sábado, 28 de diciembre de 2013

NICK DRACKE - PINK MOON


Año: 1972
País: Reino Unido
Género: Folk-pop
 Puntuación: ▲▲▲▲

Considerado por muchos su gran obra maestra, este “Pink Moon” que recoge vastas opiniones ambivalentes nos muestra a un Drake acústico e introspectivo, las cuerdas y su voz se comulgan en la conjuración de piezas lentas tristes y melancólicas de simple hechura, mas exudando una increíble sensibilidad humana por su caracteristica textura vocal gamuzada y ocapa que acongoja y fulmina al oyente en su melodía, canciones que sea por tacto humano, identidad o por simple morbo logran atraer al oyente al mundo surreal de desdicha y pesimismo. 

Para tener como enfoque o pretensión una base austera y minimalista de folk-pop, resulta demasiado rústico y su propuesta en esta oportunidad escapa de lo etéreo; Drake explora la apacibilidad melódica en una suerte de folk-pop despojado de distracciones y más humano, muy a lo que Dylan o Young hacían en sus primeros trabajos como solistas, y si bien en un primer momento su nihilismo existencial fascina e invita a un estudio o introspección de su oferta, su construcción musical termina resultando marcadamente complaciente y monótona, en términos globales resulta rico en referencias y alegorias líricas, más peca de explicito en su trasfondo, uno escucha el disco y fácilmente logra interpretar lo bizarro y funesto de su filosofía, sin dejar mucho a explorar o redescubrir en posteriores escuchas.


“Pink Moon” captura en un instantaneidad melódica y ensueño en un pasaje breve de piano en la parte central que resume el surrealismo onírico del disco; “Place To Be” por otro lado posee un encanto inexplicable en sus cuerdas y la voz afligida y extenuada de Nick sobre textos de desconsuelo existencial y agotamiento emocional; “Road” es otra lenta y corta pieza con aromas a unos Crosby, Stills & Nash; y “Horn” es una breve pieza instrumental que apunta a la sensibilidad de las cuerdas para conmover al oyente, es efectiva en su instantaneidad como en su fugacidad.

“Things Behind The Sun” consigue una atmósfera sensorial ensoñadora en su estilo crudo y limpio que trae a la mente la hermosas creaciones folk-psicodélicas de Arthur Lee o Donovan; si bien acierta en algunos momentos con la sensibilidad de su estilo, en otras ocasiones falla en su falta de dirección y carencia de recursos como “Know”, monótono blues cansino y sin sentido; “Parasite” es hipnótica, posee cierta postura crooner-depresiva que se contrasta con la sucesión de cuerdas ascendente, exhibe además cierto aroma a un Syd Barret en sus trabajos como solista; y “Free Ride”, otra sinuosa pieza que consigue insinuar una contundente sensibilidad y sensorialidad más allá de su simple hechura.

“Harvest Breed” se formula como una buena idea, aunque resulta efímera y se pierde en sus cuerdas fácilmente; y “From The Morning” cierra el disco sin mayor sorpresa, ricas cuerdas de aromas bucólicos vespertinos que nuevamente se pierden en la redundancia en un disco que ni fascina ni decepciona, pero que despierta mucha sensibilidad humana y reflexión sobre la vida y su futilidad.

RENAISSANCE - ASHES ARE BURNING


Año: 1973
País: Reino Unido
Género: Symphonic.Progressive-folk
 Puntuación: ▲▲▲▲1/5

La historia de Renaissance resulta bastante accidentada y con varios cambios en su conformación, cambios que curiosamente lejos de virar drásticamente el sonido de su propuesta original (ya a estas alturas los co-fundadores y ex-Yardbirds Jim McCarty y Keith Relf habían abandonado la formación), los llevo a consolidar su propuesta folk-progresiva, a su vez acertando en el reclutamiento de sus nuevos miembros que establecería a la formación como una de las más representativas del fervor progresivo de la primera mitad de los setenta.

Mientras que sus contemporáneos buscaban la complejidad art-rock y la transgresión estructural de la música, los Renaissance optaron por un enfoque melódico con arreglos orquestales que dotaban a su sonido de una sensorialidad bucólica-medieval, en piezas que escapan de la pretensión progresiva y se aposentan en la belleza melódica tanto vocal como instrumental, y es este su “Ashes Are Burning” probablemente uno de sus obras más consumadas y significativas de su respetable discografía, de la cual cualquier conocedor de música clásica podrá deleitarse por las referencias, así como el oyente menos estudiado, pero de oído y gusto exquisito.


“Can You Understand?” abre el disco con un pasaje de piano inicial con trasfondo progresivo, que se pausa y comulga con una pieza lenta melódica a la voz de la inconfundible Anni Haslam, cuerdas folk y nostálgicos pasajes de piano en fondo de violines transportan a la mente a un paisaje épico de inmensas montañas y tristes recuerdos que formulan la superación del pasado; la delicada voz de Haslam deslumbra nuevamente en “Let It Grow”, una mágica pieza de pop con arreglos orquestales tan rica en sofisticación como en elegancia con insinuaciones baroque; “On The Frontier” posee una hermoso fondo de piano que resplandece como esmeraldas brillando a través de la luz, la melodía posee además cierto encanto bucólico country-folk a lo Stone Poneys o unos Mammas & Pappas; y “Carpet Of The Sun” es una breve pieza que encapsula la esencia folky del disco con arreglos orquestales country muy bien logrados que insinúan música fílmica (con aromas a un Lee Hazlewood) que enaltecen la sonoridad medieval.

“At The Harbour” ofrece un pasaje lento y limpio de folk-pop sinfónico que emerge como poesía o cantar del Medievo; emana un aura intimista y apacible en turbulentos textos de mareas altas y tormentas; y culmina con la apoteósica “Ashes Are Burning”, compleja e intrincada composición progresiva de sensorialidad nórdicos, en la cual nuevamente Haslam brilla con su delicada y sublime voz que se filtra en pasajes instrumentales cual ninfa del bosque en pleno invierno escandinavo.

martes, 17 de diciembre de 2013

THE ROLLING STONES – BRIDGES TO BABYLON


Año: 1997
País: Reino Unido
Género: Alternative.Blues-rock
Puntuación: ▲▲▲

La legendaria banda lanza este, disco en el cual se percibe mayor garra stoniana en comparación de su previo y muy accesible “Voodoo Lounge”, acertando por momentos con su oferta, aunque carentes de creatividad en general, desarrollando piezas aceptables en su escucha y disfrutables, mas de poca trascendencia.

“Flip The Switch” arranca el disco con un nervudo corte inicial de garage y arena-rock, rico en sus angulares guitarras y su punzante postura, resulta efectiva pues presenta su estampa stoniana, aunque genérica; sigue su superclásico “Anybody Seen My Baby”, plástica radiofórmula derivativa del sonido noventero FM, si bien funciona en primeras escuchas, carece profundidad y no crece en escuchas posteriores; “Low-Down” nos vuelve a ofrecer su cocktail stoniano con guitarras afiladas, sucias y seducción vocal; “Already Over Me” es un tiempo lento bastante lánguido y pretencioso, típica radiofórmula country-rock de predecible y complaciente sensibilidad, aunque no cae nada mal un par de escuchas hasta que finalmente denota su falta de creatividad; “Gunface” con dinámica funk resulta rica en su rugosidad y enérgica en su querencia garage-noise; “You Don't Have To Mean It” nos trae a la voz a un Richards vocalmente en un estilo reggae a lo Bob Marley, posee cierto encanto en su festiva y ligera atmósfera musical, aunque más se inclina a un world-music ochentero, y “Out Of Control”, destacable pieza con melodrama vocal que ejecuta una correcta variación de ritmos y tempos y un detonante estribillo.


“Saint Of Me” posee una atractiva sección rítmica, algo irregular en su apartado vocal con el instrumental por momentos; “Might As Well Get Juiced” es una pieza disonante y con cierto grado experimental, parece sugerir alternative e industrial en su base blues, resulta por momentos efectivas al exponer su crudeza garage-blues a efectos y distorsiones electrónicas y sintetizadores, más peca de monótona y sin dirección ni clímax; “Always Suffering” sigue la línea country rock en una balada simple que si bien posee cierto encanto bucólico, resulta redundante de sus previos trabajos en años anteriores; “ Too Tight” refresca de tanto melodrama con su característica bravura stoniana, visceral y angular, resulta un deleite para los oídos; “Thief In The Night” es otra pieza a la voz de Richards bastante disonante y bizarra, si bien su manejo de cuerdas y textura resulta rica en resonancia, exagera su pastosidad y no va a ninguna parte careciendo totalmente de clímax; y cierra el disco “How Can I Stop”, pieza lenta r’nb con notable emotividad, limpia y simple, de aceptables arreglos corales y explosivo parte final, placentero y apacible punto final para un disco de opiniones encontradas.


sábado, 14 de diciembre de 2013

PETER GABRIEL - PETER GABRIEL II


Año: 1978
País: Reino Unido
Género: Art-rock.World-music
Puntuación: ▲▲▲

Luego de explorar conceptos art-rock en su momento más significativo, musicalmente hablando, cuando pertenecía a la banda Genesis, Peter Gabriel se lanza como solista, e imbuido en la explosión electrónica de sintetizadores emergentes de una venidera new-wave; su oferta en solitario escapa drásticamente del sonido de su original agrupación, en la cual se respaldaba por la construcción musical en sus instrumentos y su pretensión conceptual-progresiva, mas ahora nos exponemos a un duende electrónico que enfoca la construcción de su sonido a destellos impresionistas de efectos sonoros, teclados, melodías pop, arreglos corales y muros de sonido que se filtran por momentos con exotismo y por otros resultan bastante pretenciosos en su basamento.

La plastificación de su sonido en un primer momento le llevo a componer estimables piezas como la disfrutable “On The Air”, punzante pieza pop que vocalmente podrán haberla hecho unos Queens (derivados de unos Beatles), su sección rítmica y sus efectos futuristas que otorgan cierta sensación de vértigo resultas plausible aunque falla en el aspecto vocal, resulta muy forzado la agresividad que parece inspirarse de un Bruce Springfield; “D.I.Y.” es una genial pieza menos saturada que permite disfrutar del astuto manejo de cuerdas y buen sentido del ritmo del artista; además de destacar el trabajo melódico con aromas a unos Scruffs; sigue “Mother Of Violence”, balada lenta a piano muy a lo que hacía en Genesis, muestra así su talento para el acompañamiento de piano en ensoñadores pasajes de delicadeza y elegancia con herencia de McCartney; “A Wonderful Day In A One Way World” presenta una rica sensorialidad instrumental y de efectos sonoros, etérea y rítmica con insinuación al reggae, una buena idea que sin embargo no resulta muy bien llevada pues su melodía resulta poco memorable, su clímax es predecible al acentuarse en los teclados y resulta poco placentera en reescuchas; y “White Shadow”, pomposa pieza con pretensión art-rock a lo Pink Floyd  que peca de formulista y plástica, aunque valga decir que su parte final resulta muy placentera por sus insinuaciones épicas a lo Brian Eno.


“Indigo” es otro tiempo lento con insinuaciones orquestales barrocas, acierta en su trato de la intensidad con enfoque art-rock bowiano y cierta sensibilidad crooner a lo Tom Waits; “Animal Magic” es una pieza que parece inspirarse en el estilo teatral de Alice Cooper (por momentos me trae a la mente al “Public Animal”), logra impactar con su melodía y su fastuosidad glam, aunque su sonido resulta muy manoseado para el oído menos comercial; “Exposure” resulta de mejor concepción atmosférica,  parece basarse en una línea de funk y juega con la psicodelia y el ambient de una manera sensual e insinuante a la vez que se percibe cierta perversidad y desesperación vocal; “Flotsam And Jetsam” es una breve  balada con teatralidad bowiana que no aporta mucho al disco; y “Perspective”, corte más rocker con insinuaciones a unos primeros Roxy Music y accesibilidad glam a lo Elton John.

El disco lo cierra la balada “Home Sweet Home”, uno de los momentos cumbres del disco en el cual desgrana una agridulce historia con desenlace dramático que otorga una reflexión sobre la futilidad de la vida, la frustración que esta genera y la incapacidad de poder manejar o dictaminar las circunstancia de ella misma, en la cual nos vemos expuestos a vivir según se suscitan los hechos.

RADIOHEAD – IN RAINBOWS


Año: 2007
País: Reino Unido
Género: Alternative.progressive
Puntuación: ▲▲▲

Controversial banda que recogen una suerte de ambivalencias tanto en la calidad de sus trabajos como en el talento de sus miembros; la banda inglesa nos presenta así con su “In Rainbows” un sonido más maduro y direccionado si lo relacionamos directamente con sus proyectos electrónicos post-rock a partir del “Kid A”, menos descontrol y mayor enfoque en la construcción sin optar por la mera exploración, consiguen estimables e interesantes piezas llenas de intrincados pasajes y alucinantes enfoques post-modernistas, pero también resulta por momentos bastante complaciente y sin dirección en piezas que buscan a partir de lo rudimentario, lo rústico y lo rítmico desarrollar una idea o concepto, quedando flojamente estancado, carente de clímax y falsos de sensibilidad.


“15 Steps” da comienzo al disco en una pieza que rebusca en la electrónica cierto caos y exotismo primitivo que va desarrollando una atmósfera space-rock, deriva de lo que Beck viene haciendo con mayor contundencia a lo largo de su destacable trayectoria; se pierde fácilmente en su falta de dirección y creatividad recayendo en formulismo obvios y precarios para un corte de inicio; “Bodysnatchers”por otro lado ofrece un enfoque interesante, ideas post-grunge se aposentan en su fibra noise-melódica y que a su vez filtran astutamente la psicodelia y el pop-bubblegum; en “Nude” vemos a un Tom Yorke recurriendo a su característico falsete que ni tiene de crooner ni de melodioso; afligido y oprimido, es una pieza aceptable por la apacible atmósfera que se genera, limpia y pausada, con huella del post-punk nuevaolero ochentero, el ambient y el chamber-pop; “Weird Fishes_Arpeggi” es otra de sus características piezas en las que parece haber una sutil desconexión rítmica en la voz y el ligeramente mayor tempo, dando una suerte de trance mental lamentoso sensorial, técnica reusada en su “Kid A” y “Amnesiac” y con mayor acierto en su “OK Computer”;  y “All I Need” es una cansina pieza somnífera con recursos post-rock y art-rock sin consistencia, sin atractivo y recaen en lo predecible.


Menos es más, y cuando la banda abandona tanto manoseo electrónico puede generar piezas realmente innovadoras como “Faust Arp”, muy interesante pieza en la cual una poco convencional rítmica vocal que juega con el folk y sutilmente con el rap se sumergen en un sofisticado fondo de violines y arreglos orquestales; traen a la mente tanto a Beck como a los Beatles en “Revolver”, incluso guarda cierta remembranza al estribillo del “Red Telephone” de Love; “Reckoner” redunda complacientemente en su estilo característico, aunque se destaca su segunda parte, que ofrece un depresivo pasaje de arreglos corales en un trasfondo sonoramente etéreo y ambivalente que los acerca al art-rock de Wyatt; “House Of Cards” es otra estimable pieza que por momentos insinúa noise y dream bloody-valentiano conteniendo su emergente estridencia en una pausada y letárgica atmósfera ambient sensorial suficientemente efectiva, aunque carente de dirección o clímax; y lo completan la oscura “Jigsaw Falling Into Place”, otro de los aciertos del disco, una atmósfera psicodélica con insinuación gótica que filtra a unos Sonic Youth ochenteros, y la minimalista “Videotape”, que juega con conceptos krautrock pero carece de objetivo o dirección alguna más que extenderse por 4 interminables minutos de sugerentes ruidos sordos.

martes, 10 de diciembre de 2013

OASIS – DIG OUT YOUR SOUL


Año: 2008
País: Reino Unido
Género: Alternative.psychedelic-rock
Puntuación: ▲▲1/2


Regreso de la banda inglesa más representativa de la época dorada del brit-pop; si bien siempre han sabido mantener su propuesta pop-psicodélica con momentos de noise ácido, garage y glam-rock, su sonido no ha sufrido mucha alteración con el pasar de los años, lo cual si bien ha mantenido a los fans fieles a la espera del nuevo material, denota la poca originalidad y falta de creatividad en la exploración y madurez de su sonido, que cada vez parece sonar más a los Beatles psicodélicos de sus mejores momentos como “Revolver” y “Magical Mystery Tour”.

Da comienzo al disco “Bag It Up”, potente tema noise y ácido hendrixiano cuya melodía tiene remembranza al “She Came into the Bathroom Window”, posee una fogosa y bélica atmósfera que nos remota a los mejores momentos de la tensa psicodélica sanfranciscana; “The Turning” posee una rítmica funk en atmósferas densas psicodélicas derivadas del acido-house mancuriano de fines de los noventa, por ahí con aromas a unos Kula Shaker más ácidos; “Waiting For The Rapture” se presenta como un apabullante corte heavy ya coqueteando con el stoner, de predecible clímax poco sorprendente; y “The Shock of the Lightning” corte de arena y psicodelia sesentera de punzantes guitarra eléctrica y simple y atractiva melodía vocal muy efectiva para engañar el oído, aunque derivativa en su estructura.


El corte lento “I’m Outta time” es otra de las típicas baladas de la banda que deriva de su querencia por la melodía beatleniana, típicas piezas emotivas con las que, y sin parecerles suficiente, inundaron y saturaron ellos y otras bandas durante la década de los noventa las emisoras radiales; mas Beatles (esta vez de su “White Album”) en “(Get Off Your) High Horse Lady” aunque esta vez también se percibe su querencia por las cuerdas blueseras y la construcción melódica de Neil Young; “Falling Down” tiene una evocación space-psicodélica claramente alusiva al “Tomorrow Never Knows”, se dejan llevar por la acidez electrónica y un enfoque post-rock neopsicodélico, mas desarrollan una floja melodía vocal con inclinación a unos Pink Floyd setenteros que desperdicia la experiencia sensorial; y “To Be Where There’s Life”, de entre lo más rescatable del disco, acierta al tomar la psicodelia con sus roces orientales sesenteros para hacer un canto mantra que incita a una danza ritual que cómodamente se podría encontrar de entre lo más disfrutable del catálogo de Kasabian.

El disco lo completa “Ain’t Got Nothing”, garabe-blues tenso de abrasivos muros de guitarras y caos de batería, busca la dirección psicodélica en su caos sónico, aunque no resulta memorable ni concisa; “The Nature of Reality”, incisivo glam-blues con atmósfera psicodélica muy a lo que hacen los Black Rebel Motorcycle Club, del cual se destaca la crudeza eléctrica garagera que consigue su sonido y el abrasivo sonido de platillos en batería; “Soldier On”cierra el disco con una atmósfera depresiva de juegos corales psicodélicos, conecta en su estilo con “To Be Where There’s Life” en su penumbrosa y aquejada tensión sensorial que se va acrecentando conforme avanza el tema, hipnotizante y rítmico resulta un buen punto final para esta aventura ácida de la banda mancuriana.

sábado, 7 de diciembre de 2013

NICK GARRIE – THE NIGHTMARE OF J.B. STANISLAS


Año: 1969
País: Reino Unido
Género: Psychedelic.folk-pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Una de las mayores reliquias que se rescata de los discos perdidos de los sesenta es esta onírica experiencia psicodélica-barroca de Nick Garrie, mágica y evocativa, su propuesta es una delicia de melódica y arreglos vocales que reposan con docilidad en sofisticados arreglos orquestales de fondo que filtran el ensueño dream-folk y la sensorialidad atmosférica del más alto nivel.

“The Nightmare Of J.B. Stanislas” da comienzo el disco de manera opulenta, nos impulsa a un cielo nublado y tórrido, en el cual conviven espectros, cisnes, océanos y esperanzas, una densa nebulosa acapara de arranque los sentidos y nos sumerge en un letárgico y desconsolado canto de melancolía humana con alusiones a la psicodelia de la costa oeste (por ahí se percibe la psicodelia de Gene Clark en “So You Say You Lost Your Baby”); “Can I Stay With You” filtra a un Duncan Browne de su “Give Me Take You” con un sensible Nick Dracke en su melodía simple y emotiva en textos de angustia romántica; “Bungles Tour” presenta un mayor predominio folky inglés en su sonoridad, con alusiones a un Graham Gouldman; y la conmovedora “David's Prayer”, ensoñadora pieza de sentida emotividad que podría filtrarse en un “Odessa”.


“Ink Pot Eyes” se percibe melódicamente como reminiscente de unos Beatles de mediados de los sesenta, rica en cuerdas psicodélicas; “The Wanderer” posee una rica orquestación y arreglos de piano con insinuaciones vodevilescas e incluso al bossa-nova; “Stephanie City”  es una risueña pieza calmada de sensual juego de cuerdas vespertinas a lo Van Morrison “Little Bird” nuevamente recurre a la sensibilidad del folk-pop; ”Deeper Tones Of Blue” es un corte pausado, con juegos vocales cuyo trato melódico filtran a unos Simon y Garkunkel; “Wheel Of Fortune” es otra de las mas fastuosas piezas del disco con juego vocal beachboyero e instrumentación baroque; y cierra “Evening”, compleja pieza atmosférica de pretensión art-pop por ahí sonando a unos Buffalo Springfield.

“Queen Of Queens” es la pieza disonante del disco, country-folk de forzada facture vocal marcan un desequilibrio del sonido  apacible y armónico del disco.

THE FLAMING LIPS - THE SOFT BULLETIN


Año: 1999
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Neo-psychedelia
Puntuación: ▲▲▲▲▲

La evolución de los Soft Bulletin resulta muy satisfactoria al hacer una introspectiva de su sonido, y es este su “Soft Bulletin” uno de sus marcados éxitos en la calidad de su propuesta; muros psicodélicos se construyen generando una atmosfera sideral que juega con el space, el ambient, el dream, el sunhine y el synth-pop, muy a la par de sus contemporáneos Mercury Rev. Su sonido logra así recopilar de entre los mejores momentos del pop en su pretensión opulenta y sofisticada.

El disco comienza con la genial "Race for the Prize", fascinante pieza de psicodelia revolviana, esplendor sunshine e inocencia melódica beachboyera; “A Spoonful Weighs a Ton" comienza como una sofisticada pieza baroque con sonoridad fílmica a lo “Days Of Future Passed” de los Moody Blues, que desenlaza en un estruendo ácido de sintetizadores; el dream-pop de "The Spark That Bled" emplea muros vocales en coros psicodélicos beachboyeros que evocan al épico “Pet Sounds”; “Slow Motion" sorprende por su deslumbrante resonancia neo-psicodélica rica en matices y texturas sensoriales; y "What Is the Light?" explora el art-rock de Bowie, Eno o incluso Pink Floyd en una perspectiva post-modernista.


Sigilo y cautela emana "The Observer", pausada pieza con alma kraut-rock que explora el space sensorial elegante y curiosamente introspectivo; una invitación a la exploración del mundo espacial interno, por momentos la pieza se torna oscura y oprimida; "Waitin' for a Superman" apunta nuevamente a unos Beatles pero ahora de su denso “Magical Mystery Tour”; "Suddenly Everything Has Changed" es una mágica pieza de sonoridad sci-fi y psicodelia sensorial; el comienzo de "The Gash" parece retrotraernos inmediatamente a la opulencia barroca del magistral “Odessa” de los Bee Gees fusionados con el estilo orquestal de la ELO; "Feeling Yourself Disintegrate" es simplemente fascinante, una maraña de muros sonoros que juegan con la psicodelia y el dream acurrucan los sentidos en una inmaculada atmósfera risueña y narcótica; y cierra "Sleeping on the Roof" es otro corte instrumental con efectos sci-fi y atmosfera sensorial de dirección post-rock bastante efectiva.
 

BIG STAR - THIRD/SISTER LOVERS


Año: 1978
País: Estados Unidos
Género: Lush.power-pop
Puntuación: ▲▲▲1/5

En un intento por llevar su propuesta a una dirección más agresiva y etérea tanto en su sonido como en sus textos, los Big Star logran una madurez musical en su estilo que los lleva a la elaboración de este pretencioso trabajo discográfico, el cual presenta su característico cuidado en la construcción melódica; de herencia beatleniana, la intromisión de la guitarra eléctrica con mayor presencia y la comunión de sus miembros resulta muy placentera para los oídos a lo largo de 19 cortes que filtran diversos géneros como el góspel, el folk y el country en su base pop.

Escapan de la formulación melódica convencional y se sumergen en la creación orgánica de la melodía que otorga una suerte de cobijo en sus densidades sonoras en la cual la melodía pop va emergiendo limpia e impredeciblemente, dando así una experiencia particular que va desgranando el encanto de su propuesta; “Kizza Me” da inicio al disco con un toque lush y glam-pop con cierta pastosidad jangle byrdsiana y una densa textura de sutil caos psicodélico y reminiscencia a Arcadium; “Thank You Friends” es una especie de introducción o bienvenida animosa de melodía beatleniana, arreglos en coros góspel y violines acentúan la intensidad y sensibilidad baroque que se yuxtapone con secciones de metal; “Big Black Car” resulta letárgica y somnífera, atmósfera pausada una voz susurrante apagada aunque consigue momentos de esplendor en piano en su parte final; la navideña “Jesus Christ”, corte pop simple y melódico; y “Femme Fatale” la versión del clásico de los Velvets en una pieza que parece emular a unos Byrds de mediados de los sesenta (ya sin Clark).


“O, Dana” acentúa su querencia por el folk-pop con sonoridad country, es una enérgica pieza que hereda tanto del estilo de Gram Parsons como de un temprano George Harrison como solista; “Holocaust” es un corte muy atípico, un estilo vocal psicodélico frío y depresivo y atmósfera fúnebre a lo A.C. Quintet o Syd Barret como solista; “Kangaroo” presenta una de las atmósferas sensoriales más ensoñadoras, parece evocar un country psicodélico de ricas cuerdas y sutiles distorsiones velvetianas que se fusionan con percusiones spectorianas por ahí desenlazando en un Lou Reed en “Berlin”; “Stroke It Noe” posee un encanto renacentista con arreglos de violines de música clásica y una de los fondos melódicos más memorables del disco; “For You” sigue la línea del corte predecesor empleando violines barrocos en una pieza que podría ejecutar los mismísimos Left Banke; “You Can't Have Me” añade más rock´n’roll a lo McCartney;  y “Blue Moon” es otra hermosa balada con tacto melódico a lo Boettcher o Wilson.

lunes, 2 de diciembre de 2013

KLAXONS – SURFING THE VOID


Año: 2010
País: Reino Unido
Género: Indie.Post-punk-revival
Puntuación: ▲▲1/2

La formación londinense elabora un trabajo discográfico en el cual se re-exploran los conceptos de space-rock psicodélico con dirección post-punk, densas atmósferas de incitación sensorial, tanto hereda del krautrock setentero como de la new-wave electrónica, el post-punk denso y sensorial de Chameleons o los Cure, el rave que va desde los Happy Mondays hasta los Chemical Brothers,  además de emplear saturaciones noise agresivas con huella de los Bloody Valentine, y nunca falta el espacio para filtrar algo de rítmica funk (para no aburrir con tanto sintetizador) que ya se ve con anterioridad en sus producciones y en las de las taaaantas bandas indies provenientes de las islas británicas; si a esto no olvidamos agregarle un atractivo FM y cierta sonoridad alternativa heredada del alternativo americano noventero a lo Sonic Youth (para no sonar tan obvios), nos encontramos con una producción derivativa y de poca trascendencia más que un par de escuchas.

 “Echoes” abre el disco con intro disco-space, susurrantes voces se filtran en una atmósfera sónica abrasiva y caótica, meteoritos colisionan abruptamente entre sí en oleajes cósmicos de magnas dimensiones, no está mal como corte inicial aunque abusa del empleo de muros de sonidos; “The Same Space” define mejor la melodía nuevamente en una pieza rítmica y densa, se percibe mayor definición y cuerpo en su estructura; “Surfing The Void” es una convulsiva y caótica pieza space-noise que parece fusionar a unos Horros de su disco debut con unos Arctic Monkeys de su segundo trabajo discográfico (y esto sin ser necesariamente algo loable), peca de sobrepretenciosa; “Valley Of The Calm Trees” contiene cierta sonoridad alternativa de bandas como Built To Spill o Porcupine Tree en su rítmica, ligera y de textura space-psicodélica, de entre lo más soportable del disco; y “Venusia”, nuevamente emanando disco-space en una melodía vocal que podría haberla elaborado unos Blur noventeros.


“Twin Flames” logra una intro bastante interesante, perverso gótico se acrecienta con una macabra percusión que desenlaza todo un oleaje sónico, una interesante forma de reinventar el acid-house; y “Cypherspeed” ofrece uno de los momentos más climácicos del disco en una orgia sónica de acido y rave mancuriano con profundidad y textura space; el resto resulta atractivo y disfrutable, más poco memorable en posteriores escuchas.

LOS PRISIONEROS – PATEANDO PIEDRAS



Año: 1986
País: Chile
Género: Post-punk.New-wave
Puntuación: ▲▲▲▲

Tremendo cambio que les significó a la banda su segundo trabajo discográfico, la banda chilena se adentra a la parafernalia nuevaolera en su empleo de sintetizadores que sirven como fondo y estructuras rítmicas para poder conceptualizar sus ideas, mostrando una madurez de su sonido sin perder su estilo ni su personalidad.

Disco conceptual que aborda el descontento social de la represión del gobierno y la diferencia de clases, con menor presencia de guitarras y mayor contenido de reflexión lírica el disco comienza con “Muevan las industrias”, astuta pieza de post-punk nuevaolero con reminiscencia a la dinámica rítmica post-punk de unos primeros Joy Division, su sinergia sonora resulta muy acorde y meritoria al filtrar tanto el estilo motonik del krautrock de Neu! o Kraftwerk como una suerte de ritual o ‘baile moderno’ de Pere Ubu, en textos que llaman a una ‘mecanización’ laboral en la que se trata como robots desechables al operario; “¿Por Qué No Se Van?” es una fresca y directa pieza que equilibra el sonido electrónico del disco, su rítmica reggae-ska en las cuerdas y su sugerente línea de bajo de aires surf se comulgan placenteramente junto con una impecable melodia y trabajo vocal tanto en los arreglos corales como en la voz principal; “El Baile De Los Que Sobran” es uno de sus grandes clásicos, comienza de manera melancólica con fondo acústico insinuando un estilo dylaniano, para luego desarrollar un acompañamiento en sintetizadores con huella de Depeche Mode;  y “Estar Solo” cuenta con una atmósfera densa de sintetizadores oscuros y depresivos, muy a lo Cure.


“Exijo Ser Un Héroe” muestra su vena synth-pop con mayor acentuación, una pieza bailable y jubilosa que contrasta con la oscuridad de su predecesora; “Quieren Dinero” con intro surf en cuerdas y mayor presencia del dinamismo melódico-vocal con la rítmica de sintetizadores, logrando una pieza consistente de ricos matices en textos de crítica hacia el capitalismo, la dependencia del dinero y la codicia; “Por Favor” posee un uso de sintetizadores con orientación FM y muros electrónicos que por momentos pecan de mal gusto, aunque es un claro y digno ejemplo de la plastificación del sonido ochentero de la new-wave; “¿Por Qué Los Ricos?” recupera su instantaneidad y frescura de su disco predecesor (cómodamente podría filtrarse en este de hecho), ávida canción con textos de crítica sobre la diferencia de clases; “Una Mujer Que No Llame La Atención” es una interesante pieza sobre el machismo latino, su empleo de efectos nuevamente peca por momentos de mal gusto, aunque el resultado final resulta concreto y efectivo, una mejor edición de la pieza le hubiera sido de mayor efectividad; y termina “Independencia Cultural”, acertado punto final que redunda en lo explicado, de menor saturación electrónica y mejor trabajo melódico, cierra uno de los más celebrados trabajos provenientes del rock latino de la década ochentera.

FRANZ FERDINAND – TONIGHT



Año: 2009
País: Reino Unido
Género: Indie.Post-punk-revival
Puntuación: ▲▲1/2

Inspirado en las consecuencias ‘sufridas’ tras una noche de juerga y perdición, la banda original de Glasgow lanza su tercera producción discográfica, esta vez alejando su sonido del garage post-punk de sus predecesores, y optan por una dirección con mayor presencia de arreglos electrónicos, derivados de la new wave ochentera (una de las claras influencias de su sonido) que les otorga una propuesta más etérea en su sonido, aunque por momentos peca de monótona, que los lleva a respaldar su oferta en repetitivos efectos de sintetizadores, opacando su talento para ofrecer tremendas piezas sinérgicas y dinámicas que se veía en su previos trabajos.


En honor a la verdad, el concepto del disco es lo menos trascendente, aunque sirve muy bien de gancho para atraer al oyente al sonido del disco; “Ulysses” da un correcto inicio al disco con una especie de sutil intro disco-funk que acrecienta una dinámica post-punk simple y muy efectiva, un pegajoso ‘laha-lala-lala’ en el estribillo y abusivos efectos de sintetizadores resultan acertados en esta pieza ávida y potente; “Turn It on” aprovecha nuevamente los efectos sonoros aunque ahora con sutiles aires a unos primeros Roxy Music, una voz sensual; “No You Girls” es una pieza disco-funk con esencia ochentera, resulta efectiva en primeras escuchas por su atractivo estribillo, aunque con las reescuchas pierde fuerza y resalta su genérica construcción; y “Send Him Away” logra una interesante atmósfera con cierta insinuación que juega con la psicodélica y el funk sin definirse totalmente, astuta pieza que engaña al oído en su percusión afro-rítmica.

“Twilight Omens” resulta menos inspirada, rítmica complaciente y melodía poco memorable; “Bite Hard” comienza con un tiempo lento para luego acentuarse en un aguerrido post-punk de mayor resonancia punk, intensa y plausible en su manejo del ritmo; “What She Came For” es puro disco-funk con reminiscencia melódica a unos Blur, jocosa y de curiosos recursos, aciertan al darle agresividad en el estribillo, y un estilo musical que trae a la mente a la explosión new-wave neoyorkina en bandas como Talking Heads o Blondie; y “Live Alone”, con clara huella de los Cars manifiesta un buen gusto por la construcción de muros de sonidos y efectos electrónicos por ahí con aromas a un Iggy Pop y Bowie berlinés.


El disco lo completa “Can't Stop Feeling”, pieza a estas alturas ya genérica de disco-funk nuevaolero, aunque con adictivo riff electrónico y atractivo coqueteo al synth-techno; “Lucid Dreams” nuevamente apuntando a unos Blur más funk y redundando en lo previamente explicado; y las baladas “Dream Again” con notable atmósfera pausada que incita sigilo, la melodía se trata en un estilo beatleniano (trae a la mente el inevitable estribillo del (“All You Need Is Love”) y “Katherine Kiss Me”, típica balada de la banda de estilo folky y cuerdas acústicas, simpática en melodía aunque floja de feeling.

ATOMIC ROOSTER - ATOMIC ROOSTER


Año: 1970
País: Reino Unido
Género: Hard-rock.Heavy-prog
Puntuación: ▲▲▲▲

Singular formación que vio la luz tras la salida de Vincent Cane del Crazy World Of Arthur Brown, importante tecladista con querencia por el jazz y el progresivo, para formar junto con Carl Palmer y Nick Graham una de las agrupación más respetables de la temprana era del rock progresivo; su disco debut si bien no logra una contundencia global, permite deleitase con el tremendo talento de sus miembros en la construcción progresivas de piezas ambiciosas y complejas, ricas en pasajes instrumentales de sofisticada hechura con base jazz.

Su fuerte en la alucinante bravura de Cane en los teclados, que comulga el alma de la psicodelia, el jazz y el heavy-noise en una dirección épico-progresivo en piezas mastodónticas de saturación en teclados, solos delirantes, un embiste de batería desquiciante en una atmósfera convulsiva que introduce al oyente en una inhóspita aventura progresiva de alto calibre con huella de los mejores momentos del rock inglés de fines de los sesenta como King Crimson, The Nice y Black Sabbath.


El disco comienza con la enérgica “Friday The Thirteenth”, demoledora pieza heavy-prog con aromas a unos Little Free Rock o unos Iron Butterfly y un enfoque oscuro de herencia sabbathiana que desarrolla un alucinante solo de teclados en su parte media; “And So To Bed” marca una abrupta distancia de su corte predecesor en una pieza más pausada que equilibra astutamente unos sofisticados arreglos de teclados de estilo jazz-psicodélicos con una dinámica percusión en batería de Palmer lo suficientemente agresiva como para no desentonar; “Broken Wings” es una balada con pretensión épica y profundidad atmosférica jazz-psicodélica, por momentos muy laxa aunque su construcción y estructura destaca por su elegancia (esos pasajes de trompetas en su parte final e inicial realmente dotan a la pieza de una épica conceptual a lo Moody Blues), mas queda inferior a piezas más ávidas como las de Blood, Sweat and Tears o King Crimson; y “Before Tomorrow” es uno de los mejores cortes del disco, mordaz pieza de heavy-prog angular en el cual Palmer y Cane demuestran su magistral sinergia en la construcción musical al generar caos y convulsión sensorial acompañados en esta oportunidad del guitarrista John Du Cann.

“Banstead” es otra pieza lenta de insinuante soul-prog con tintes épicos, resulta una pieza relativamente fallida pues evoca a unos Procol Harum sin el impecable tacto melódico de estos, si bien su resonancia y aura atmosférica acierta al evocar cierto aire celestial cuasi-órgano de iglesia, desentona su visceralidad en la voz; “S. L. Y.” en un blues-prog bastante interesante en su parte instrumental, aunque no muy bien construido, resulta laxo por momentos, apabullante por otros, y disforzado vocalmente; y sigue la notable “Winter” con intro que comulga a unos primeros King Crimson con Jethro Tull, pieza lenta que evoca  aromas medievales, el estilo vocal esta vez resulta más que acertado, elegante pieza con presencia de flauta, campanas, teclados y batería, cuidada al más mínimo detalle logra manifestar la exuberancia y alta sofisticación de la banda al no caer en disonancias ni estridencias innecesarias, una de las mejores piezas que ha hecho la agrupación.


El disco lo completa la genial “Decline And Fall”, rítmica pieza progresiva que permite nuevamente deleitarse con el talento de Palmer y Cane esta vez en un corte menos caóticao y de mayor espacio para cada uno, valga decir que cuenta con un destacable solo de Palmer a la batería en su parte media.

viernes, 29 de noviembre de 2013

BAUHAUS - MASK


Año: 1981
País: Reino Unido
Género: Post-punk.Gothic
Puntuación: ▲▲▲▲1/2


Segunda gran producción de la banda gótica Bauhaus, importante nombre en la escena inglesa de inicios de los ochenta direccionada en una vertiente post-punk oscura y tétrica, su propuesta sigue lo trazado por su predecesor, mas se adentra en atmósferas de mayor elaboración y complejidad, etérea, pasajes en los que la fría voz de su vocalista Peter Murphy nos va relatando historias funestas, paranormales y desquiciadas en escenarios de ultratumba, claustrofóbicos y morbosos, que podrán servir cómodamente como fondo para alguna película americana de horror de clase B, en los cuales la desdicha amorosa y humana tiene valida cabida.

"Hair of the Dog" da inicio al disco en una difusa atmosfera de noise eléctrico y batería tribal, sembrando la tensión y la perturbación sensorial dejándose llevar por la rítmica en bajo y confusos teclados que otorgan una sensación de alucinación perversa junto con un fogoso e intenso Murphy; sigue "Passion of Lovers" con tórridas reflexiones amorosas en densas masas sónicas con astutos destellos de luz en su estribillo que incitan a una suerte de obsesiva flagelación mental; “Of Lillies and Remains” es un excelente muestrario de su talento en la construcción de piezas psicóticas y rítmicas (que adelanta al sonido de los Pixies) que se condimentan en sus mórbidos recursos y efectos de clavijas oxidadas, demencia y sensación de estar en un callejón sin salida; y “Dancing”, una ávida pieza con sonoridad de referencia al gótico de Joy Division o Siouxie And The Banshees.



Su mayor empleo de sintetizadores para este disco genera una interesante comunión de la rítmica de su sonido con la engatusante experiencia sensorial que otorga las densidades conseguidas por los teclados, “In Fear Of Fear” da fe de ello en una pieza bizarra que mezcla el sci-fi con la oscuridad tétrica del gótico de Joy Division, “Hollow Hills” es un efuerzo por explorar atmósferas más limpias y valerse de su talento en la voz y en los coros para confabular la estructura de la canción, no resulta mal aunque marcadamente disonante en el disco y cansina en reeescuchas; “Kick in the Eye” mezcla una rítmica disco-funk clon su postura gótica de manera astuta, incitando a un baile ritual new-wave con inclinación a unos Talking Heads, “Muscle in Plastic” resulta más conseguida por su sinergia de batería y bajo, otorgando un calamitoso tempo que parece detonar en cualquier momento ante la desquiciante voz de Murphy, corte que conserva cierto encanto crudo y minimalista de su sonido caótico; y “The Man with the X-Ray Eyes” es simple y efectiva, cuyos momentos sin acompañamiento vocal hacen cierta referencia al bubblegum sesentero.

Cierra “Mask”, corte homónimo que explora un gótico-industrial sensorial pastoso y apocalíptico, que claramente podría haber influenciado a unos noise My Bloody Valentine en los 90s.

THE ROLLING STONES - VOODOO LOUNGE


Año: 1994
País: Reino Unido
Género: Alternative.blues-rock
Puntuación: ▲▲1/2


Aceptable disco de estudio de la banda, si bien varias de sus piezas pecan de genéricas y formulistas, se logra apreciar un mayor interés por la construcción melódica y musical por momentos, mas su innecesaria prolongación hacen que la experiencia musical sea poco memorable, relleno de piezas genéricas y olvidable en reescuchas.

Varias de sus piezas se satisfacen en construcciones facilistas de estribillos pegajosos, letras complacientes, secciones rítmicas derivadas y ya a estas alturas poco sorprendentes, “Love Is Strong” por ejemplo no ofrece nada nuevo, mas resulta aceptablemente escuchable y disfrutable en un par de escuchas, luego se esfuma la magia y pierde su impacto y querencia por su escucha; “You Got Me Rocking” con estribillo atractivo para ser coreado en conciertos, aunque su construcción del clímax resulta bastante complaciente y su poca creatividad la prolonga sin dirección ni atractivo hasta ,los tres minutos y medio, habiéndose acabado el interés y el factor ‘sorpresa’ a algo menos de los dos minutos de su escucha; la entretenida “Sparks Will Fly” es una dinámica pieza aceptable en términos generales; más piezas genéricas sin trascendencia como “I Go Wild”, “Mean Disposition” o “Baby Break It Down”; y “The Worst” es una forzada y falsa balada country a la voz de Richards que a pesar de durar menos de dos minutos y medio termina sintiéndose tediosamente interminable.


Otro factor a resaltar es la considerable cantidad de contenido pop del disco, lejos de sus mejores y más inspirados momentos sesenteros, mas por momentos lo suficientemente atractivo e interesante; “Moon Is Up” por ejemplo resulta notable en su idea y concepción, aunque floja vocalmente, y derivativa del “Planting Bad Seeds” de los Skip Bifferty; “Sweethearts Together” es rica en matices y simpático colorido musical, no resulta nada mal si no fuera porque se extiende innecesariamente hasta casi los cinco minutos de duración, además de contar con un breve solo de acordeon que insinua sutilmente de cierto aire de cumbia-vallenato colombiano a la pieza; “Blinded By Rainbows” suena derivativa e intrascendente, además que falsa, sin feeling, extensa y de poca creatividad y trabajo en la construcción musical; y ”Out Of Tears” cumple con desarrollar la sensibilidad y atmósfera sensorial, aunque su sobremanoseo FM en producción provocan una sensación de ‘abusiva castración’ del sonido e identidad musical stoniana.

Talvez lo más notable sea “Brand New Car “, sugerente pieza rock que ofrece una atmósfera hipnótica y lujuriosa; “Suck On The Jugular“ con dinámica sección rítmica funk y suculento solo de harmónica; “Mean Disposition”, notable rock’nroll con resonancia boogie y rugosidad garage bastante disfrutable; cerrando un trabajo discográfico efectivo en su globalidad, pretencioso aunque valga decir que ofrece la suficiente variedad como para disfrutarse en reescuchas.

THE HORRORS – PRIMARY COLOURS



Año: 2009
País: Reino Unido
Género: Indie.Post-punk-revival
Puntuación: ▲▲


Segunda producción de la banda inglesa que se aleja de su sonido garage-punk y noise-rock para adentrarse en exploraciones con enfoque post-punk derivado del rock gótico con clara alusión a las grandes bandas ochenteras como Bauhaus, Joy Division, Chameleons, o Jesus And Mary Chains, así como de la movida alternativa noventera de bandas dream-noise como My Bloody Valentine.

Lo malo es que su oferta queda muy inferior en comparación con sus grandes mentores, redundando en recursos simplistas sin mucho atractivo ni factor sorpresa; complacientes y formulistas resultan entretenidos y atractivos en un primer momentos mas terminan delatando su poca originalidad tras posteriores escuchas.


“Mirror´s Image” es un aceptable punto de inicio, su estructura deriva del “I Wanna Be Adored” de los Stone Roses comenzando con un sutil inicio ambient que vira en una dirección retorcida y difusa, densidades contrapuestas caprichosamente dibujan una atmósfera nebulosa de noise-shoegazer, su efecto de vértigo y sutil aroma oriental contribuye a la conceptualización de caos y confusión; “Three Decades” sigue la propuesta aunque con mayor saturación ya con enfoque a unos My Bloody Valentine en una pieza que sacrifica melodía por noise, nada nuevo ni encantador en reescuchas; “Who Can Say” resulta nuevamente derivativa y formulista con enfoque pop FM; y “Do You Remember” redundando en lo mismo.

“New Ice Age” presenta una cargada y tensa atmósfera gótica que mezcla a unos Wire con Bauhaus, catastrófica pieza con textos fatalistas, aceptable en primeras escuchas aunque pierde fuerza en cada reescucha; “Scarlet Fields” ofrece psicodelia atmosférica con perversión gótica; “I Only Think Of You” es el típico remedo joy-divisiano que taaaantas bandas jóvenes terminan realizando sin mayor trascendencia; “I Can´t Control Myself” con resonancia circense presenta un estimable concepto musical de demencia y perdida del autocontrol, mas su flojo desarrollo la convierten en predecible y olvidable; “Primary Colours” ofrece una sobresaturada densidad desquiciante sin atractivo ni melodía, redundante y sin pies ni cabeza ni dirección; y cierra la intrascendente “Sea Within A Sea”, flojo corte post-punk sin feeling ni clímax que peca de plagiar las notas del pasaje instrumental de teclados del “Just Go Away” de Blondie (cosa que también hizo Coldplay descaradamente y sin mostrar remordimiento alguno para el riff de su clásico “Clocks”).

martes, 26 de noviembre de 2013

LCD SOUND SYSTEM – SOUND OF SILVER



Año: 2007
País: Estados Unidos
Género: Electronic.post-punk
Puntuación: ▲▲


Multi-aclamado trabajo discográfico de la banda neoyorkina conformada por el inquieto James Murphy, importante colaborador y hacedor de una suerte de re-estructuración de la escena electrónica de la gran manzana luego del trágico evento del 9-11; notablemente afectado y sensibilizado por este triste acontecimiento en la historia americana, se enfocó en apoyar primeramente en producción (destacando su apoyo en el “Echoes” de los Rapture) y luego lanzaría sus trabajos como banda ya establecida.


Si bien el disco resulta disfrutable, se le otorga gratuitamente mucha relevancia y condescendencia pues al final de cuentas termina siendo un disco electro-dance aceptable y plausible, mas nada imprescindible; piezas genéricas derivadas de un Pete Gabriel electrónico o los Talking Heads, resonancia new-wave sin mucha novedad, saturación electrónica que siempre resulta suficiente para engañar al oído e incitar al baile en cualquier ocasión, una fórmula infalible que se aleja de los grandes acontecimientos de la escena electrónica como los Silver Aples y su primitivismo electrónico, el krautrock alemán de Neu!, el post-punk electrónico de fines de los 70s e inicios de los 80s por ambos lados del Atlántico, el acid-house de los Happy Mondays, la explosión electrónica de los Chemical Brothers, momentos cumbres de la música electrónica que recibieron menor cobertura mundial si lo comparamos con la suerte que corrió este trabajo discográfico a analizar.

Piezas ávidas de rica dinámica tanto vocal como sonora, ejercitan la mente y hacen que los sentidos se activan y surja su afán de exploración sonora; destacando tenemos “Time To Get Away”, divertida pieza post-punk con aromas a unos B-52´s; la plausible “Someone Great” ofrece una genial conjuración musical space y sci-fi que hereda de bandas krautrock como Neu! o Kraftwerk;y “North American Scum” también resulta muy disfrutable aunque su sonido deriva claramente de su “Daft Funk Is Playing At My House” sin mucha novedad.


La pieza clave del disco es “All My Friends”, sentida pieza de conseguida atmosfera hipnotizante en la cual se escucha un trance musical de piano muy al estilo de “Baba O'riley” (aunque inferior a este en honor a la verdad) con postura a unos Neu!, que se va enmarañando en una masa sónica consistente y maciza con huella de los Velvets y Eno, un melódico estribillo y un detonante desenlace llegan a su clímax en una pieza de melancolía y desolación.

El resto son piezas genéricas sin mucho trasfondo, redundantes y monótonas, terminan autocomplaciéndose en su rítmica dance sobreexplotada y por ahí sonoridades exóticas sin dirección ni clímax, cerrando el disco la pieza lenta “New York, I Love You But You're Bringing Me Down”, inequívoca pieza de sarcasmo agridulce que se perfila como lo más honesto y nihilista de un Murphy que se carcome el alma con ambivalencias y sentimientos encontrados, drásticamente disonante con el sonido del disco, aunque curiosamente resulta efectiva como corte de cierre.

jueves, 14 de noviembre de 2013

NARCOSIS PRIMERA DOSIS



Año: 1985
País: Perú
Género: Noise-Punk.Subte
Puntuación: ▲▲▲▲▲


Disco cumbre de la cultura underground del rock peruano, forjador del movimiento alternativo ‘subte’ de mediados de los 80s; absorben del garage temprano con pretensión explosiva de los Who, los Velvets, Blue Cheer o de un Hendrix explorando los terrenos del noise primitivo, la postura anárquica, inconformista y revolucionaria del punk inglés, la crudeza y suciedad, lúgubre y morbosa del proto-punk de Detroit y del punk neoyorkino, engendran un halo de perturbación y degeneración sónica en la que se mezclan gritos, alaridos, insultos y obscenidades verbales, cuerdas eléctricas oxidadas y corroídas que explosionan en estruendos y vorágines rabiosos exacerbados por la corrupción, la imbecilidad social, la hipocresía y la doble moral, la violencia despiadada, la carencia de moral y remordimiento; en una suerte de pretensión de reestructuración de una sociedad que se satisface en su mediocridad, la cual se queja, clama por un cambio o solución, una sociedad amansada como borregos incapaz de autoanalizarse y poder ejercer un cambio desde su propia introspección.

Nervudas secciones rítmicas minimalistas de noise-punk sirven de escenario para interesantes textos de cargado contenido anti-político (algo recurrente en el género subte), comienza con “Intro/La Peste”, pieza collage que toma como base el discurso político para modificarlo a su antojo como carta de presentación, conecta con su segunda parte, un caótico momentos punk que intenso riff y desquiciante sección rítmica; “Represión” es una de las mejores y más inspiradas piezas del disco en la cual dibujan a una sociedad decadente, controlada desde su nacimiento hasta su muerte y condenada a cumplir el ciclo de la vida siempre sumida en una represión social, política, legal, religiosa, mental-psicológica y moral, represión  en la cual curiosamente la sociedad se satisface hipócritamente al incumplirla buscando en sí mismo una excusa o motivo que justifiquen sus malos actos; “Destruir” es el siguiente paso, un intenso garage punk que formula la destrucción de la sociedad irreparable para poder crear una nueva estructura y encontrar así la salvación; “Triste Final” es la carta de advertencia que busca una reacción ante la apocaliptica realidad que se narra, una horrible realidad de delincuencia y corrupción que, a pesar de verse a diario en periódicos y televisión, la sociedad amansada a aprendido a ‘conllevar’ justificando su inacción por alguna solución; y “Excusas” justamente se encarga de responderse a si mismo como el justificante de la inacción, la sociedad de satisface conformistamente en el hecho de haber delegado las responsabilidades a un orden político del cual la misma sociedad reclama y se queja, un circulo vicioso en el cual solo los altos rangos se regocijan en su impunidad y la clase social trabajadora queda resumida en sus eternos lamentos y sus clamores de cambios, amansada por diversos conceptos abstractos como el miedo, la justicia divina o la represión mental.


“Sucio Policia” muestra sin tapujos una intro de balacera cruda y mórbida, balas perdidas se disparan en una sociedad violenta y caótica, unos alaridos o gritos adicionales no le hubieran venido mal para condimentar la tensa intro; crítica dura hacia el poder que se la sociedad le delega a una policía corrupta e ineficiente, insultos y ofensas fueras de tono surgen como una herramienta de expresión de la indignación social; “Vida Actual” narrando  el vacio moral de la perdición nocturna juvenil, hereda mucho del estilo de los Velvets en su disco debut con Nico; “Hemicirco” es una esquizofrénico corte punk con aromas al alternativo underground de la primera mitad de los 80s de bandas como Wipers o Mission of Burma; ”La Danza De Los Cristales”  opresivo tema con difusa atmósfera que explora la psicodelia temprana de bandas como los “13th Floor Elevator” en una suerte de nebulosa depresiva y flagelante con percusión tribal, marca un desfase muy astuto del sonido del disco al explorar en su analogía lírica y en su compleja interpretación sensorial un concepto más sofisticado que lleva su primitivismo punk a terrenos del art-punk de bandas como Wire; y “Destino” es otra genialidad en la cual aciertan tremendamente al recurrir a vacios arreglos corales y vocales cuasi-psicodélicos que acentúan la angustia y la preocupación del curiosamente incierto y a su vez parametrado destino que le depara a la sociedad.

“Dextroza” es una depravada pieza que muestra una deformación industrial vocal muy a lo Throbbing Gristle bastante perturbadora y amorfa, su atmosfera juega tanto con el industrial como con el freak-rock, el sci-fi y noise primitivo y abstracto de los Velvets; su segunda parte desencadena in incisivo punk nervudo y sudoroso que desfoga con lisuras y obsenidades la insatisfacción y frustración cargada del disco, además de presentar efectos y sonoridades muy a lo Zappa; y “El Microbus” es una curiosa pieza que exhibe la violencia en la que la sociedad se ve sometida tan fácilmente y a diario adoptándola como algo cotidiano e irreparable.


En términos globales, una genialidad que presenta sus textos de postura rebelde y anti-politica de manera concisa, puntual e inteligente en un sonido visceral y primitivo mas no se satisface en ello, sino que busca la exploración art-punk de su talento consiguiendo así majestuosas  piezas conceptuales disfrutables por su muy bien desarrollada filosofía y sensibilidad, y una de las cumbres máximas del rock peruano.

viernes, 8 de noviembre de 2013

LOS JAIVAS - ALTURAS DEL MACHU PICCHU


 

Año: 1981
País: Chile
Género: Fusion.Art-rock
Puntuación: ▲▲▲▲▲


En el proceso creativo de la vasta gama y diversidad de obras musicales, la fuente de inspiración resulta igualmente diversa al absorber alguna idea o concepto para el desarrollo del trabajo discográfico; cuando el poema se convierte en canción, si bien la poesía contiene una palpable musicalidad para el oído, surge válidamente como necesidad posterior una suerte exploración por otorgar una interacción sensorial, una atmósfera conceptual que juegue con los sentidos y con las evocaciones mentales sobre los paisajes y criaturas, circunstancias, alegrías y tristeza; en fin, Los Jaivas ofrecen es esta, probablemente, su máxima obra cumbre dentro de una sumamente respetable y rica discografía en la cual, tocados por la sensibilidad poética del poemario de Pablo Neruda “Canto General”, recrean con un enfoque art-rock fascinantes pasajes  ricos en colorido y exuberantes en su mistura de instrumentos, ritmos y estilos musicales propios de su querencia latina.


”Del Aire Al Aire” ” da inicio con un pausado e introspectivo pasaje en zampoña, efectos de aves revoloteando simulan el barullo que generan al desprenderse de las ramas de los arboles, y el apacible silencio de la pieza ofrece una sensibilidad inmaculada de paz, reflexión y meditación en conexión con la sabia naturaleza; “La Poderosa Muerte” es el momento cumbre del disco, una pretensión pieza de once minutos que mistura una rica variedad de géneros como la música clásica en su parte inicial, la música fílmica que retrata inhóspitos paisajes llenos de colores y texturas sensoriales, la cueca inspira el estilo de los cantos vocales seguido por una suerte de diablada estilizada, y el clímax se desencadena en un calamitoso pasaje progresivo en su parte media con violines funestos, en la sección final se aprecia momentos intensos de catástrofes acentuados por trompetas fatalistas resolviéndose en un estruendo que marca el fin de la experiencia musical, una verdadera obra maestra a la altura de cualquier obra magna del progresivo clásico de King Crimson, Gentle Giant, Pink Floyd o de la música clásica en el rock como lo hicieron los Moody Blues y los Beatles (cuyo desenlace en “A Day In The Life” pudo haber inspirado el final de la pieza); “Amor Americano” es un pasaje folk andino que interactúa con un pasaje eléctrico de guitarra reemplazando a las trompetas que se suelen usar en este tipo de danzas marchantes; su estilo que evoca un huayno boliviano resulta un estratégico punto de fusión de la sofisticación progresiva anglosajona con su propuesta de ritmos y estilos etno-folklóricos; y  “Aguila Sideral con un nebuloso pasaje inicial que parece dibujar las frias y oscuras noches penumbrosas de las alturas andinas, noches en las que mágicas aves toman por asalto los cielos y revolotean en un enigmático brillo de su plumaje, resutla exquisito el piano de Claudio Parra que parece evocar esmeraldas brillando en la oscura noche cual estrellas iluminando un infinito e inalcanzable cielo.


“Antigua America” es una delicia para los oídos, mezcla gustosamente y de manera sublime una gama de géneros como el jazz fusión, el baroque, el folklore y el progresivo de manera segmentada que conjura una intro que catapulta nuestros sentidos a las alturas del Machu Picchu y nos permite descubrir su milenario conocimiento y absorber su inmaculada sabiduría; además de presentar por momentos subliminales insinuaciones orientales en la rítmica que resulta uno de los momentos más conseguidos del disco; “Sube A Nacer Conmigo Hermano” apunta al joropo venezolano que acentúa el contenido fusión del disco en un canto intenso en el cual se destaca la torbellinesca interacción de la percusión con las notas de piano, además de sorprender con un increíble solo eléctrico que se filtra con la altisonancia de la pieza en una suerte de mutación latina-tropical de su propio sonido como instrumento.

Arpegios en piano despiden el disco con “Final”; reflexiva pieza a voz coral y piano que retrata el desenlace inevitable de la vida, el océano de la muerte como punto final de la existencia.

ACE OF BASE - THE SIGN


Año: 1993
País: Suecia
Género: Eurodance.Synth-pop
Puntuación: ▲▲


Dentro de la parafernalia que le significo a los 90s el auge de la explosión techno (derivada en gran medida del new-wave y luego del acid-house mancuriano de fines de los 80s e inicios de los 90s), una de las agrupaciones europeas que supo ofrecer una alternativa estimable, muy disfrutable y sin recaer en excesivos manoseos formulistas ni autocomplacencias FM (bueno por lo menos en su primer disco) fue la banda sueca Ace of Base, singular agrupación que sigue la línea trazada por previas bandas new-wave; atmósferas bailables, melodías simpáticas para el oído y adictivas, letras sobre el eterno melodrama del desamor, y un coqueteo más que acertado con el sonido reggae, consiguiendo piezas de muy buen gusto que destaca de entre lo mas ‘decentemente’ rescatable de la plástica escena musical de los noventa.


Si bien como se indico previamente la técnica es la misma, merecen merito al presentar textos no tan redundantes ni triviales o melodías que no resultan recurrentes entre ellas mismas, destacando la genial “All That She Wants”, con intro en reggae y atmosfera de pausada rítmica; “Don't Turn Around” es uno de sus mejores cortes de temática agridulce con vicisitudes sobre el amor y las drásticas decisiones que uno termina tomando en nombre del mismo, su atmosfera lenta y pausada plasma cierta sensación de confusión y descontento propicia para la pieza; “The Sign” fue su mejor carta de presentación que destaca como uno de los singles noventeros más ‘decentemente’ memorables mostrando que se puede hacer algo auditivamente sofisticado y con atractivo musical sin caer en cursilerías ni manoseos radiales, imposible no corearla ni dejarse llevar por su simpática melodía vocal; y la demoledora “Happy Nation”, un claro derivado del “Hallelujah” de los Happy Mondays con menor contenido ácido y conseguida atmósfera dance de esoterismo y misticismo ocultista, su atmosfera por momentos se deviene en un letárgico trance cuasi-mántrico de algún ritual pagano.


“Living In Danger” es otra atractiva pieza de mistura techno-reggae con intentos hip-hop y aromas ácidos del Madchester-sound; “Wheel Of Fortune” nuevamente apuntando a unos Happy Modays en una muy disfrutable pieza rítmica; y el resto recae en synth-pop genérico en términos globales, sin trascendencia mayor mas que rellenar el disco destacando “My Mind”, experiencia eurodance ácida con estimable construcción musical que propician buenos momentos de new-wave y techno.

ALICE COOPER - MUSCLE OF LOVE


Año: 1973
País: Estados Unidos
Género: Glam.Shock-rock
Puntuación: ▲▲▲


Meritorio trabajo de un Alice Cooper continuando su propuesta shock-rock, el último con toda la banda original pues luego de este se enrumbaría su líder a una carrera como solista bajo el nombre de Alice Cooper; en términos globales el disco resulta genérico y sin aportar mucha sorpresa ni factor novedad para el conocedor del sonido de la banda, mas resulta una experiencia suficientemente atractiva y justificada pues su sonido se retrotrae a sus inicios, dejando de lado la parafernalia glam y se reencuentran en gran medida con su basamento garage-rock.

“Big Apple Dreamin'” abre el disco, resulta un corte derivativo con un riff atractivo, mas una construcción melódica de notorio facilismo, no satisface como apertura del disco; “Never Been Sold Before” es una muy disfrutable pieza con evocaciones al glam de Bolan, acerbos solos de guitarras y fastuosos arreglos de trompetas en fondo dotan a la pieza de opulencia sonora; “Hard Hearted Alice” es otra pieza redundante en su estilo, no muy inspirada comienza como tiempo lento que luego se agita en su parte media, otorga un meritorio clímax eléctrico-psicodélico, aunque algo desordenado; y “Crazy Little Child” retoma su querencia por el estilo vodevilesco, mas termina resultando disonante, oscuro e innecesario.


“Working Up A Sweat” es una genial pieza con resonancia rock´nroll, recuerda a unos primeros Rolling Stones por momentos, agitada y de vigorosa sección rítmica, al igual que “Muscle Of Love”, acerba pieza con momentos metal por ahí a lo Budgie, “Man With The Golden Gun” nos retrotrae a la atmósfera espectral de su “Billion Dólar Babies” o “School’s Out” en una ostentosa pretensión bastante conseguida con alusiones a James Bond; “Teenage Lament '74” es un corte pop mucho más calmado, arreglos corales góspel y una simpática y apacible atmósfera musical, muestra como la banda puede conseguir algo disfrutable sin recurrir a sobre-pretensiones hostigantes; y cierra “Woman Machine” pieza robusta de densidad y saturación eléctrica, no está mal como corte final pues posee momentos muy atractivos de psicodelia revolviana, aunque redundante en su estilo.

sábado, 26 de octubre de 2013

ARCTIC MONKEYS - AM


Año: 2013
País: Reino Unido
Género: Alternative.Stoner-rock
Puntuación: ▲▲

Apostando por un sonido más oscuro y de ascendencia ácida-psicodélica, los Arctic Monkeys consiguen madurar su sonido de un intrascendente post-punk-revival genérico a un estruendoso y denso stoner-rock; Turner en la voz resulta efectivo al emplear una sensualidad vocal en evocaciones, lamentos y tormentos mentales sobre obsesiones amorosas que devienen en una suerte de caprichos compulsivos hacia el sexo opuesto, exhibiendo al hombre como un animal sometido a sus impulsos y reflejos carentes de razón.

Aunque cabe resaltar que, musicalmente hablando, no parecen evolucionar considerablemente luego de su destacado Humbug”, este “AM” ofrece momentos intensos que destacan y se disfrutan en reescuchas quedándose plasmados en la mente del melómano amante del rock. “Do I Wanna Know?” da inicio al disco, atmósfera tensa y sigilosa, un riff mesmerizante se apodera de los sentidos en tormentosos lamentos de obsesión por una fémina, no está mal como corte de inicio aunque su enfoque comercial resulta algo genérico en reescuchas, sigue la efectiva “R U Mine?”, que acentúa su postura heavy con secciones metal en un intenso corte con coros psicodélicos noise-stoner y un manejo de las cuerdas catártico evocando a unos Kyuss noventeros; “One For the Road” es un corte que juega con el glam y la psicodelia con aromas funk, resulta formulista en una estructura que bandas como Black Keys o las Queens Of The Stone Age podrían ejecutar con mayor contundencia; y “Arabella” con referencia a Black Sabbath en una en encendida pieza que resulta efectiva y meritoria en su construcción, mas de flojo climax, no logra excitación ni delirio a pesar de propiciar el momento para una explosión ácida-stoner.


“I Want It All” es una pieza glam a lo T.Rex con conseguida atmósfera y enganche, resonancia eléctrica y coros psicodélicos-bubblegum resultan efectivos en un corte simple y sin rodeos mas totalmente disfrutable; y “No. 1 Party Anthem” es un tiempo lento con tacto melódico a lo Morrisey, nuevamente carece de un clímax especifico y por momentos se pinta como alguna balada derivativa a piano de Coldplay o Embrace, aunque se le da crédito por su fascinante fondo instrumental que dota de melancolía y desolación ante unos letárgicos ‘…come on, come on, come oh-o-o-o-on….’.

“Mad Sounds” es otro tiempo lento a lo Morrisey o J.J.Cale sin trascendencia mas que su parte final que consigue cierta sensibilidad con insinuación a unos Velvets; “Fireside” resulta uno de los momentos más plausibles al mezclar ejercicios corales beatlenianos del “Rubber Soul”, atmósferas densas con ascendencia acid-house derivadas de la explosión Madchester-sound y un mesmerizante empleo de cuerdas acústicas y rítmica batería.


Es resto del disco redunda en lo ya explicado sin lograr mayor exaltación ni interés para el oyente, cerrando “I Wanna Be Yours”, lenta pieza que redunda en su melodía a su “No. 1 Party Anthem”, sea esto a propósito o no, igualmente resulta muy manoseada y sin dirección y de clímax musical autocomplaciente.

miércoles, 23 de octubre de 2013

LOS PRISIONEROS - LA VOZ DE LOS 80S

 

Año: 1984
País: Chile
Género: Post-punk
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Uno de los mejores trabajos discográficos provenientes del rock sudamericano, e igualmente proveniente de una de las mejores bandas de habla hispana; Los Prisioneros logran elaborar un sonido único y particular, derivado del punk inglés y con dirección post-punk ejecutan astutas y agitadas piezas llenas de dinamismo e ímpetu juvenil mas con destacable madurez tanto en la construcción melódica e instrumental como en la parte lírica.

Destaca el talento de su líder Jorge González en la mencionada construcción melódica y rítmica;  ávidas líneas de guitarras angulares y de bajo se comunican dinámicamente acertando además en el empleo de teclados para dar jovialidad y energía a las piezas, textos sardónicos que juegan con la crítica social, rebeldía juvenil, e inconformismo existencial con ánimos de reacción psico-social a lo lago de piezas bien construidas y memorables.

En su sonido se logra filtrar tanto el ímpetu punk de los Clash, y se adentran al post-punk que mistura la sonoridad neoyorkina de unos Talking Heads o Cars, con el post-punk del otro lado del charco como los Cure, Joy Division o los Smiths; sin embargo, su sonido astutamente huye de meras copias y se consolida junto con sus interesantes y entretenidos textos en una propuesta fresca, simple, directa y con la suficiente potencia y personalidad como para resaltar de entre lo mejor de la década ochentera por estos lares del hemisferio sur.

Arranca la enérgica “La voz de los 80”, agresiva pieza de punzantes textos que hacen referencia a un cambio social de pretensión nacional, se condimenta con un apabullante e irresistible manejo de las cuerdas con evocaciones garage-surf; “Brigada de Negro” es una pieza más pausada de tensa atmósfera y contenido lírico mórbido de noches de perdición y degeneración humana; sigue “Latinoamerica es un pueblo al sur de Estados Unidos”, genial composición con cargada crítica hacia una tierra resignada a estar siempre a la sombra del desarrollo económico y social de su vecino del norte, nos expone como títeres ignorantes necesitados de complacer al turista, logrando así una autocomplacencia indirecta hacia la potencia mundial que se satisface simplonamente en un interminable circulo vicioso; destacable por sus inspirados textos de contenido intelectual que se exponen en una jocosa rítmica reggae-ska muy a lo Clash.

“Eve Evelyn” es una notable pieza de mayor saturación atmosférica, cuasi-robótica parece hacer referencia a un Iggy Pop en “The Idiot” (parece apuntar al rock gótico) y posee un interesante pasaje instrumental en su parte media con aromas a unos Talking Heads; y “Sexo” hace referencia a unos primeros Police en su construcción rítmica e instrumental, y acierta al exponer al ser humano del fines del siglo XX como una mera bestia en celo disfrutando de su libertinaje sexual en una sociedad sin valores ni pudor, sometida subliminalmente al sexo fácil.

“Quien Mato a Marilyn” sorprende porque, en honor a la verdad, parece la versión perdida y traducida de algún corte ramoniano del 77, enérgica y directa, absorbe de la coyuntura americana conectándose con “Latinoamerica es un pueblo al sur de Estados Unidos” como referencia a la ‘trascendencia de la intrascendente‘ prensa amarilla yanqui en el hemisferio sur; “Paramar” aligera el contenido del disco en un tema lento por ahí con resonancia a unos Cars, “No Necesitamos Banderas” manifiesta cierta atmósfera de insatisfacción e indignación social, tensa y pausada a ritmo de reggae logra contundentemente exponer sus ideas anti-políticas de anarquía; sigue la entretenida «Mentalidad televisiva»; y cierra el disco la genial y demoledora «Nunca quedas mal con nadie», nuevamente recurriendo a la dinámica reggae-ska resulta irresistible la línea robusta y dominante de bajo con critica a la hipocresía humana y a la conveniencia.