Año: 1984
País: Estados Unidos
Género: Alternative.country-folk
Puntuación: ▲▲▲▲1/2
Inesperado giro que dio la propuesta de la banda, quienes si bien en su disco predecesor mostraban un estilo musical folk crudo y de estilo primitivo, mas ahora aciertan en narraciones explícitas y de alusiones religiosas que el líder Gordon Gano va desgranando tomando ahora mayor dominio del sonido.
Su pelicular estilo musical resulta más que acertado, además de presentar interesantes direcciones y una mayor variedad de recursos musicales que dotan a las piezas de una rica sonoridad y matices de mayor visión artística, algo densas por momentos, mas suficientes como para disfrutar este muy destacable trabajo ochentero.
Comienza con la morbida "Country Death Song", con fondo que filtra delta-blues y country, en macabros textos (basados en una historia verídica) de como un hombre lanza a su hija a un pozo tras descontrolarse, terminando ahorcándose tras darse cuenta de la atrocidad que acaba de hacer, un basamento rústico de cuerdas aderezan y acentúan la crudeza del corte; "I Hear the Rain" sigue la oferta en un corte dominado por el bajo, ahora con perturbación vocal psicótica y percusión en marimba; y llega "Never Tell", demencial tema de genial recursos de cuerdas acústicas en una penumbrosa historia de desasosiego mental.
Comienza con la morbida "Country Death Song", con fondo que filtra delta-blues y country, en macabros textos (basados en una historia verídica) de como un hombre lanza a su hija a un pozo tras descontrolarse, terminando ahorcándose tras darse cuenta de la atrocidad que acaba de hacer, un basamento rústico de cuerdas aderezan y acentúan la crudeza del corte; "I Hear the Rain" sigue la oferta en un corte dominado por el bajo, ahora con perturbación vocal psicótica y percusión en marimba; y llega "Never Tell", demencial tema de genial recursos de cuerdas acústicas en una penumbrosa historia de desasosiego mental.
"Jesus Walking on the Water" se presenta como un corte predicador, aunque por el concepto del disco más se pinta de lúdico o sarcástico, aun así consiguen una simpática construcción country-folk campirana; conecta con la sofisticada balada "I Know It’s True but I’m Sorry to Say", relajante y dulce balada que apacigua los ánimos en su ensoñadora sonoridad dream; "Hallowed Ground" continua la oferta con cuerdas de aromas psicodélicos de la costa oeste; "Sweet Misery Blues" revisa blues en un coqueteo con el estilo vaudeville de McCartney en los Beatles y acompañamiento en clarinete; completan las estupendas "Black Girls", enérgica pieza blues con saxo y clarinete dotando una catarsis sónica instrumental art-rock de estilo libre; y el blues de la estupenda "It’s Gonna Rain", acertado punto final con armónica y acompañamiento de piano que cierran este muy particular trabajo de la banda americana, menos contundente que su predecesor,más probablemente de mucho mayor impacto e interés musical para algunos.
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