martes, 7 de agosto de 2012

PORCUPINE TREE - STUPID DREAM



Año: 1999
País: Estados Unidos
Género: Alternative.progressive
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Pure Narcotic"



Notable transición en el sonido de la banda que fusiona la herencia alternativa noventera con la construcción musical progresiva y posturas metal; mucho de esta transición y de su inspiración radica en el enfoque de su cantautor Steven Wilson, quien saboreó en carne propia el proceso evolutivo del artista innato, quien conforme va adquiriendo más técnica y absorbiendo más recursos y referencias se introduce en una aventura o viaje de nuevas exigencias, mayor pretensión y autocritica, menos autocomplacencias, y un mayor compromiso tanto consigo mismo y su sonido como con el oyente fiel y expectante de un producto de calidad; su experiencia así origina el concepto tras este gran trabajo que despide la década de los noventa, el concepto del sueño estúpido del adolescente o joven iluso, inocente y ansioso que se ve sometido a la exigencia de la industria de la música: la inspiración y el esfuerzo en estudio resumido en un disco compacto, se da gusto de saborear el desencanto al enfrentarse a la realidad de tener que vender el trabajo discográfico, originándose una serie de conflictos internos y emocionales que cuestionan el verdadero valor del arte, ese sinsabor de la contradicción que el alma sensible del artista se ve sometida a tal confrontación se aprecia con acierto en este muy destacable trabajo discográfico.


Su sonido rescata la pretensión progresiva de unos Pink Floyd de la segunda mitad de los setenta, se aprecia una mayor dedicación en la elaboración de los fondos instrumentales, una mayor inspiración igualmente en las melodías y en su construcción, logra mayor contundencia en la intensidad que consigue cierto matiz épico en varios pasajes, destacando así su impecable comienzo “Even Less”, corte con magistral trato atmosférico que mezcla a unos Pink Floyd en “Confortably Numb” con la característica resonancia de la cascada eléctrica alternativa noventera; sus textos sobre el desencanto de la futilidad de la vida se exponen en un intenso oleaje de arreglos orquestales que desenlaza en un tenso pasaje instrumental de heavy  progresivo.

"Piano Lessons" es una accesible pieza de resonancia alternativa con aromas a sus contemporáneos Screaming Trees, además de poseer un notable acompañamiento eléctrico y arreglos vocales con cierta insinuación psicodélica; “Pure Narcotic” con bellísimo fondo instrumental contundente en el trato de la intensidad (con cierta referencia al “Old Man” de Love), y un sublime estilo vocal de clara referencia a David Gilmour; la obsesiva “Slave Called Sliver” exhibe una resonancia eléctrica de sonoridad ácida y un acertado trabajo de bajo que mantiene la tensión en un inquietante corte de muy conseguida atmósfera;, al igual que en la perturbada “Don’t Hate Me”, genial pieza de obsesiones pasionales y conflictos en la autoestima, condimentada con el pasaje progresivo de flauta y saxofón de Theo Travis; y psicodelia hendrixiana y metal se sulfuran en "This Is No Rehearsal".


"Baby Dream in Cellophane" conjura psicodelia y art-rock de unos Pink Floyd de los primeros años de los setenta, letárgica y escultural pieza de sublime emotividad; "A Smart Kid" es un envolvente corte lento de angustia existencial con notable empleo de efectos; "Tinto Brass" enfoca su propuesta art-rock a terrenos kraut setenteros; y cierra “Stop Swimming” ya acercándolos a sus contemporáneos Radiohead.

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