domingo, 18 de mayo de 2014

CAT STEVENS – TEA FOR THE TILLERMAN



Año: 1970
País: Reino Unido
Género: Folk-pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Estupendo trabajo discográfico de un inspirado Cat que nos ofrece pausadas y melancólicas baladas country y folk-pop con sublimes arreglos de cuerdas y violines, acompañados de su añejada y sentida factura vocal en textos de preocupación social y reflexiones sobre una desencantadora realidad y las infaustas consecuencias que esta le pueda acarrear a las nuevas generaciones.


“Where Do The Children Play” es un muy acertado punto de inicio, cuerdas tristes y sutiles dan inicio a una pieza acongojadora de atmósfera reflexiva en textos sobre la dubitativa de cual será el destino de la infancia en una sociedad cada vez más insensible; “Hard Headed Woman” es un pausado corte acústico que lo acerca a un Neil Young en su estilo más rudo; “Wild World” es una de sus piezas emblemáticas, de reflexiones agridulces sobre la indiferencia y violencia de la sociedad se logra percibir cierto optimismo y compañerismo fraternal en su clamor de advertencia; “Sad Lisa” es su pieza más sofisticada en una compleja estructura melódica vocal y un limpio y elegante fondo instrumental de piano y violines que logra dotar a la pieza de cierta insinuación baroque a lo Hollies en “Butterfly” o “Stop Right There” o incluso a unos Simon & Garfunkel; “Miles From Nowhere” es una pieza más animada con coqueteos con el góspel y el soul, por ahí adelantando el estilo de lo que vendría años después en un “Exile” de los Stones; y la efimera “But I Might Die Tonight”, la pieza clave del disco, posee una estructura bastante astuta que construye un inmaculado crescendo de la intensidad melódica, arreglos corales con muy sutil insinuación baroque-psicodélica (a lo Zombies en “Changes”), y un estilo vocal que lo acerca a Jethro Tull, lo mejor del disco.


“Longer Boats” es un simpático canto country-folk con acentuación southern-rock y una maraña de cuerdas acústicas que nos recuerda a unos “Crosby, Stillss & Nash” de su disco homónimo; “Into White” posee ricos quiebres vocales melódicos y delicados arreglos orquestales; “On The Road To Find Out” es otra maravillosa y refrescante pieza country-pop pausada y que la podría filtrar unos Grateful Death en su “American Beauty”; “Father And Son” es la pieza de mayor acercamiento comercial country- pop en textos de lecciones de vida; y la homónima pieza final dan por concluida una experiencia muy gratificante en términos de regocijo humano-espiritual y uno de los trabajos más conseguidos y memorables del inconfundible cantautor convertido en ead adulta al islám.

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