viernes, 26 de octubre de 2012

CAPTAIN BEEFHEART & HIS MAGIC BAND - TROUT MASK REPLICA



Año: 1969
País: Estados Unidos
Género: Avant-garde.Proto-punk
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Hair Pie: Bake 1"


Gozando de total rienda suelta en la inspiración y en el proceso musical, y ya finalmente sin las restricciones a las que se veía sometido el inquieto e irreverente genio de Beefheart en sus previos sellos discográficos, el cantautor y su inseparable banda lanzan uno de los discos más eclécticos, bizarros, incomprensibles y, aunque suene inconcebible, influyentes  de toda la historia del rock.

Lanzado en el ocaso de la década dorada del rock, el disco ofrece un intrincado mejunje disonante de arriesgadas propuestas vanguardistas que filtran las diversas direcciones e influencias del rock y el blues, recurren a la construcción orgánica estilo libre del jazz vanguardista, la agresividad eléctrica que juega caprichosamente con la psicodélica y el jangle, la convulsión garage.proto-punk con basamento delta-blues que se sumerge en un torbellino cacofónico en el cual se entrechocan bruscamente sentidos de ritmo, tempos, estilos, personalidades, secciones de tiempo; parece que cada miembro estuviera ensimismado en su mundo buscando la creación orgánica de la estructura musical sin real conciencia de la dirección, rústica y primitiva, ni parecen mostrar importancia por el sentido del ritmo y acompañamiento el uno del otro, marcadamente inspirados por las corrientes surrealistas y dadaístas además de la mano en producción de Zappa . Si los Velvet ya exploraron esta dirección en su pionero disco debut junto con Nico, Beefheart lleva el sentido de la experimentación a inimaginables terrenos de innovación y pretensión musical y desafía todo lo establecido imponiendo una muy nutrida y pensada propuesta musical.


De difícil digestión, el disco es insoportable en primeras escuchas, y tediosamente incoherente y monótono en posteriores, más una vez que se le tiene bastaaaante paciencia el disco empieza a emanar su magia, el desorden sónico parece tomar forma en esculturas musicales eclécticas con nutrida sonoridad que pretenden establecer un nuevo estilo perturbadoramente impredecible conforme se va desenvolviendo cada corte y cada segundo va sucediéndose, la vena artística surge así, el art-rock hace efecto, y termina uno entendiendo esta nueva oferta aparentemente simplista y complaciente para un inestable y maniático Beefheart, totalmente alejado de la accesibilidad musical para cualquier oyente, más realmente meticulosa, sofisticada, inteligente, e incluso revolucionaría por momentos para cualquier buen conocedor del rock y de cualquier corriente musical en general.

Mas fuera del resultado, lo que más controversia causa es el violento proceso de elaboración del disco, en el cual se mencionan desde ligerezas relativamente aceptables como gritos y choques de personalidades hasta sádicos castigos físicos que llevaron a (como se dice y se define en varias partes) una ‘total sumisión’ de sus miembros hacia su líder, llevados a sobrevivir como una comuna por 8 meses de locura, frustración e inestabilidad emocional, todo esto en beneficio de la concepción musical (?).


El disco es asombrosamente rico en su contenido artístico e histórico, por sus surcos encontramos al jangle de Diddley o los Byrds, al garage.proto-punk de los Sonics o Seeds entre otras bandas garage americanas, a la psicodelia noise y ácida de Hendrix, la querencia por la vanguardia jazz de Zappa, la pretensión conceptual art-rock de bandas como la Soft Machine; la experimentación e innovación de los Velvets, y adelanta a tantos géneros como el punk, el vasto terreno de prácticamente todas las direcciones del post-punk, el alternativo en su etapa ochentera o el rock vanguardista, influyendo marcadamente así a un sinfín de bandas como (solo por mencionar algunos) Talking Heads, Minutemen, Pere Ubu, Pixies, Gun Club, Butthole Surfers, la John Spencer Blues Explosion, Beck, Björk, entre otras tantas bandas que probablemente encontraron en un  la inspiración y el respaldo para consolidar sus diversas propuestas musicales que enriquecieron ese glorioso firmamento al que muchos llaman simplemente rock.

Sin aparente concepción ni contundencia global más allá de la mera experimentación, destacar corte tras corte en sí resulta una tarea algo ardua, pero se puede mencionar "Frownland” de corte inicial marcando a incoherencia en la melodía vocal (o falta de ella) con las cuerdas sueltas en un tumultuoso caos sonoro de perturbación cacofónica; “Dachau Blues" parece traernos a la vanguardia de los Velvets en una siniestra atmósfera claustrofóbica con intromisión jazz de estilo libre; la irreverente "Ella Guru" implanta un ecléctico estilo accesible para el oyente acertando así en la exploración de nuevas ofertas y terrenos en la construcción musical; el instrumental "Hair Pie: Bake 1" que parece adelantarse al sonido Canterbury de los Moving Gelatine Planes o incluso al krautrock de Faust; y "Moonlight on Vermont" buscando en el blues una postura instrumentalmente arrítmica muy efectiva.


"Pachuco Cadaver" exhibe en sus primeros momentos una atractiva construcción garage que se va desenlazando en una amalgama de jazz y jangle; "Sweet Sweet Bulbs" emanando en sus cuerdas calidez psicodélica de la costa oeste en su deconstrucción rítmica; "Neon Meate Dream of a Octafish" muestra una estupenda exploración conceptual instrumental en el que resulta ya innecesario reconocer cada instrumento pues suenan como cualquier cosa menos como lo que son; "China Pig" apuntando al basamento blues básico y nihilista; "My Human Gets Me Blues" con muy buen manejo de intensidad en su turbulenta y rocosa sección rítmica; y "Dali's Car" presenta un ejercicio de chasquido y cuerdas rústicas claro predecesor del noise alternativo de los ochenta.

El mejunje sónico adopta cierto exotismo en "Hair Pie: Bake 2" con sección vanguardista instrumental jazz; la psicótica y desquiciada “Pena" con alaridos y caos sónico proto-punk; "When Big Joan Sets Up" es otro buen ejemplo de la construcción orgánica de la propuesta de Beefheart al experimentar con nervudos y disonantes recursos y ejercicios instrumentales; "The Blimp (mousetrapreplica)" es otro muy interesante alcance vanguardista con insinuación progresiva; y el impecable final con "Veteran's Day Poppy", un irresistible conglomerado con mayor cuerpo y consistencia, aunque algo desinflada en su parte final (probablemente retratando la frustración y la depresión humana).


Como último punto, me gustaría resaltar la desmerecida opinión en la que muchos amantes del rock recaen al apuntar al disco como sobrevalorado, amelódico y musicalmente antiestético; y es que curiosamente esta peculiar trabajo lleva por momentos a pensar y reconsiderar lo que el oyente juzga como aceptable. A veces realmente terminamos convirtiéndonos en predecibles perros de Pavlov ansiosos de escuchar un estruendoso riff o una melodía contagiosa que por lo menos suene elaborada, accesible o coherente (bueno a eso nos acostumbraron los Beatles, que se va a hacer). El rock va más allá de ello señores, hay que expandir la mente y efectuar una comprensión más detallada y profunda en discos como estos para poder así tener una verdadera evaluación de este tipo de trabajos discográficos, todo es un proceso, el proceso musical en el que el verdadero amante del rock se ve envuelto conforme indaga con mayor atención en la historia del rock y se imbuye y empapa de los textos y críticas de otros autores con mayor conocimiento de la transcendencia musical.

VAMOS POR EL SEGUNDO AÑO!!!!!


Si pues señores, vamos ya por el segundo año y sigo aun con las mismas ganas de seguir posteando, bueno ahora menos por mis ocupaciones laborales, pero aprovecho eventualmente y me doy una oportunidad para seguir contribuyendo con el desarrollo del blog que espero en algún momento sirva de referencia para cualquier amante del rock y seguir además conociendo gente de diversas partes del mundo.

La verdad no tengo mucho que decir en esta oportunidad sólo que sigo con el mismo compromiso de mantener el criterio musical propio y acerbo con el que procuro efectuar mis revisiones y críticas, saludar a los seguidores e invitarlos a seguir revisando el blog pues ahora, entre otras novedades, me he dado cuenta de que me he estado enfocando bastante en el rock inglés y americano, dejando de lado bastante material importante proveniente del resto del mundo, material del cual en esta nueva temporada voy a enfoca mi crítica resaltando así la rica cultura rock, los estilos y las direcciones que adoptaron un sinfin de artistas a los dos lados del atlántico; además de seguir con mi camaleónica evolución musical bowiana cambiando ahora a la brujita Brian Eno por la versión de 'le cri' de los Sparks en "Kimono My House" con la geisha loca como álter ego oficial por este nuevo año.

Saludos y gracias por seguir revisando este modesto blog y a seguir escuchando del buen rock que aun falta mucho por revisar!!!


(espero esta fotito no tenga copyright....sino me cierran el blog)

miércoles, 17 de octubre de 2012

THE GODZ - CONTACT HIGH WITH THE GODZ



Año: 1966
País: Estados Unidos
Género: Folk.Proto-punk
Puntuación: ▲▲

Canción Favorita: “May You Be Alone”


Una suerte de experimentación acústica y exploraciones vocales de pretensión vanguardista y conceptual oferta la banda neoyorkina en su alto contacto con los dioses; avezada propuesta musical que se aleja de las exploraciones musicales de sus contemporáneos y se envuelve en una mañana de experimentaciones vanguardistas sin aparente dirección; atractivas por algún motivo, logran despertar cierto interes tras el sugerente y nada humilde nombre del disco.

El término vanguardista termina en ocasiones siendo la única manera de poder clasificar cualquier experimentación que demuestre alguna exploración musical de inclinación artística apuntando al enfoque de ejercicios eclécticos o poco convencionales, innovadores, transgresores; y en más de una ocasión se le ha atribuido este término a ejecuciones discordantes, disonantes, sobrepretenciosas, carentes de dirección, contundencia o atractivo musical; por alguna razón el trabajo de los Godz resulta cayendo en un punto medio de estos dos puntos, sobrevalorado por mucho, desestimado por otros, el disco no logra manifestar su verdadera intensión, por momentos vanguardia, por otros trivial monotonía taciturna, sea cual fuese la inclinación del oyente, dudo mucho que despierte algún goce real tras su escucha.


Los primeros segundos de "White Cat Heat" conjuran cuerdas acústicas turbias y una atmósfera que se va tensando conforme las cuerdas empiezan a resonar entre ellas buscando la disonancia, juega con el tempo y la intensidad a lo “Heroin” de los Velvets Underground, y su collage de alaridos y ejercicios vocales que emulan a gatos maullando en una confrontación de fieras salvajes busca generar un clímax afligido, es un ejercicio rústico minimalista de vanguardia sónica de dirección predecible; efectiva al despertar cierto morbo en el oyente impaciente por un explosivo desenlace; “Turn On” exhibe cierta coherencia musical al presentar una melodía bluesy depresiva y triste, con pasajes estimables de harmónica dylaniana y una atmósfera taciturna que parece dibujar lastimeros personajes cantando en la oscuridad de la noche a la luna, posee cierta evocación al posterior “Poorboy Shuffle” de Creedence Clearwater Revival varios años después; peca de extenso; monótono, sin dirección ni clímax.

“Na Na Naa” juega con una percusión minimalista efectiva y dinámica, por momentos parece evocar el avance de los segundos del reloj, nuevamente juego de tempo rústico en un ejercicio vocal de balbuceante trance introspectivo en su perturbada y caprichosa melodía, los canales vocales e instrumentales buscan juntarse en una maraña intrincada disonante en la que el manejo del tempo parece ser el factor copulativo, por momentos consigue despertar cierto clímax en su parte medía-final, recuerda al venidero “Infinity” de Aphrodite’s Child.


“Elevem” sigue la línea del corte predecesor pero añade percusión tribal, sin factor sorpresa, innecesaria e intrascendente en el disco; "1+1=?” muestra una base folk simple y melodía vocal de aromas a Dylan o Johnny Cash, además de percusión en maracas, sus textos parecen explorar la desolación y la pérdida de la inocencia humana, cuando ataca el desencanto existencial y la afronta de la realidad.

“Lay In the Sun” es rústica, explora lo previamente explicado en “Na Na Naa”, el característico chasquido de guitarra cuasi-mecánico parece más bien ahora buscar cierta línea monótona y  consistente de fondo que también se puede apreciar en sus contemporáneos los Velvet Underground en “Waiting For The Man” o en los Monks de su “Black Monk Time” con mucha mayor contundencia.

Sigue la enmarañada “Squeak”, con incisivas distorsiones de violín y deformaciones chocantes y disonantes sostenidas que se filtran, se entrometen, se amalgaman y arremeten de manera por el consistente chasquido de cuerdas, ayuda a acentuar los eventuales golpes de percusión, exhibe muy interesantes recursos, mas su carencia de dirección convierten la pieza en un extenso collage de disonancias; “Godz” parece ser el manifestó protopunk vocalmente hablando, alaridos de estilo vudú parecen chocar convulsivamente; y cierra su versión del “May You Be Alone” de Hank Williams, aciertan al emplear caprichosamente una aullante flauta de fondo en sus primeros causando cierto efecto demencial y enfermizo en la mente, una melodía simple contrasta con la incoherencia, adelantándose a unos Neutral Milk Hotel; lo más rescatable del disco.


Pecan de recaer reiteradamente en los mismos recursos, varios de ellos rescatables, más no suficientes para sostener el disco, mucho menos para despertar un goce en reescuchas; sin embargo resulta innegable resaltar varios de sus adelantados recursos que seguramente más de un artista debe haber escuchado por ahí en algún momento y debe haberse influido, directa o indirectamente.

NEU! - NEU!



Año: 1972
País: Alemania
Género: Krautrock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Hallo Gallo”


Uno de los discos definitivos del krautrock alemán, su influencia la podemos ver tanto en los trabajos posteriores del rock progresivo setentero como en la música electrónica, hasta el rock contemporáneo de manera directa o indirecta. Si bien el disco fue lanzado ya después de varios importantes lanzamientos de sus colegas de género, el disco es uno de los que mejor define la esencia y el estilo de krautrock por básicamente reunir con contundencia recursos electrónicos de sintetizadores, ruidos vocales, atmósferas hipnóticas que van del minimalismo sonoro hasta la exploración estridencia e incoherencia en construcciones musicales cuya estructura se basa en arreglos musicales con forma y consistencia, llevan su experimentación a un nivel más contundente en el cual la exploración sensorial deja de ser meramente un ejercicio y toma forma en una envoltura vanguardista efectiva; es como música para el cerebro que consigue un efectivo trance mental de sincronización que hacer bailar a las neuronas en su cuasi-matemático algoritmo calculado de metraje de tiempo conocido como “motorik”, un sello del sonido de la banda.


Desnudan el encanto del kraut al presentarlo sin ostentaciones ni pretensiones, esto claramente lo podemos apreciar en una de las más representativas piezas del género, “Hallo Gallo”, evocativa pieza rítmica de estructura simple y básica, condimentada con sutiles recursos y efectos que surgen instantáneamente a lo largo del corte y se van amalgamando orgánicamente, filtrándose y soldándose firmemente en sus surcos consiguiendo despertar en la mente una relajante experiencia sensorial llena de dinamismo, parece dibujar en la mente los primeros rayos del sol de una vespertina mañana iluminando de poco en poco las calles, los parques, los edificios, parece retratar una ciudad despertando para empezar nuevamente con la monotonía de la vida, sus efectos evocan por momentos el vértigo del tránsito de la autopista, la prisa para evitar llegar tarde al trabajo, y el sol sigue saliendo, hasta posicionarse a lo largo de la mañana en la cima del cielo, casi se logra sentir la calidez del sol en la piel escuchando este corte. Uno de los mejores manifiestos de cómo el empleo de sintetizadores y recursos electrónicos consigue decorar una pieza musical básica y sensibilizar a nivel sensorial.


“Sonderangebot” es un pasaje muy sutil de inquietante psicosis pasiva ‘amelódica’, una experiencia que juega por momentos con el sci-fi sin definirse totalmente, atractivo por algún extraño motivo, un juego psicológico que se direcciona al morbo del oyente impaciente y expectante del desenlace; por momentos parece evocar golpes con metales oxidados y corroídos que generan una tensa atmósfera al soplar un viento frío sobre estos; conecta con "Weissensee", interesante corte con característico moog de somnoliento efecto narcótico, su textura oscilatoria sirve de fondo como una profunda cascada u ola marina que parece mecer la mente en un estado de calma taciturna.

“Im Gluck” juega nuevamente con el morbo como “Sonderangebot”, esta vez ruidos cacofónicos y sutiles voces se entremezclan con un profundo pasaje de moog de orientación sci-fi; y cierra “Negativland”; incisiva pieza con taladro de intro ya adelantándose al industrial y estruendo calamitoso que desencadena en un penetrante y maliciento corte de efímera atmósfera conseguida por la línea de bajo y los sulfurados recurso y efectos sonoros, juegan con el tempo y la estabilidad emocional generando cierta tensión y pánico en el oyente, una interesante mixtura de unos primeros Can con los Amon Düül II en “Phallus Dei”; el corte termina inesperadamente y estrepitosamente (muy a lo “I Want You” de los Beatles) cuya impresión provoca una inestabilidad breve en el oyente al despertar de este trance mental.


Si bien lo previamente explicado ya fue mostrado en trabajos previos de sus contemporáneos del género, Neu! probablemente consigue epitomizarlo con contundencia y sobriedad en este épico trabajo debut de la banda

CABARET VOLTAIRE - MIX-UP



Año: 1979
País: Reino Unido
Género: Industrial
Puntuación: ▲▲▲

Canción Favorita: “Eyeless Sight”


Mientras que la vanguardia electrónica londinense encontraba en los experimentales Throbbing Gristle su máximo representante transgresor, el norte no se quedaba atrás, y desde Sheffield lleva el ecléctico sonido de la influyente banda Cabaret Voltaire, adoptando el nombre del famoso cabaret referente del movimiento artístico Dadá. Su sonido si bien hace mención y referencia a la corriente artística dadaísta (siguiendo la vanguardia experimental de Zappa ya iniciada en los sesenta), logra además filtrar además recursos y ejercicios electrónicos bastante notables revisando a nombres como Silver Apples, White Noise, Brian Eno, el kraut atmosférico-sensorial perversa de Can y la espontaneidad orgánica de Faust, Neu! o Kraftwreck, mas su dirección se enfoca en una vertiente explícita y transgresora que presenta una consistencia rítmica rica en recursos y matices sonoros intrincados, disonantes y antiestéticos, sin forma ni estructura aparente, mas bastante interesante al explorar por sus complejos surcos sonoros que lavan el cerebro en un trance mental sincronizado cuasi-robótico de pretensión industrial.


Precursores del house y el techno inglés, la banda oferta en esta su primera producción una entretenida experiencia que evoca lounge, space, psicodelia y electrónica en un contexto mórbido y claustrofóbico, de lo cual se escucha "Kirlian Photograph", una retorcida danza vudú electrónica; "No Escape" expone psicodelia sesentera y garage cuyos teclados de fondo parecen emular a una farfisa; "Fourth Shot" explora atmósferas space y sci-fi con reminiscencia a Neu! y Faust; "Heaven and Hell" explora la electrónica y cacofonía en su eficiencia para generar un clímax rítmico y caótico de desequilibrio y trance mental; "Eyeless Sight" nuevamente revisa a unos Neu! explorando por recursos space y noise electrónico bastante efectivo; "On Every Other Street" con perversidad a lo Can e insinuando un sutil estilo funky; y el resto del disco redundando en lo mismo sin despertar mucho interés.

HÜSKER DÜ - NEW DAY RISING



Año: 1985
País: : Estados Unidos
Género: Alternative.Noise
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Celebrated Summer"


Simplemente la banda que hizo lo inimaginable: amalgamar con contundencia la melodía pop alternativa (siguiendo la propuesta de R.E.M.) con el noise del underground más convulsivo y pestilente; el resultado, si bien valga decir nada revolucionario, les valió pasar a la historia probablemente como una de las bandas más originales, respetables e influyentes de la escena americana en plena catarsis ochentera (de la escena de la América alternativa underground claro está, no la del mainstream infestada con el hair-metal y el pop plástico).

El disco en sí es corte tras corte de apabullante noise, garage, punk y hardcore sin contemplación y con único propósito de ametrallar y ensordecer las ansias adolescentes en su caótica oferta de guitarras afiladas y corroídas  de resonancia lo-fi, mas su acierto es en el empleo de melodías accesibles en el apartado vocal, logrando un estimable producto atractivo para el oyente, aligerando la estridencia al resaltar una melodía comprensible que se vuelve atractiva y adictiva en reescuchas (principal punto de referencia para el auge del alternativo noventero en bandas como Nirvana, Pearl Jam o Pavement).


El sol sale y el día comienza en "New Day Rising", apabullante trasfondo que epitomiza esa inquietante disonancia de su oferta musical, convulsiva y primitiva, redunda en su caos sin aparente dirección más allá que enlodar los oídos del sucio noise y taladrar en los cerebros del oyente su abrasiva electricidad coadyuvada por una simple melodía vocal; "The Girl Who Lives on Heaven Hill" exhibe mayor influencia punk de unos Ramones en una potente descarga hardcore; el pop-punk de "I Apologize" en cuyo estilo por ahí se filtra G.G. Allin; "If I Told You" con caprichoso estilo de percusión marchante en batería que por momentos rompe con la sección rítmica del corte; su clásico "Celebrate, Summer" presentando breves momentos de acompañamiento acústico folk inesperados calando en su sensibilidad con huella de R.E.M.; y "Perfect Example” filtrando power-pop byrdsianom en sus cuerdas de reminiscencia jangle.


Destacan también la genial "Terms of Psychic Warfare" filtrando al punk de los Sex Pistols o incluso a Bowie; el torbellino eléctrico de "59 Times the Pain" con agitación de tempo y arritmia art-punk huella de Burma; la rezumbante "Powerline" y "Books About UFOs" con peculaires notas de piano exhibiendo una querencia por unos Clash; y la demoledora "I Don't Know What You're Talking About" con energía e ímpetu punk.

De ahí completan el disco ejercicios velvetianos algo intrascendentes y poco efectivos como la revoltosa "How to Skin a Cat", amelódica pieza que redunda en una incoherencia proto-punk; “Whatcha Drinkin'" acelerando más la velocidad; y "Plans I Make" sobrepasando lo auditivamente aceptable en un corte de metal punk vertiginoso de abusivo noise.

BUTTHOLE SURFERS - LOCUST ABORTION TECHNICIANS



Año: 1987
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Industrial-Noise
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción Favorita: “Sweet Loaf”


Una de las ofertas del noise americano más agresivas y que se rescata de la estridente década de los ochenta (sobre todo de su segunda mitad) es la de los texanos Butthole Surfers, estridente conjunto de noise rock cuyo sonido filtra un rico bagage musical que cita a la psicodelia sesentera, al hard-rock, al industrial con orientación metal, al rock vanguardista siempre con referencia al noise de los Velvets, y arriesgadas yuxtaposiciones rítmicas que conjuran una maraña psicótica y desquiciante de nervudo e impaciente desfogue con basamento punk-rock condimentado con explícitos textos sardónicos dando como resultado un mejunje sónico bastante atractivo y destacable tanto para el oyente estudiado como para el amante del rock directo y duro sin rodeos.


"Sweat Loaf" parece remontarse a los gloriosos tiempos de Black Sabbath en su “Master Of Realitiy” en un poderoso e imponente pasaje hard-rock con riff que por momentos coquetea con el gótico de Bauhaus, contrasta además con fluidez hermosos momentos breves de calidez psicodélica en cuerdas folk con la sobredosis noise de su propuesta; "Graveyard" hereda el trato tétrico atmosférico del kraut en una dirección noise-industrial efectiva aunque carente de clímax; estridencia hardcore se aposenta en "Pittsburgh to Lebanon", interesante mezcla de unos densos Black Sabbath con unos Beatles en el “Yer Blues” de Lennon; sigue "Weber" explorando recursos eléctricos con profunda percusión en un fugaz tema preludio de “Hay”, interesante tema con feedback eléctrico de trasfondo en una exploratoria atmósfera que parece recrear a unos Godz neoyorkinos explorando con los recursos de la década ochentera; y "Human Cannonball" delatando cierta inclinación por Neu! que va desenlazando una aparente amalgama  metal-punk.


Mas noise exploratorio en "U.S.S.A.", ahora con psicosis industrial a lo Throbbing Gristle aun que arremeten con mucha mayor demencia que sus citadas referencias en un desesperante corte de incitación mórbida; "The O-Men" resulta bastante interesante, se enfoca en una construcción de rítmica minimalista que termina en un revoltoso y convulsivo corte de deformaciones garage con ametrallador acompañamiento de guitarra y un desquiciante ejercicio vocal cuasi-demoniaco que se estremecen en una incoherencia cacofónica que parece tomar forma en su ultrajante desorden  sonoro; "Kuntz" probablemente buscando cierto exotismo a lo Dr. John presentando una melódica atmósfera étnica que desentona con lo conseguido en el trabajo (¿aunque claro en un disco tan ecléctico honestamente qué puede desentonar?); ”Graveyard" (la del final) redunda en lo explicado en su homónima del comienzo (aunque posee mayor fiereza y contundencia); y cierra "22 Going on 23" morbosa pieza de explícito metal-industrial algo lánguida.

THE CURE - KISS ME, KISS ME, KISS, ME



Año: 1987
País: Reino Unido
Género: Post-punk.Gothic
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Just Like Heaven”


Probablemente uno de los discos más discutidos de la banda en el cual destaca la madurez y pretensión de su sonido (con mayor predominio de Robert Smith), el cual continúa la exploración musical al imbuirse en nuevas sonoridades, estilos y atmósferas inesperadas y alejadas de sus trabajos previos, llegando tal vez a un punto determinante en su carrera que sembraría la semilla de sus posteriores trabajos discográficos marcando un antes y un después en la estructura y el sonido de la banda.

Ambicioso disco en el cual expanden sus tensas atmósferas de sintetizadores en largas piezas de en promedio algo más de cuatro minutos, con la suficiente sofisticación y variedad instrumental y de recursos como para sostener su escucha, mas (al igual que en tantos discos dobles de un sinfín de bandas) queda la sensación de que editando algunos cortes y eliminando otros cómodamente la contundencia del disco hubiera sido más efectiva.


El disco comienza con “The Kiss”, extensa pieza que acentúa la intensidad de su oferta en una densa maraña de sintetizadores desatando una vorágine de pasiones y un Smith exponiendo desavenencias ante un tortuoso amor prohibido; sigue “Catch”, simpático corte lento pop con cierto aire a unos Left Banke; “Torture” con acentuación new-wave y efectiva construcción atmosférica de flagelación y desconcierto; la inspirada “If Only Tonight We Could Sleep” con acompañamiento de sitar en una letárgica pieza que se va desenvolviendo como un conjuro mágico de amor gótico en sabanas de satín a la luz de la luna con incienso en el aire; la chispeante funky “Why Can't I Be You” por ahí evocando al “Lust For Life” de Iggy Pop (o incluso con aire a los Doors en “Touch Me”); la notable “How Beautiful You Are” con arreglos de piano y un fascinante fondo instrumental de basamento baroque; vuelven a su dirección exploratoria en “Snakepit”, denso corte gótico de texturas funestas y lúgubres con ascendencia al kraut de Amon Düül II y con cierta querencia psicodélica a unos Stones en su “Magestic Request…”; y la estupenda “Just Like Heaven”, una hermosa pieza pop de calada sensibilidad que mistura sutilmente al power-pop con cierta insinuación new-wave accesible mas bien pulida y ejecutada.


Los instintos animales afloran en la angustiante “All I Want”, contundente pieza de post-punk puntual sin rodeos con genial acompañamiento de teclados; recurren nuevamente al funk sin abandonar su estilo con bastante acierto en “Hot Hot Hot!”; “One More Time” ahonda en un dream-pop sensorial de luminosidad rococó con celestial atmósfera apacible y risueña; “Like Cockatoos” con original exploración instrumental gótica, al igual que en “Icing Sugar” con solo de saxo y percusión rítmica en tribal posiblemente con huella de unos Talking Head; “The Perfect Girl”es una simpática balada con aromas kinkianos; completan el disco la refrescante “A Thousand Hours” con hipnotizante atmósfera dream; la enérgica “Shiver And Shake”; y el apoteósico final “Fight”.

Si bien el disco resulta cuestionado por muchos por ser excesivamente denso y sobrepretencioso, resulta innegable la tremenda influencia de su sonido en un sinnúmero de bandas posteriores como Placebo, The Rapture o Arcade Fire, por mencionar algunas.

jueves, 11 de octubre de 2012

SIOUXSIE AND THE BANSHEES - JUJU



Año: 1981
País: : Reino Unido
Género: Post-punk
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción: "Into The Light"


Notable madurez de la banda inglesa optando ahora por posturas pop FM más accesibles sin abandonar sus raíces y personalidad, ahondando ahora en un mayor exotismo en sus cortes con ascendencia psicodélica y matices góticos que generan densidades pastosas de intriga sensorial de digerible escucha.

En una banda que ha visto varias alteraciones conformacionales en sus años tempranos, cabe resaltar la presencia de su vocalista Siouxsie Sioux (con influencia punk de Patti Smith)aportando personalidad, sensualidad y versatilidad en sus muy rescatables trabajos discográficos, llegando probablemente este a ser su máximo epítome.


Misticismo y seducción se mezclan en las cuerdas de la intro de “Spellbound”, punzante y enérgico corte inicial que filtra la psicodelia pop de unos Shocking Blue o unos italianos Circus 2000, la genial “Into The Light” jugando con una rítmica percusión en tribal en posturas pop que misturas la psicodelia con el new-wave; “Arabian Knights” evocando un estilo psicodélico doorsiano con basamento post-punk de tendencia gótica; el punk de “Halloween” con estupendo manejo de cuerdas que genera una densa atmósfera y la nutrida “Monitor” con rica diversidad de intensidades y emociones en sus efectos sonoros y manejo rítmico.


Completa el destacable disco la resonante “Night Shift” con tensa atmósfera que se extiende a los seis minutos; “Sin In My Heart” acelerando tempo y sugiriendo escenarios sensoriales caóticos y apocalípticos; “Head Cut” redundando en lo mismo y la arriesgada “Voodoo Dolly” explorando terrenos góticos más densos y recursos art-rock velvetianos.

THE CHAMELEONS - SCRIPT TO THE BRIDGE



Año: 1983
País: Reino Unido
Género: Post-punk
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "Second Skin"


Todo un referente de la escena revival del indie actual son los Chameleons (como prueba basta con escuchar a los primeros Killers, Interpol, Editors, Depeche Mode “Playing The Angels”, los Bravery, los Walkmen, los Horrors posteriores al “Strange House”, entre otras tantas bandas contemporáneas), quienes con este magistral disco debut de descomunales pasiones que someten al oyente en un torbellino sónico de guitarras y teclados que se amalgaman entre ellos con la misma intensidad y profundidad de las olas en el mar al embestir contra las rocas, una densa cascada eléctrica dominada por el penetrante y sigiloso bajo de Mark Burgess.

Del disco se destaca prácticamente todo el material, "Don't Fall" con desasosegador manejo de intensidad, una melodía simple y bien construida y un estilo vocal fatidista obsesivo-depresivo definen con contundencia su interesante propuesta musical; la interesante “Here Today" que comienza con tempo lento y que va acelerándose sutilmente acentuando la tensión musical; la demoledora "Monkeyland" con genial manejo de intensidad y emotividad virando de momentos calmados a agitados con efectividad climácica;  "Second Skin" explorando atmósferas hipnotizantes de mágicas cuerdas rebosando en una pastosidad sensorial adelantándose a unos venideros Cure en sus mejores trabajos; e incluso muestran un meritorio lado más accesible en "Up the Down Escalator", pieza más ligera y de fácil escucha.


"Less Than Human" esta condimentada con recursos sonoros de evocaciones esotéricas bastante efectiva que nos introduce a un tenebroso y oscuro ambiente penumbroso; y de ahí completan "Thursday's Child”; "As High as You Can Go" manteniendo el estilo oscuro de su sonido; “A Person Isn't Safe Anywhere These Days" es un tenso tema de perturbación e intranquilidad humana con inesperado desenlace en percusión tribal; “Paper Tigers" con sutiles insinuaciones rítmicas disco (se escucha a unos venideros Depeche Mode en los noventa); y cierra apoteósicamente la fulminante "View from a Hill", lento tema de sentida y sensorial pasaje instrumental que da por culminada este imprescindible e influyente disco del post-punk inglés.

sábado, 6 de octubre de 2012

PIXIES - SURFER ROSA



Año: 1988
País: Estados Unidos
Género: Alternative
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: “Gigantic"

Otra de las mejores y más influyentes bandas que otorgó una muy interesante América ochentera en su sucio underground, en donde la baja fidelidad y la alienación en un rock primitivo de postura antiestética al mainstream de esos años llevo a explorar por recursos minimalistas de estridencia, incoherencia, ruido y eclecticismo sonoro teniendo como principales pilares a la vanguardia de los Velvets sesenteros y al garage.protopunk de los Sonics y los Stooges entre otros, sin olvidar claro a un siempre inevitable Pere Ubu.

De entre todas estas bandas del underground entonces, su oferta resalta considerablemente al emplear recursos básicos del rock, líneas simples y rústica de guitarra, un bajo siempre presente de consistente personalidad, arrebatos de tempo y juegos rítmicos, confrontaciones instrumentales y buena sincronización, gritos y melodías vocales que surgen libremente y que se enmarañan y filtran en la construcción musical en soberbias piezas que requieren varias escuchas para poder comprender la calada complejidad que presenta su oferta basada básicamente en, aunque suene paradójico, su espontaneidad en la ejecución creativa.


Resulta así un breve y puntual trabajo de algo más de treinta minutos que arranca este trabajo con “Bone Machine”, genial punto de partida que detona con un enardecido riff una tensa atmósfera sónica dominada por la taciturna y consistente línea de bajo; sigue “Break My Body” mostrando otra genialidad en la construcción instrumental; “Something Against You” mostrando un enérgico ska-punk de ilegibles gritos; “Broken Face” con catarsis noise-punk; y la fulminante “Gigantic” con la bajista Kim Deal a la voz, corte de mayor sofisticación, elaboración y dominio de su sonido ya adelantándose a su épico “Doolittle”.


Uno de los aciertos de su sonido es la buena comunicación de la guitarra (de personalidad corrosiva y peligrosa por un Frank Black) y bajo, ofreciendo atractivas piezas que cómodamente se disfrutan en  piezas instrumentales como “River Euphrates” que contrasta melódicos ejercicios corales con exorcizantes alaridos; su clásico “Where Is My Mind?”, tema lento depresivo de inconfundible armonía vocal (por ahí filtrando a un Bowie); “Cactus” con insinuaciones eléctricas a Bolan y una estupenda construcción rítmica que parece detonar en cualquier momentos, mas se mantiene en su sostenida robustez rítmica; el surf-rock garagero de “Tony's Theme”; más punk desquiciado en “Oh My Golly!”; la delirante guitarra en el garage de “Vamos”; “I'm Amazed” retomando ska-punk aunque ahora con afilada sección eléctrica; y cierra la interesante “Brick Is Red” con insinuación psicodélica en su guitarra eléctrica.

THE JESUS AND MARY CHAIN - PSYCHOCANDY




Año: 1984
País: Reino Unido
Género: Alternative.Noise
Puntuación: ▲▲▲▲▲

La banda que logró dominar al noise. Cuando ingresamos a los estruendosos terrenos del noise (sea pop o rock) por lo general causa cierta ambivalencia si realmente merece o vale mención y crédito por tales revelaciones artísticas o aberraciones musicales. Les paso a Blue Cheer, a los Velvet Underground, a los Bloody Valentine, a la movida noise alternativa de los ochenta en América en bandas como Dinosaur Jr. o Sonic Youth, y claro que también les paso a los muy influyentes Jesus and Mary Chain tras su abrasivo disco debut.

Pero claro, tampoco esto significa resaltar cualquier remedo dizque vanguardista de insoportable convulsión cacofónica lo-fi y enmarcarlo como revolucionario por el simple hecho de ser noise, se debe tener cierto criterio y bagage musical para poder discernir la creación orgánica de belleza musical a partir del noise y evitar caer en falsas valoraciones (algo bastante recurrente en numerosas críticas de discos actuales realizadas por pseudo-conocedores del género que parecen creer que el rock se creó en los ochenta o en los noventa y se olvidaron de toda la historia que el rock registra).


Y bueno que podemos decir que no se haya disco de este influyente trabajo de la banda escocesa, puntero de la alternativa shoegaze que germinaría en la segunda mitad de los ochenta para detonar en los noventa con los Bloody Valentine como máximos exponentes; la banda consigue elaborar un sobresaturado fondo de abrasiva distorsión eléctrica quasi-desquiciante e insoportable para el oyente más apacible, amalgamando esta rugosidad sonora con accesibles y calmadas melodías pop generando una atmósfera con matices psicodélicos que por momentos pululan con un dream narcótico, ofuscando al oyente en un interesante trance noise que va adoptando consistencia, cuerpo y sentido en el encanto de la melodía pop  nada nuevo si revisamos a su obvia influencia: los Velvet Underground.


Sin embargo, y aunque su sobresaturación resulte por momentos ultrajante para los oídos, la banda consigue desarrollan un bastante interesante trabajo discográfico debut de mesmerizantes atmósferas tensas y corrosivas, de electricidad rezumbante y psicosis sonora de lo cual se puede destacar la embriagante “Just Like Honey”, una deliciosa gema de herencia velvetiana que muestra su acierto al apostar por el noise en una encantadora melodía pop que, como lo dice su nombre, se saborea como miel para los oídos; el brutal lo-fi de "The Living End" ya evocando al garage.proto-punk de unos bestiales y rítmicos Sonics; la sofocante "Taste the Floor", una sobredosis eléctrica de distorsión y feed-back; la genial melodía power-pop byrdsiana en "The Hardest Walk";  la lenta "Cut Dead" adelantándose a unos Galaxie 500; y “In a Hole", ruidosa construcción que parece comulgar el garage sesentero con tensas atmósferas góticas.


Bueno, si a estas alturas del disco aún se cuenta con el sentido del oído en buen estado, se puede también aprovechar la fugaz “Taste of Cindy" con simpática escucha power-pop; el bubblegum de "Never Understand" cuya distorsión eléctrica noise de fondo parece buscar emular a una sierra eléctrica oxidada (si es que acaso no lo consigue); "Inside Me" con estructura rítmica surf; la hermosa "Sowing Seeds" con conseguida sensibilidad pop; y completan "My Little Underground” redundando en lo previamente explicado; la peculiar "You Trip Me Up" presentando una muy meritoria construcción melódica; "Something's Wrong” y "It's So Hard" culminando con ejercicios de noise garagero lo-fi sin consideración alguna por la inestabilidad del sentido auditivo del oyente, valga la advertencia previa.

JULIAN COPE - FRIED



Año: 1984
País: Reino Unido
Género: Post-punk. Psychedellic
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Search Party" 


Genial experiencia musical proveniente de la explosión post-punk ochentera de las islas inglesas,  el talentoso Julian Cope, buen conocedor de la invaluable herencia psicodelia sesentera inglesa, ahora en solitario ofrece un deleite sonoro de postura rítmica post-punk que filtra en sus surcos recursos y ejercicios psicodélicos beatlenianos además de estilos líricos de ascendencia a un Barret, Pete Gabriel o Bowie.

Arranca así este estupendo trabajo con la ácida "Reynard the Fox", soberbia pieza que amalgama psicodelia revolviana de postura art-rock cuyo desenlace detona en un caos de cuerdas garage-jangle; la ligera pieza folk-pop "Bill Drummond Said" con distorsiones psicodélicas que misturan a unos Beatles revolvianos con unos sutiles Kinks; y la hipnotizante "Laughing Boy", una deliciosa píldora pop psicodélica con clara huella al Barret en los primeros Pink Floyd (más precisamente en “Scarecrow”).


Ahora nos movemos al “St. Pepper” en "Sunspots", genial pieza con acompañamiento en oboe de Kate St. John además de filtrar resonancia stoniana en su “Citadel” de su “Magestic Request”; revisan además posturas psicodélicas de ascendencia garagera en la fascinante "The Bloody Assizes" con genial melodía vocal; sigue la pieza lenta "Search Party" con sublime atmósfera folk-psicodélica de aromas a unos Chocolate Watchband en sus exploraciones instrumentales, Donovan o incluso a unos Armageddom en “Silver Tightrope”, "O King of Chaos" con arreglo de piano y órgano con mayor inclinación a un Pete Gabriel en Genesis; la esplendida "Holy Love" de elegante pomposidad baroque.lush-pop; y completa "Torpedo", sensorial pieza de insinuación instrumental space de sintetizadores y órgano nuevamente revisando a un Barret en sus primeros trabajos.

DINOSAUR JR. - YOU'RE LIVING ALL OVER ME




Año: 1987
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Noise
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "Kracked"


Muy influyente banda de la vertiente alternativa que llegaría a su esplendor comercial en los noventa; y bueno hasta que pasara eso durante los ochenta se vivía en el underground toda una orgía sónica de estridencia lo-fi con saturación en guitarras crudas y posturas noise con ascendencia a los Velvets y al punk setentero, además de revisar la construcción melódica de sus contemporáneos R.E.M.

Su sonido resulta más crudo, denso y cargado de robustez, con recursos de distorsiones eléctricas pastosas lo-fi que dibujan un fondo caótico cuasi-opresivo que desquician el cerebro en un trance noise que si bien redunda en general a lo largo del disco, su trabajo se construye con originalidad y adquieren los suficientes recursos en cortes breves de algo más de tres minutos como para hacer la experiencia placentera y disfrutable en varias escuchas posteriores.


Arranca con la abrasiva intro de "Little Fury Things", una intensa cascada eléctrica en la cual queda inmerso en una atractiva melodía con aromas jangle, se percibe la huella de R.E.M. ; "Kracked" sorprende con una arremetedora vorágine eléctrica hardcore generando momentos tensos de convulsión y desolación; revisan a Wipers en "Sludgefeast", corte con mayor pretencioón art-punk con distorciones entrechocandose una con otra; y "The Lung” con genial solo de J Mascis.


Cortes de fácil escucha e instantáneo enganche como “Raisans" y "Tarpit"; la genial "In a Jar" con demoledor pasaje final eléctrico; "Lose” con caos atmosférico en su característico oleaje eléctrico; y la sorpresita que se reservan para el final, "Poledo" con oscuras cuerdas atmosféricas de bajo-ukulele con insinuación folk-psicodélica continuado de ejercicios de postura industrial

THE CRAMPS - SONGS THE LORD TAUGHT US


Año: 1980
País: Estados Unidos
Género: Punk.Psychobilly
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Rock On The Moon"


Original formación americana cuyo sonido comulga directamente el rockabilly con una acelerada y violenta postura garage proto-punk y surf de las bandas sesenteras como los Trashmen, Standells, Count Five, Seeds, Monks, Missunderstood, o los primeros Who, una clara influencia de bandas como los Stooges, los Sonics, Kim Foley y Dick Dale, la movida neoyorkina de las New York Dolls, Blues Magoos o los Velvets entre otros, e incluso a sus contemporáneos Clash al otro lado del charco (también rescatando el rockabilly) conjurando un bastante interesante mejunje sónico nervudo y catártico que propicia estupendas piezas de enérgico punk rítmico y zumbante con ascendencia blues, surf, glam, bubblegum y freak-rock.


El discazo ofrece un puñado de corte tras corte instantáneo de adictivo enganche sonoro, arranca con "T.V. Set", mañana eléctrica velvetiana (de hecho por ahí filtrando igualmente un Manzanera en Roxy Music) en una postura psycho-punk; la alucinante versión del "Rock On The Moon" de Jimmy Stewart, un irresistible y arrebatado ritmo proto-punk que rebosa en una consistente densidad e{eléctrica y una machucante percusión en batería de tempo acelerado; "Garbageman" nos delata una postura rítmica que parece misturar el estilo garagero de los primeros Stooges con la construcción rítmica de las New York Dolls en otra genial pieza filtrando además aromas psicodélicos;  y ni que decir del blues árido de "I Was a Teenage Werewolf", tenso tema que parece extraído de algún disco sesentero.


Su vena surf la vemos con mayor presencia en la versión del “Sunglasses After Dark"  de Dwight Pullen, con genial línea de guitarra engendrando un zumbante trasfondo eléctrico surf; revisan a los Ramones y a los Trashmen en una interesante fusión surf-punk en "The Mad Daddy"; el desquiciante punk de "Mystery Plane" y "Zombie Dance" mostrando un magistral manejo del ritmo en su adictivo estilo minimalista con machucante consistencia que demuele las neuronas.


Completa este estupendo trabajo el garage-surf de “What's Behind the Mask?"; la versión del "Strychnine" de los Sonics; la genial rítmica de la instrumental  "I'm Cramped" huella de Dale; otro inevitable a revisar resulta a Johnny Burnette en su versión del "Tear It Up" con atmósfera musical de film de clase B y surf; y cierra el corte lento del disco, "Fever" completando esta sudorosa experiencia que asombra con lo mucho que se puede conseguir con recursos básicos mas llevados con originalidad y buen gusto.