada de agresivo contraste de recursos.


Comienza con la caprichosa "Born Under Punches (The Heat Goes On)" una fusion disco-electrónica con huella de Eno (quien además los produce) dominado por una línea de guitarra funk y ejercicios corales taciturnos que conjuran  una melodía, en honor a la verdad, poco atractiva que aporta poco al eclecticismo de la pieza; "Crosseyed and Painless" posee una mayor definición y personalidad post-punk, al igual que en el manejo del ritmo, su dinámica la podemos apreciar claramente como influencia de tantas bandas de la new-wave neoyorkina como en el post-punk revival de los  contemporáneos Rapture o LCD Sound System por mencionar algunos en la movida nocturna de la escena musical en la gran manzana; y la revoltosa "The Great Curve" exhibiendo world beat, percusión tribal, una convulsiva postura art-rock y groove, y…. más Eno (en “Baby’s On Fire” para ser más exactos).


"Once in a Lifetime"  ya es new-wave propiamente dicho, de melodía accesible y atractiva, su luminaria atmósfera sensorial de sintetizadores conjuran un mesmerizante corte de fácil enganche; "Houses in Motion" con predominio afro-funk y cierto coqueteo instrumental con el reggae; la placentera experiencia sensorial de new-wave y ambiente en "Seen and Not Seen"; "Listening Wind” parece conjurar cierto misticismo en su fondo esotérico y su canto mántrico, aunque poco interesante en reescuchas; y cierra "The Overload", densa atmósfera introspectiva  kraut con sugerencia industrial y trato melódico gótico a lo Joy Division.

miércoles, 22 de agosto de 2012

THE DB'S - STANDS FOR DECIBELS



Año: 1981
País: Estados Unidos
Género: Alternative. Power-pop
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "The Fight"


Uno de los mejores y más destacables trabajos de la década de los ochenta; la estudiada formación americana sorprende con su enérgica oferta power-pop ya adentrándose al terreno alternativo de los ochenta, construcciones melódica muy bien cuidadas y elaboradas de estilo beatleniano, revisando además un cuidado estudio por el trato en la construcción pop de herencia sesentera, y cierta presencia new-wave catapulta a la propuesta de los Db’s en terrenos del más alto calibre de la escena musical.

Sin saborear éxito comercial, se logra apreciar la influencia de su sonido tanto en unos venideros R.E.M. como en la escena alternativa noventera de Teenage Fanclub, entre otras tantas bandas. Se destaca así la fibrosa y enérgica “Black and White", soberbia y encantadora en su jangle byrdsiano y vértigo vocal, además de poseer una irresistible sección rítmica impronta de la banda; “Dynamite" con factura vocal psicodélica, atmósfera nuevaolera, geniales secciones de teclados e inclinación a Cheap Trick; "She's Not Worried" puede evocar a unos Blossom Toes o Idle Race en plena aventura pop sesentera;  y la genial y enérgica "The Fight" con aromas a unos Cyrkle.


"Espionage" es una juguetona pieza contundente en su intrigante pasaje bien construido que exhibe los originales y diversos recursos del respetable bagage musical de sus miembros; "Tearjerkin'" muestra picaro bubblegum con aromas psicodélicos y sci-fi; la demoledora “Cycles Per Second" con mayor resonancia post-punk nuevaolera y enérgica sección rítmica propicia el baile; "Bad Reputation" recordando a unos primeros Beatles de la invasión británica; "Big Brown Eyes" ejemplificando nuevamente con contundencia su estilo power-pop de calada hechura y bagage; y completan la divertida "I'm in Love" y una de sus mejores piezas "Moving in Your Sleep", hermosa balada beachboyera de ricos matices instrumentales y profundidad herencia de la nueva ola.

THE REPLACEMENTS - LET IT BE



Año: 1984
País: Estados Unidos
Género: Alternative
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Gary's Got a Boner” 


Luego de literalmente ‘desencantarse’ de su propia propuesta punk, la banda decidió bajar la velocidad, dedicar un mayor tiempo en estudio y formular composiciones más estructuradas y organizadas, el resultado les valió dejar como legado musical una de las más resaltables y meritorias aportaciones de la América ochentera en su primera mitad (aunque claro esto como casi siempre pasa no se tradujo en éxito comercial). Los Replacements muestran así un inteligente viraje de su oferta al enfocarse en una composición power-pop más cuidada y trabajada, sin olvidar la energía y el ímpetu que los caracteriza y su fácil enganche melódico.

Mucho más maduro, no pierden la energía noise-punk visceral que característica a su oferta, arrebatadas secciones rítmicas y excelentes contrastes que juegan con el tempo en un insaciable mejunje sónico. Destaca la inicial "I Will Dare" cuya intro parece transportarnos a mediados de los setenta, con genial línea de bajo rítmico, arreglo de mandolina y apoyo en guitarra de Peter Buck de R.E.M. que dotan a la pieza de cierto aroma campirano; "Favorite Thing" arremete con bubblegum en trasfondo arena y huella punk ramoniana, enérgica y directa;  el noise y hardcore de la apabullante "We're Comin' Out" marcando su propuesta estridente en un convulsivo corte que a la mitad frena su velocidad para volver a entrar a primera, luego a segunda, hasta explotar en un caótico final; "Tommy Gets His Tonsils Out" es otra revoltosa y enérgica pieza pop-punk con variación de tempo en estribillo; "Androgynous" contrasta en una lenta balada bowiana con acompañamiento de piano de Paul Westerberg; y el altisonante arena de "Black Diamond", llevado  su versión en una oferta hardcore y lo-fi visceral y estridente.


Sorprenden así con la sensible "Unsatisfied", power-pop lleno de luminosidad en sus cuerdas; "Seen Your Video" embiste en una simpática aventura instrumental arena con cierta inclinación alternativa, el contraste del rock’n’roll y punk en "Gary's Got a Boner” con aromas a los Sex Pistols; frustraciones adolescentes en la simpática "Sixteen Blue"; y cierra "Answering Machine" con acompañamiento en bajo y guitarra eléctrica sin percusión acentúa la angustia y frustración de sus textos.

MISSION OF BURMA - VS.



Año: 1982
País: Estados Unidos
Género: Post-punk.Art-punk
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "Trem Two"


A pesar de su fuerte influencia del noise garagero, del punk y de las diversas bandas predecesoras que influenciaron este género, la oferta de Burma se desvía a una dirección post-punk de mayor enfoque artístico (clara huella del convulsivo sonido de Pere Ubu) que germinaría en una influyente tendencia o estilo para sus contemporáneos ochenteros del underground, y claro, les depararía el apelativo de ser considerados los “Wire” americanos.

Su oferta es robusta, satura la atmósfera y desquicia en su estridencia, mas el estilo que emplean deriva de una organizada y consistente estructura velvetiana; profundizando en su escucha se logra entender la maraña instrumental de afiladas guitarras eléctricas que entrelaza bastante interesantes ideas y agitadas secciones rítmicas irresistibles para el oyente. Se aprecia así el demoledor corte de arranque "Secrets", palpitante pieza de distorsiones y astuto pasaje de percusión revoltosa y sigilosa que revive tanto a los Who de herencia proto-punk, además de revisar a unos Clash o Damned; "Train" descarga un violento y nervudo punk de muy meritoria estructura; y la hipnótica "Trem Two" con soberbia atmósfera post-punk y momentos rítmicos noise que ejemplifica la magia que puede despertar el mencionado género en su basamento y ejercicio simple y minimalista.


La frenética "New Nails" es otro de sus mejores cortes, ya acentuando su ascendencia garage y art-punk en una tensa y psicótica tensión atmosférica; "Dead Pool" (Conley) con mesmerizante pastosidad sónica que recrearían y explorarían nuevamente varias bandas posteriores americanas a lo largo de los ochenta; y "Learn How" ametralla el cerebro en su abrasiva distorsión eléctrica noise y lo-fi.


"Weatherbox" exhibe un consistente bajo como plataforma para las alucinantes distorsiones eléctricas y efectos sci-fi de la oferta art-punk de la banda, deslumbra al exhibir con contundencia un equilibrio de vanguardia y melodía (algo que otras tantas bandas olvidan en su proceso exploratorio); su clásico "The Ballad of Johnny Burma", enérgico punk sudoroso y nervudo de simple estructura y altisonante resonancia; "Einstein's Day" muestra un mayor enfoque melódico con fondo depresivo con aromas alternativos; distorsiones hendrixianas contrastadas con una sección rítmica funk y new wave en la intrépida "Fun World"; y completa "That's How I Escaped My Certain Fate", contundente punk con evocaciones garage sesenteras y exquisita resonancia lo-fi.

viernes, 17 de agosto de 2012

GALAXIE 500 - TODAY




Año: 1988
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Shoegazing
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "King Of Spain"


Bastante interesante la propuesta exploratoria de los Galaxie 500, notable agrupación que supo comulgar su querencia por el folk de resonancia byrdsiana y beatleniana de los años intermedios de los sesenta con la postura vanguardista y la técnica velvetiana de saturación sónica, generando una densidad consistente que sirve como papel tapiz para la conjugación de tenues melodías,  muchas de efectiva evocación letárgica, por momentos llevando su propuesta a intensos y fascinantes momentos de dream-pop, en un trance mental sónico de intensas cascadas que fulminan la mente en sus evocación de nostalgia y desolación.

Apuestan así por una fórmula en la que fácilmente una banda puede pecar de monótono y cansina, mas poseen el suficiente encanto (o talvez más que ‘suficiente’) y bagage como para dotar a sus piezas de ricos matices y texturas como para sostener sus piezas en las que se aprecia tanto el impecable trato melódico de las más respetables bandas sesenteras o su sugerencia o inclinación por un temprano folk coqueteando con la psicodelia sensorial.


Su contundente oferta se aprecia con placer a lo largo de sus memorables cortes, destacando el grado de espiritualidad e intensidad que consiguen algunos de los más resaltantes cortes como la sublime atmósfera de “Flowers”, rica pieza de embriagante sonoridad con trato de cuerdas que recuerda tanto a la atmósfera folk-pop y dream de unos Byrds en sus primeros trabajos pre-psicodélicos, además de jugar con fenomenales arreglos corales entrando ya en una pastosidad iluminada de exotismo e intimismo, desnuda al alma al penetrar en sus complejos surcos tras la calada sensibilidad que se esculpe en su muy cuidada hechura; “Pictures” prosigue la oferta esta vez ofertando un mayor enfoque al trasfondo emocional de clara influencia velvetiana que se asienta en la profunda percusión y en su fascinante densidad eléctrica que llega a su pico máximo de clima en su parte final; “Parking Lot” es una pieza power-pop de mayor accesibilidad consiguiendo un intenso momento de slow-noise atmosférico en su parte final; "Don't Let Our Youth Go to Waste" muestra una mayor inclinación sensorial al post-punk gótico menos explícito y cierta resonancia kraut (aires a Joy Division en su disco debut); y la depresiva "Temperature's Rising" con inocente estilo vocal (por ahí evocando a Nico en su etapa con los Velvets) y acongojadora atmósfera y efecto lastimero.


Nuevamente rescatan el estilo power-pop de los Byrds en "Oblivious", lenta pieza de sutil iluminación, y si bien su oferta absorbe del la melodía power-pop y por momentos uno puede encasillar a su oferta en este género, su enfoque apunta más a la construcción atmosférica ya con postura shoegazing, exploran la profundidad y densidad instrumental con incitación sensorial (como puntos de contraste podemos tener a unos venideros Teenage Fanclub, banda a la que sí le cabe con mayor contundencia este término); "It's Getting Late" es otra fulminante pieza con uno de los mejores pasajes instrumentales que evoca cierta levitación celestial en sus últimos momentos; "Instrumental” revive el jangle psicodélico en cuerdas del clásico byrdsiano “Thoughts And Words” y lo presenta en una postura art-rock con cierta reminiscencia estructural noise de “I’m So Glad” de Cream; la efectiva "Tugboat" redundando en la densidad pacifista e intimista; y el magistral "King of Spain", apoteósico final de exquisita sonoridad al exhibir una reflexiva percusión y una memorable melodía vocal que quedan inmortalizadas en la inmaculada intensidad que otorga su fascinante atmósfera.

LET'S ACTIVE - BIG PLANS FOR EVERY BODY



Año: 1986
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Power-pop
Puntuación: ▲▲▲1/2

Canción favorita: "Last Chance Town"

Genial trabajo discográfico de la banda americana ya tomando mayor protagonismo su líder Mitch Easter, quien además se dedica a la producción integra del trabajo que rescata un power-pop de huella beatleniana vespertino y enérgico, lleno de coloridad y vigorosidad al dotarlo de profundidad instrumental y resonancia alternativa, ahora con mayor accesibilidad en su sonido que se asienta en el post-punk nuevaolero.

Reclutando a nuevo miembro Angie Carlson quien deslumbra en los teclados en el enérgico corte inicial “In Little Ways”; la atractiva “Talking To Myself” evoca a unos Cheap Trick comulgando con el trato de cuerdas de R.E.M. y melodía bubblegum; la clara huella de los Beatles del “Revolver” en “Writing The Book Of Last Pages”; y el enérgico corte “Last Chance Town” mostrando nuevamente su influencia de unos Cheap Trick ahora comulgándolos con cierta sonoridad glam-bolaniana, todo esto en un atractivo y efectivo enfoque nuevaolero.


Destacan además “Badger”, lenta balada acústica pop de engatusante atmósfera de cuerdas y arreglos corales, trayendo a la mente tanto a Bolan en su etapa folk sesentera previa a la explosión glam o incluso a Budgie en sus cortes lentos; además de destacar el pasaje final de guitarra eléctrica (aunque un fondo de violines no le hubieran caído nada mal); “Stil Dark Out” con genial densidad atmosférica dotada de ricos matices efectivos a lo largo de la pieza; “Whispered News” es una interesante pieza que denota el trabajo neuvaolero de la intensidad, despertando y agitando su atmósfera consiguiendo un contundente efecto de elevación sensorial; y “Route 67” comulgando jangle y blues en un trato de cuerdas surf consistente y bastante simpático.

R.E.M. - RECKONING



Año: 1984
País: Estados Unidos
Género: Alternative-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Camera"


Una de las mejores formaciones americanas que surgió como alternativa a la plastificación de la industria musical en plena década ochentera, R.E.M. ofreció así una propuesta que revisaba el jangle de los Byrds, la melodía pop beatleniana, y un encantador estilo musical simple, de rica resonancia, directo, franco y humano, rescatando la sensibilidad de la melodía vocal en animados acompañamientos rítmicos derivados del post-punk. Nunca perdieron su identidad conforme la banda empezó a gozar de mayor éxito y reconocimiento, y terminaron dejando como legado una rica discografía de impecable power-pop de postura alternativa.

Este su segundo trabajo confirma así el talento de la banda tras su relativo e inesperado triunfo en ventas de su disco debut, mostrándonos su calado trabajo en la construcción musical y en el trato melódico de mayor accesibilidad y trabajo en la sección rítmica; destacando así la animada “Harborcoat” exhibiendo el característico tacleo byrdsiano de Peter Buck y la característica atmósfera oscura y reflexiva, cuyos primeros segundos por momentos parece evocar al post-punk de Joy Division en “Disorder; o “7 Chinese Bros.” muestra otro encantador trabajo de reflexivas cuerdas cuya melancolía y sensibilidad parece iluminar los oscuros surcos de alma.


"So. Central Rain" rescata la construcción pop sesentera, su encanto y sonoridad reviven en su enfoque limpio y sin pretensiones; la fascinante “Time After Time” envolviento un exotismo inesperado en la banda al dotar la pieza de profundidad tribal con sutiles matices folk-psicodélicos; los humanos recursos vocales beachboyeros en “Letter Never Sent” acentuando la atmósfera triste y sentida de su sonido; o la fascinante “Camera”, hermosa balada depresiva que fulmina hasta al más energúmeno de los insensibles, un acongojado Michael Stipe en la parte vocal se lleva los aplausos al desnudar su fragilidad en una intimista y sentida atmósfera, corte con referencia a Neil Young.

Cierra la enérgica “Little America” y completa el disco “(Don’t Go Back To) Rockville”;  “Secong Guessing”; y “Pretty” Persuasion”, animados cortes que redundan en lo explicado y consolidan uno de los trabajos más directos y accesibles de la banda, recomendado para cualquiera que se quiera iniciar en su sonido y su estudio.

CAPTAIN BEEFHEART & HIS MAGIC BAND - SAFE AS MILK



Año: 1967
País: Estados Unidos
Género: Blues-rock.Proto-punk
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Electricity"


Disco debut del inquieto genio de Beefheart y su Magic Band, la alternativa sesentera a la experimentación y eclecticismo de Frank Zappa, mientras que el último se orientaba al trabajo en producción y al empleo de distorsiones, freak-rock, jazz, sarcasmo lírico y efectos electrónicos para conjurar su particular sonido y satirizar la contracultura y el flowerpower, Beefheart se orientaba al cimiento del blues y el r’n’b y a las distorsiones hendrixianas menos manoseadas para construir sus divertidas y enérgicas piezas y su muy particular y ecléctica propuesta.

Se destaca “Sure 'Nuff 'N' Yes I Do”, que despierta la instantaneidad de un Muddy Waters en la parte vocal, además de contar con un árido y consistente cocktail de cuerdas irresistible y enérgico de country-blues; “Zig Zag Wanderer” es una fresca y directa pieza que recuerda al blues rock de las bandas jóvenes que surgieron en la primera mitad de los sesenta, sensualidad en bajo, , y un genial Beefheart arremetiendo con ese inconfundible estilo vocal visceral y desenfadado; “Dropout Boogie” con resonancia ácida, cuyo riff evoca al “You Really Got Me” de los Kinks, destaca por la lúdica vocalización proto-punk, posee breves pasajes lentos de piano que contrasta la agresividad de la pieza y astutamente la acentúa a la vez; y también la brillante “Electricity” alucinante pieza de garage árido, country y distorsiones eléctricas blues se comulgan en un revoltoso mejunje de caótica pastosidad en la que se aprecia la capacidad vocal de Beefheart en el manejo histriónico de la pieza.


El disco además oferta cortes menos estridentes como las melodías en “Yellow Brick Road”, con astutos textos y apacible compás de atractiva resonancia que pone en manifiesto su capacidad en la construcción melódica más accesible; “Call On Me” con juego de cuerdas de aromas a los Byrds y arriesgada disonancia vocal; la embriagante balada “I’m Glad”, sofisticada pieza r’n’b con de deliciosos arreglos corales y acompañamiento de viento; y “Autumn Child” parece busca la composición musical en forma de suite, pretenciosa y poca efectiva.


Además podemos observar su acercamiento a  recursos instrumentales exóticos como la percusión tribal en la rítmica “Abba Zabba”; y “Where There’s Woman”, profunda pieza de atmósfera tensa; completan el blues rock de “Plastic Factory” y la maniática-obsesiva “Grown So Ugly”.


TINDERSTICKS - TINDERSTICKS



Año: 1993
País: Reino Unido
Género: Indie.Chamber-pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Marbles"



Ecléctico colectivo musical cuya oferta de folk-pop y lounge resulta bastante atractiva al dotarla de intensidad, sofisticación y sensibilidad atmosférica, despertando en oyente una exploración en sus pasajes sonoros de descubrimiento sensorial al perderse en los diversos surcos que ofrece la rica instrumentación y profundidad atmosférica de su propuesta, sonoridad que consiguen al revisar en su calada experimentación las exploraciones instrumentales vanguardistas de los Velvet Underground y White Noise con la luminosidad del baroque sesentero y el lounge europeo.

Los primeros acordes de “Nectar” parece retrotraernos al folk-pop beatleniano de “Beatles For Sale” o “Help” hasta que descubrimos la taciturna factura vocal y la armonía lounge desencadena  una sublime y apaciguada atmósfera de relajación y calma; “Tyed” explora el jazz en su enfoque  progresivo y art-rock franceses en una muy nutrida pieza de rica sonoridad y variedad de recursos; "Whiskey and Water" es otra genial pieza ya con mayor presencia eléctrica y trato atmosférico a lo Pink Floyd, su atmósfera perversa acentuada por arreglos orquestales junto con la voz batirona de estilo crooner de su vocalista Stuart A. Staples por momentos trae a la mente al estilo musical de  Lou Reed en “Berlin”; y “Blood, una hermosísima balada triste decorada con notas de clarinete por Ian Bishop.


Sigue el baroque-lounge de "City Sickness", otra primorosa pieza de sublime atmósfera y luminosidad musical; la conmovedora "Patchwork" rescatando la sofisticación del pop de salón sesentero europeo; "Marbles" parece fusionar a un Lee Hazlewood en un acurrucante fondo instrumental deudor de los Velvet Underground con destellos eléctricos en su parte final; la obsesiva "Jism" con magistral trato de la intensidad y aromas épicos; "Tie-Dye" re-explora la atmósfera alucinógena psicótica de “Tyed” con mayor profundidad y espontaneidad art-rock; la depresiva "Raindrops" con lastimeras notas de piano y penetrante atmósfera; y "Her" con aromas españoles por ahí recordando a Arthur Lee en “Alone Again Or” y cierta evocación al surf-rock en su arreglo de cuerdas.

Referencias a los Velvets en la intrigante "Paco de Renaldo's Dream";  y cierra la limpia "The Not Knowing", altisonante pieza baroque-lounge con hermosos arreglos de viento.

Todo un placer hedonista para el odio más exigente y el alma más sensible.

SLOWDIVE - SOUVLAKI





Año: 1993
País: Reino Unido
Género: Alternative.Shoegazing
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "40 Days"


Magnífica aportación de la banda inglesa en su sofisticada oferta de música atmosférica más conocida como shoegazer (considerada una escena musical en las islas inglesas de inicios de los noventa); si bien su propuesta no inventa nada, tampoco cae en monótonas copias sin originalidad, todo lo contrario, resulta bastante remarcable entonces la influencia de la experimentación con recursos valentianos de reverberación y el enfoque o estilo artístico de exploración sensorial y ambient de Cocteaux Twins que se lucen como fondo para la construcción de mesmerizantes melodías llenas de luminosidad y coloridad dream de delicados tules flotando en la atmósfera ensoñadora de su sonido, pasajes sublimes y relajados ricos en matices que aventuran a la mente y los oídos en un sueño espiritual, un trance mental cuasi-mántrico, una experiencia de meditación y levitación de alto calibre.

Basta con escuchar el rico contraste entre lo incisivo y lo delicado, la robustez roza el límite de lo tolerable y se sumerge en la construcción melódica atmosférica en “Alison”; la celestial “Machine Gun”, presenta una inmaculada consistencia en su robustez sónica que simplemente conmueve en su lastimera atmósfera de evocaciones tristes y melancólicas; la genial “40 Days” es un esplendido ejemplo de su talento en la construcción y trato de la intensidad, explora el trance rave psicodélico de unos Stone Roses con la profundidad alucinógena de los Bloody Valentine, todo con un mágico y exquisito efecto narcótico-anestésico; “Sing” es un elegante pasaje ambient de recursos dream e iluminados arreglos vocales; “Here She Comes” explora un sentido más intimista que evoca a unos Velvet Underground de su disco homónimo y el calada dream sensorial de Boettcher (estos dOs cortes mencionados vale resaltar bajo la producción de Brian Eno); y la alucinante "Souvlaki Space Station" por ahí evocando sci-fi y post-rock.


”When the Sun Hits" parece tomar prestada la melodía del estribillo de “Smell Like Teen Spirit” para presentarlo en un efectivo corte sunshine impresionista stonerosiano; “Danger” es un corte acústico con inmaculada atmósfera espiritual indie; y "Altogether" y "Melon Yellow" completan el disco, redundando en lo previamente explicado. A destacar también los cortes adicionales de la versión americana; la versión del clásico "Some Velvet Morning" de Hazlewood con contraste dream y sci-fi.

lunes, 13 de agosto de 2012

THE JON SPENCER BLUES EXPLOSION - THE JON SPENCER BLUES EXPLOSION



Año: 1992
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Blues-punk
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Support-a-man"


Bastante interés despierta la oferta blues punk primitivo y rudimentario; guitarra, voz y batería se yuxtaponen creando un caos catártico de descontrolados surcos y pasajes que desquician al oyente en una revoltosa y caprichosa orgía sónica no apto para el oyente convencional.

Su estilo revisa el rock’n’roll y el blues de los cincuenta e inicios de los sesenta y lo oferta en un estilo musical bastante peculiar y extremista que deriva del incandescente protopunk y noise garagero de los Stooges o las New York Dolls, pasando por el estilo visceral del punk de Richard Hell y sus Voudois, el punk de las islas inglesas de los Damned y el art-punk de Wire; aunque su inclinación va más a un enfoque blues apreciando una mayor derivación hacia unos Minutemen o Gun Club, además de revisar a unos inevitables Pixies, Pere Ubu y Captain Beefheart; ofertando así una irresistible secuencia de cortes potentes y concisos llenos de energía y suficiente heterogeneidad como para disfrutar más de un cortes en posteriores reescuchas y descubrir así el alma explosiva y transgresora del punk taladrando al blues. Kinks.

Además de ello ofrecen igualmente piezas de enfoque más pretencioso como en medio tiempo lento de “Maynard Ave.”, notable pieza atmosférica dominada por el genial arreglo de cuerdas; “Eye To Eye” es otra bastante interesante pieza de enfoque art-punk con geniales intromisiones de saxo; el trato de la intensidad, que se va acentuando conforme culmina la pieza; o la bestial “Feeling Of Love”

Se destaca la caótica “Write a song”, un sudoroso tema de desquicio vocal a lo MC5 y fogosidad eléctrica acentuada por machucantes golpes secos de batería; revisiones a los Damned en “I.E.V.”, brutal pieza de enérgico punk y sulfurada electricidad; “Rachel” muestra una bastante interesante oferta al mezclar rock’n’roll y saturarlo con guitarras oxidadas en un convulsivo torbellino sónico; la atractiva “Chicken Walk” parece mezclar el garage con el freak-rock de Kim Foley y Beefheart; y la hipnótica “White Tail” con penetrante atmósfera y genial sección eléctrica de blues garagero nocivo y corrosivo.


De aquí el disco se vuelve bastante interesante con agitados cortes como la apabullante pieza punk “’78 Style”; la demoledora “Changed” de referencia stooogiana y desquiciante saturación eléctrica; el enérgico punk arenero de “Eliza Jane” o el metal corroído por el óxido en las cuerdas de “History Of Sex”; Spencer además luce sus agresivos recursos vocales y su psicótico estilo histriónico con acierto en cortes como en la sinuosa “What To Do” o en la depresiva “Vacuum Of Loneliness”; “Biological” exhíbe su querencia por los Minutemen y Pixies; y “Support-a-man” fusiona a Iggy Pop con las New York Dolls en un contagiante corte con riff prestado del “You Really Got Me” de los
s a unos Stones blueseros y trasfondo en percusión y sección rítmica post-punk neoyorkina; y el apoteósico final “Water Main”.

Si bien no inventan nada nuevo en sí, pues la técnica resulta derivativa y redundante por momentos, su oferta musical se construye con originalidad al poseen los suficientes recursos como para sostener sus surcos con el suficiente interés y encanto como para ser disfrutado hasta el delirio mental en reescuchas.

TOM PETTY - WILDFLOWERS

'...what would I give, to start all over again, to clean up my mistakes...'

Año: 1994
País: Estados Unidos
Género: Rock
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Only a Broken Heart"

Luego de una muy fructífera carrera llena de muy recomendables trabajos discográficos y tras establecerse como una de las bandas más representativas en América, Tom Petty hace un paréntesis en la discografía de la formación y lanza su segundo disco en solitario (aunque al final terminan varios de los Heartbreakers apoyando en instrumentación en algunos de los cortes), un muy estimable colectivo de piezas ricas en sonoridad y atractivo comercial; su propuesta oferta melodías folk-pop bien cuidadas y desarrolladas que nos traen a la mente tanto al pop de los Beatles, el power-pop de los Byrds o Cheap Trick, la vena blues de los Stones, y cierto aroma sureño country-folk por el magistral arreglo de cuerdas y estilo vocal de Petty.

En este disco encontramos un rico balance entre momentos memorables de sensibilidad melódica pop que contrastan con secciones eléctricas de rock bluesero, destacando de entre el colectivo sus acercamientos a un Dylan folk-pop en “Wildflowers” y “Time To Move On”, hermosas piezas sin rodeos y accesibles, llenas de encanto y tratadas con la suficiente pulcritud para ser disfrutadas en reescuchas; “You Don´t Know How It Feels” que nos acerca a un trato melódico de estilo beatleniano bastante conseguido en un trasfondo musical simple que acentúa su sensibilidad en cuerdas y armónica; la genial “You Wreck Me” agitando el ritmo con referencia a Cheap Trick; y la estupenda “It’s Good To Be King” a tempo lento e impecables arreglos en la producción de un acertado Rick Rubin que dota a la pieza de mayor sofisticación y profundidad.


Mas es probablemente "Only a Broken Heart" el corte más destacable del disco, una delicia pop llena de sensibilidad y melancolía humana en su encantadora melodía, arreglos simples de cuerdas en una atmósfera acústica y arreglos vocales resultan más que suficientes para enaltecer esta hermosa pieza de desdicha amorosa; al igual que “Honey Bee”, ya con aromas stonianos en un ávido corte rock cuyo estilo nasal en la voz de Petty parece traernos el aroma sureño del rock americano de los setenta; y “Cabin Down Below”, una de las cumbres del disco con oscura y morbosa atmósfera de perversión e incitación sexual.


“House In The Woods” busca cierta épica en su pomposidad y trato de intensidad, resulta efectiva aunque peca de extensa; la brillante “Crawling Back To You” con intro en flauta y embriagante acompañamiento de piano (por momentos con aires al “Year Of The Cat” de Al Stewart), dotan a la pieza de un contundente sabor del desamor, la afligida voz de Tom refleja angustia y desconsuelo ante una desafortunada realidad de rechazo amoroso; cierra con “Wake Up Time”, mezcla de Bruce Springsteen, Neil Young en “After The Gold Rush” o incluso Dylan; el resto del disco lo completan aceptables piezas que redundan en lo previamente explicado, efectivas más varias de ellas pecan de extensas en contraposición con el enfoque simple y accesible del disco.


martes, 7 de agosto de 2012

PORCUPINE TREE - STUPID DREAM



Año: 1999
País: Estados Unidos
Género: Alternative.progressive
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Pure Narcotic"



Notable transición en el sonido de la banda que fusiona la herencia alternativa noventera con la construcción musical progresiva y posturas metal; mucho de esta transición y de su inspiración radica en el enfoque de su cantautor Steven Wilson, quien saboreó en carne propia el proceso evolutivo del artista innato, quien conforme va adquiriendo más técnica y absorbiendo más recursos y referencias se introduce en una aventura o viaje de nuevas exigencias, mayor pretensión y autocritica, menos autocomplacencias, y un mayor compromiso tanto consigo mismo y su sonido como con el oyente fiel y expectante de un producto de calidad; su experiencia así origina el concepto tras este gran trabajo que despide la década de los noventa, el concepto del sueño estúpido del adolescente o joven iluso, inocente y ansioso que se ve sometido a la exigencia de la industria de la música: la inspiración y el esfuerzo en estudio resumido en un disco compacto, se da gusto de saborear el desencanto al enfrentarse a la realidad de tener que vender el trabajo discográfico, originándose una serie de conflictos internos y emocionales que cuestionan el verdadero valor del arte, ese sinsabor de la contradicción que el alma sensible del artista se ve sometida a tal confrontación se aprecia con acierto en este muy destacable trabajo discográfico.


Su sonido rescata la pretensión progresiva de unos Pink Floyd de la segunda mitad de los setenta, se aprecia una mayor dedicación en la elaboración de los fondos instrumentales, una mayor inspiración igualmente en las melodías y en su construcción, logra mayor contundencia en la intensidad que consigue cierto matiz épico en varios pasajes, destacando así su impecable comienzo “Even Less”, corte con magistral trato atmosférico que mezcla a unos Pink Floyd en “Confortably Numb” con la característica resonancia de la cascada eléctrica alternativa noventera; sus textos sobre el desencanto de la futilidad de la vida se exponen en un intenso oleaje de arreglos orquestales que desenlaza en un tenso pasaje instrumental de heavy  progresivo.

"Piano Lessons" es una accesible pieza de resonancia alternativa con aromas a sus contemporáneos Screaming Trees, además de poseer un notable acompañamiento eléctrico y arreglos vocales con cierta insinuación psicodélica; “Pure Narcotic” con bellísimo fondo instrumental contundente en el trato de la intensidad (con cierta referencia al “Old Man” de Love), y un sublime estilo vocal de clara referencia a David Gilmour; la obsesiva “Slave Called Sliver” exhibe una resonancia eléctrica de sonoridad ácida y un acertado trabajo de bajo que mantiene la tensión en un inquietante corte de muy conseguida atmósfera;, al igual que en la perturbada “Don’t Hate Me”, genial pieza de obsesiones pasionales y conflictos en la autoestima, condimentada con el pasaje progresivo de flauta y saxofón de Theo Travis; y psicodelia hendrixiana y metal se sulfuran en "This Is No Rehearsal".


"Baby Dream in Cellophane" conjura psicodelia y art-rock de unos Pink Floyd de los primeros años de los setenta, letárgica y escultural pieza de sublime emotividad; "A Smart Kid" es un envolvente corte lento de angustia existencial con notable empleo de efectos; "Tinto Brass" enfoca su propuesta art-rock a terrenos kraut setenteros; y cierra “Stop Swimming” ya acercándolos a sus contemporáneos Radiohead.

TEENAGE FANCLUB - SONGS FROM NORTHERN BRITAIN



Año: 1997
País: Reino Unido
Género: Alternative.power-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Speed of Light"


Probablemente en los noventa ninguna banda revivió el power-pop byrdsiano con tanto encanto como lo hicieron los escoceses Teenage Fanclub, cuyo sonido resulta un placer auditivo de rica sonoridad en cuerdas, rebosante en matices, y sublimes melodías aderezadas con la melancolía e inocencia característica de su sonido, en el cual podemos ver como se filtra la querencia por R.E.M., Big Star, los Beatles y el bubblegum. Su rica resonancia se aprecia en la construcción del fondo instrumental, rico en coloridad y luminosidad, deliciosos matices en las cuerdas resultan un deleite hedonista para el oyente más exigente.

Ecos del “Mr. Tambourine Man” o “Turn! Turn! Turn!” de los Byrds en su primera etapa adornan las atractivas melodías en “Start Again” ya rozando con el sunshine-pop; “Ain't That Enough” es otra primorosa pieza ya con aromas a los Beach Boys de Brian Wilson; la enérgica "Can't Feel My Soul” con estupenda sección eléctrica y notable construcción en la profundidad y textura sónica; y  la esplendida "Planets" con arreglos en violines y teclados y sofisticación baroque rebosa en sensibilidad y esplendor musical.


“Take the Long Way Round" con arreglos corales que por momentos evocan a Afterglow; “Winter” con resonancia al power-pop de R.E.M.; aromas del glam de Bolan en "Mount Everest" con genial acompañamiento de piano; "I Don't Care" con efectos futuristas y rica sonoridad en recursos instrumentales; y "Speed of Light", genial punto final que parece mezclar post-punk con psicodelia beatleniana

KYUSS - WELCOME TO SKY VALLEY



Año: 1994
País: Estados Unidos
Género: Alternative.stoner-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Demon Cleaner"


Robustez sónica y oscuridad atmosférica ofrece la banda americana en este demoledor trabajo discográfico, una orgía sónica de stoner-rock acerbo y crudo, intenso, calamitoso, perverso y funesto. Rescatan el heavy de Sabbath y Led Zeppelin y lo fusionan con el noise de Blue Cheer además de aderezarlo con recursos de psicodelia hendrixiana. Sus pasajes son tensos y saturados, de musculada consistencia y sincronización rítmica, una atractiva convulsión que demuele el cerebro a estruendosos golpes de batería y potentes pasajes eléctricos, generando intensos y vertiginosos cortes otorgando un trance mental de delirio sónico primitivo.

Apabullantes cascadas sónicas de electricidad pastosas se viven en la fulgurante “Gardenia” que fusiona a Black Sabbath con Blue Cheer; “Gardenia” que fusiona a Black Sabbath con Blue Cheer y postura metal setentero; la atemorizante intro de “Asteroid” desencadena un incandescente pasaje atmosférico de alucinante heavy psicodélico rozando con el metal industrial; “Supa Scoopa And Mighty Scoop” es una genial pieza de sulfurada sección eléctrica y machucante percusión a batería, parece revivir el hard-rock menos manoseado de inicios de los setenta; y la venturosa “100º” con sudorosa sección rítmica y contundente orgía sónica de incandescente heavy y noise.


“Space Cadet” nos muestra su enfoque por un estilo oscuro y renegrido, genial pieza de folk acústico en contraposición con el noise de su sonido, mas efectiva en su atmósfera mística, engatusa al oyente en una seducción de cuerdas afiladas y bajo, induciendo a un estado relajado y depresivo que se extiendo hasta los siete minutos.

 “Demon Cleaner” demuele el cerebro cual sierra eléctrica destrozando las neuronas; ya observamos su acercamiento a la seducción psicodélica de Cream con perversión en su fondo y percusión a lo “Master Of Reality” de Sabbath; “Odyssey” con aromas a Deep Purple en un feroz tema de agitado tempo con pasaje intermedio de acidez lisérgica; la desquiciante “Conan Troutman” revisando nuevamente la convulsión noise de Blue Cheer y Hendrix; la ledzeppiana “N.O.”, fogosa pieza de perforadora electricidad sónica; y cierra “Whitewater”, apoteósico punto final que redunda en lo explicado en una magistral suite de cerca de ocho minutos donde se disfruta del minimalismo de la oferta stoner de la banda y la calada intensidad que consigue cuando se emplea con originalidad, sabiduría y bueno gusto los recursos básicos y primitivos del rock: bajo, batería; guitarra eléctrica y voz; se escucha en sus últimos segundos un lúdico pasaje con juegos vocales beachboyeros.


En definitiva a hacer caso a la advertencia del disco: escuchar sin distracción...

THE STEMS - KILLER WEED


Año: 1996
País: Australia
Género: Garage.power-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "On & On


La formula garage.power-pop de los australianos Stems resultó un efectivo aire refrescante en la atmósfera ochentera, ecos de la psicodelia garagera americana e ímpetu power-pop y post-punk en enganchantes melodías, enérgicas piezas que reviven el espíritu del rock de mediados de los sesenta, en su sonidos se filtra los Seeds, los Who, los Byrds o los Beatles, lanzándonos nuevamente a los gloriosos años del rock simple y enérgico, sin pretensiones mas que la buena construcción musical y el disfrute del desfogue juvenil garage.

 Destaca en este colectivo de éxitos “Make You Mine” con aromas a los Chocolate Watchband en “Let’s Talk About Gilrs” y demoledor final con referencias a los Who; “She’s A Monster” es un enérgico power-pop con riff de farfisa a lo ? And The Mysterians cuya sección rítmica minimalista recuerda tanto a unos Monks alemanes, rebosante en densidad eléctrica psicodélica; el blues árido en “On & On” parece comulgar el glam rítmico de Bolan con la psicodelia sanfranciscana de Steppenwolf; “No Heart” ya con resonancia stoner y cierto aire a unos Cyrcles; y “All You Want For Me” es otra enérgica pieza power-pop cuyo irresistible minimalismo para extraído de algún material perdido de alguna de las tantas bandas sesenteras garage.

“The Power Of Luv” ya oferta psicodelia a lo Who y un fondo en farfisa a lo Afterglow, dando una muy astuta y atractiva pieza; “Love Will Grow” nos exhibe su querencia por el jangle de los Byrds en una muy gustosa pieza power-pop de ensoñadora melodía; “Jumping To Conclusions” con aromas a unos Standells; la alucinante “Tears Me In Two”, arrebatada pieza de garage psicodélico a lo Blues Magoos; “Under Your Mushroom” con sección de surf-rock; la sublime “For Always” con querencia power-pop simple que manifiesta su talento para construir piezas simples y sin rodeos, mas totalmente atractivas y adictivas; o la agitada versión del clásico “Hey Joe”; el disco en una puñado de estupendas canciones llenas de dinamismo y convulsión garagera irresistible para cualquier amante de la descomunal energía que el rock más básico y sudoroso puede generar.

THE VERVE - URBAN HYMNS




Año: 1997
País: Reino Unido
Género: Indie.brit-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Bitter Sweet Symphony" 



El último aliento de la banda que, tras varios conflictos internos, nos dejó este su gran disco final que nos regala hermosas piezas de indie.brit-pop de matices psicodélicos y arreglos orquestales que dotan a su oferta de una sofisticación inmaculada cuyo enfoque ya lo veíamos previamente majestuado en bandas noventeras como Suede, Oasis o su clara referencia beatleniana.

Mas los Verve supieron prorrogar la tendencia brit-pop adicionándole una mayor pretensión musical al enfocar su propuesta con fastuosos arreglos orquestales en un trasfondo musical rebosante en hedonismo auditivo, el oyente se ve envuelto en una maraña de sabanas de texturas y matices ricos en luminosidad, que se filtran en la mente en un trance psicodélico de mayor extensión, sus piezas ostentan entre los cuatro a cinco minutos, presentando un mayor enfoque y sofisticación que sus contemporáneos (aunque carente de heterogeneidad por momentos), al igual que una menor accesibilidad al elaborar melodías menos complacientes, que tras varias reescuchas logran despertar su encanto y provocar el placer sonoro en el oyente; y si bien no revolucionan ni crean nada nuevo, al profundizar en su oferta se vuelve una experiencia bastante placentera y destacable.

De lo destacable definitivamente la brillante "Bitter Sweet Symphony", fascinante mezcla de psicodelia y arreglos orquestales rococó se amalgaman contundentemente para provocar esplendor y placer en el oyente, su textura ilumina el espacio y adentran al oyente en un oleaje de alienación y rebeldía juvenil, el contraste de la sinfonía agridulce, el descontento ante la confrontación de la insaciable fuerza de la juventud con la debilidad del alma ante los conflictos internos, se logra filtrar un estilo vocal a lo Oasis.
“Sonnet” presenta otro enfoque de la banda, esta vez se enfocan en la melodía folk-pop y la embellecen con arreglos orquestales dotando de intensidad a la pieza en momentos claves, muestra un estilo más personal en el sonido de la banda en el meticulosos trato melódico, sus textos desencadena una serie de variadas interpretaciones tras esa revisión de una caja roja llena de recuerdos, sumergiéndose el interprete en toda una aventura de reflexiones, percepciones y miedos, llegando a un clímax máximo de intensidad emocional en su parte final exponiendo fragilidad y angustia emocional en la parte vocal y luminosidad en su fondo instrumental.


La querencia por el ácido se experimenta en “The Rolling People” (una clara referencia de unos venideros Kasabian) con resonancia stonerosiana y densidad ledzeppiana en un oleaje de abrasiva psicodelia sónica y saturación eléctrica de siete minutos, peca de pretenciosa por su extensión, mas resulta efectiva en primeras escuchas; además igualmente se puede apreciar este enfoque en el reminiscente corte final del disco “Come On”;  "The Drugs Don't Work" es una hermosa balada que asienta su melodía en un estilo beatleniano en “Abbey Road” y cuyos arreglos de violines evoca a unos Rolling Stones en “Sticky Fingers” posee una mezcla de inocencia melódica, melancolía y sensibilidad lastimera de notable intensidad y candidez climácica; prosigue la oferta con más psicodelia sensorial beatleniana en "Catching the Butterfly", la extensa escultura de seis minutos permite un trance sónico al infiltrar al oyente en sus densos surcos lisérgicos.


Su construcción musical es consistente, no resulta tan heterogénea mas su enfoque les permite profundizar en la pastosidad y densidad del fondo atmosférico, logrando oleadas y cascadas psicodélicas de fulgurante escucha, destacando “Space And Time”; la cálida “Lucky Man” con inspirados textos de gratitud a la vida; “One Day” con aromas a Neil Young; la jocosidad burbujeante en la sensorial “This Time”; y la letárgica balada “Velvet Morning” con aromas a sus contemporáneos Blur.

Completan el disco la prescindible "Neon Wilderness" y la redundante “Weeping Willow”.