miércoles, 3 de abril de 2013

SACROS - SACROS



 
Año: 1973
País: Chile
Género: Acid-folk
Puntuación: ▲▲▲▲1/2


El aroma de la brisa de esperanza de los ideales de paz y amor de la contracultura americana se filtran en las cuerdas y melodías de la importante banda chilena Sacros (rebautizados luego como Miel por razones de fuerza mayor), se embeben del temprano estilo musical byrdsiano, del folk humano de Dylan, del acid-folk de los Jefferson Airplane y Arthur Lee en Love y el folk-pop de los Beatles en “Help!” y “Rubber Soul”; y componen hermosos cantos de candor e inocencia hippie en una tensa y convulsiva coyuntura política que vivían por ese entonces la nación chilena.

Inspirados y calmados pasajes liricos llenos de optimismo y romanticismo humano hacia la vida, la naturaleza, el amor y la sensibilidad; Patricio Panussis adopta la técnica byrdsiana en las 12 cuerdas dotando a las piezas de una instantánea melancolía de subliminales textos antibélicos, siendo esto probablemente el detonante para la censura y la suerte de destrucción masiva de las copias del disco antes de ver la luz públicamente, quedando afortunadamente algunas de estas ocultas por varias décadas hasta ser redescubiertas estos tiempos en los que podemos revalorar este invaluable trabajo discográfico temprano del rock sudamericano.


De por si arranca como los grandes evocando un aire conceptual-espiritual con el corto pasaje mantra “Aum”, “En Primavera” evocando los ideales de liberación de la contracultura americana en alusiones primaverales de despertar sexual; ideales de libertad y paz se exhiben en la sutil aflicción jangle de “Manos Duras” y en “La Realidad”; “Cobres, Pobres, Viejos” con reflexivos textos de desigualdades sociales en un calmado y apacible ambiente folky; “Su Herencia” con marcado estilo a lo Love con Arthur Lee en “Forever Changes”, con variante de tempo en su parte media-final llegando a un conseguido clímax de folk ácido; e “Iluso que Sueña”, apuntando ahora a los Byrds con una marcada resonancia jangle.


De entre lo mejor del disco destaca la inspirada “Diosa del Mar”, bellísima pieza de orfebrería folk bucólico llena de finas cuerdas acústicas y acompañamiento de flauta dulce y arreglos corales que evocan una sutil psicodelia baroque llena de sensibilidad y romanticismo generando una atmósfera cuasi-espiritual; “Paloma De Plumas Blancas”, una oda al enamoramiento vespertino y a la inocencia del amor; y la inspirada “Quetzalcoatl”, canto de vehemente devoción hacia la deidad divina azteca con acertado efecto de profundidad en percusión, dotando un aura conceptual milenaria, además de jugar astutamente con las cuerdas en un estilo oriental evocando sitares y lisergia psicodélica.

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