sábado, 29 de septiembre de 2012

REDD KROSS - NEUROTICA



Año: 1987
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Glam-metal
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "Neurotica”


Una de las sorpresas de los ochenta resulta la oferta adictiva de Red Kross, esta vez afilando guitarras en nervudas secciones rítmicas que entremezclan astuta y gustosamente el glam, el punk, el hardcore, el power-pop, el bubblegum, el arena y algo de psicodelia, engendrando así una altisonante experiencia llena de enganche sonoro para soltarse las trenzas y agitar la cabeza al contagiante e irresistible ritmo de la frívola banda californiana.


En su oferta se filtra el sonido de bandas predecesoras como los Stooges, New York Dolls, Ramones, el power-pop de Cheap Trick, el hard-rock de Zabbath, orientando su oferta a la postura metal de la plástica ciudad de Los Angeles de mediados de los ochenta, aunque su contenido lírico siempre fue de crítica directa y explícita.


Arranca por lo alto arremetiendo a más de cien con la alucinante “Neurotica”, demoledor corte inicial que muestra su ascendencia del punk neoyorkino de las mencionadas Dolls, ligera y despreocupada, resulta imposible perderse en sus ejercicios vocales psicodélicos y su sulfurada electricidad de irresistible sección rítmica; revisan a los Cheap Trick en “Play My Song”, otros de los mejores cortes del disco  con genial melodía y resonancia que por ahí precede a la tendencia alternativa de los noventa; “Frosted Flake” en un agresivo y potente harcode que embiste con furia en ese inmortal riff; la revoltosa pieza de punk-pop “Janus, Jeanie & George Harrison” con genial intermedio de batería rítmica y bajo; y “Love is You”, sorpresiva e inesperada balada folk que apacigua las aguas del disco en una simpática melodía de predominante recurso de falsetto.


“Peach Kelli Pop” es otro potente power-pop con estruendo eléctrico; la robusta “McKenzie” con saturación eléctrica (y que probablemente los Oasis la han debido haber escuchado para ‘inspirarse’ en su “Cigarretes & Alcohol”….’I can make it happen…’); el metal en “Tatum O’Tot and the Fried Vegetables”, agitado y revoltoso corte que asalta los oídos en su arrebatado empuje eléctrico; “Ballad Of A Love Doll” con orientación post-punk; el proto-punk de Detroit revive en la conflictiva “What They Say”;  la alucinante “Ghandi Is Death (I’m The Cartoon Man)” mostrando la ascendencia psicodélica en un enfoque alternativo ochentero, para zambullirse en esa cascada eléctrica; y completa “Beautyful Bye Byes”, lento corte que calmas las aguas y cierra esta imprescindible trabajo para cualquier amante del buen rock.

GUNS N' ROSES - USE YOUR ILLUSION I & II



Año: 1991
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Metal
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "Bad Obsession”



Si bien ambos discos fueron lanzados por separado, la propuesta de ambos trabajos coincide con la nueva dirección que la banda tomo en un momento crucial de enrumbar su dirección, madurar su sonido y expandir su querencia por el rock y el blues, lo cual les resulto una exploración por los cimientos del rock que les sirvió como fuente de inspiración en la elaboración de este pretencioso trabajo dsicográfico.

Al igual que varios oyentes coincido en que extrayendo los mejores cortes de ambos discos probablemente se esté frente a una rotunda obra maestra, tampoco hay que desdeñar el esfuerzo de la banda al elaborar un conglomerado de excelentes piezas que viran desde la acústica melodía blues-rock hasta la saturación sónica eléctrica hard-rock y metal, todo esto expuesto y lanzado en plena efervescencia del glam-metal (o para muchos el porn-metal) en L.A. propiciaron un rotundo éxito comercial y una indiscutible ovación por la crítica.



Punteros del metal californiano ochentero, el demoledor disco arranca con la mastodónica "Right Next Door to Hell", acelerado corte del metal característico de la banda lleno de ímpetu y musculatura hard-core ; “Dust N' Bones" es un blues rítmico con insinuaciones psicodélicas y acompañamiento de piano, cediendo Axl la voz principal a Izzy Stradlin; además presentan una genial versión del clásico "Live and Let Die" de Paul y Linda McCartney, afilando las cuerdas en un rico contraste rítmico instrumental y variaciones tanto de tempo como de estilos musicales; la fulminante balada "Don't Cry" en su versión original mostrando un majestuoso arreglo de recursos vocales y corales, y "Perfect Crime" presenta un acelerado metal denotando su influencia ledzeppiana.


"You Ain't the First" presenta un corte folky-blues que muestra su querencia por el rock stoniano (dígase en “Beggar Banquet”), aunque su inclinación melódica apunta más a unos Beatles con mayor predominio de McCartney; "Bad Obsession" revisa ahora el “Sticky Fingers” y el “Exile” de los Stones en una altisonante ejecución musical siendo claves en el sonido del corte el acompañamiento en piano de Dizzy Reed y la estupenda harmónica de Michael Monroe; sigue la potente “Back Off Bitch" con genial guitarra de Izzy Stradlin; la rítmica "Double Talkin' Jive" con desenlace acústico de cuerdas en estilo flamenco por Slash trayéndonos a la mente a Love en su “Alone Again Or”.


Uno de los momentos claves del disco es la apasionante “November Rain”, intensa nebulosa se contraste de violines y guitarras eléctricas que fascina en su complejidad y su profundidad, a pesar de que para muchos peca de pretenciosas y extensa, resulta efectiva en su manejo de la intensidad y en mostrar una mayor elaboración de la construcción musical de la banda; sigue el hard-rock alternativo de “The Garden” que conecta con el metal de "Garden of Eden" y “Don’t Damn Me”; y completan “Bad Apples” por ahí filtrando a unos Stones con las New York Dolls;  “Dead Horse” con aromas a Alice Cooper; y “Coma” completa y extensa pieza en construcción suite de convulsivos y lentos tiempos que consigue intensos y memorables momentos a lo largo del corte.


Del segundo disco destaca la épica de "Civil War", desoladora balada de descomunal intensidad y tenso trato atmosférico; la genial "14 Years" con interesante contraste de har-rock y acompañamiento de piano; "Yesterdays" evocando nuevamente a su referencia directa: los Stones del “Exile”; la épica versión del clásico folk "Knockin' on Heaven's Door" de Dylan; uno de los mejores momentos del disco convirtiendo este sentido tema en una demoledora pieza de calada intensidad histriónica y excitantes momentos de sensibilidad; la altiva "Get in the Ring” con intro blues; sigue "Shotgun Blues" filtrando unos convulsivos Sex Pistols; y la animada "Breakdown", tema lento que emana aromas sureños.


"Pretty Tied Up" presenta momentos de sitar por Izzy Stradlin y una gustosa dirección arena y rock de estadio; "Locomotive" con alucinante manejo eléctrico por ahí evocando a unos Cheap Trick en el trato rítmico; el homenaje al fallecido Johnny Thunders en la sentida balada “So Fine"; y completan este ambicioso trabajo la extensa balada "Estranged"; el clásico "You Could Be Mine"; la versión alternativa de "Don't Cry", y la innecesaria y fallida "My World".

JANE'S ADDICTION - NOTHING'S SHOCKING



Año: 1988
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Metal
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "Ocean Size”


Uno de los trabajos más representativos e imponentes del rock americano en plena década ochentera, Jane’s Addiction comulga épica hard-rock y metal con la postura alternativa característica de la segunda mitad de la década.

Sulfuradas texturas de sensuales densidades estruendosas, se filtrar psicodelia y noise a lo largo de vertiginosas variaciones eléctricas de arena-rock, ni que decir del tremendo talento de sus miembros del cual destaca el inconfundible Perry Farrel a la voz o la poderosa guitarra del impecable Dave Navarro, es disco es una orgía sónica de intenso hard-rock brutal y macizo, apuntando con una interesante perspectiva su oferta de desafiante rebose hardcore y metal.



Intensas cascadas mastonónicas de guitarras eléctricas resuenan a lo largo del disco, que arranca con “Up the Beach”, acertado corte inicial que evoca psicodelia y arena; preámbulo de “Ocean Size”, demoledora pieza de hardrock chulesco y directo, una hipnótica línea de bajo sirve de tapiz para una insaciable odisea sónica de electricidad hendrixiana, contrastes de guitarra acústica se filtran en la intro y a lo largo del disco; sigue “Had a Dad” arremetiendo con mayor dominio rítmico e intensidad metal además de presentar un fulminante solo de Navarro; surge su vena experimental en la interesante “Ted, Just Admit It…” con soporte en bajo de Eric Avery, efectos sonoros y distorsión que van construyendo una atmósfera tensa y peligrosa que lleva a su clímax máximo en su caótica parte final de percusión tribal y arremetido tempo; y “Standing in the Shower… Thinking”, ligera pieza de evoca funk y rock en una atractiva construcción rítmica.


Además sorprenden con bellísimos cortes lentos como la ensoñadora “Summertime Rolls”,  melancólica pieza acongojadora que demuele la sensibilidad en su letárgica atmósfera con insinuaciones psicodélicas y conseguida épica; “Mountain Song” exhibiendo su querencia por unos Led Zeppelin (una de sus claras influencias); la alucinante “Idiots Rule” con acompañamiento de trompetas en un desafiante y mordaz corte; la simpática balada “Jane Says” con acompañamiento acústico en cuerdas y exotismo en percusión; “Thank You Boys” presenta un breve pasaje jazz y completa “Pig’s in Zen”, apoteósico corte final que acentúa su oferta metal ledzeppiana en inmortales solo de guitarra e inesperados arrebatos vocales y rítmicos.

Un imprescindible del rock ochentero.

HOODOO GURUS - STONEAGE ROMEOS



Año: 1984
País: Australia
Género: Post-punk.Power-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Dig It Up”


Gustosa formación australiana que rezumbó la escena musical de mediados de los ochenta con su impecable impronta pop de power-pop y jangle de exquisita hechura y fina construcción melódica. Su sonido filtra a un número de bandas sesenteras como los Byrds, Beatles, el garage de los Who o Count Five, aromas psicodélicos a lo Chocolate Watchband así como el post-punk tanto de la América de fines de los setenta e inicios de los ochenta como el pop-punk del otro lado del Atlántico.

De su primer trabajo discográfico podemos destacar la rítmica "(Let's All) Turn On", directo corte de garage.post-punk remontándonos a unos primeros Stones, el garage de Count Five o Blues Magoos; la animada "I Want You Back", delicioso corte power-pop lleno de armonioso arreglo de cuerdas y evocaciones a unos contemporáneos Db’s; sigue "Arthur" por ahí con resonancia a unos Watchband en otro genial corte de atractiva sección rítmica y arreglos corales beachboyeros; y revisan el arena en "Death Ship", otra genial aportación garagera de convulsiva y vertiginosa atmósfera por ahí evocando a un Iggy Pop.


"Dig It Up" con percusión tribal roza con el estilo gótico de Bauhaus (aunque en una postura post-punk); sigue la melodiosa pieza "My Girl", sublime power-pop con evocaciones a Raspberries o los mencionados Stones; “Zanzibar" siembra una mística atmósfera en frías cuerdas y estilo vocal de orientación a un Morrissey en los Smiths; la apabullante intro de batería tribal en "Leilani" con genial sección rítmica post-punk al igual que en la accesible "Tojo"; completa este gustoso disco la estruendosa "In the Echo Chamber", uno de los mejores cortes con intensa sección eléctrica; y “I Was a Kamikaze Pilot” con mayor ascendencia al punk inglés.

VIOLENT FEMMES - HALLOWED GROUND



Año: 1984
País: Estados Unidos
Género: Alternative.country-folk
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Inesperado giro que dio la propuesta de la banda, quienes si bien en su disco predecesor mostraban un estilo musical folk crudo y de estilo primitivo, mas ahora aciertan en narraciones explícitas y de alusiones religiosas que el líder Gordon Gano va desgranando tomando ahora mayor dominio del sonido.

Su pelicular estilo musical resulta más que acertado, además de presentar interesantes direcciones y una mayor variedad de recursos musicales que dotan a las piezas de una rica sonoridad y matices de mayor visión artística, algo densas por momentos, mas suficientes como para disfrutar este muy destacable trabajo ochentero.

Comienza con la morbida "Country Death Song", con fondo que filtra delta-blues y country, en macabros textos (basados en una historia verídica) de como un hombre lanza a su hija a un pozo tras descontrolarse, terminando ahorcándose tras darse cuenta de la atrocidad que acaba de hacer, un basamento rústico de cuerdas aderezan y acentúan la crudeza del corte; "I Hear the Rain" sigue la oferta en un corte dominado por el bajo, ahora con perturbación vocal psicótica y percusión en marimba; y llega "Never Tell", demencial tema de genial recursos de cuerdas acústicas en una penumbrosa historia de desasosiego mental.


"Jesus Walking on the Water" se presenta como un corte predicador, aunque por el concepto del disco más se pinta de lúdico o sarcástico, aun así consiguen una simpática construcción country-folk campirana; conecta con la sofisticada balada "I Know It’s True but I’m Sorry to Say", relajante y dulce balada que apacigua los ánimos en su ensoñadora sonoridad dream; "Hallowed Ground" continua la oferta con cuerdas de aromas psicodélicos de la costa oeste; "Sweet Misery Blues" revisa blues en un coqueteo con el estilo vaudeville de McCartney en los Beatles y acompañamiento en clarinete; completan las estupendas "Black Girls", enérgica pieza blues con saxo y clarinete dotando una catarsis sónica instrumental art-rock de estilo libre; y el blues de la estupenda "It’s Gonna Rain", acertado punto final con armónica y acompañamiento de piano que cierran este muy particular trabajo de la banda americana, menos contundente que su predecesor,más probablemente de mucho mayor impacto e interés musical para algunos.

ROBYN HITCHCOCK - I OFTEN DREAM OF TRAINS



Año: 1984
País: Reino Unido
Género: Folk.psychedelic
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Cathedral"


Destacable trabajo discográfico como solista de Robin Hitchcock, cantautor inglés cuyo trabajo se percibe como un frio y agridulce entorno de emociones encontradas, reflexiones, humor e ironía inglesa, su basamento folk minimalista de piano, guitarra y juegos vocales resulta más que acertado para el estilo directo de su sonido, en el cual encontramos huella de Barret como solista, Bowie, Dylan, Reed y el pop de los Beatles y los Who, además de revisar uno que otro recurso sesentero de psicodelia, dream y baroque pop de varias de las bandas inglesas sesenteras como Blossom Toes, Curt Boetcher o los Bee Gees más folk.

Tintes lúgubres se percibe en el comienzo de tristes notas de piano, dramáticas de tarde de lluvia y cielo gris, comienza con la morbosa “Sometimes I Wish I Was A Pretty Girl”, basamento folk y resonancia en fondo psicótico de estilo bowiano; la estupenda “Cathedral” con envolvente atmósfera de evocaciones nostálgicas y un trato melódico impecable de herencia sesentera beatleniano en esas tristes notas de piano de marfil; la pieza vocal “Uncorrected Personality Traits” parece buscar evocar el humor sardónico de Zappa con los juegos vocales de Wilson; “Sounds Great When You´re Death” posee una caprichosa línea de guitarra que se enmaraña con la melodía vocal generando una interesante atmósfera intrigante, destaca la intensidad que consigue en su limpio basamento minimalista; y el desencanto de “Flavour Of Night” que deja un sabor agridulce en los labios tras esas melancólicas notas de piano.


“Ye Sleeping Nights Of Jesus” posee una dominante línea de bajo e inclinación folky de aromas a unos Bee Gees o Neil Young; “This Could Be The Day” con armónica dylaniana; la melodiosa “Trams Of Old London” mostrando la exuberancia baroque-folk más limpia de un inspirado Hitchcock por ahí ya evocando a unos Magna Carta; “Furry Green Atom Bowl” revisando soul a capela y el instrumental “Heartful Of Leaves”, otro frio pasaje instrumental de obsesión depresiva.


“Autumn Is Your Last Chance” es una bella balada con aires a los Velvets, posee un hermoso manejo de intensidad luminario que se acentúa en sus últimos momentos; “I Often Dream Of Trains” revisa a los Who en un estilo folk-pop con cierta inclinación psicodélica en cuerdas.

SONIC YOUTH - DAYDREAM NATION



Año: 1988
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Noise
Puntuación: ▲▲▲▲▲

Canción favorita: "The Sprawl"


Imposible dejar de revisar este soberbio trabajo discográfico, de quienes se logra revisar muy fructíferas exploraciones en su rica discografía, y de quienes destaca este álbum clave en el viraje de la escena post-punk alternativa underground de los ochenta y el rock alternativo de los noventa, Sonic Youth basa su oferta en el noise minimalista de los Velvets, el sentido rítmico del post-punk neoyorkino, saturación atmosférica eléctrica en texturas oscuras, taciturnas, hipnóticas e incluso ensoñadoras por momentos, melodías de fácil escucha (por ahí con basamento bubblegum) y la dirección alternativa de impredecible dirección experimental-vanguardista que los acerca bastante al estilo kraut germano (otra de sus claras influencias) sin evitar revisar a unos inevitables Burma o Wipers.

Logran un sonido más limpio que en sus predecesores, logrando mayor accesibilidad sin desequilibrar al gustoso oyente de su propuesta alternativa. Destaca así “Teen Age Riot” con irresistible arreglo de cuerdas y adictiva densidad sónica (cuya huella se aprecia en un número de bandas noventeras como Nirvana o Placebo); "Silver Rocket" muestra su querencia por el kraut y el industrial al arremeter con un pasaje intermedio de disonancias experimentales cosmic-noise, cabalgantes golpes de batería y un riff de aromas ramonianos construyen otro intenso momentos del disco; y ni que decir del estilo vocal taciturno de Kim Gordom resulta clave en “The Sprawl”, otra estupenda pieza de vespertina electricidad que se va oscureciendo en su trato de cuerdas de roces psicodélicos, imposible no percibir su ascendencia de unos Pink Floyd aun con Barret (sobre todo en la segunda mitad de la pieza).


Sigue la convulsión garage y noise en "'Cross the Breeze", revoltosa pieza árida que evoca a unos Count Five o Chocolate WatchBand sesenteros; sulfurada atmósfera de corrosión metálica se amalgama con la desprolija y cruda vocalización de la ya mencionada Gordom, arremeten en su segunda mitad en un palpitante trance mental de impredecibles direcciones; "Eric's Trip" es un vertiginoso pasaje de puro psico-noise undergroung con distorciones sónicas space y catastrófica atmósfera de robusta densidad oscilatoria con aires góticos; "Total Trash" denota su vena post-punk accesible de sección rítmica minimalista (otra clara influencia de varias bandas vendieras de la primera década del post-punk revival del nuevo milenio como Interpol entre otras tantas), cierra un incisivo pasaje instrumental de retorcida atmósfera psicótica, y "Hey Joni" redunda en lo previamente explicado con sublime trato en cuerdas que dotan una característica luminosidad a la pieza.


La mesmerizante sección de cuerdas en la intro en "Candle" parece evocar la oscuridad de Arthur Lee en “Forever Changes”, más noise abrasivo en su sección media y una atractiva melodía de fácil enganche conecta muy bien con el corte inicial del disco y muestra mayor contundencia en la elaboración global del trabajo; la notable "Rain King" arremete con psicosis noise convulsiva y tortuosa simplemente irresistible, arremete con direcciones que viran, retroceden y aceleran, cambia de primera a quinta sin precaución, se percibe en su construcción incluso secciones de hard-rock y algo de metal; sigue "Kissability”, con mayor incisión eléctrica y perturbación en galopante percusión tribal; y cierra "Trilogy: The Wonder/Hyperstation/Eiminator Jr.", extensa pieza que redunda en lo explicado en líneas superiores, dando un insaciablem coctel del más alucinante noise experimental que se pueda registrar del underground en una América ochentera.

Completa la obviable "Providence", probablemente intentando evocar kraut a lo Neu! o industrial sin mucho acierto e interés.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

HAPPY MONDAYS - PILLS 'N' THRILLS AND BELLYACHES



Año: 1990
País: Reino Unido
Género: Indie.Madchester-sound
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "God’s Cop"


Por un momento allá por fines de los ochenta y los primeros años de los noventa la atención de la escena musical de las islas inglesas dejó de ser la fría y gris cuidad de Londres y los ojos del mundo (bueno talvez no del ‘mundo’, pero sí del resto de Inglaterra por lo menos) se encontraban al tanto de lo que estaba pasando al norte del país, en la escena musical de una Manchester que ya previamente había registrado a los imprescindibles Smiths en la historia del rock británico; esta vez ya el indie se había mutado con la vanguardia electrónica y estaba germinando así una nueva oferta musical despreocupada y liberal de clara alusión y devoción lisérgica.


Punteros del sonido de Madchester, los Happy Mondays supieron amalgamar su propuesta indie pop con recursos electrónicos propiciando la plataforma perfecta para epitomizar el concepto de rave, la historia se repite en una suerte de revival psicodélico en el cual el lsd fue cambiado por el éxtasis y la experiencia musical se desviaba del ácido californiano, catapultándose a una bailonga y pachanguera aventura de intenso funk y house con efectos alucinógenos y narcóticos de menor repercusión o trascendencia que su referencia sesentera.

Su propuesta sin embargo no carece de encanto, resulta bastante atractiva si uno se deja llevar por su buen sentido del ritmo y sus sensuales pasajes de accesibles y desenfadados textos en pastosas e hipnóticas atmosferas seductoras, además de destacar la mano en producción de los DJs Paul Oakenfold y Steve Osborne, claves en la hechura y mezclas del disco.


El juergón comienza a lo grande en La Hacienda, e ingresan en la sangre la necesitada droga en “Kinky Afro”, esta noche necesito crucificar a algún amigo, no me importa lo que vayas a decir…todos digan yeah!!, una actitud chulesca y desafiante que define la rebeldía del adolescente despreocupado, liberal e impetuoso, el rock sirvió y servirá por siempre como en canal de expresión para canalizar (entre otras tantas cosas) las ansias internas de demolición y explosión adolescente, las hormonas se descontrolan y Happy Mondays encuentra la fórmula para hipnotizarlas y hacerlas bailar a su ritmo.

La fiesta sigue con “God’s Cop”, ahora evocando funk y groove en una irresistible atmósfera house de mayor exotísmo y suculenta sección rítmica para zambullirse y nunca dejar que termine la jarana; “Donovan” presenta una genial línea de bajo que sostiene este ligero pasaje que juega astutamente con el folk psicodélico y el house con derivación kraut; "Grandbag's Funeral" arremete con intromisión de teclados psicodélicos y sección rítmica funk; y claro no puede faltar los pasajes lentos de introspección narcótica y trance mental en la sensorial "Loose Fit".


Sigue la burbujeante "Dennis and Lois", uno de los mejores cortes del disco con conseguida profundidad y efectos sonoros; la tentadora "Bob's Yer Uncle" cantada a susurrante voz en fogosa incitación sexual y detonantes notas de flauta que generan un riff irresistible para los oídos, la droga y el sexo hacen sucumbir al ser humano en un afirmamiento de placer y hedonismo mundano; y completan la enérgica "Step On"('...you're twistin' my melon man...'); "Holiday” y "Harmony" con evocaciones sunshine, por ahí redundando en lo mismo y culminando así esta exquisita experiencia musical bastante recomendable de los años dorados de la cuidad de Manchester que tenía a toda una nación ansiosa de apuntarse al fiestón.

SPACEMEN 3 - THE PERFECT PRESCRIPTION



Año: 1987
País: Reino Unido
Género: Psychedellic.Space-rock
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Ecstasy Symphony/Transparent Radiation (Flashback)”


En honor a la verdad, me cuesta aceptar el término neo-psicodelia que en varias ocasiones se otorga al sonido o a la propuesta de algunas bandas posteriores al post-punk de fines de los ochenta, cuyo tèrmino busca definir o etiquetarlas de alguna manera; y esto básicamente porque en si no es nada realmente neo o ‘nuevo’ (tal vez sí resulta efectiva por momentos o en determinados pasajes de sus trabajos, mas exiguo para definirlo como género en sí); veo constantemente como a bandas como Tame Impala o Kasabian, o a sus deudores más inmediatos, los Stones Roses se les otorga este apelativo cuando en sí más que una tendencia ‘neo’ (término que les queda bastante grande) termina siendo un ‘revival’ o reciclaje de la psicodelia sesentera; pero bueno entre otras de esas bandas cae igualmente Spacemen 3, quienes si bien su propio nombre lo dice (‘SPACE’men 3), orientan su sonido en una clara y bien definida atmosfera space psicodélica de hipnóticas texturas densas herencia de los Velvets, el garage y noise de saturación eléctrica de los Stooges, densidades que juegan del gótico al dream, y dirección conceptuales de enfoque kraut y art-rock, siendo este probablemente su trabajo más interesante por el enfoque y pretensión conceptual del viaje ácido de exploración sensorial tras el consumo de drogas, en sus variados climas y momentos a lo largo del disco (nada nuevo si bien es cierto, basta con recordar “Heroin” de los Velvets como clara referencia).

Detona el viaje con la estridencia sónica de "Take Me To The Other Side", potente noise stoogiano que se mezcla caprichosamente con la psicodelia, y cuya robustez eléctrica hereda tanto del space-psicodélico de Hendrix como del noise eléctrico de sus contemporáneos Jesus And Mary Chains, Wire o Sonic Youth entre otros, un riff simple e incisivo otorga sofocación e incandescencia a la tensa atmósfera; sigue "Walkin' With Jesus", canto folk con matices dream sensorial; y "Ode to Street Hassle" por ahí con aromas a unos Joy Division o Doors, aunque además se puede apreciar en sus pasajes instrumentales la influencia del trato sensorial del krautrock menos agresivo.


"Ecstasy Symphony/Transparent Radiation (Flashback)” representa la cumbre del disco al introducirnos en el clímax alucinógeno del consumo de estupefacientes; comienza con muy apacibles arreglos orquestales que conjuran una atmósfera cuasi-celestial de sutil y sublime sci-fi, revisan además el cover de los Red Krayola (una de sus claras influencias), su efecto suspende al oyente por densas nebulosas de violines y sintetizadores que se comulgan en un Olimpo sagrado de devoción lisérgica, sumergiéndose uno en sus placenteros surcos de psicodelia sensorial.

El nexo de la catarsis es "Feel So Good", lento tema que se va oscureciendo, esconde cierta atmósfera perversa y sus recursos fascinan en su orientación al krautrock alemán; volvemos con el noise psicodélico-experimental en "Things'll Never Be the Same", ultrajando los oídos en un fulgurado y pesado mejunje sónico; seguida de la limpia "Come Down Easy" de sección rítmica blues y acertados efectos space-kraut en su parte final logrando una muy interesante fusión; y cierra la perturbadora "Call the Doctor".


Si bien algunos cortes se extienden en demasía redundando en recursos, la experiencia musical resulta bastante placentera e interesante para el oyente amante del la vanguardia y la experimentación musical.

THE GO-BETWEENS - BEFORE HOLLYWOOD



Año: 1983
País: Australia
Género: Post-punk
Puntuación: ▲▲▲▲



Canción favorita: "Dusty in Here"


Refrescante trabajo discográfica de la notable banda Australia, saben con acierto elaborar ricas estructuras power-pop ornamentadas con cuerdas estilo jangle de atractiva resonancia con huella del pop de los Kinks o Beatles, expuesto en una dirección post-punk con aromas alternativos.
Si bien el corte más conocido del disco es "Cattle and Cane", una hermosa pieza lenta de mesmerizante mística y reflexiva atmósfera con aromas que parece fusionar a unos Velvets con los  Jam en cierto trato new-wave; el disco ofrece corte tras cortes revestido de la impecable impronta y estilo de la banda, resaltando "A Bad Debt Follows You", con genial construcción rítmica, manejo de intensidad y condimentado con notas góticas de órgano; "Two Steps Step Out" con simpática melodía y tacleo jangle byrdsiano muy al estilo de su contraparte americana R.E.M. al otro lado del pacífico, "Before Hollywood" muestra un manejo de cuerdas alternativo aunque conservando la construcción post-punk; y la hermosa balada "Dusty in Here", inspirado corte con aromas melódicos a Ray Davies y tristes notas de piano que recuerdan a un Lou Reed en “Berlin”.


"Ask" sorprende por su elaborada construcción que juega con momentos lentos de cuidada atmósfera letárgica; "By Chance" acelerando la sección rítmica y genial arreglo de cuerdas cuyo manejo elegante y sobrio resulta un deleite para el amante más exigente del pop-rock; la intrigante "As Long As That" con acompañamiento de órgano; y completan la rítmica "On My Block" y la luminaria "That Way" este muy destacable trabajo ochentero.

WIPERS - YOUTH OF AMERICA


Año: 1981
País: Estados Unidos
Género: Post-punk
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "When it's Over"


Al igual que los Replacements u otras bandas americanas que emergieron en el ocaso de la escena punk (ya casi entrando al post-punk de fines de los setenta), los Wipers supieron virar su dirección en una oferta menos redundante, y se adentraron a terrenos de mayor complejidad artística sin abandonar su personalidad ni su impronta y estilo característico, consiguiendo sí probablemente uno de sus discos más destacables e influyentes cuya huella se aprecia en varias bandas del posterior género alternativo.

Resalta así el corte con fatalista intro en “No Fair”, tensa sección rítmica y agresiva robustez sónica de herencia velvetiana y hardcore; el corte homónimo “Youth Of America” muestra una compleja construcción de abrasiva sección rítmica en su parte inicial (casi rozando con el arena), riff esporádicos evocan tensos terrenos bélicos de violencia y descontrol en su intensa parte media que se extiende en una sofocante atmósfera apocalíptica de enfoque art-punk, para recuperar la dirección del corte en sus últimos momentos en un sudoroso e incandescente clamor de ansias de rebelión puño en mano.


“Taking Too Long” muestra su querencia por la construcción power-pop bien construida y armonizada, simpática y contagiante, a resaltar el trabajo rítmico en cuerdas (cuyo trato por momentos trae a la mente cierto aroma al “Hallogallo” de Neu!); la revoltosa “Can This Be” acentuándose en el bubblegum ramoniano en una impetuosa sección rítmica; “Pushing the Extreme” ya exhibiendo densidad gótica; y completa “When it's Over”, apoteósico final instrumental de fulminante épica que sumerge al oyente en calamitoso trance mental del cual es imposible saciarse o escapar.