Año: 1993
País: Reino Unido
Género: Indie.brit-pop
Puntuación: ▲▲▲▲
Canción favorita: "Animal Nitrate"
Uno de los primeros punteros del indie noventero que derivaría el conocido britpop de las islas inglesas, Suede oferta sensualidad glam e intensidad emocional juvenil en poderosas piezas de descarga pasional y melodrama acentuado por el minimalista y melódico estilo vocal de un expresivo Brett Anderson (por momentos evocando a un Richard Hell) con fondos instrumentales sinuosos e intensos, recargados de saturada electricidad, conjurando efectivos pasajes tensos, angustiantes, de desfogue y desahogo.
A la par del frívolo escenario en la prensa que se deparó para la agrupación tras el éxito de su primer single, poniendo a su vocalista Brett Anderson en la clásica portada de la revista ‘Select’ como la nueva esperanza del rock inglés; la banda supo elaborar muy meritorias piezas llenas de intensidad y sensibilidad musical, de pasiones incontrolables que terminan desfogando y comulgando las emociones más internas y recónditas de la emotividad angustia humana, siendo el sexo y las drogas una de las salidas siempre recurrentes para apaciguar las vicisitudes eventuales.
En su propuesta podemos encontrar evocaciones a los mejores momentos del glam inglés como T.Rex, el Bowie teatral de Ziggy Stardust y los Mott The Hoople, se perciben además evocaciones hardcore y arena-rock ochenteras, visitando igualmente al post-punk de los Smith, destacando memorables cortas ya clásico noventeros como el corte de angustia juvenil "So Young", evocando un oscuro glam (cuyo fondo eléctrico por momentos trayéndome a la mente al estilo de unos Wire setenteros en “Routers”) rico en sensibilidad al comulgar la angustia de una guitarra eléctrica depresiva, notas tristes de piano y una desoladora factura vocal; "Animal Nitrate" con mayor accesibilidad y sensualidad musical de aromas al “All The Young Dudes” setentero; "The Next Life", una lenta y conmovedora balada a piano en la que la voz de Anderson exhibe una notable fragilidad y emotividad; "Breakdown", otra hermosa balada con impecable trato melódica en su apartado instrumental (muy meritorio a lo largo del disco y que resplandece en los cortes lentos) en las cuerdas y clara referencia nuevamente a los mencionados Hoople; y la atmosférica "Sleeping Pills" con sulfuradas guitarras eléctricas en un fondo letárgico y engatusante de embriagante melancolía y desolación humana.
Destacan también la sensorial "She's Not Dead", calmada pieza por ahí evocando a un Lou Reed en “Berlin”, que esconde una trágica historia de suicidios amorosos; "Pantomime Horse" con demoledor desenlace final épico; la enérgica "Moving", jugando con juegos de tempos e intensidades en partes agitadas y lentas ya con evocaciones a los Stone Roses y adentrándose en terrenos areneros; "The Drowners" con clara influencia de T.Rex; y las disfrutables y accesibles “Metal Mickey” y "Animal Lover".
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