martes, 24 de julio de 2012

SUPERGRASS - I SHOULD COCO



Año: 1995
País: Reino Unido
Género: Power-pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Time"


Revoltosos como ningunos en su momento, los Supergrass ofrecen una vertiginosa e ‘in-your-face’ propuesta de power-pop sin rodeos, lleno de vitalidad, jovialidad y rebeldía heredada del punk setentero, regalándonos así uno de los momentos más intensos y enérgicos de los noventa.

El trabajo presenta corte tras corte de alrededor de tres minutos llenos de nervudo enganghe sonoro, ejecutados con la suficiente originalidad en recursos (mostrando un rico bagage musical) que resulta un disfrute total tras posteriores reescuchas destacando las apabullantes "I'd Like to Know" y "Caught by the Fuzz", piezas de fulminantes secciones rítmicas punkersa a los Buzzcocks; "Mansize Rooster" con evocaciones ska-punk; "Alright" con cierto aire a Queen; "Lose It" con ecos de Iggy Pop en sus trabajos en solitario de los setenta; "Lenny" trae a la mente a unos irreverentes y enérgicos Cheap Trick; y "Strange Ones" nos evoca a su contraparte americana, los Pixies.


Una insaciable cascada de power-pop en agitados cortes de aromas sesenteros como "Sitting Up Straight"; la zappiana "We're Not Supposed To"; el blues-pop de "Time" y la estupenda pieza de aromas kinkianos "Sofa (of My Lethargy)" completan este exitoso trabajo discográfico de la banda inglesa.


OASIS - (WHAT'S THE STORY) MORNING GLORY?



Año: 1995
País: Reino Unido
Género: Indie.Brit-pop
Puntuación: ▲▲▲▲


Canción favorita: "Roll With It"

Disco clave en la discográfica de la banda inglesa pues tras su publicación les valdría el reconocimiento y éxito internacional además de valerles el trono definitivo del brit-pop inglés durante la mitad de los noventa; al igual que denotaría con mayor claridad su derivativa y poco original propuesta heredada del pop beatleniano.


Si bien su propuesta sigue la línea trazada previamente por el indie de los Stone Roses, en su sonido se pueden encontrar otras vertientes como el glam-rock de Bolan; el folk-pop y la psicodelia melódica de los Beatles; o la energía del post-punk y bubble-gum de fines de los setenta. Además el dsico presenta muy disfrutable momentos llenos de enganche, destacando así "Hello" (por ahí con cierto aire al “Call Me” The Blondie) mezclando psicodélia y glam; la estupenda "Roll with It" con clara reminiscencia stonerosiana en un animado corte que juega con el bubble-gum y el glam-pop; su oferta destaca por saber cómo elaborar muy adictivas y contagiantes melodías, dotándolas de una vigorosa energía y enganche simple y directo, suficiente como para ser disfrutado en reescuchas.



Mas su fuerte es "Wonderwall", la balada que los catapultaría al éxito comercial internacional; muestra una mayor sofisticación en comparación con el sonido conseguido en su predecesor trabajo al empelar arreglos orquestales; otra de las mejores piezas es "Don't Look Back in Anger" con reminiscencias a John Lennon y Neil Young en un corte cuya intensidad se enfoca a lo “Hey Jude” de los Beatles.


El single "Some Might Say" de abrasiva resonancia sónica; "She's Electric" evocando glam con el pop beatleniano del “White Album” esta vez apuntando a un McCartney melódico; "Morning Glory" de robustez eléctrica; y "Champagne Supernova", una de sus conocidas baladas de herencia beatleniana con el suficiente encanto melódico para disfrutarse en reescuchas.

QUEENS OF THE STONE AGE - QUEENS OF THE STONE AGE



Año: 1998
País: Estados Unidos
Género: Alternative.Stoner-rock
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Hispanic Impressions"




Una propuesta incisiva de rock minimalista y oscuro, de resonancial dura sin recaer en pretensiones vacías; eficientes en conjurar secciones dinámicas y consistentes de musculada electricidad, heredan del grunge menos comercial y complaciente la propuesta oscura y la amalgaman con el estilo rústico de los Stooges, la psicodelia de Hendrix, el arena y hard-rock sabbathiano, dado una de las ofertas del stoner-rock más interesantes y disfrutables de los noventa.

Este su disco debut ofrece un contundente mejunje sonoro del talento de la banda, robustez eléctrica y melodías simples y adictivas, su sonido resulta una cascada sónica de refrescante y apabullante textura incisiva llena de ácido californiano.

De lo mejor hay que destacar la vertiginosa "Regular John" con machucante fondo de consistente bajo y resonancia grunge; "Avon" con pastosidad heavy; la demoledora "Walkin' on the Sidewalk” con resonancia de Black Sabbath y Cream; la malicienta y ácida "You Would Know” mostrando una conseguida psicosis pasiva con resonancia a unos Iron Butterfly derivados de los Doors; "How to Handle a Rope (A Lesson in the Lariat)" de alucinante atmósfera sónica sostenida por el impecable dinamismo instrumental; "Mexicola" que nos trae a la mente el “Master Of Reality” de los Sabbath; la astuta “Hispanic Impressions", revoltosa pieza instrumental con sulfurada textura stoner propicia uno de los mejores momentos del disco; "You Can't Quit Me Baby" con ecos de Led Zeppelin en la intro visitan nuevamente el grunge y lo nutren con recursos de psicodélica ácida acelerando el tempo en su parte final; y "I Was a Teenage Hand Model", genial corte lento con singulares efectos sonoros que por momentos nos trae a la mente a Beck.

THE JAYHAWKS - TOMORROW THE GREEN GRASS




Año: 1995
País: Estados Unidos
Género: Country-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Blue"


Impecable trabajo de la banda americana, un refrescante disco que rescata las raíces del rock sureño, su calidez y su candor, por sus pasajes recordamos tanto el estilo de un Neil Young, Gram Parsons o los Byrds; de basamento country-folk consiguen magistrales piezas llenas de sensibilidad y nostalgia decoradas por arreglos de cuerdas y violines, logrando un sofisticado sonido con aromas igualmente a la accesibilidad de los Fleetwood Mac de su “Rumours” del 77.

Reclutando a Karen Grotberg en el piano y  órgano, la banda consigue hermosas gemas del southern rock y country que embriagan los oídos en sus sublimes ejercicios de cuerdas acústicas  y melodías nostálgicas y melancólicas llenas de sensibilidad musical; en su estilo además se puede registrar la accesibilidad musical de unos Rolling Stones en terrenos country-rock, Bob Dylan, The Band, los Grand Funk Railroad (de quienes versionan su “Bad Time”); o Lynyrd Skynrd.



Destacan el corte de inicio “Blue” con resonancia de Neil Young y Crazy Horse en la parte vocal y sofisticación a lo Gram Parsons en el apartado instrumental en una desconsoladora balada de desamores; la brillante “I’d Run Away” con fastuosa intro baroque e impecable trato melódico de simple y contagiante melodía; la lenta "Two Hearts", hermosa balada calmada de dulces notas de piano y huella clara de Parsons; la letárgica y acongojadora "Over My Shoulder"; "Nothing Left to Borrow" con estupendos arreglos de violines; la demoledora balada "Ann Jane"; "Pray for Me" con resonancia al “Exile On Main Street”; "Red's Song" con aromas al clásico “The Weight” de The Band; y el acertado putno final "Ten Little Kids", dinámica pieza de country-rock que culmina uno de los mejores trabajos discográficos que se registra en la agitada década de los noventa.



LACUNA COIL - COMALIES





Año: 2002
País: Italia
Género: Gothic-metal
Puntuación: ▲▲▲1/2

Canción favorita: "Swamped"



Estruendosa y exitosa banda italiana de gotic metal, su propuesta exhibe una aventura sónica de saturación eléctrica deudora del heavy y del posterior auge del metal más robusto y  ostentoso, si le agregamos un correcto trato melódico en el apartado vocal de intensa profundidad a lo Cocteaux Twins, además de intensos y fastuosos arreglos sinfónicos de pretensión épica, tenemos entonces una interesante vertiente derivadas del germen de unos Black Sabbath setenteros.

Texturas abrasivas y profundidad sonora dotan a las piezas de dureza y musculatura,  que contrastan con los recursos vocales de la melodiosa y profunda voz femina de Cristina Scabbia, generando momentos intensos, destacando así la genial “Swamped”, con intro psicodélica y punzante atmósfera sónica de acertados recursos vocales que se filtran en la profundidad del trasfondo instrumental; empleo de teclados de resonancia krautrockiana y post-punk en los primeros segundos de “Daylight Dancer” y “Humane”; la intensa “Self Deception” con conseguidos pasajes rítmicos; la lenta balada “Aeron” con pasaje de cuerdas acústicas y atmósfera calmada que conecta con la fulminante “Tight Rope” mostrando su vena más metal; “The Prophet Said” con musculadas secciones de guitarra eléctrica; y la lenta “Comalies” dotada de misticismo y atmósfera depresiva.


Entre los cortes accesibles tenemos uno de sus clásicos “Heaven’s A Lie”; “The Ghost Woman And The Hunter” con recursos en feedback eléctrico; y la apocalítica “Angel’s Punishment” ya rozando con el metal industrial de Marilyn Manson.

Su poca heterogeneidad tal vez resulte algo tedioso para algunos en primeras, mas su propuesta está dotada del suficiente contraste y trabajo en las texturas y melodías para ser disfrutado en reescuchas.

KULA SHAKER - K



Año: 1996
País: Reino Unido
Género: Indie.brit-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Govinda"



Interesante propuesta de la banda inglesa, los Kula Shaker nutren la escena Britpop noventera de la segunda mitad de los noventa con post-punk de matices psicodélicos y texturas robustas de resonancia funk y arena-rock; consiguiendo por momento alucinantes pasajes de enganchantes e intensos riffs, melodías exóticas de inclinación mantrica, vertigo y un notable aceirto en la conjuración de enérgicas piezas de musculatura eléctrica y frescura melódica.

Su postura rescata la intensidad de la psicodelia y la filtra en piezas rebosantes de indie.post-punk que toman como basamento los previamente conseguido por bandas similares como los Stone Roses o Happy Mondays, más añaden un marcado exotismo al recurrir a textos e instrumentos hindús que consiguen conjurar memorables pasajes de emanaciones narcóticas; así como aumentan la velocidad de sus mentores y arrebaten con intensos pasajes de guitarra eléctrica apuntando a un rock de arena con resonancia bailonga funk que también se aprecia en algunos momentos de sus cercanos contemporáneos Oasis o Suede.


Arranca el disco con las sudorosas “Hey Dude”, revoltoso corte de recursos psicodélicos eléctricos hendrixianos dotada de la rítmica guitarra de Crispian Mills (artífice principal del sonido de la banda que exhibe recursos eléctricos bastantes notables); "Knight on the Town" exhibe una acelerada y enérgica postura psicodélica y arena; "Temple of Everlasting Light" evoca con acierto el exotismo folk hindú; y "Govinda", una de sus más reconocidas y mejores conjuraciones, efectiva al emplear recursos hindús en el desarrollo de la profundidad y en los matices dotando tanto de misticismo como exotismo al hipnotizante corte de hedonismo sonoro.

Si bien sus construcciones melódicas vocales no resultan tan fascinantes y tienden además a redundar a lo largo del disco en lo previamente explicado, hay de darles merito por su sapiencia en la construcción de muy nutridos pasajes instrumentales y texturas sónicas; se puede disfrutar así de varios cortes como la fulgurante "Smart Dogs"; el pop beatleniano de "Into the Deep" (por ahí con cierto aroma a unos Creation en “I Am The Walker”); hipnóticas cuerdas de sitares en el pasaje instrumental "Sleeping Jiva"; efectos vocales electrónicos en "Tattva" cuyos versos traen a la mente el estilo pop sesentero de bandas como Status Quo; y la muy conocida "Grateful When You're Dead/Jerry Was There", enérgica y ávida pieza de vertiginosa guitarra hendrixiana y un fogoso Mills en el apartado vocal.

Completan "303", con mayor robustez sónica y saturación conjugada de órgano y guitarra eléctrica; la simpática "Start All Over”; y cierra "Hollow Man Parts 1 & 2" con fenomenal atmósfera sensorial de rica coloridad. 



SUEDE - SUEDE



Año: 1993
País: Reino Unido
Género: Indie.brit-pop
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Animal Nitrate"



Uno de los primeros punteros del indie noventero que derivaría el conocido britpop de las islas inglesas, Suede oferta sensualidad glam e intensidad emocional juvenil en poderosas piezas de descarga pasional y melodrama acentuado por el minimalista y melódico estilo vocal de un expresivo Brett Anderson (por momentos evocando a un Richard Hell) con fondos instrumentales sinuosos e intensos, recargados de saturada electricidad, conjurando efectivos pasajes tensos, angustiantes, de desfogue y desahogo.

A la par del frívolo escenario en la prensa que se deparó para la agrupación tras el éxito de su primer single, poniendo a su vocalista Brett Anderson en la clásica portada de la revista ‘Select’ como la nueva esperanza del rock inglés; la banda supo elaborar muy meritorias piezas llenas de intensidad y sensibilidad musical, de pasiones incontrolables que terminan desfogando y comulgando las emociones más internas y recónditas de la emotividad angustia humana, siendo el sexo y las drogas una de las salidas siempre recurrentes para apaciguar las vicisitudes eventuales.



En su propuesta podemos encontrar evocaciones a los mejores momentos del glam inglés como T.Rex, el Bowie teatral de Ziggy Stardust y los Mott The Hoople, se perciben además evocaciones hardcore y arena-rock ochenteras, visitando igualmente al post-punk de los Smith, destacando memorables cortas ya clásico noventeros como el corte de angustia juvenil "So Young", evocando un oscuro glam (cuyo fondo eléctrico por momentos trayéndome a la mente al estilo de unos Wire setenteros en “Routers”) rico en sensibilidad al comulgar la angustia de una guitarra eléctrica depresiva, notas tristes de piano y una desoladora factura vocal; "Animal Nitrate" con mayor accesibilidad y sensualidad musical de aromas al “All The Young Dudes” setentero; "The Next Life", una lenta y conmovedora balada a piano en la que la voz de Anderson exhibe una notable fragilidad y emotividad; "Breakdown", otra hermosa balada con impecable trato melódica en su apartado instrumental (muy meritorio a lo largo del disco y que resplandece en los cortes lentos) en las cuerdas y clara referencia nuevamente a los mencionados Hoople; y la atmosférica "Sleeping Pills" con sulfuradas guitarras eléctricas en un fondo letárgico y engatusante de embriagante melancolía y desolación humana.


Destacan también la sensorial "She's Not Dead", calmada pieza por ahí evocando a un Lou Reed en “Berlin”, que esconde una trágica historia de suicidios amorosos; "Pantomime Horse" con demoledor desenlace final épico; la enérgica "Moving", jugando con juegos de tempos e intensidades en partes agitadas y lentas ya con evocaciones a los Stone Roses y adentrándose en terrenos areneros; "The Drowners" con clara influencia de T.Rex; y las disfrutables y accesibles “Metal Mickey” y "Animal Lover".

sábado, 7 de julio de 2012

NIRVANA - NEVERMIND



Año: 1991
País: Estados Unidos
Género: Alternative
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Lithium"



El disco por excelencia de los noventa, odiado por muchos por su plasticidad y su derivativa propuesta que mezcla tanto hard-rock como el alternativo del underground ochentero y melodía pop, amado por otros por su necesitada aparición en una escena musical degenerada por al explosión del hair-metal, y por encapsular en sus agresivos acordes y en los alaridos de su icónico vocalista el espíritu rebelde y el alma inconformista y alienada de toda una generación perdida y consumida en el abandono y el vacío existencial: la generación X.

Sobrevalorado para muchos; menospreciado pro otros, lo cierto es que Kurt Cobain consigue algo bastante notable al mezclar su querencia los la aspereza y robustez del hard rock zabatthiano, simples acordes estridentes saturando atmósferas de densidad pesada y oscura, saben contrastar y equilibrar las piezas por la influencia directa (para muchos plagiada) de unos Pixies de fines de los ochenta, y si a esto le sumamos atractivas melodías de aromas pop y un impecable manejo en la producción que permite revestir las piezas de la suficiente intensidad, sin sobrepasar el límite de lo aparentemente mainstream, sino que todo lo contrario, vender su propuesta como la respuesta anticomercial, la revolución necesaria del underground que, como muchos sabemos, terminaría pagándoles fuertes facturas a la banda.

"Smells Like Teen Spirit" es la perfecta manifestación del talento de la banda, un riff pegajoso llevado a terrenos de densidad hard-rock, trato de intensidad de estilo pixiano que por momentos presenta versos sutiles acompañados de bajo y pasiva percusión hasta descargar visceralmente un intenso y catártico estribillo, para luego del desfogue orgásmico, volver nuevamente a los pasajes letárgicos, hasta arremeter  nuevamente con la formula y el juego de intensidades, todo esto presentado con un impecable trabajo en producción de Butch Vig, logran que sus 5 minutos de duración no tengan desperdicio y provoquen reescuchArlas hasta el hostigamiento. Repiten la fórmula en "In Bloom" y en varios cortes de hecho, aunque hay que admitir su talento para la construcción de melodías enganchantes y de atractivo comercial.


"Come as You Are" posee profundidad engatusante y uno de los estilos que mejor le queda a Kobain, afligido, melancólico y depresivo, los cortes lentos son su fuerte (lo demostraría en su Umplugged); atmósfera oscura con insinuación tétrica; “Breed” parece mezclar bubble-gum, punk, alternativo y garage con tendencia ramoniana, corte simple y directo, y efectivo.

Más mi favorita en "Lithium", sardónica pieza de incansable estribillo, es imposible no contagiarse con ese quiebre de intensidad que comienza con versos lentos que desencadenan un enérgico "yeaaaaaaah" una y otra vez, luego volvemos a la calma, y volvemos a quemar la garganta con ese "yeaaaaaaah"…si pues, la fórmula es la misma, e igualmente resulta bastante efectiva.

El corte lento "Polly" de acompañamiento de guitarra acústica; y las descargas punk alternativas   (osea más Pixies) en "Territorial Pissings"; "Drain You"; "Lounge Act"; "Stay Away"; y "On a Plain" redunda en lo previamente explicado con menor impacto, culmina con "Something in the Way”, lenta balada de simple melodía y sublime atmósfera depresiva y taciturna.


Lo curiosos es que probablemente si este disco por algún motivo no hubiera recibido la atención mediática y no hubiera contado con toda la parafernalia que desató su salida,  y recién se haya redescubierto en posteriores años (algo así como lo que paso con los Pixies y su “Doolittle”, o entre otros casos ya más distantes el “Unknown Pleasures” de Joy Division), probablemente la recepción del disco y su valoración sería otra por unanimidad: uno de los mejores discos de culto de los noventa. ¿Difícil de creer?, probablemente….pero no me sorprendería, particularmente hablando…no hay que ser mezquinos.


BLUR - PARKLIFE



Año: 1994
País: Reino Unido
Género: Indie.Brit-pop
Puntuación : ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Girls & Boys" 



Bueno, aparentemente el sol resplandecía un poco más al otro lado del atlántico, pues si efectuamos la comparación entre el grunge americano de la primera mitad de los noventa y el britpop de las islas inglesas, podemos apreciar algo más de frivolidad y alegría en este último; y bueno, continuando la tendencia enajenada del rock independiente y teniendo como predecesores a los Smiths y Stone Roses; Blur consigue un muy destacable trabajo discográfico que oferta indie con la suficiente originalidad y astutos textos del vocalista Damon Alban que se mofan y describen a la vez una banal y despreocupada generación sin pretensiones ni conflictos, teniendo como influencia el pop beatleniano y kinkiano, el mod-revival de los Jam, y claro, sus ya conocidos y mencionados mentores post-punk que les dejaron listo el podio.

Para mucho el disco britpop por excelencia de los noventa, se observa una mayor madurez que en sus predecesores por mostrar un concepto más sólido y mucho mejor llevado, aunque por momentos peca de pretencioso; además presenta una construcción y desarrollo más interesante y sólido al recurrir a  conexiones originales de breves pasajes sonoros y ricos recursos y arreglos que se respaldan por la considerable heterogeneidad de instrumentos que se emplearon en el disco.


Comienza con la brillante "Girls & Boys", lujurioso tema de tentadora banalidad disco que resulta un acertado comienzo del trabajo, alusiones sexuales, travestismo y orgías, todo esto teniendo como fondo una rítmica y bailonga atmósfera instrumental respaldada por un insinuante bajo y un incisivo riff y adereza la pieza efectos sonoros de vértigo y velocidad, además de un estribillo robotizados parece lavarnos el cerebro e introducirnos a empujones a una culposa aventura sexual reprimida.

La huella de los Kinks se percibe en "Tracy Jacks" , simpática pieza de inofensivo y contagiante estribillo además de notable arreglo instrumental de fondo dotando al corte de ricos matices; y también en "End of a Century", genial balada que logra despertar cierta nostalgia sesentera; "Parklife" es la pieza clave del disco que muestras su influencia glam en  un animado corte que toma como protagonista a Phil Daniels, en un recorrido por su frívola y despreocupada vida de parrandeo y vagancia, para muchos el claro manifiesto de la situación que vivía la juventud inglesa pro esos años.

"Bank Holiday" es un corte que juega con el punk enégico y el mod-revival de los Jam, rítmica y estridente, algo desubicada en el disco, más no carece de encanto; y "Badhead" es una delicia pop con toques de baroque que parece sacada de alguno de los mejores trabajos de los sesenta de herencia pop beatleniana.


De ahí el disco corre una especie de suerte de experimentación que comienza con “The Debt Collector", pasaje instrumental con evocaciones vintage parece contrasta la elegancia y la sofisticación de la Inglaterra de antaño con la banal y desatendida Inglaterrra en los noventa; "Far Out" con atmósfera sonora ecléctica de orientación sci-fi, breve y olvidable; "To the End" con marcada controversia, para muchos una delicia pop de subliminal ejecución inspirada en el estilo chanson-francaise con colaboración de Laetitia Sadier de Stereolab cantando pasajes en francés, para otros un meloso e inaguantable corte falso y forzado, en mi modesta opinión el corte y la atmósfera se encuentran muy bien conseguida, contiene la suficiente intensidad en sus versos aunque suena forzada en su estribillo, como que la voz y el estilo vocal de Alban no logra convencer.

Otro de los mejores momentos del disco es "London Loves", genial pieza con falsette en estribillo que narra las peligrosas aventuras de una Londres libertina, sumergida en el consumo de drogas y la violencia de las calles, la construcción rítmica por momentos trae a l mente a unos Rolling Stones jugando con el disco-funk en sus trabajos de la segunda mitad de los setenta; continua las nada sanas aventuras citadinas en el post-punk de "Trouble in the Message Centre".

"Clover Over Dover" es otra de las mejores piezas del disco que marca su influencia de los Kinks y los Jam, además de su acierto para equilibrar los recursos instrumentales en la construcción de estilo indie que muestra el notable talento de la banda; la satírica e irónica “Magic America" con contagiante estribillo; "Jubilee" con potente riff y guitarra eléctrica, por momentos recuerda a los primeros Roxy Music por las intromisiones de efectos y sonidos y la estética glam-arena del corte.

Cierra el disco "This Is a Low", letargica balada atmosférica de profundidad épica y notable pasaje instrumental; y "Lot 105", lúdico pasaje instrumental que cierra esta muy destacado trabajo de una de las formaciones más importantes de la escena noventera del rock inglés; además de una de las formaciones más influyentes en el sonido de las abundantes bandas indie.post-punk-revival de la actualidad, sea esto bueno para algunos y malo para otros.




KINGS OF LEON - BECAUSE OF THE TIMES




Año: 2007
País: Estados Unidos
Género: Alternative
Puntuación: ▲▲▲

Canción favorita: "Black Thumbnail" 




Estimable agrupación americana que rescata la instantaneidad del rock sureño enraizado en el blues y el country, logrando un sonido influenciado por sus predecesores como Neil Young, los Allman Brothers o más marcadamente Lynyrd Skynyrd. Su propuesta así resulta un interesante y placentero viaje de resonancia blues-rock básico y rústico, tentado por orientaciones post-punk ochenteras y garage-punk, llevado con la suficiente originalidad y enganche para exaltar y lograr satisfacer al conocedor del buen rock.

Algo redundante por momentos, derivativos por otros; destaca “Knocked Up”, desoladora balada blues-country llena de sensibilidad sureña, logra conjurar una atmósfera de reflexión y decisión que se equilibra con secciones lentas y descargas de riffs eléctrico; “Charmer” con orientación post-punk pixiana y sutiles aromas a los Clash; la efectiva intro hipnotizante de la rítmica "On Call"; y "McFearless", revoltosa y caótica mezcla de afligido alternativo y un genial Caleb a la voz.

Otro de los mejores cortes es la estupenda “Black Thumbnail”, garage-rock de ávida intensidad y desfogue por ahí con cierta insinuación psicodélica; incitan al baile en la movida "My Party", con sección rítmica funk y estilo post-punk pixiano; y “Ragoo” coqueteando con el reggae.


Cierra la balada “Arizona”, nostálgica e intensa balada country-rock de zumbantes guitarras eléctricas y profundidad épica, culmina con acierto el significativo trabajo de la banda formada en Nashville. 

lunes, 2 de julio de 2012

THE BEES (A BAND OF BEES) - OCTOPUS

Año: 2007
País: Reino Unido
Género: Indie
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Stand"



Curiosa formación cuyo frontman Paul Bluter indica encontrar inspiración tras ingerir ayahuasca (bebida alucinógena proveniente de Perú), y que aparentemente le funciona muy bien pues consiguen elaborar un conciso sonido con suficiente exotismo y heterogeneidad como para disfrutarse corte tras corte tras cada escucha, logrando así una rica amalgama que envuelve desde el r’n’b de la Motown, pasando por el jangle byrdsiano, la psicodelia de la costa oeste, el ska, el reggae y el indie.

Los primeros segundos de “Who Cares What The Question Is” para introducirnos en algún corte de Captain Beefheart, simpática pieza de melodía beatleniana, country lúdico y acompañamiento de piano, parece inspirarse de algunos de los cortes campiranos de Ringo Starr en los Beatles como “Act Naturally”, “What Goes On”, “Don’t Pass Me By” o “Octopuss Garden”, además del marcado jangle byrdsiano; esto último también se aprecia en “Love in the Harbour”, con aromas a unos Buffalo Springfield del 67.

“Left Foot Stepdown” ofrece uno de los mejores momentos de disco, exóticos y coloridos recursos latinos y un marcado ritmo ska arremeten en una genial pieza que apunta más a la psicodelia de la costa oeste sesentera y estilo indie-stonerosiano; “Got To Let Go” muestra sofisticación y elegancia pop en una base funk, genial riff de órgano y solo de saxo y atmosfera jazz adereza la pieza en su conseguido pasaje isntrumental final.

“Listening Man” mezcla r’n’b y reggae en un calmado y memorable corte de tendencia vintage y mesmerizante fondo instrumental;  “Stand” destaca por la exótica mezcla entre el reggae y el ska, envuelto en una letárgica melodía y fascinante atmósfera psicodélica de efecto narcótico; y “(This Is For The) Better Days” exhibe su querencia por el funk al fusionarlo acertadamente con el soul; y el pasaje de sitar psicodélica y pop-country-folk con aromas a los Kinks y a los Byrds en “The Ocularist” (más brve hubiera sido más efectiva).

El disco se completa con “Hot One”, corte vintage de rock de mitad de los sesenta; y “End of the Street”, revoltosa peiza de jangle-pop que evoca tanto al maestro Diddley como al r’n’b de la primera mitad de los sesenta.




INTERPOL - OUR LOVE TO ADMIRE




Año: 2007
País: Estados Unidos
Género: Post-punk.revival
Puntuación: ▲▲▲

Canción favorita: "Mammonth"


Derivados de la escena post-punk de enfoque a los Cure, los Chameleons y más marcadamente Joy Division, la agrupación neoyorkina lanza su tercer disco de estudio, que si bien, y al igual que casi todas las bandas actuales que se enfocan en el post-punk de fines de los setenta y los ochenta, no crean nada nuevo ni reinventan (y en honor a la verdad, el denominativo ‘revival’ les queda bastante grande), mas esto no necesariamente quita mérito pues por ahí logran conseguir más de un corte con el suficiente enganche y originalidad como para disfrutarse en varias reescuchas.

Con este trabajo consiguen un mayor acercamiento y accesibilidad comercial, por momentos evocando a unos R.E.M. o unos Cure ochenteros, de tensas y cargadas atmósferas recargada por teclados de Carlos Dengler, consiguiendo intensos momentos y atractivos y originales pasajes, aunque su poca heterogeneidad y la innecesaria prolongación con que desarrollan sus piezas, que en promedio pasan los tres minutos y medio, resultan algo tedioso conforme se va escuchando el disco.

Comienza con la genial “Pioneer to the Falls”, tenso corte de psicosis pasiva a lo Doors en “Strange Days2, con un Paul Banks de factura vocal entre Ian Curtis y Michael Stipe, con textos góticos ricos en imaginería lírica, evocaciones de melancolía y atmósfera de desencanto y desilusión; “No I in Threesome” con intensidad rítmica y simpática melodía en textos de alusiones a tríos sexuales; “Scale” con genial construcción atmosférica de basamento stoner que rebosa por su penetrante bajo e intensa batería, y la enérgica “Heinrich Maneuver”, atractiva conjuración post-punk con tendencia al indie inglés de los noventa.


“Mammoth” posee suficiente enganche y ritmo, densidad atmosférica que parece por momentos evocar oscuridad y confusión contrastante con la intensidad y accesibilidad de la pieza; además de su astuta construcción musical y formulación que resulta una de las más atractivas piezas del disco; “Rest My Chemistry” juega con el alternativo de los Pixies y el post-punk de Joy Division.

El resto redunda en lo previamente explicado, logrando un aceptable trabajo discográfico en la que se aprecia además la acertada guitarra de Daniel Kessler aparentemente muy influenciado por unos Television setenteros.

TOOL - 10,000 DAYS


Año: 2006
País: Estados Unidos
Género: Progressive-metal
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Right In Two"



La pretenciosa propuesta de la banda Americana que evoca el progresivo, el metal, el art-rock y una marcada tendencia alternativa resulta una muy gratificante experiencia para el oyente amante del rock conciso, musculado, bien estructurado y rico en recursos y contrastes, saben cómo aderezar sus piezas y pasajes llenos de enganche y resonancia heavy.

Sus piezas son robustas e interminables, penetran en la psiquis  rezumban en el subconsciente cual sierra eléctrica o taladro perforando los lugares más recónditos de la mente, sus textos critican una sociedad consumista y mediocre, sumida en la violencia y la flaqueza humana; y si bien su estilo y recursos no son necesariamente revolucionarios, el resultado logra convencer en sus magistrales construcciones llenas de intensidad y enardecimiento eléctrico.

“Vicarious” por ejemplo, ofrece intensidad en su construcción arena y heavy-metal con aromas alternativos; posee una palpitante sección final de penetrante percusión en tribal de un impecable Danny Carey, que acentúa la apocalíptica guitarra eléctrica y la tétrica atmósfera; al igual que en “Jambi”, otra robusta pieza de estruendo eléctrico en su genial riff y su postura zabbathiana (aunque por momentos esa guitarra eléctrica me trae a la mente a Budgie en “In The Grip of Tyrefitter's Hand”).


La balada "Wings for Marie (Pt 1)" consigue una atmósfera progresiva que evoca tanto a unos  Pink Floyd setenteros como a sus contemporáneos Porcupine Tree; y la continuación "10,000 Days (Wings Pt 2)", tensa pieza de envolvente densidad fatalista y pavorosa, se envuelve de una atmósfera alternativa y la enfoca en una tendencia art-rock de corte épico y progresivo, dando uno de los mejores y más memorables cortes del disco.

El entremés "Lipan Conjuring" es un breve canto vudú con sutil acompañamiento instrumental; “Lost Keys (Blame Hofmann)” delata su influencia pixiana y floydiana (más marcadamente al "Dark Side Of The Moon”); "Rosetta Stoned” de intenso metal progresivo rítmico e intro de resonancia industrial a lo Rammstein o Butthole Surfers, posee además un estupendo pasaje instrumental en su parte media final con alucinante solo de afilada y oxidada guitarra eléctrica por Adam Jones, conjurando así otro de los mejores cortes del disco de suficiente heterogeneidad.

Este mastodóntico trabajo cierra a lo grande con las geniales “Intension", letárgico corte de postura psicodélica y percusión en tribal y mesmerizantes efectos vocales; y "Right in Two" nuevamente de oferta psicodélica y densa atmósfera hard-rock que ofrece además acertados pasajes calmados de percusión que contrastan con la excitación de sus palpitantes e intensos solos de guitarra eléctrica, generando así una vertiginosa catarsis de emociones y sensaciones dando el último gran momento del disco; una de las genialidades de la banda californiana y unos de los mejores trabajos de la primera década del nuevo milenio
.
"Viginti Tres" es un prescindible corte que aparentemente parecen remedar a Neu! o al industrial setentero.

THE ALAN PARSONS PROJECT - I ROBOT


Año: 1977
País: Reino Unido
Género: Progressive
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Breakdown" 



En referencia a la novela del mismo nombre de Isaac Asimov, Alan Parsons y compañía lanzan su segundo grande disco, un gran acierto de acercamiento más comercial y con marcada influencia deudora de Pink Floyd y de recursos kraut y progresivos; su “I Robot” resulta un digerible y menos pretencioso trabajo, más su contundencia resulta una placentera experiencia de exploración sónica y efectivos pasajes atmosféricos.

De la mano de Andrew Powell en los arreglos orquestales consiguen impecables piezas como la canción homónima instrumental que abre el disco, en la que recurren a cierta resonancia funk y con reminiscencia a unos Kraftwerk de efectivos teclados y sintetizadores que dotan al disco de luminosidad futurista y atmósfera sci-fi; o  la estupenda “I Wouldn't Want To Be Like You”, que muestra un marcado aroma al venidero “The Wall” de Roger Waters (muy probablemente haya estado escuchando bastante este disco antes de su mencionado y archiconocido álbum del 79), sofisticada pieza que comulga el funk y la melodía pop teniendo como fondo un musculado bajo y una rítmica guitarra eléctrica.

“Some Other Time” es una hermosa balada dotada de sensibilidad que mezcla el ambiente acústico con la robustez progresiva, de lograda intensidad y sutiles recursos futuristas bastante acertados; mas es probablemente “Breakdown” a la voz de Allan Clarke la favorita de muchos, un limpio corte de angustia existencial de un robot humanoide y conseguida intensidad y sección rítmica, sus finales coros soviéticos llevan a la piezas a terrenos de aromas épicos y pomposidad muy al estilo de los grandes discos del 67 y del 68.

Otro de los aciertos del disco es la genial “The Voice”, ya mostrando vanguardia experimental en recursos y efectos que entremezclan los sintetizadores y arreglos orquestales caprichosamente, consiguiendo un atmosférico pasaje rítmico funk de exotismo futurista.



Completan el disco “Nucleus”, pieza instrumental de resonancia floydiana y ambient krautrockiano de vértigo futurista; “Day After Day (The Show Must Go On)” denota su marcada influencia del “Dark Side Of The Moon” de Pink Floyd en una estupenda y lenta balada de geniales recursos atmosféricos que llenan de coloridad a la embriagante pieza.

Completan el disco la poco convincente “Don't Let It Show” que busca emotividad en un estilo vocal efectivo aunque disonante para el disco, y de instrumentación predecible y muy melosa para el disco; y los pasajes instrumentales “Total Eclipse”, con orientación sci-fi y tensa atmósfera, y  “Genesis Ch. I V. 32” otra intensa balada floydiana progresiva bastante conseguida y buscada épica.