miércoles, 3 de abril de 2013

WARA - EL INCA



Año: 1973
País: Bolivia
Género: Fusion.Heavy-prog
Puntuación: ▲▲▲▲▲


Respetado y majestuoso trabajo de una de las bandas pioneras del rock fusión del progresivo de basamento heavy-psicodélico con el folklore autóctono andino, Wara concibe así uno de los más brillantes y deslumbrantes trabajos discográficos de rock latinoamericano, de conseguida épica, filtran su querencia por la construcción progresiva en mastonódicas piezas densas llenas de mágicas y enigmáticas atmósferas de profundidad milenaria que capturan al oyente en intensos pasajes de clamor humano. La fenomenal y versátil voz de Dante Uzquiziano resulta imprescindible dotando a su sonido una personalidad espectral y venturosa que nos guía en esta aventura de inhóspitos paisajes de acerbas solos de guitarras heavy-prog, descomunales solos y acompañamiento de teclados construyendo piezas con altisonante atmósfera conceptual.


El disco comienza con “El Inca (Señor de la Tierra)”, una sorprendente pieza con cierta insinuación a los Maze en “Armaggedon” de la costa oeste, esos primeros segundos de la pieza son simplemente impresionantes con las mágicas notas de órgano y los platillos en acompañamiento parecen evocar una aparición divina en pleno ritual de celebración ante la llegada del valeroso Inca, señor y amo de la Tierra, clamor y angustia con influencia de Crimson y Pink Floyd en una atmósfera depresiva, oprimida, añoranzas de justicia divina ante el desasosiego existencial humano.

“Realidad” los acerca más al descaro y enganche rock ledzeppiano épico, posee una marchante intro de carnaval andino contextuado en una atmósfera cuasi-bélica, que parece llamar a alzar el puño al hombre oprimido, buscando generar una reacción de identidad y orgullo andino. 


Otra de las influencias de Wara en Robert Wyatt, cuyo sonido y estilo se filtran con mayor claridad en “Canción para una Niña Triste”, densa y penetrante balada que concibe una atmosfera sumamente funesta y desgarradora, consigue generar una sensación claustrofóbica conceptual de desquicio mental pasivo de resignación y desconsuelo humano, llegando a una crisis mental ya sin reacción ni explosión, sino más bien con una mirada fría y muerta ante las desavenencias de la vida.


“Wara” muestra por otro lado su querencia por el heavy de Uriah Heep (otra de sus influencias) en un extenso corte con pretensión progresiva.art-rock y ácidos solos eléctricos aderezados con coros épicos; y “Kenko (Tierra de Piedra)”, filtrando ácido progresivo en un estilo occidental; pone punto final con broche de oro a uno de los más prodigiosos y dignos trabajos que el rock en español pudo haber dado, digno y a la altura de cualquier gran trabajo progresivo relazado por alguna otra banda consagrada.

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