domingo, 25 de mayo de 2014

EL RITUAL - EL RITUAL


Año: 1971
País: Mexico
Género: Heavy-prog
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Emblemática banda de Tijuana, México; su sonido oferta una exquisita mistura de blues, progresivo, jazz y psicodelia, logrando uno de los estilo musicales provenientes de tierras charras más sofisticados y elaborados, condimentado además por su teatralidad en escena y sus experimentaciones art-rock con particular acentuaciones macabras-demoniacas.

Robustas piezas que parecen un rompecabezas progresivo demuestran el grant alentó el la construcción musical de la banda en piezas como “Mujer Fácil”, épica pieza heavy y progresiva con momentos progresivos que evocan a unos Atomic Rooster o incluso los primeros Soft Machine, además de presentar un interesante pasaje sensorial en su segunda mitad con aromas a unos King Crimson; “La Tierra de que te Hable” es una genial pieza con lenta intro progresiva-acústica de armoniosa melodía vocal, que desenlaza en una rítmica ledzeppiana en la que se luce Martín Mayo en los teclados; y sigue “Bajo el Sol y Frente a Dios” muestra su talento en la construcción melódica de peizas lentas, bello corte folk-progresivo en la que se luce la flauta de Frankie Barreño con evocaciones sutiles a un “I Talk To The Wind” de los King Crimson y cierto candor y trato melódico-vocal que por momentos trae a la mente a unos Assosiation.


La pieza fuerte del disco es la tétrica “Satanas”, mastodóntica pieza de espeluznante intro que comulga a unos primeros Pink Floyd con unos Black Sabbath, compleja y extensa pieza con un delirante solo y acompañamiento del mencionado Mayo, además de un ‘épico’ solo de Lalo Barceló en batería que tendrá a los amantes del progresivo más exquisito y sofisticado degustando de esta pieza hasta el cansancio; “Peregrinación Satánica” muestra una mayor ascendencia jazz y blues, un pasaje psicodélico muy a lo Country Joe & The Fish misturados con un Santana atmosférico y psicodélico; “Conspiración” es otra fenomenal pieza que presenta una atmósfera sensorial de acentuación acid-prog depresivo muy a lo C.A. Quintet, Maze o Iron Butterfly con cierta evocación vocal filtrando a unos Moody Blues de mediados de los sesenta; y “Groupie”, psicodelia de resonancia latina con cierta atmosfera ácida a lo Strawberry Alarm Clock (además de filtrar por ahí a unos Laghonia en “Bahia”) en la que se luce la sensualidad del bajo de Chalo Hernández y un genial solo final de Barreño en la guitarra eléctrica.


El disco lo completa “Muerto e Ido”, otra alucinante pieza con delirante solo de teclados y atmósfera acid-prog derivada del impacto doorsiano (en plena contracultura de la costa oeste sesentera) en un sinnúmero de bandas como esta que terminaron conjurando verdaderas obras maestras para la posteridad y termina enalteciendo al rock latino.

CAETANO VELOSO - TROPICALIA


Año: 1968
País: Brasil
Género: Tropicalia.psychedelic
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Nombre imprescindible en la cultura musical proveniente de tierras cariocas (acentuándonos en la segunda mitad de los sesenta); un revolucionario Caetano Veloso hace y deshace en un mejunje etno-pop en el cual se filtra descaradamente lo inadmisible, estilos musicales contrastantes son despojados de su nihilismo y son yuxtapuestos en una mezcolanza art-rock bastante agresiva e irrespetuosa (cuyo revuelo provocaría, tras una serie de eventos, sin más ni menos que su exilio al año siguiente), mas consiguen uno de los momentos más impresionantes de la historia del rock y deslumbran en complejas estructuras vanguardistas osadas en variaciones de tempo, rica imaginería estructural y construcción rítmicas, gustosa gamma de recursos instrumentales, y sobre todo una pretensión sin precedente se comulgar la tradición popular de una siempre vaporosa y encendida Brasil con las vanguardias musicales del momento en terrenos del pop y la psicodelia anglosajona.


Inspirado marcadamente en el “Sgt. Pepper” de los Beatles, y probablemente en otros grandes nombres de los cuales se pueden ver filtrados en su sonido como Donovan, Bob Dylan, los Byrds, o los Rolling Stones más pop, elabora un pretencioso disco debut bastante heterogéneo y de agresivo contraste musical para la época; "Tropicália" es un punto clave en la historia del género musical del mismo nombre, y también una de las piezas más creativas que pudo haber creado el genio de Veloso, de textos de astutas referencias tanto coyunturales como históricas y con una ‘multi-estructura’ musical vanguardista que filtra una intro afro-tribal, evocaciones étnicas que se comulgan con bossa nova y da espacio incluso para arreglos instrumentales orquestales con insinuaciones operísticas (que otorgan cierta letárgica psicodélica), una verdadera maravilla para cualquier amante del estilo dada de Zappa o la resonancia rítmica tribal con ascendencia dixie-jazz de Dr. John; "Clarice" apacigua las aguas con una sublime pieza lenta pop de elegantes arreglos orquestales acercándolo al baroque y mostrando la amplia pretensión que ostenta conseguir en sus referencias musicales, aunque valga decir que se percibe como sobrepretensiosa en su extensión; "No Dia em que Eu Vim-Me Embora" presenta un mayor acercamiento a la psicodelia comercial en una astuta pieza que se basa en la capacidad melódica vocal y el acompañamiento de teclados los cuales se ven sometidos a arrebatos de tempos inesperados (muy a lo “Heroin” de los Velvets”) y la emblemática "Alegria, Alegria", una de sus creaciones más impresionantes y de rica imaginería lírica, una sección rítmica étnica que exuda la festividad y jolgorio de las costas del atlántico en textos de critica social a la alienación y enajenación en una sociedad modernista ‘oprimida’ por el capitalismo y consumismo.


“Onde Andarás?" es una animada pieza de bossa nova que muestramsu irreverencia vocal y calmado estilo en sus piezas lentas; "Anunciação", aceptable pieza dada con rica imaginería en recursos musicales que emergen cual pinceladas a lo largo de la pieza; "Superbacana" posee una lírica sardónica con rítmica r’nb y music-hall de cierta insinuación reggae (por su parte final se logra observar un desenlace ska); "Paisagem Útil" con pomposidad musical herencia del pop con arreglos orquestales con tintes cinematográficos; y "Clara”, evocativa pieza de bossa nova en la cual le acompaña la voz de Gal Costa.


El disco lo completa "Soy Loco por Tí, América" compuesta por el poeta José Carlos Capinam y elaborada en colaboración con Girberto Gil de Os Mutantes, posee una sección rítmica etno-caribeña y rica amalgama de recursos sonoros sostenidos por un irresistible acompañamiento de teclados; "Ave Maria" con cierta insinuación a un baile pausado; y "Eles" con notas de cuerdas de sitar, insinuaciones surf y un conciso bajo presentan una muy interesante y sugerente estructura art-rock con huella de sus contemporáneos Os Mutantes (no por nada el mencionado Gil apoyo en la elaboración de varios cortes incluido este).

Un imprescindible del rock brasilero.

PLACEBO – BLACK MARKET MUSIC


Año: 2000
País: Reino Unido
Género: Alternative.pop-rock
Puntuación: ▲▲▲

El tercer disco de la banda inglesa los llevaría a temáticas más explicitas y exploraciones más arriesgadas que en sus predecesores; apostando por continuar la oferta alternativa para el nuevo milenio ofrecen un trabajo con la suficiente heterogeneidad como para entender la intensión de la banda de no estancarse en su sonido derivado del indie de las islas británicas ni de ampararse en su controversia de ambigua sexualidad, aunque para muchos esto les llevase a mostrarse algo más accesibles en su sonido.


“Taste In Men” es un genial corte de inicio, una atmósfera claustrofóbica con incitación gótica a la perversión resultan el perfecto escenario para incitaciones a explicitas desviaciones sexuales y pérfidos tormentos del pasado; efectiva modulación vocal de sugerente y perturbadora seducción por ahí evocando a un Marily Manson y Bowie, filtra una resonancia alternativa-industrial con ascendencia a unos Depeche Mode y se podría inferir una peculiar pretensión por ser el “Venus In Furs” del nuevo milenio (sin llgar a serlo claro está); “Days Before You Came” reitera su estilo rock-alternativo noventero de guitarras afiladas a lo Butthole Surfers con cierta insinuación arena-rock, de atractiva melodía vocal y lo suficiente potente como para no pasar desapercibida; “Special K” es una de las piezas que mejor define su sonido, parece comulgar la estética glam bowiana con el estruendo alternativo y perverso de unos Pixies, es una pieza correcta en su estructura y de gustoso enfoque comercial; “Spite And Malice” es la pieza más disonante del disco, si bien logra disfrazar la vertiente alternativa de su esencia, resulta en un conflictivo hip-hop meramente comercial en el cual Justin Warfield se lleva los aplausos y termina pareciendo más una colaboración de Placebo para el rapero, y sin pies ni cabeza en este disco, lo cual no quita que sea disfrutable en su sección rítmica claro; y “Passive Aggressive”, balada emo-core de connotaciones maniaco-depresivas con ascendencia pixiana que logra cierta sensibilidad en sus virajes de intensidad a lo largo de versos lentos y estribillos incisivos, aunque repetitiva en su estructura que da vueltas a la misma idea una y otra vez por más de 5 minutos.


"Black-Eyed" acentúa su ascendencia post-punk gótica, vocalmente amelódica y en una actitud confesionaria retoma la angustia adolescente en caóticos e interminables desfogues vocales que dibujan una intensidad formulista heredada de sus mentores Suede en la parte final de “Animal Nitrate”, con mucho mayor atractivo en estos últimos claro; "Blue American" se pinta como una pieza profunda de insatisfacción y alusiones a la violencia social al otro lado del Atlántico, peca de pretenciosa, monótona y carente de clímax; “Slave to the Wage" es lo más interesante del disco, una atmósfera difusa y densa  que dibuja una especie de danza post-gótica (si es que eso existe) que filtra tanto al temprano post-punk ochentero de unos imposibles de evitar Chameleons, Joy Division, y Cure con la estética de unos Depeche Mode más kraut en donde hay además espacio para filtrar a unos Bloody Valentine más alucinógenos; y "Commercial for Levi” muestra un decente estilo vocal de un Molko más definido, melódicamente funciona aunque su estribillo presenta un desenlace débil que convierte a la pieza en genérica.


El resto de disco lo completa la poco interesante "Haemoglobin", la somnífera “Narcoleptic", fallido remedo suediano; y "Peeping Tom" que ofrece poco o nada al cierre del disco.

martes, 20 de mayo de 2014

THE VELVET UNDERGROUND - LOADED


Año: 1970
País: Estados Unidos
Género: Gagare.proto-punk
Puntuación: ▲▲▲▲

Ultimo gran disco de la legendaria y emblemática banda neoyorkina en el que contarían con su principal hacedor Lou Reed (quien dejaría la agrupación incluso antes de que se complete el disco), si bien en términos globales resulta menos agresivo y vanguardista que cualquiera de sus predecesores, el disco ofrece muy atractivas y disfrutables piezas que viran desde su característico estilo garage y folk-pop hasta filtrar matices psicodélicos, country, e incluso mostrar una sofisticación más elaborada en la construcción musical en piezas sorprendentes como el corte final “Oh! Sweet Nuthin'”, pieza que cómodamente podría filtrarse en un “Abbey Road”.


“Who Loves The Sun” es la pieza inicial y la más refrescante de su más que respetable catálogo, cuerdas minimalistas de evocaciones folk-psicodélicas, despreocupados textos ligeros en una melodía pop beatleniana, y un efectivo empleo de arreglos corales psicodélicos dotan a la pieza de una inexplicable serenidad y narcosis sensorial muy a lo Afterglow, Zombies o más marcadamente unos Turtles; sigue la dylaniana “Sweet Jane” uno de sus memorables superclásicos con deslumbrante y multicolor intro psicodélica y con un estupendo Leed en la voz moldeando la melodía y buscando quiebres tal como lo haría el omnipresente mentor vocal de toda una generación (y probablemente de toda la historia del rock): Robert Zimmerman; “Rock & Roll” es otro de sus superclásicos, rescata su característico estilo lírico de sus primeros trabajos discográficos en una atmósfera menos vanguardista y más convencional; “Cool It Down” conjura una ligera y gamuzada atmósfera en su ascendencia r’nb; “New Age” es una pieza correcta en su conjuración atmosférica, muy característica de Reed, con cierta ascendencia beatleniana (sobre todo lennoniana) de su ya mencionado “Abbey Road” y “Let It Be” en su parte final; y “Head Held High” vocalmente algo forzada para un Reed de mayor regocijo melódico (por lo menos a lo largo de este gran disco), robusta pieza con resonancia por momentos a unos Steppenwolf y al sonido de la costa oeste.

“Lonesome Cowboy Bill” es la pieza disonante del disco, derivado country más prestado para la parodia, no carece de atractivo pero resulta genérica e inferior; “I Found A Reason” peca de sonar reminiscente a su “Pale Blue Eyes”, la idea y concepción resulta muy atractiva en recurrir nuevamente a juegos corales psicodélicos, pero sus estrofas caen en lo genérico y no se logra sostener la sensibilidad melódica de la pieza; “Train Round The Bend” posee un riff y un trabajo en feed-back que creo cualquier esperaría del mismísimo Hendrix, conjura un trance caótico y árido del sur-este americano por momentos trayendo a la mente a unos 13th Floor Elevators, además de un muy acertado Reed en su estilo vocal crudo y visceral con marcada ascendencia dylaniana; y cierra el disco la ya mencionada  “Oh! Sweet Nuthin'”, fascinante pieza de atmósfera envolvente y con pasaje instrumental final simplemente alucinante, que contrasta con la rudeza de la pieza predecesora, pero resulta un muy gratificante punto final tanto del disco como de la invaluable etapa Reed en una de las bandas más influyentes de toda la historia del rock.

domingo, 18 de mayo de 2014

DAVID BOWIE – THE MAN WHO SOLD THE WORLD


Año: 1970
País: Reino Unido
Género: Art-rock.glam
Puntuación: ▲▲▲1/2

Disco confuso y de opiniones divididas, probablemente exhibe al Bowie más rocker de toda su discografía y muestra su astuto enfoque por lo que viene pasando a sus alrededores para filtrarlo en su propuesta, de la cual hay que destacar el apoyo en guitarra de Mick Ronson quien se luce en la led-zeppiana “The Width Of A Circle”, potente arena-rock con resonancia heavy, que en su segunda mita se convierte en una pieza de mayor enfoque conceptual de pretensión progresiva no muy conseguida que vira más en un estilo glam dinámico (el cual seria más contundente en sus siguientes producciones).


“All The Madmen” posee un engatusante bajo en una pieza sobrepretenciosa y cansina en escuchas posteriores, de estructura interesante valga decirlo más poco efectiva e interesante; “Black Country Rock” resalta por su resonancial ácida-psicodélica, Morson acierta nuevamente en la guitarra eléctrica logrando sostener una pieza dinámica de variaciones de tempos que juegan con el heavy y el glam; “After All” posee una atmósfera tétrica sensorial que se luce en sus juegos vocales (mostrando ciertos aromas a unos Pretty Thing), escena retorcida de discordancia y perturbación por momentos; y “Running Gun Blues”, pieza que retoma el lado rock del disco en una enérgica pieza de robusta guitarra eléctrica y riff de héroe de la guitarra.


La pieza clave del disco es la enigmática “ The Man Who Sold The World”, el penetrante  riff de inicio ya es suficiente para introducirnos en la atmósfera taciturna y lúgubre de la pieza, textos sin sentido cantado con sigilo e insinuaciones andróginas en una intrigante escena cautivadora por su sugerente sensación de perversión claustrofóbica perversión por ahí trayendo a la mente a unos Creation en su dezquiciada “Nightmares”; el resto del disco es disfrutable y aceptable, mas resultan redundantes y derivativas de unos Zepellin, Sabbath, Stooges, Cream

CAT STEVENS – TEA FOR THE TILLERMAN



Año: 1970
País: Reino Unido
Género: Folk-pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Estupendo trabajo discográfico de un inspirado Cat que nos ofrece pausadas y melancólicas baladas country y folk-pop con sublimes arreglos de cuerdas y violines, acompañados de su añejada y sentida factura vocal en textos de preocupación social y reflexiones sobre una desencantadora realidad y las infaustas consecuencias que esta le pueda acarrear a las nuevas generaciones.


“Where Do The Children Play” es un muy acertado punto de inicio, cuerdas tristes y sutiles dan inicio a una pieza acongojadora de atmósfera reflexiva en textos sobre la dubitativa de cual será el destino de la infancia en una sociedad cada vez más insensible; “Hard Headed Woman” es un pausado corte acústico que lo acerca a un Neil Young en su estilo más rudo; “Wild World” es una de sus piezas emblemáticas, de reflexiones agridulces sobre la indiferencia y violencia de la sociedad se logra percibir cierto optimismo y compañerismo fraternal en su clamor de advertencia; “Sad Lisa” es su pieza más sofisticada en una compleja estructura melódica vocal y un limpio y elegante fondo instrumental de piano y violines que logra dotar a la pieza de cierta insinuación baroque a lo Hollies en “Butterfly” o “Stop Right There” o incluso a unos Simon & Garfunkel; “Miles From Nowhere” es una pieza más animada con coqueteos con el góspel y el soul, por ahí adelantando el estilo de lo que vendría años después en un “Exile” de los Stones; y la efimera “But I Might Die Tonight”, la pieza clave del disco, posee una estructura bastante astuta que construye un inmaculado crescendo de la intensidad melódica, arreglos corales con muy sutil insinuación baroque-psicodélica (a lo Zombies en “Changes”), y un estilo vocal que lo acerca a Jethro Tull, lo mejor del disco.


“Longer Boats” es un simpático canto country-folk con acentuación southern-rock y una maraña de cuerdas acústicas que nos recuerda a unos “Crosby, Stillss & Nash” de su disco homónimo; “Into White” posee ricos quiebres vocales melódicos y delicados arreglos orquestales; “On The Road To Find Out” es otra maravillosa y refrescante pieza country-pop pausada y que la podría filtrar unos Grateful Death en su “American Beauty”; “Father And Son” es la pieza de mayor acercamiento comercial country- pop en textos de lecciones de vida; y la homónima pieza final dan por concluida una experiencia muy gratificante en términos de regocijo humano-espiritual y uno de los trabajos más conseguidos y memorables del inconfundible cantautor convertido en ead adulta al islám.

CHEAP TRICK - IN COLOR


Año: 1977
País: Estados Unidos
Género: Power-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

La emblemática banda americana de los setenta lanza en el mítico año del 77 uno de sus trabajos más memorables por los fanáticos, y uno de los más conseguidos y limpios en términos de producción, si bien se les criticó en su momento por su alejamiento del rock acerbo al aposentar su sonido en un power-pop más accesible y comercial, el trabajo discográfico resultó con el pasar de los años ganando mayor aceptación y recibiendo el crédito que se merece.

Si bien el sonido de la banda no resulta tan variado ni rebosa en heterogeneidad, logran elaborar concienzudas y musculadas piezas de pop-rock con bastante enganche e ímpetu juvenil que hacen palpitar al buen conocedor del rock clásico, así tenemos un acertado “Hello There” con corte de arranque, abrasiva pieza rock por ahí trayendo a la mente al punk de los Damned al otro lado del Atlántico; “Big Eyes” es la pieza fuerte del disco, un rudo y macizo riff y una postura chulesca en una sección rítmica controlada y dinámica termina demostrando el talento de la banda para la construcción de piezas que escapan de lo genérico; “Downed” es una pieza que fácilmente se percibe como complaciente, estribillo psicodélico en un animado power-pop y bubble-gum (por ahí se logra percibir algo de unos venideros Redd Kross); “I Want You To Want Me” es probablemente la gran controversia del catálogo de la banda, simpática peiza de dinámica melodía mcartiana, desentona drásticamente con el contenido del disco mas no con el estilo, y curiosamente resulta ser una de las piezas más ingeniosas y astutas que termino creando la banda; y “You're All Talk” dinámica pieza que sugiere disco-funk en su basamento hard-rock.


“Oh Caroline” es uno de sus característicos ejercicios pop-rock, simpática pieza que se envuelve en un halo funky; “Clock Strikes Ten” resuena como un rock´nroll convertido en power-pop, abrasiva y agresiva resutla otro de los mejores momentos del disco;”Southern Girls” y “Come On Come On” nuevamente acercándolos al pop-rock más accesible, destacando el pegajoso estribillo de la segunda en mención; y despide “So Good To See You” pieza menor aunque de fácil escucha y puntual como corte final.

jueves, 15 de mayo de 2014

BECK – MORNING PHASE



Año: 2014
País: Estados Unidos
Género: Alternative.dream-pop
Puntuación: ▲▲▲

Las exploraciones de Beck siempre resultaron de interés al acentuarse en lo ecléctico y disonante, lo irreverente e inesperado, que lo llevaron a aposentarse de entre lo más rescatable de la vanguardia musical de la primera década del nuevo milenio, mas Becj tendría además otro lado menos experimental del cual parece estar muy dispuesto a compartir, y es que si ya uno se había quedado perplejo ante su depresivo dream-folk del “Sea Change”, parece ser que aún le quedaban ases bajo la manga y nos presenta ahora este melancólico trabajo discográfico que sigue la línea del mencionado trabajo del 2002.


Escapa del folk psicodélico para aposentarse en un dream y sunshine folk con arreglos orquestales y efectos sonoros sutiles; cantos vespertinos con pinceladas de iluminación sunshine que se filtran entre las hojas de los arboles en un día soleado en las afueras de la ciudad, pausada pieza que filtran a un Brian Wilson de la segunda mitad de los sesenta; "Heart Is A Drum" es una esplendida pieza folk y sunshine con sonoridad bucólica (no caería mal en unos Fleet Foxes), posee una cierta atmósfera psicodélica en la cual se aprecian destellos en cuerdas y efectos del temprano sunshine sesentero; “Say Goodbye” es un corte country-pop más limpio cantado a triste voz; “Blue Moon” con atmósfera que invita a la introspección en un sunshine-pop con marchante tempo en su parte final; y la melancólica "Unforgiven", pieza lenta estilo Lennon-Spector algo lánguida y ya derivativa para cualquier cantautor ya en estos tiempos.


El resto del disco recae en lo mismo sin mucha variación, acertando en algunos momentos como "Blackbird Chain", con calidez en cuerdas folk-psicodélica de la costa oeste; y “Country Down”,  pieza folk-pop ya algo genérica a estas alturas, pero disfrutable, y resultando cansino en otros como en la somnífera “Wave” o en la derivativa "Turn Away", de fallida melodía vocal y monótona instrumentación.

WOLFMOTHER – NEW CROWN


Año: 2014
País: Australia
Género: Alternative.Hard-rock
Puntuación: ▲▲1/2

La banda australiana de heavy y hard rock revisa en su derivativo sonido los momentos más intensos del heavy temprano en bandas como los primeros Black Sabbath, Led Zeppelin, asi como el garage-protopunk abrasivo y cavernario del primer noise de Hendrix o Blue Cheer yel sonido de Detroit en bandas como los Stooges o MC5; sin evitar tampoco filtrar en su sonido a más de un colega contemporáneo como unos evidentes White Stripes.

Talento no les falta, ni tampoco buenas ideas que logren capturar al oyente, pues logran elaborar palpitantes composiciones robustas y musculadas, que se licuan en una marejada explosiva de rock duro y pesado, mas su sonido no deja de ser un conglomerado de los mejores momentos del género, sin lograr mucho en la adopción de un sonido propio que los identifique.


“How Many Times” es una mezcolanza heavy de Sabbath y Zeppelin bastante musculada aunque derivativa y poco memorable con reminiscencia a unos White Stripes; “Enemy Is In Your Mind” retoma nuevamente a unos primeros Sabbath filtrando por ahí a unos Deep Purple; “Heavy Weight” es un noise-blues garagero con resonancia lo-fi y sutiles brochazos psicodélicos hendrixianos, y que a su vez los acerca sugerentemente al doom-metal de Bedemon, no está mal para disfrutarse en varias escuchas posteriores; “New Crown” sigue apostando por el lo-fi y noise sesenteros de bandas como Blue Cheer y Hendrix, en una coyuntura rebosante en rock plástico y sobreproducido puede terminar sonando refrescante encontrar material como este en las tiendas de discos, más cuando ya ha sido inventado, realizado y explorado todo en este terreno en los sesenta y setenta, hay muy poco que pueda sorprender si se basa su sonido en meros reciclajes sin postura ni identidad propia; y “Tall Ships”, pieza metal que los acerca a unos Budgie de su disco debut homónimo, y con decente pasaje de órgano en la parte media que logra justificar su extensa duración de algo más de 5 minutos.


Talvez para muchos les pueda resultar un acierto un menor manoseo en producción de su sonido (lo cual casi instantáneamente lleva al oyente al periodo crucial de transición del heavy de fines de los sesenta e inicios de los setenta, si no fuese porque hay una delgada liena entre el sonido noise lo-fi crudo y visceral a lo Blue Cheer y el sonido amateur y demo en el cual termina recayendo piezas como el punk-noise derivativo de “Feelings” o el noise-alternativo de “I Ain’t Got No”, remedo pixiano que ;en honor a la verdad, no carece de encanto aunque su sucia resonancia termina resultando de calidad inferior a lo que se podría esperar; el resto redunda en lo mismo sin mostrar crecimiento ni evolución alguna de su sonido.

GONG – CAMEMBERT ELECTRIQUE


Año: 1971
País: Francia-Reino Unido
Género: Art-rock.Psycho-prog
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Una de las bandas más emblemáticas que se hereda del estilo Carterburry, los Gong presentan conceptos radicales de art-rock fantástico y surreal, explosiones progresivas de sofisticada hechura y una atmósfera desquiciante y psicótica que enfoca su basamento en la psicodelia y el progresivo de la segunda mitad de los sesenta, filtrando a nombres como Zappa, Barret, Beefheart y por supuesto la (inevitable para su líder Daevid Allen) Soft Machine.


Ecléctico y muy creativo, Gong dibuja una parafernalia angular de musculatura progresiva y recurrencias ácidas-psicodélicas y space que capturan al oyente y lo envuelven en una aventura cósmica-lisérgica rica en contrastes, instrumentación e imaginería musical; “You Can't Kill Me” es el mejor ejemplo de su grandilocuencia, una fascinante pieza progresía que revisa a unos King Crimson, la vanguardia electrónica de Zappa, la atmósfera conceptual pseudo-espacial, y la elegancia y pulcritud del Carterbury-sound, tan rica y compleja que hay que escucharla varias veces para poder comprender su complejidad;   “I've Bin Stone Before” acompañada de órgano de iglesia comulga a un Syd Barret con el estilo sardónico de Zappa en un lento medio tiempo cuya sección final podría preceder a unos radicales Roxy Music; ; “Mister Long Shanks: O Mother I Am Your Fantasy” muestra una mayor complejidad progresiva ya entrando a conceptos más avezados del art-rock, con variaciones de tempo y una segunda mitad atmosférica de inquietante y perturbadora sensorialidad otorga una experiencia que escapa de lo convencional al jugar con su sugerente apacibilidad; y “Dynamite: I Am Your Animal”, empírica experiencia experimental progresiva por ahí filtrando a unos primeros Pink Floyd, y a unos mas explicitos Zappa y Moving Gelatine Plates.


“Fohat Digs Holes In Space” es un profundo pasaje instrumental con pretensión sensorial bastante logrado, acentuando más su postura Carterbury con palpitante solo ácido de guitarra eléctrica en su parte final; “Tried So Hard” probablemente lo más convensional en términos de estructura musical, simpática melodía beatleniana condimentada con exquisito arreglo de cuerdas y reminiscencia psicodélicas a unos Bubble Puppy; y cierra el disco la compleja “Tropical Fish: Selene” apoteósica pieza progresiva-experimental sin desperdicio que resulta uno de los momentos cumbres del disco en su divergencia y su eclecticismo musical.