Año: 2014
País: Australia
Género: Alternative.Hard-rock
Puntuación: ▲▲1/2
La banda australiana de heavy y hard rock revisa en su derivativo sonido los momentos más intensos del heavy temprano en bandas como los primeros Black Sabbath, Led Zeppelin, asi como el garage-protopunk abrasivo y cavernario del primer noise de Hendrix o Blue Cheer yel sonido de Detroit en bandas como los Stooges o MC5; sin evitar tampoco filtrar en su sonido a más de un colega contemporáneo como unos evidentes White Stripes.
Talento no les falta, ni tampoco buenas ideas que logren capturar al oyente, pues logran elaborar palpitantes composiciones robustas y musculadas, que se licuan en una marejada explosiva de rock duro y pesado, mas su sonido no deja de ser un conglomerado de los mejores momentos del género, sin lograr mucho en la adopción de un sonido propio que los identifique.
“How Many Times” es una mezcolanza heavy de Sabbath y Zeppelin bastante musculada aunque derivativa y poco memorable con reminiscencia a unos White Stripes; “Enemy Is In Your Mind” retoma nuevamente a unos primeros Sabbath filtrando por ahí a unos Deep Purple; “Heavy Weight” es un noise-blues garagero con resonancia lo-fi y sutiles brochazos psicodélicos hendrixianos, y que a su vez los acerca sugerentemente al doom-metal de Bedemon, no está mal para disfrutarse en varias escuchas posteriores; “New Crown” sigue apostando por el lo-fi y noise sesenteros de bandas como Blue Cheer y Hendrix, en una coyuntura rebosante en rock plástico y sobreproducido puede terminar sonando refrescante encontrar material como este en las tiendas de discos, más cuando ya ha sido inventado, realizado y explorado todo en este terreno en los sesenta y setenta, hay muy poco que pueda sorprender si se basa su sonido en meros reciclajes sin postura ni identidad propia; y “Tall Ships”, pieza metal que los acerca a unos Budgie de su disco debut homónimo, y con decente pasaje de órgano en la parte media que logra justificar su extensa duración de algo más de 5 minutos.
Talvez para muchos les pueda resultar un acierto un menor manoseo en producción de su sonido (lo cual casi instantáneamente lleva al oyente al periodo crucial de transición del heavy de fines de los sesenta e inicios de los setenta, si no fuese porque hay una delgada liena entre el sonido noise lo-fi crudo y visceral a lo Blue Cheer y el sonido amateur y demo en el cual termina recayendo piezas como el punk-noise derivativo de “Feelings” o el noise-alternativo de “I Ain’t Got No”, remedo pixiano que ;en honor a la verdad, no carece de encanto aunque su sucia resonancia termina resultando de calidad inferior a lo que se podría esperar; el resto redunda en lo mismo sin mostrar crecimiento ni evolución alguna de su sonido.
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