Año: 2012
País: Australia
Género: Indie.Psychedelic-rock
Puntuación: ▲▲1/2
Osada banda australiana que lanza su segunda producción, ahora envuelta en un halo introspectivo de exploraciones personales internas, viajes a terrenos inhóspitos de trance sensorial y alusiones narcóticas, explosiones cósmicas de sonoridades resplandecientes y astros luminosos viajando en el espacio…mucha parafarmacia para un disco atractivo y disfrutable, aunque tediosamente extenso y con carencias en el trabajo melódico (sobre todo en el apartado vocal que resulta predecible y poco memorable), recayendo su basamento en meros recursos electrónicos impresionistas que atraen y despampanan en primeras escuchas hasta perder el factor novedad, cansar en reescuchas por su monotonía, y terminan así delatando su falta de dirección y consistencia.
Su huella es clara: la psicodélica sesentera, mas su dirección apunta a un revival a lo ‘Madchester’ en bandas como los Stone Roses y unos evidentes Happy Mondays, pasando además por la electrónica de los Chemical Brothers, el techno, el ambient, el pop comercial derivando en indie-pop, en fin, nada nuevo ni revolucionario ni para arrancarse los pelos de la emoción.
“Be Above It” presenta una percusión minimalista y efectos oscilatorios vintage en una melodía vocal beatleniana sin mucha trascendencia (ya parecen Vampire Wekend por momentos), contrasta con su up-tempo que juega astutamente con la rítmica dance y la narcosis mental de su sonoridad, en sí nada que los Silver Apples no hayan hecho con mayor acierto, encanto y originalidad cincuenta años atrás; “Endors Toi”, con sampler del “Top Gear” de Super Nintendo, explora sin mucha novedad el ambient psicodélico futurista con calcos al “Tomorrow Never Knows” de los Beatles, matices complacientes conjuran tormentas astrales con sulfuradas explosiones ácidas en la deformación eléctrica, presenta mayor cuerpo aunque de dirección autocomplaciente; “Apocalypse Dream” comienza con reminiscencia glam en falsete vocal estilo Bee Gees (bueno a la larga también ha algo de disco-funk en su sonoridad), la melodía resulta más efectiva (clara huella del “Abbey Road”) y consigue geniales momentos de resplandor y encanto musical, aunque peca de extensa y sobrepretenciosa, basta con escuchar estas tres canciones para darse cuenta que el resto del disco redunda en lo mismo una y otra y otra vez; separando una que otra pieza como “Elephant” (reminiscencia del “Call Me” de Blondie), una mezcla de post-punk y glam ácido futurista; y “Keep On Lying”, sensorial experiencia que va por un ambient-lounge sideral por ahí incluso evocando momentos de clímax de estética progresiva.
Lo demás, disfrutables en algunos momentos, pero en general ejercicios remedados de sus predecesores, intrascendentes y derivativos cortes psicodélicos que filtran por ahí la estética del lush-pop y glam, sonoridades floculantes y burbujeantes, mas de predecible construcción melódica inferiores a lo que los Beatles, los Status Quo, los Cyrcles, los Chocolate WatchBand, la coloridad dream-sunshine de Boetcher o las abundantes bandas pop-psicodélicas sesenteras hicieron, y que otra tantas bandas del Madchester-sound revivieron con mayor relevancia y esplendor, o bueno sin ir muy lejos se puede también escuchar a bandas contemporáneas con mejor proyección y enfoque como los Bees (A Band Of Bees), TV On The Radio o los islandeses Dead Skeletons, entre otras.
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