miércoles, 14 de noviembre de 2012

MOVING GELATINE PLATES - THE WORLD OF GENIUS HANS



Año: 1972
País: Francia
Género: Progressive.Canterbury-sound
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción Favorita: “We Were Lovin' Her”


Una de las más sofisticadas ofertas del progresivo francés, los Gelatine Planes conjuran una sonoridad elegante y meticulosa, ecléctica e indescifrable,  rica en diversidad de recursos en su basamento jazz de estilo libre. Influenciados notoriamente por el progresivo sincronizado de King Crimson, el estilo Canterbury de Caravan, Camel y sobre todo la Soft Machine,  el kraut sensorial exploratorio de Faust y las experimentaciones vanguardistas de cimiento jazz de Zappa, la banda consigue elaborar un consistente sonido que revisa diversos estilos y estados de ánimo, yuxtaponiéndolos en intrincados pasajes de astutos giros que deslumbran es su variedad de matices y atmósferas.


Basta con escuchar el extenso corte de catorce minutos que da inicio al disco, “The World of Genius Hans”, compleja obra épica del rock progresivo, exuberante pieza que surge como respuesta a la esquizofrenia del siglo 21 de la banda del rey carmesí, ostentosa pieza rítmica de impecable sincronización musical, oscura y mística, sus primeros segundos parecen amenazar una tétrica catástrofe (por ahí con reminiscencia a Sabbath), fríos arreglos corales soviéticos en un trasfondo fatalista y apocalíptico tensan la atmósfera consiguiendo mayor consistencia en un intrincado mejunje sónico de base jazz que filtra contundentemente posturas y ejercicios kraut alemán con el estilo nutrido y matizado del Canterbury inglés, en su segunda parte explora texturas sensoriales y un cocktail jazz de sincronización y estilo libre con sutiles aromas psicodélicos, juegos de tempo, disonancias, virajes de intensidades y astutos contrastes se dan lugar en esta muy bien construida pieza.


Sigue la curiosa “Funny Doll” dominada por el conciso bajo de Didier Thibaut, el estilo parece por momentos evocar en sus primeros minutos a unos Gentle Giant y que va aflorando en su complejidad conforme se acerca a su tenso desenlace en el cual queda más que claro su influencia en el manejo y trato estructural de unos Caravan; “Astromonster” es otra interesante construcción con mayor predominio sensorial en la cual la flauta de Maurice Helminger resulta una delicia sonora al contrastarla con la rugosidad del la guitarra ácida, además de destacar su enérgica sección rítmica en la segunda mitad; “Moving Theme” y “Cauchemar” presentan una estimable exploración progresiva con marcada influencia de la Soft Machine en sus fascinantes trabajos sesenteros, sin necesariamente presentar momentos memorables; la intrigante “We Were Lovin' Her” acierta en su callado semblante místico y perturbador, presenta un breve trance mental tétrico e insano que apunta a un estilo dadaísta y kraut; y cierra “Un Jour...”, agridulce corte final que deja un extraño sabor en los oídos tras escuchar este muy recomendado y poco usual trabajo.

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