martes, 26 de junio de 2012

JACK WHITE - BLUNDERBUSS



Año: 2012
País: Estados Unidos
Género: Rock
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "The Eternal"


Uno de los artífices más destacables de la escena rock del nuevo milenio es el genio de Jack White, su bagage musical que va desde el rock sesentero, el blues, el garage y el rock alternativo dotan a su propuesta del cimiento necesario para la construcción de estupendas piezas y trabajos discográficos que destacan por su originalidad y su nervuda intensidad rock.

Ahora en solitario lanza este trabajo discográfico, genial aporte del blues-rock característico del multi-instrumentista y cantautor americano, aunque esa vez refinando su oferta al conseguir un muy sofisticado sonido de aromas sureños country-blues; comienza con “Missing Pieces”, corte de peculiar intro que parece introducirnos a una aventura progresiva setentera, hasta detonar en una sofisticada pieza blues-rock con genial acompañamiento de órgano; y sigue la explosiva “Sixteen Satines”, agitada pieza de arena rock y robusto riff.

Una de las claras influencias de White es Led Zeppelin, lo cual queda demostrado en su sonido como en “Freedon At 21”, otra disfrutable pieza con estupendo solo de guitarra deformándose y decontruyendose (como en el “Vicious” de Lou Reed); la genial balada blues “Love Interruption” de acentuada energía y melodía vocal que contrasta con su limpio fondo sonoro; y las sureñas baladas country “Blunderbuss” dotada de melancolía y sensibilidad, y “Hypocritical Kiss” con un embriagante acompañamiento de piano.





Otro interesante corte es “Weep Themselves To Sleep”, que brilla por el acertado acompañamiento de piano que parece manejar la intensidad y emoción del corte de pomposa intro; sigue la estupenda versión del "I'm shakin'" de Rudy Toombs, divertida y enérgica con coros góspel y atractivo riff y postura blues-rock.

En “Trash Tongue Talker” consigue exhibir su talento en el empleo de recursos del rock clásico y de sus raíces para la construcción de pieza sofisticadas de trasfondo retro y resonancia actual a la vez; recurriendo así a recursos propios del rock más rústico y básico con proyección y perspectiva, sin caer en simples copias o reminiscencias.; y en “Hip (Eponymous) Poor Boy” resulta una delicia sonora de aromas campiranos y cabaret con coloridas notas de piano en acompañamiento y una contagiante melodía vocal.

Cierra este trabajo el blues de la simple y directa “I Guess I Should Go To Sleep” (cuyas notas de piano por momentos trae a la mente por momentos al piano de la parte final del “Loving Cup” de los Stones, el disco de hecho trae a la mente al “Exile…” en sí); “On And On And On” con atmósfera letárgica y violines de acentuada intensidad y candor sureño; y “Take Me With You When You Go”, otra brillante pieza que pone en manifiesto la calada ejecución y la capacidad creativa del artista para conjurar complejas piezas de heterogeneidad en recursos viendo como de un tranquilo corte country se va deformando en un agitado blues-rock de vértigo ledzeppiano.

Un gran logro del talentoso músico y productor del disco.





CAMEL - MIRAGE




Año: 1974
País: Reino Unido
Género: Progressive
Puntuación: ▲▲▲▲1/2


Canción favorita: "Earthrise"


Para muchos el auge del género progresivo resulta un de los grandes triunfos en la historia del rock, siendo así que muchos apuntan su mirada a la rica explosión musical que se generó en la primera mitad de los sesenta; las complejas aventuras progresivas de infinidad de recursos y estilos musicales de una diversidad de bandas como Gentle Giant, Yes, ELP o Genesis, entre otra tantas que surgieron y  supieron expandir la visión principal y dotaron de inmaculada heterogeneidad al mencionado género. Y es gracias a ello que muchas de estas bandas forjarían nuevas direcciones y nos regalarían de entre las más complejas y elaboradas aventuras progresivas y art-rock de muy calada ejecución.

Camel es así una de esas bandas que supo con acierto y originalidad derivar su influencia del sonido de Carterbury (presentan clara influencia de la Soft Machine y el tacto melódico de Caravan) y explorar territorios complejos de heterogeneidad sonora y recursos atmosféricos efectivos de exotismo y misticismo: logran así su conseguido “Mirage”, una aventura de aromas egipcios y texturas sonoras bien logradas que elevan los sentidos a un viaje a los extensos y áridos  desiertos y largas noches oscuras con la sola compañía de la luna brillando en el cielo, misticismo y exotismo conseguido en gran parte por la estupenda capacidad de Andrew Latimer en la flauta (a quien muchos injustamente critican de imitar a Jethro Tull).



Comienza de manera imponente con la poderosa “Freefall”, una genial aventura de rock progresivo con progresión a lo Soft Machine e incisivas guitarras que contrastan con la base jazz de la pieza, su pasaje instrumental de la parte media contiene el suficiente exotismo y sofisticación para ser disfrutada en reescuchas y explorar los ricos matices una y otra vez; "Supertwister" es una delicia instrumental, parece evocar espejismos ópticos en la mente tras una extensa aventura en el desierto, su calmada atmósfera embriaga a los oídos en un letárgico corte en donde la flauta del mencionado Latimer brilla y fascina.

"Nimrodel / The Procession / The White Rider" ya lleva a Camel a terrenos de grandilocuencia progresiva; una delicia de magnitud épica inspirada en el personaje fantasioso de Tolkien, ricos contrastes sonoros de van de calmados pasajes a intensos cambios de tempo y una conseguida profundidad sonora que lleva a los oídos a terrenos inhóspitos de placer musical. 

"Earthrise" es otra de las mejores piezas del disco, el misticismo que despierta su sugerente intro parece provocar cierto miedo o temor, detonando en una exploración cual se estuviera abriendo un sarcófago o cofre mágico de algún tesoro milenario, y la construcción delicada y sofisticada, rica en recursos como en los matices y coloridad resultan simplemente un placer sonoro que  provoca reescucharla descubrimiento algo nuevo en esos inspiradores pasajes instrumentales.

Y como olvidar en inconfundible riff de "Lady Fantasy: Encounter / Smiles for You / Lady Fantasy", esa intro penetrante que parece resplandeceré en los oídos y contrastando momentos agitados de hard-rock con lentos pasajes calmados y sutiles llenos de intensidad y pretensión épica y sincronización instrumental.




sábado, 23 de junio de 2012

JOY DIVISION - CLOSER


'...here are the young men, a weight on their shoulders
and the sky, and the impossible, explode...'

Año: 1980
País: Reino Unido
Género: Post-punk
Puntuación: ▲▲▲▲▲


Canción favorita: "The Eternal"


Otra obra maestra lanzada póstumamente tras el suicidio de su vocalista Ian Curtis; su oferta explora ahora percusión en tribal atmósferas densas y tétricas, con herencia a unos Doors en “Strange Days” con orientación post-punk, más enérgicos que en su predecesor, introducen en una atmósfera de mayor introspección y morbosidad  llegando a conjurar estupendas piezas llenas de inquietante pasajes sonoros.

A destacar así la retorcida “Atrocity Exhibition”, corte de tensa atmósfera llena de robustas guitarras eléctricas que resuenan cual sierra eléctrica (más de orientación kraut y noise-industrial) y percusión tribal que parece introducirnos en un ritual de ambiente maliciento; su influencia de Kraftwerk queda registrada en el empleo de sintetizadores en la estupenda pieza de post-punk “Isolation”; “Passover” amenaza con su fondo instrumental consistente y lúgubre que sirve de escenario para las apocalipticas historias de un inspirado Curtis; “Colony” registra algo de hard rock en una interesante construcción rítmica de ávida batería y electrizante riff.


Sigue la rítmica “A Means To An End”, potente pieza de mayor resonancia rítmica por ahí incitando al movimiento en su penumbrosa textura musical de clara herencia doorsiana; “Heart And Soul” posee un interesante trato atmosférico de ágil batería y misteriosa pastosidad de fondo que provoca intriga y despierta los sentidos a lo largo de su exótica aventura de arreglos de cuerdas eléctricas y un pasivo Curtis en la parte vocal que parece surgir y desvanecerse en la mística desatada del fondo musical; “The Eternal”, depresivo tema de fenomenales recursos atmosféricos y conseguido fondo desolado y fatalista con un Ian de estilo vocal crooner y ornamentos de notas de piano y sintetizadores acertados que acentúan la abatía y la desilusión.


Culmina con la inspirada “Decades”, un himno a la desilusión y al desencanto existencial de geniales recursos atmosféricos que parece buscar incidir en la mente y conjura una fenomenal textura sonora llena de perturbación en su primera parte y de penumbra y desconsolación en su parte final, logrando así cerrar por lo alto a esta genial y última aportación de la influyente formación inglesa.

TAME IMPALA - INNERSPEAKER



Año: 2010
País: Australia
Género: Psychedelic
Puntuación: 
1/2

Canción favorita: "The Bold Arrow Of Time"

Multialabado disco que se empapa de la psicodélia revolviana y sanfranciscana, además de revisar los momentos más intensos del indie stonerosiano y de la escena pop inglesa noventera; el resultado: una oferta nada revolucionaria, mas no carente de encanto.

Su sonido busca el exotismo al conjurar texturas profundas de efecto narcótico, de calidez psicodélica y matices sonoros que van desde la electrónica, el lounge y el ambient; y si bien consiguen despertar interés por sus atractivos fondos sonoros en primeras escuchas, las poco inspiradas melodías vocales y la poca heterogeneidad de recursos y estilos terminan extendiendo las piezas innecesariamente en monotonía complaciente y ejercicios musicales poco interesantes.

De entre lo destacable se puede mencionar "Desire Be, Desire Go", con efectiva atmosfera vintage, conseguida psicodelia caleidoscópica de reminiscencia stonerosiana y estilo vocal a lo Oasis (quien adopta a su vez el estilo vocal de John Lennon del “Revolver”);  la movida "Alter Ego" posee suficiente enganche y atractivo al recurrir a la psicodélica y enfocarse en una pretenciosa dirección post-punk de tendencia neopsicodélica; y el sonido de Manchester a fines de los ochenta en "Lucidity" con aires a Happy Mondays y efectivo bajo de rico contraste con el ácido.





"Why Won't You Make Up Your Mind?" consigue cierta profundidad épica aunque su falta de dirección y apagado desenlace terminan desinflando lo conseguido; "Jeremy's Storm" con densa atmósfera instrumental de efectos electrónicos de reminiscencia al “Draft Morning” de los Byrds, efectiva aunque nada revolucionaria; y el heavy rítmico de "The Bold Arrow of Time" contrasta con la atmósfera letárgica del disco, ya con reminiscencia a unos Iron Butterfly o Cream (aunque el riff más bien me trae a la mente el “Death Walks Behind You” de Atomic Roster).


Si bien la uniformidad de sonido y de su instrumentación resulta consistente a lo largo del trabajo, peca de pretencioso; probablemente editando algunos cortes (y desechando otros), el disco hubiera exhibido mayor contundencia.

LAGHONIA - GLUE



Año: 1968
País: Perú
Género: Psychedelic.Rock
Puntuación: ▲▲▲▲▲


Estupendo disco debut de la excelente formación peruana de rock psicodélico en la que podemos apreciar su influencia del rock beatleniano y el empleo del característico órgano Hammond en el desarrollo de su sonido, marcando así una tendencia psicodélica de orientación progresiva (esto último se observaría con mayor contundencia en su siguiente trabajo). Poseen la suficiente personalidad y estilo para crear estupendas piezas llenas de ímpetu y atractivo sonoro que va entre el ácido californiano a lo Steppenwolf, el heavy de Iron Buterfly, elegancia vocal pop a lo Zombies, y la efectividad atmosférica a lo Strawberry Alarm Clock, entre otros.



A destacar la genial “Neighbor”, corte lisérgico de estupendo acompañamiento de órgano por Carlos Salom y exotismo latino en percusión, la tremenda guitarra eléctrica propuesta el vértigo y la velocidad de este arenero corte lleno de robustez y enganche ácido; sigue el corte lento “The Sand Man”, otra destacable pieza de acertado tacto vocal melódico y elegancia pop, ni que decir de su envolvente línea de piano de fondo; o la robusta “Billy Morsa”, deliciosa pieza de rumba psicodélica dotada de delirante exuberancia latina e intenso solo de guitarra por parte de Davey Levene (se luce en el disco) y pasaje instrumental en su parte final.



“Trouble Child” es otra de las mejores piezas del disco ya con influencia hendrixiana en una palpitante pieza de coctel psicodélico; destacan también por la celestial atmósfera de “My Love”, desolada balada acompañada por órgano y factura vocal a lo “Pet Sounds”; la atractiva pieza pop  “And I Saw Her Walking” con cierto estilo vocal a lo Chocolate Watchband; más acidez con la estruendosa y delirante “Glue” con aromas a unos Open Mind o Savage Ressurrection en plena efervescencia de la costa oeste; y culmina con “Bahja”, estupendo punto final que junto con sus primeros singles “Baby, Baby “ y la pegajosa “I Must Go“ concretan un estupendo trabajo de psicodelia latina por arte de una de las mejores bandas que surgieron en un fértil Perú en la década dorada del rock nacional en los sesenta.

THE VINES - WINNING DAYS


'...'cause I know where there's gold I didn't know when I was flying
I'm sinking like a stone, I can dream , I've been trying...'

Año: 2004
País: Australia
Género: Alternative
Puntuación: 
1/2


Canción favorita: "Winning Days"

Segundo disco grande de la banda australiana, un demoledor trabajo lleno de enganche rockero y pujanza juvenil para agitar el pelo al aire y cantar hasta quedar sin garganta corte tras corte, la portada además se influencia y parece rendir tributo a su máxima influencia beatleniana, el épico “Revolver”.


Arrancan con la estupenda “Ride”, simple y directa, sin rodeos consiguen enganchar al oyente desde el inicio con una agitada pieza de mezcla entre power-pop y bubblegum; y “Animal Machine” denota una influencia oscura a lo Nirvana de los noventa en un corte de orientación grunge con cierta reminiscencia a su previo “Get Free” con orientación más garage y noise.

Sigue “Autumn Shade II”, mesmerizante y letárgica balada acústica de factura psicodélica y conseguida atmósfera; y “Evil Town” mostrando cierta influencia y devoción por el metal en una atmósfera pausada y pesada.




“Winning Days”, corte homónimo del disco resulta una pegadiza pieza pop de clara influencia beatleniana al “White Album”, su simpleza y su manejo de recursos resulta bastante acertada y su trato melódico posee suficiente encanto para disfrutarse en posteriores reescuchas y capturar la atención del oyente exigente.




“Rainfall” con simpática orientación folk-pop; sigue la revolviana “Amnesia” con aromas noventeros a lo Verve; y la estupenda “Sun child”, delicada e hipnótica balada lenta folk-pop con acertado arreglos de violines y fascinante manejo de intensidad y melodìa.




GENTLE GIANT - GENTLE GIANT


'...now she sits by the riverside watching the waters glide by, with a sigh
and the things she put faith in are ripples just waving her by, with a sigh...'



Año: 1970
País: Reino Unido
Género: Progressive
Puntuación: 
1/2

Canción favorita: "Alucard"



Uno de las bandas más revisadas del rock progresivo por su vertiente compleja y pretenciosa al aunar rock, jazz y arreglos instrumentales medievales en corte de tendencia épica y estilo bastante sofisticado, la banda sorprende con este demoledor disco debut,  rescatando los recursos rock y jazz de previas bandas como King Crimson en terrenos más potentes de hard-rock y estudiados estilos y arreglos de música clásica: el resultado una estupenda aventura progresiva del más alto nivel rico en diversidad de recursos como sensaciones que asombra tanto por su originalidad como su complejidad.

De arranque comienza con la estupenda “Giant”, aventura musical de altisonancia progresiva con reminiscencia a King Crimson y genial empleo de los teclados por parte de un elemental Kerry Minnear en el sonido de la banda, además de poseer un impecable pasaje instrumental jazzista de rica heterogeneidad en su  parte media-final; “Funny Ways” embriaga con la majestuosidad de arreglos estilo de música clásica que adopta la canción y conseguida épica; la destacada “Alucard” mostrando sincronización musical (recurso bastante empelado en el género progresivo) del saxo de Phil Shulman y el sintetizador de Minnear, además de contrastar breves pasajes pausados, lentos y sutiles con altisonantes y pomposos pasajes de guitarra eléctrica y agitada batería.

Sigue la esplendida “Isn't It Quiet And Cold?” con acompañamiento de celo, una delicada lenta pieza de hermosos arreglos vocales de un más que acertado Phil Shulman; “Nothing At All” marca una mayor pretensión al comenzar como corte lento que va descubriendo un riff hard-rork y adopta un estilo blues-rock en su parte media, que desencadena un enérgico solo de batería por parte de Martin Smith y acompañamiento de piano que conjura cierta atmósfera revoltosa de jazz estilo libre, majestuando así la complejidad del asombroso género progresivo.

Culmina con “Why Not?”, otro corte que mixtura el hard-rock con arreglos de música clásica se pinta como un significativo punto final de este magistral trabajo discográfico, uno de los más representativos y tempranos trabajos que nos muestra la pretensión y la fastuosidad que el género ostenta, y de hecho consigue en más de una ocasión.

martes, 19 de junio de 2012

THE BEATLES - HELP!


'...yesterday love was such an easy game to play
now I need a place to hide away, oh I believe in yesterday...'


Año: 1965
País: Reino Unido
Género: Pop
Puntuación: 
▲1/2

Canción favorita: "Tell Me What You See"



Lanzado como soundtrack de la homónima película de la banda, el disco registra una muy estimable madurez que exhibe los conocidos puntos fuertes de la banda: impecable tacto melódico, originalidad en la composición instrumental y melódica; inspiración en la parte lírica, y un muy buen gusto para deleitar al oyente amante de la buena música.

Varias motivaciones tendría la banda en un fértil y revolucionario 65 para el rock, la incursión de Dylan en terrenos comerciales y la huella que dejaría en Lennon y Mc Cartney, la influencia del trato de la melodía pop de los Beach Boys y del power-pop de los Byrds aún con Gene Clark, el apoyo que estaban recibiendo de la disquera que les otorgaba la libertad para poder orientar su oferta sin limitaciones, y la gran reputación que estaba ganando la banda conforme paraban los meses que determinaba a la agrupación a tomar dirección más artísticas y menos predecibles, llevándolos así a explorar por nuevos terrenos y a aventurarse en los años posteriores en la increíble explosión musical que ya todos conocemos a estas alturas.

El disco es un puñado de cortes estupendos, frescos y pegajosos, equilibrando cortes sofisticados y complejos con canciones directas y de fácil escucha. Destaca así por ejemplo la enérgica “Help!”, detonante corte inicial del disco; la instantánea “The Night Before” con deliciosos coros y arreglos vocales de aromas beachboyeros; la huella de Dylan tanto en el estilo vocal, lírico e instrumental en “You've Got To Hide Your Love Away”, de entre lo mejor del disco; “I Need You” con deliciosa atmósfera instrumental que acentúa la tristeza y melancolía en textos des desdicha amorosa; y el contagiante rock de McCartney en la rítmica “Another Girl”.



También muestran una calada sofisticación en “You're Going To Lose That Girl” en un delicio corte pop-r’n’b con percusión exótica y perfecta armonía y recursos vocales; la byrdiana “Ticket To Ride”, conseguida pieza de muy gustosa escucha; “Act Naturally” con orientación country y un animado Ringo a la voz; y “Tell Me What You See” otra deliciosa aportación pop de un inspirado McCartney de calmada y relajante escucha que enamora tras reescuchas.

Mas lo más interesante del dsico rsulta “I've Just Seen A Face”, soberbia pieza de resonancia country con sección de guitarra tocada estilo banjo, sorprende por su esencia campirana que se mezcla con la melodía pop resultando en un bastante disfrutable; y la archicononicda “Yesterday”, uno de los logros más representativos de la melodía pop de la mano de un crucial George Martin a la producción ejecutando los arreglos de guitarras innovando en la construcción instrumental.

Cierra la intranscendente  versión beatleniana del “Dizzy Miss Lizzie” del original de Larry Wllimas, culminando así un importante punto de referencia para comprender el desarrollo de una de las mejores bandas de todos los tiempos.

TRAFFIC SOUND - VIRGIN



Año: 1969
País: Perú
Género: Psychedelic.Rock
Puntuación: 
▲1/2


Segundo disco de la clásica banda peruana, un interesante trabajo de psicodelia instrumental que consigue muy buenos resultados y pasajes atmosféricos de calma y belleza sonora, colorido y luz musical en su basamento folk, que sirve como base para la rica diversidad de recursos instrumentales que emplearía la banda, busca la instantaneidad y la construcción orgánica, la cual si bien en algunos pasajes les resulta bastante bien, en otro la pretensión les resulta fallida y poco convincente.


De clara influencia beatleniana podemos degustar “Virgin” corte folk con resonancia hippie y bongos a la percusión bastante atractivo; destaca también la melancólica “Tell The World I’m Alive”, lenta y dulce canción con recursos beachboyeros y un muy estimable tacto melódico en la instrumentación en su mezcla de psicodelia y baroque; mas el grueso es “Yellow Sea Days March7th”, deliciosa construcción instrumental de vespertinas cuerdas acústicas por Willy Barclay y el inconfundible saxo de Jean Pierre Magnet, dotando a la pieza de una atmósfera cálida y calmada, exotismo latino en sutiles recursos instrumentales que evocan y traen a la mente paisajes y aromas relajantes de hedonismo sensorial.

Otro estimable corte es la atmosférica “Yellow Sea Days March8th”, funciona más como medio tiempo y nos permite por ahí observar interesantes recursos instrumentales en su tumultuosa atmósfera psicodélica; y cierra con el remake del antepenúltimo corte a lo ‘reprise’, “Yellow Sea Days March9th”, no muy efectivo punto final de la primera cara del disco.


El lado B exhibe sus clásicos “Jews caboose”, rebosante psicodelia de conseguido exotismo por el saxo de Magnet; la letárgica “Simple”, gustoso corte que aúna la melodía beatleniana con cierta sofisticación instrumental a lo Beach Boys; “Meshkalina” otro de sus conocidos clásicos de potente solo de guitarra y fulminante parte final desbordante en exotismo con saxo y bangos de jolgorios; cierra “Last Song”, calmado punto final de reflexiva guitarra acústica, culmina así un muy recomendado trabajo de una de las bandas más significativas de la irrepetible época dorada del rock peruano.

AMON DÜÜL II- PHALLUS DEI



Año: 1969
País: Alemania
Género: Krautrock
Puntuación: 
1/2

Canción favorita: " Dem Guten, Schonen, Wahren"

La auscultación del krautrock vista desde una perspectiva meramente exploratoria, la formación alemana nos regala cinco interesantes piezas que nos permiten comprender con mayor contundencia el némesis de este género en su base cruda y ecléctica, pasajes estruendosos, apocalípticos, tétricos, llenos de la intrincada y oscura propuesta que comulga  vanguardia y psicodélica llevando a un viaje por espacios inhóspitos y exploraciones sensoriales.

Extensos y cargados jams llenos de robustos recursos y saturadas atmósferas oferta la banda en su exploración y evocación de paisajes devastados y desolados, como en “Kanaan”, corte introductorio de estruendosa intro, parece rechinar los barrotes oxidados de una jaula de acero o los grilletes de un condenado; su exotismo nórdico y profunda atmósfera asalta los sentidos en un viaje alucinógeno bastante efectivo; sigue “Dem Guten, Schonen, Wahren”, bizarrro corte con falsette bunofesco y recursos vocales a lo Pink Floyd en su épico “Pipper at The Gates…”, y genial atmósfera lastimera y demoniaca.

“Luzifers Ghilom” con intro en tribal parece introducirnos a una danza ritual que se va convirtiendo en una exploratoria aventura de extensa psicodelia y art-rock, tensa y oscura; sigue la marchante “Henriette Krotenschwanz” canto teutónico de profunda voz fémina; y el corte que da nombre al disco “Phallus Dei” extensa pieza de 20 minutos de pura exploración y jammings instrumentales.

lunes, 11 de junio de 2012

BIG BROTHER AND THE HOLDING COMPANY - CHEAP THRILLS



Año: 1968
País: Estados Unidos
Género: Psychedelic
Puntuación: 
1/2

Canción favorita: "Summertime"



Probablemente la mejor producción de la banda ahora con una vocalmente fogosa Janis Joplin tomando la rienda de la parte vocal y con mayor protagonismo, toda un volcán en el escenario y una incandescente voz que pone los pelos de punta con esa afilada y descomunal garganta, logrando exaltar el alma de cualquiera que se llame amante del buen rock.

Registrando algunas presentaciones en vivo y material de estudio, este trabajo se perfila como el más representativo y significativo al mostrar una efectiva comunión del talento de la banda y de la voz de una intensa Janis insaciable en su descomunal factura vocal.

El garage crudo y desnudo y la efervescencia ácida queda más que conseguido a lo largo de los siete intensos y majestuosos cortes llenos de vida y alma rock, parece reflejar la efervescencia de unos irrepetibles sesentas, la voz de Janis posee tanto erotismo y lujuria como estridencia y altisonancia que consigue volver loco con cada frase que canta esta incomparable diosa del rock.


Arranca la psicodelia de una atractiva y pegajosa “Combination Of The Two”, estupendo punto de inicio con melodía simple y contagiosa, detona con la fuerte voz de Joplin dotando de personalidad al corte;  “I Need A Man To Love” es otra sorprendente pieza de intensa pasión vocal de incitación sexual, y sigue “Summertime”, la cumbre del disco y uno de los eternos clásicos del rock, su versión dota al clásico de acidez psicodélica y exuberancia vocal en una alucinante atmósfera de placer y hedonismo rock.

Otro de los conocidos clásicos es el cover de "Piece of My Heart", archiconocida versión inromtalizada ya para muchso en la voz de Joplin, apuntado a un estilo vocal más robusto y abrasivo, dota al clásico de energía y alma humana; "Turtle Blues" es un medio tiempo blues a piano que consigue apreciar un interesante contraste entre una impaciente Janis y las sugerentes lieans de piano cabaretero, en una conseguida atmósfera con efectos sonoros de copas rotas incluidas; y "Oh, Sweet Mary" resutla algo innecesaria aunque se puede apreciar como otro mediotiempo instrumental que consuge por momentos mostrar algo de atractivo en su aceptable desarrollo y dirección.


Culmina con la estridencia de la volcánica "Ball and Chain", extensa pieza en vivo de blues-rock intenso, da punto final a uno de los trabajos más recordados y significativos de los sesenta.

FAUST - FAUST



Año: 1971
País: Alemania
Género: Krautrock
Puntuación: 

Canción favorita: "Meadow Meal"



Dentro de la escena krautrock teutónica, Faust ha sabido ganarse un lugar especial, dentro de los pioneros de este género, para los conocedores de las raíces y el desarrollo del krautrock, el motivo: básicamente pues, dentro de todas las bandas, Faust transgredió drásticamente la estética musical al emplear recursos vanguardistas de sus predecesores como los Velvets, Zappa, White Noise, y sus colegas krautrockianos, y llevo su oferta a terrenos bizarros de disonancia musical, carencia de melodía y exploraciones agresivas de recursos eclécticos y peculiares que viran de entre los agudos efectos de clavijas oxidadas hasta penetrantes y tétricos efectos de sintetizadores atmosféricos.

A diferencia de varios de sus contemporáneos, su propuesta se percibe como más pretenciosa, sus extensos cortes entremañan una conseguida aventura auditiva de impredecibles altibajos que dejan a uno por momentos bloqueados mentalmente a la par de efectos de tormentas y escenarios claustrofóbicos, y luego nos sorprenden con geniales pasajes instrumentales de orientación progresiva e industrial.

Todo un collage de sonidos y efectos efectivo en la evocación de sensaciones y en ejercitar la mente al adentrarnos en exploraciones atmosféricas de orientación sci-fi, vertiginosos efectos de calada complejidad e imaginación, psicosis pasiva de convulsión mental, y claro, bueno gusto y sofisticación para no traspasar el límite de la estridencia musical y el mero mamarracho musical enmascarado con el pretexto de ‘vanguardista’.

Su primer corte resulta bastante interesante, “Why Don’t You Eat Carrots” busca la disonancia al estilo de “Jugband Blues” de Pink Floyd, además de presentar un cierto aroma progresivo y enérgico al “21 Fisrt Century Man” de King Crimson (sobre todo en su parte media), sus efectos sonoros de orientación sci-fi y space-rock  acentúan el desquicio y la locura pasiva que parece buscar y retratar la pieza.



“Meadow Meal” muestra un muy interesante empleo de recursos instrumentales y efectos de sonidos en la intro que engendran una tensa y perturbadora atmósfera, un memorable solo de guitarra fuzz y ni que decir de ese inmaculado pasaje de órgano de iglesia en la parte final, todo en una solida pieza collage de ocho minutos que consigue despertar una diversidad de emociones y sensaciones.

“Miss Fortune” es la pieza más extensa del disco con recursos revolvianos, evocaciones a Neu! En su estilo motorik, busca capturan a la mente en su aventura consistente, de la cual va desenmarañando la locura krautrockiana en efectos sonoros space, siguiendo con un exploratorio jam calmado de rica sonoridad apacible, culminando con un ejercicio noise bastante logrado.

THE CURE - PORNOGRAPHY


'...it doesn't matter if we all die...'

Año: 1982
País: Reino Unido
Género: Post-punk.Gothic
Puntuación: 

Canción favorita: "The Hanging Gardens"



La propuesta desnuda de tendencia gótica presentada por la banda inglesa, partieron del post-punk ochentero y se sumergieron en un oleaje de sintetizadores y construcciones atmosféricas depresivas: el perverso bajo frío y tétrico de Simon Gallup, los penetrantes golpes de batería de Lol Tolhurst y la perturbada y fatalista factura vocal de un inspirado Robert Smith quien emplea como fondo saturadas y profundas cascadas de sintetizadores de nos regala de entre lo más interesante y respetable de sus trabajos ochenteros.

Si bien carece de heterogeneidad en sí, su propuesta tampoco busca necesariamente ni revolucionar ni complacer al oyente convencional; se inspira en la poesía para la construcción lírica de depresivas alusiones y miedos recónditos que salen a flote entremañandose con la tensa y agobiante atmosfera sónica, produciendo así un efecto de maldad y catástrofe humana.

De por sí arranca acertadamente con “One Hundred Years”, magnífica pieza de perverso riff que parece vaticinar un fatídico desenlace de destrucción y depresión de interminable angustia y desesperación ante la muerte, posee además un enganche atmosférico bastante atractivo al mostrar un peculiar trato rítmico de la percusión que incita  cierto movimiento en su atmósfera alucinógena y malicienta, ni que decir de ese potente bajo que dota de personalidad al corte.

“A Short Term Effect” sigue la propuesta al ofrecer ejercicios instrumentales revolvianos en una construcción post-punk y textos sobre la futilidad de la vida; “The Hanging Garden” arremete con una potente batería en tribal seguido de una estruendosa línea de bajo, dotan de ritmo y el acompañamiento atmosférico de postura mercenaria y acechante ametrallan en una difusa pieza de consistente efectividad y textos de alusiones góticas sobre criaturas sin forma que se besan y mueren en un desolado jardín colgante.

“Siamese Twins” nos muestra una penetrante atmosfera de aromas de aires al “Unkwonw Pleasures” de Joy Division en una tórrida historia de enamoramiento gótico con rica imaginería lírica y final de desencanto predispuesto; “The Figurehead” con desconcertantes narraciones y tensa atmósfera; y sigue “A Strange Day”, otra de las mejores piezas  de exotismo, rica en su construcción e inspirada factura lírica; es prácticamente un poema convertido en canción.

Resonantes cuerdas de bajo y épicos teclados nos introducen en “Cold”, estupenda pieza de fulminante construcción y épica fatalista, culmina el disco con otro de los gruesos del disco “Pornography”, pieza que da nombre al disco y que comienza con un ejercicios industrial saturado que evoca lo bizarro y lo difuso como basamento para la construcción musical, tenso y agobiante culmina con acierto un bastante notable trabajo de la banda, el más directo y desinhibido que hayan efectuado hasta la fecha.