sábado, 7 de diciembre de 2013

BIG STAR - THIRD/SISTER LOVERS


Año: 1978
País: Estados Unidos
Género: Lush.power-pop
Puntuación: ▲▲▲1/5

En un intento por llevar su propuesta a una dirección más agresiva y etérea tanto en su sonido como en sus textos, los Big Star logran una madurez musical en su estilo que los lleva a la elaboración de este pretencioso trabajo discográfico, el cual presenta su característico cuidado en la construcción melódica; de herencia beatleniana, la intromisión de la guitarra eléctrica con mayor presencia y la comunión de sus miembros resulta muy placentera para los oídos a lo largo de 19 cortes que filtran diversos géneros como el góspel, el folk y el country en su base pop.

Escapan de la formulación melódica convencional y se sumergen en la creación orgánica de la melodía que otorga una suerte de cobijo en sus densidades sonoras en la cual la melodía pop va emergiendo limpia e impredeciblemente, dando así una experiencia particular que va desgranando el encanto de su propuesta; “Kizza Me” da inicio al disco con un toque lush y glam-pop con cierta pastosidad jangle byrdsiana y una densa textura de sutil caos psicodélico y reminiscencia a Arcadium; “Thank You Friends” es una especie de introducción o bienvenida animosa de melodía beatleniana, arreglos en coros góspel y violines acentúan la intensidad y sensibilidad baroque que se yuxtapone con secciones de metal; “Big Black Car” resulta letárgica y somnífera, atmósfera pausada una voz susurrante apagada aunque consigue momentos de esplendor en piano en su parte final; la navideña “Jesus Christ”, corte pop simple y melódico; y “Femme Fatale” la versión del clásico de los Velvets en una pieza que parece emular a unos Byrds de mediados de los sesenta (ya sin Clark).


“O, Dana” acentúa su querencia por el folk-pop con sonoridad country, es una enérgica pieza que hereda tanto del estilo de Gram Parsons como de un temprano George Harrison como solista; “Holocaust” es un corte muy atípico, un estilo vocal psicodélico frío y depresivo y atmósfera fúnebre a lo A.C. Quintet o Syd Barret como solista; “Kangaroo” presenta una de las atmósferas sensoriales más ensoñadoras, parece evocar un country psicodélico de ricas cuerdas y sutiles distorsiones velvetianas que se fusionan con percusiones spectorianas por ahí desenlazando en un Lou Reed en “Berlin”; “Stroke It Noe” posee un encanto renacentista con arreglos de violines de música clásica y una de los fondos melódicos más memorables del disco; “For You” sigue la línea del corte predecesor empleando violines barrocos en una pieza que podría ejecutar los mismísimos Left Banke; “You Can't Have Me” añade más rock´n’roll a lo McCartney;  y “Blue Moon” es otra hermosa balada con tacto melódico a lo Boettcher o Wilson.

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