miércoles, 9 de enero de 2013

PJ HARVEY - STORIES FROM THE CITIES, STORIES FROM THE SEA




Año: 2000
País: Reino Unido
Género: Alternative
Puntuación: ▲▲▲1/2

Canción Favorita: “Big Exit”

Para muchos el disco definitivo de la cantautora inglesa, PJ Harvey nos sorprende con un disco maduro y melódico, menos brutal que sus predecesores, más calmado y prolijo manifestando su querencia por la construcción pop-rock de basamento alternativo, revisando a sus directas  influencias como Patti Smith o Joni Mitchel, en un estilo musical que revisa a sus contemporáneos Radiohead, Nirvana, Pixies y al garage-noise americano. Historias de la ciudad, en este caso Nueva York, tentadora como peligrosa, hiriente e inspiradora, en la cual se revuelcan las sensaciones de fragilidad y miedo con chulería y desafío, a la que ve con respeto, pero en la que las experiencias del pasado y los recuerdos afloran y se desfogan a lo largo de sus calles y avenidas.


El disco arranca con la enganchante “Big Exit”, un interesante corte que revive la psicodelia británica de estilo a unos contemporáneos Oasis amalgamados con la impronta de Patti Smith en textos perturbadores de violencia callejera e inseguridad social, sus matices psicodélicos generan una atmósfera de aturdimiento mental de desesperación pasiva; sigue la genial “Good Fortune” en su encanto pop-rock de atractiva construcción melódica y textos en los que manda al tacho el pasado, los amores, las desdichas y desavenencias, el sentido del ritmo resulta acertado al conjurar una sensación de desencanto y desahogo pasional; “One Line” posee una calmada mística depresiva con aires a Radiohead; confesiones intimas sobre atracciones físicas se desnudan en “Beautiful Feeling”; y la perversa “Whores Hustle And Hustlers Whore” reprochando desigualdades en una tensa atmósfera noise.


En “The Mess We’re In” comparte en el apartado vocal con Tom Yorke una fría balada depresiva de desasosiego emocional; de aquí en adelante PJ Harvey nos remota a sus primeros disco en geniales cortes como “Kamikaze”, perturbadora explosión garage-noise, efectiva en su demoledora catarsis sónica; “This Is Love”, sudorosa y robusta comunión garage.noise-psicodélica en textura lo-fi; en la pieza lenta “Horses In My Dreams” parece adoptar un estilo vocal rústico y primitivo con acierto melódico muy a lo Björk, nuevamente atmósferas depresivas oscura y afligidas exponen fragilidad emocional; y cierra “We Float”, lenta pieza pop-rock de conseguida luminaria sutil y relajante, en textos de reflexiones sobre la lucha de uno mismo por lo que quiere, me pierdo en la noche y ahora sólo floto, mezcla de desencanto y resignación de tomar la vida como viene. 


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