lunes, 2 de julio de 2012

THE BEES (A BAND OF BEES) - OCTOPUS

Año: 2007
País: Reino Unido
Género: Indie
Puntuación: ▲▲▲▲

Canción favorita: "Stand"



Curiosa formación cuyo frontman Paul Bluter indica encontrar inspiración tras ingerir ayahuasca (bebida alucinógena proveniente de Perú), y que aparentemente le funciona muy bien pues consiguen elaborar un conciso sonido con suficiente exotismo y heterogeneidad como para disfrutarse corte tras corte tras cada escucha, logrando así una rica amalgama que envuelve desde el r’n’b de la Motown, pasando por el jangle byrdsiano, la psicodelia de la costa oeste, el ska, el reggae y el indie.

Los primeros segundos de “Who Cares What The Question Is” para introducirnos en algún corte de Captain Beefheart, simpática pieza de melodía beatleniana, country lúdico y acompañamiento de piano, parece inspirarse de algunos de los cortes campiranos de Ringo Starr en los Beatles como “Act Naturally”, “What Goes On”, “Don’t Pass Me By” o “Octopuss Garden”, además del marcado jangle byrdsiano; esto último también se aprecia en “Love in the Harbour”, con aromas a unos Buffalo Springfield del 67.

“Left Foot Stepdown” ofrece uno de los mejores momentos de disco, exóticos y coloridos recursos latinos y un marcado ritmo ska arremeten en una genial pieza que apunta más a la psicodelia de la costa oeste sesentera y estilo indie-stonerosiano; “Got To Let Go” muestra sofisticación y elegancia pop en una base funk, genial riff de órgano y solo de saxo y atmosfera jazz adereza la pieza en su conseguido pasaje isntrumental final.

“Listening Man” mezcla r’n’b y reggae en un calmado y memorable corte de tendencia vintage y mesmerizante fondo instrumental;  “Stand” destaca por la exótica mezcla entre el reggae y el ska, envuelto en una letárgica melodía y fascinante atmósfera psicodélica de efecto narcótico; y “(This Is For The) Better Days” exhibe su querencia por el funk al fusionarlo acertadamente con el soul; y el pasaje de sitar psicodélica y pop-country-folk con aromas a los Kinks y a los Byrds en “The Ocularist” (más brve hubiera sido más efectiva).

El disco se completa con “Hot One”, corte vintage de rock de mitad de los sesenta; y “End of the Street”, revoltosa peiza de jangle-pop que evoca tanto al maestro Diddley como al r’n’b de la primera mitad de los sesenta.




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