lunes, 19 de noviembre de 2012

T.REX - THE SLIDER



Año: 1972
País: Reino Unido
Género: Glam-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Buick Mackane”


El glam resplandece por lo alto del firmamento con este descomunal trabajo setentero, globos de colores elevándose en el aire y multicolores arcoíris iluminan la grisácea ciudad londinense en gloriosos arreglos corales elevan los sentidos de la fulminante propuesta rimbombante del genio de Bolam.

El disco es una genialidad musical, contrasta con elegancia la altisonancia y fastuosidad del glam empleando arreglos épicos de violines, pegadizas secciones rítmicas e irresistibles juegos vocales que derrochan sensualidad sin olvidar el correcto trato melódico pop y bubble-gum accesible en letárgicos cortes lentos llenos de melancolía y sensibilidad, propiciando una aventura emocional bastante efectiva de fácil escucha y atracción instantánea.


Arranca con el potente riff de la prodigiosa ”Metal Guru”, corte que zambulle al oyente en una fantasía glam de fondo de coros celestiales y violines que levantan los ánimos y acentúan una fascinante e inspiradora intensidad sensorial; “Mystic Lady” nos retrotrae a sus momentos en “Unicorn” aun sin dejarse tentar por la aventura glam en una bella balada folk-pop beatleniana; “Rock On” define con acierto el estilo glam de su oferta en un riff pegadizo y una melodía que derrocha seducción y mimo; la calmada “The Slider” es otro de los mejores momentos del disco lleno de rugosidad eléctrica que contrasta con la sutileza y delicadeza de la construcción melódica; y “Baby Boomerang” con genial riff y que parece jugar con el bubblegum y el blues llevados a los terrenos del Olimpo glam.


Nos ponemos acústicos y melancólicos con la romántica “Space Ricochet” redundando en un mismo estilo melódico pero que resulta risueña para los oídos por el notable trabajo en matices de voz y cuerdas (huella de su previa etapa folk-pop); mas es “Buick Mackane” mi favorita, toda una orgía sónica tributo a la influencia ledzeppiana en el glam más ardiente e incandescente, un demoledor riff e insinuaciones psicodélicas encienden la platea en una cascada de guitarreos que se entremezclan con violines dando una sulfurada y fogosa densidad sónica; sigue el juergón el la divertida e irresistible “Telegram Sam”  con irreverentes textos, bubblegum y una postura desenfadada y plástica que irradia seducción y desborda en sensualidad y despreocupación; “Baby Strange” sigue la tendencia del corte predecesor en otra genialidad rítmica con mayor insición eléctrica en su parte final; “Ballrooms Of Mars” cómodamente se registra de entre las baladas glam más representativas junto con Mott The Hopple y Bowie; “Chariot Choogle” nuvamente apuntando a la densidad ledzeppiana; y cierra la melosa “Main Man”, perfecto punto final para esta fiesta glam del más elegante y sofisticado que se pueda registrar proveniente de las islas inglesas.

KIM FOWLEY - OUTRAGEOUS



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Psychedelic.Proto-punk
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción Favorita: “Bubble Gum”


Este hombre es simplemente un genio; explorando la convulsión humana, su bestialidad, su lado vulgar y maniático, un brillante Kim Fowley nos sorprende en este estupendo trabajo en el cual se enloda como un puerco en la psicodelia garagera más acida y nos regala este demoledor y ecléctico trabajo imposible de serle indiferente.

“Outrageous” se puede traducir como raro o extravagante, un loco esquizofrénico o un desquiciado animal llevado al extremo, un hombre impulsivo perdido en un trance de drogas alucinógenas que no encuentra palabras suficientes para expresarse y termina arrojando su instinto animalesco y desprolijo en ruidos, gritos, gemidos que logren desfogar su frustración, su rabia y esa necesidad humana de expresión emocional.


“Animal Man” arranca con una jocosa percusión y arrebatados guitarrazos eléctricos en una intensa maraña de teclados de fondo, pone en manifiesto su ascendencia animal, soy un cerdo, horrible, asqueroso y repulsivo, y por si fuera poco esto excitado, un punzante solo eléctrico son más que suficientes para detonar el clímax de esta brutal pieza; el frígido blues de "Wildfire" comulga un estilo vocal garagero a lo Iggy Pop o Captain Beefheart que va acrecentándose en su insinuación psicodélica tensionándose en astutos juegos de tempo, los demonios internos explosionan en un salvajismo claustrofóbico de autoacusaciones y desquicio mental llevando un elegante estilo instrumental de blues de salón a terrenos de rock psicótico; sigue la breve instrumental "Hide and Seek" con genial atmósfera psicodélica en el cual los teclados y la guitarra eléctrica entablan una alucinante comunicación rítmica; “Chinese Water Torture" es un breve pasaje vocal de estilo teatral-vocal estoico que parece comulgar a Zappa con Jim Morrison; conecta con el potente garage de "Nightrider" embistiendo con un Fowley prácticamente exorcizándose vocalmente lanzando alaridos fantasmagóricos animalescos de alusión stoogiana; y cierra el lado A la genial y fibrosa psicodelia de “Bubble Gum", enganchante y seductora pieza lisérgica con alucinantes momentos de intensidad rítmica de teclados y electricidad que se inyectan en las venas del oyente despertando sensaciones de placer narcótico.


Si en "Wildfire" se respalda en el blues para exponer sus desquicios humanos, ahora en "Inner Space Discovery" parece buscar un estilo vanguardista de noise psicótico con inclinación a los Velvets, desfoga sus alaridos en un agresivo trasfondo de disonancias y percusión, se retuerce en su paranoica esquizofrenia promulgando como respuesta a los males el ruido y la convulsión;  "Barefoot Country Boy" aligera el sonido en un jocoso y rítmico rock’nroll de enganche simple y directo con un Kim ahogándose en sus cacofonías en la parte final; y completa esta peculiar experiencia más rarezas vocales en "Up" psicodelia funk de gustosa sección rítmica; "Caught in the Middle"  buscando el desquicio auditivo con mayor agresividad noise lo-fi; y "Down", exploración vanguardista psicodélica redundando en recursos previamente vistos que queda completado con la retorcida pieza vocal "California Hayride".

miércoles, 14 de noviembre de 2012

DR. JOHN - GRIS-GRIS



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Rhythm 'n Blues.Dixie-jazz
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Danse Kalinda Ba Doom”


Sorprendente exploración por nuevos lenguajes musicales, Dr. John basa su propuesta en el blues de su natal New Orleans (histórico centro de fusión de culturas) llevado en un estilo jazz místico de atmósfera vudú con cierto sentido irónico a lo Zappa, adopta la personalidad de un intimidante hechicero Gris-gris que sale por las tenebrosas y oscuras noches, comulga la percusión rítmica tribal con acompañamiento jazz en aparentes conjuros y rituales de fondo en percusión tribal y lo dota de moderada accesibilidad en melodías simples y efectivas propiciando un interesante y fascinante viaje exploratorio de rica resonancia, heterogeneidad instrumental y matices que crece tras varias reescuchas.


Da por inicio “Gris-Gris Gumbo Ya Ya” pieza de expansiva atmósfera se logran conseguir, que parece manar una densa nebulosa en el medio de la noche conforme van pasando los segundos, Dr. John se presenta mientras nos va contando presumidamente de su talento para la sanación de cualquier mal, todo esto en un trasfondo con una tenebrosa línea de bajo y perturbadoras cuerdas de mandolina que vaticinan las macabras técnicas a las cuales el oyente está a punto de exponerse en su búsqueda de la cura, “Danse Kalinda Ba Doom” presenta un ritual vudú e el cual es imposible no conceptualizarse en una fría noche frente a una danza macumba en medio de una incandescente fogata de chamanes y brujas en plena abalanza demoniaca, presenta un muy buen trato de la intensidad a tensar la atmósfera en su parte media y al plantar como base musical un estilo nativo y primitivo.


Dixie-jazz en la genial “Mama Roux”, muestra mayor accesibilidad en su atractivo trasfondo jazz dotado de exotismo y calmada rítmica; “Danse Fambeaux” es una de las piezas más arriesgadas, por momentos parece buscar dirección reggae e incluso funk en su caprichosa estructura que se extiende a cerca de los cinco minutos entre arreglos corales de fondo, alaridos y evocaciones satánicas; al igual que “Croker Courtbullion”, aventura instrumental de insinuación psicodélica de mayor contundencia y mayor trabajo de los matices generando en la mente del oyente paisajes y atmósferas tétricas, de bestias carroñeras de colmillos y cuernos enormes, ruidos desesperantes de insectos nocturnos,  imágenes de canibalismo y sacrificios, persecuciones con lanza en mano y un ambiente agobiante que hace temer lo peor en este callejón sin salida lleno de arbustos e insectos en el cual uno vino a caer.


Rhythm 'n blues se filtra en “Jump Sturdy”, rústica pieza de genial manejo de cuerdas y mandolína; y cierra uno de sus cortes más recurrentes, “I Walk On Gilded Splinters”, desoladora pieza tratada con sinuosa atmósfera mercenaria y lúgubre en un brillante trasfondo de comunión de la conga y el bajo emanando un aire de maldad palpable por los cinco sentidos.


MOVING GELATINE PLATES - THE WORLD OF GENIUS HANS



Año: 1972
País: Francia
Género: Progressive.Canterbury-sound
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción Favorita: “We Were Lovin' Her”


Una de las más sofisticadas ofertas del progresivo francés, los Gelatine Planes conjuran una sonoridad elegante y meticulosa, ecléctica e indescifrable,  rica en diversidad de recursos en su basamento jazz de estilo libre. Influenciados notoriamente por el progresivo sincronizado de King Crimson, el estilo Canterbury de Caravan, Camel y sobre todo la Soft Machine,  el kraut sensorial exploratorio de Faust y las experimentaciones vanguardistas de cimiento jazz de Zappa, la banda consigue elaborar un consistente sonido que revisa diversos estilos y estados de ánimo, yuxtaponiéndolos en intrincados pasajes de astutos giros que deslumbran es su variedad de matices y atmósferas.


Basta con escuchar el extenso corte de catorce minutos que da inicio al disco, “The World of Genius Hans”, compleja obra épica del rock progresivo, exuberante pieza que surge como respuesta a la esquizofrenia del siglo 21 de la banda del rey carmesí, ostentosa pieza rítmica de impecable sincronización musical, oscura y mística, sus primeros segundos parecen amenazar una tétrica catástrofe (por ahí con reminiscencia a Sabbath), fríos arreglos corales soviéticos en un trasfondo fatalista y apocalíptico tensan la atmósfera consiguiendo mayor consistencia en un intrincado mejunje sónico de base jazz que filtra contundentemente posturas y ejercicios kraut alemán con el estilo nutrido y matizado del Canterbury inglés, en su segunda parte explora texturas sensoriales y un cocktail jazz de sincronización y estilo libre con sutiles aromas psicodélicos, juegos de tempo, disonancias, virajes de intensidades y astutos contrastes se dan lugar en esta muy bien construida pieza.


Sigue la curiosa “Funny Doll” dominada por el conciso bajo de Didier Thibaut, el estilo parece por momentos evocar en sus primeros minutos a unos Gentle Giant y que va aflorando en su complejidad conforme se acerca a su tenso desenlace en el cual queda más que claro su influencia en el manejo y trato estructural de unos Caravan; “Astromonster” es otra interesante construcción con mayor predominio sensorial en la cual la flauta de Maurice Helminger resulta una delicia sonora al contrastarla con la rugosidad del la guitarra ácida, además de destacar su enérgica sección rítmica en la segunda mitad; “Moving Theme” y “Cauchemar” presentan una estimable exploración progresiva con marcada influencia de la Soft Machine en sus fascinantes trabajos sesenteros, sin necesariamente presentar momentos memorables; la intrigante “We Were Lovin' Her” acierta en su callado semblante místico y perturbador, presenta un breve trance mental tétrico e insano que apunta a un estilo dadaísta y kraut; y cierra “Un Jour...”, agridulce corte final que deja un extraño sabor en los oídos tras escuchar este muy recomendado y poco usual trabajo.