miércoles, 14 de noviembre de 2012

DR. JOHN - GRIS-GRIS



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Rhythm 'n Blues.Dixie-jazz
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Danse Kalinda Ba Doom”


Sorprendente exploración por nuevos lenguajes musicales, Dr. John basa su propuesta en el blues de su natal New Orleans (histórico centro de fusión de culturas) llevado en un estilo jazz místico de atmósfera vudú con cierto sentido irónico a lo Zappa, adopta la personalidad de un intimidante hechicero Gris-gris que sale por las tenebrosas y oscuras noches, comulga la percusión rítmica tribal con acompañamiento jazz en aparentes conjuros y rituales de fondo en percusión tribal y lo dota de moderada accesibilidad en melodías simples y efectivas propiciando un interesante y fascinante viaje exploratorio de rica resonancia, heterogeneidad instrumental y matices que crece tras varias reescuchas.


Da por inicio “Gris-Gris Gumbo Ya Ya” pieza de expansiva atmósfera se logran conseguir, que parece manar una densa nebulosa en el medio de la noche conforme van pasando los segundos, Dr. John se presenta mientras nos va contando presumidamente de su talento para la sanación de cualquier mal, todo esto en un trasfondo con una tenebrosa línea de bajo y perturbadoras cuerdas de mandolina que vaticinan las macabras técnicas a las cuales el oyente está a punto de exponerse en su búsqueda de la cura, “Danse Kalinda Ba Doom” presenta un ritual vudú e el cual es imposible no conceptualizarse en una fría noche frente a una danza macumba en medio de una incandescente fogata de chamanes y brujas en plena abalanza demoniaca, presenta un muy buen trato de la intensidad a tensar la atmósfera en su parte media y al plantar como base musical un estilo nativo y primitivo.


Dixie-jazz en la genial “Mama Roux”, muestra mayor accesibilidad en su atractivo trasfondo jazz dotado de exotismo y calmada rítmica; “Danse Fambeaux” es una de las piezas más arriesgadas, por momentos parece buscar dirección reggae e incluso funk en su caprichosa estructura que se extiende a cerca de los cinco minutos entre arreglos corales de fondo, alaridos y evocaciones satánicas; al igual que “Croker Courtbullion”, aventura instrumental de insinuación psicodélica de mayor contundencia y mayor trabajo de los matices generando en la mente del oyente paisajes y atmósferas tétricas, de bestias carroñeras de colmillos y cuernos enormes, ruidos desesperantes de insectos nocturnos,  imágenes de canibalismo y sacrificios, persecuciones con lanza en mano y un ambiente agobiante que hace temer lo peor en este callejón sin salida lleno de arbustos e insectos en el cual uno vino a caer.


Rhythm 'n blues se filtra en “Jump Sturdy”, rústica pieza de genial manejo de cuerdas y mandolína; y cierra uno de sus cortes más recurrentes, “I Walk On Gilded Splinters”, desoladora pieza tratada con sinuosa atmósfera mercenaria y lúgubre en un brillante trasfondo de comunión de la conga y el bajo emanando un aire de maldad palpable por los cinco sentidos.


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