lunes, 2 de diciembre de 2013

FRANZ FERDINAND – TONIGHT



Año: 2009
País: Reino Unido
Género: Indie.Post-punk-revival
Puntuación: ▲▲1/2

Inspirado en las consecuencias ‘sufridas’ tras una noche de juerga y perdición, la banda original de Glasgow lanza su tercera producción discográfica, esta vez alejando su sonido del garage post-punk de sus predecesores, y optan por una dirección con mayor presencia de arreglos electrónicos, derivados de la new wave ochentera (una de las claras influencias de su sonido) que les otorga una propuesta más etérea en su sonido, aunque por momentos peca de monótona, que los lleva a respaldar su oferta en repetitivos efectos de sintetizadores, opacando su talento para ofrecer tremendas piezas sinérgicas y dinámicas que se veía en su previos trabajos.


En honor a la verdad, el concepto del disco es lo menos trascendente, aunque sirve muy bien de gancho para atraer al oyente al sonido del disco; “Ulysses” da un correcto inicio al disco con una especie de sutil intro disco-funk que acrecienta una dinámica post-punk simple y muy efectiva, un pegajoso ‘laha-lala-lala’ en el estribillo y abusivos efectos de sintetizadores resultan acertados en esta pieza ávida y potente; “Turn It on” aprovecha nuevamente los efectos sonoros aunque ahora con sutiles aires a unos primeros Roxy Music, una voz sensual; “No You Girls” es una pieza disco-funk con esencia ochentera, resulta efectiva en primeras escuchas por su atractivo estribillo, aunque con las reescuchas pierde fuerza y resalta su genérica construcción; y “Send Him Away” logra una interesante atmósfera con cierta insinuación que juega con la psicodélica y el funk sin definirse totalmente, astuta pieza que engaña al oído en su percusión afro-rítmica.

“Twilight Omens” resulta menos inspirada, rítmica complaciente y melodía poco memorable; “Bite Hard” comienza con un tiempo lento para luego acentuarse en un aguerrido post-punk de mayor resonancia punk, intensa y plausible en su manejo del ritmo; “What She Came For” es puro disco-funk con reminiscencia melódica a unos Blur, jocosa y de curiosos recursos, aciertan al darle agresividad en el estribillo, y un estilo musical que trae a la mente a la explosión new-wave neoyorkina en bandas como Talking Heads o Blondie; y “Live Alone”, con clara huella de los Cars manifiesta un buen gusto por la construcción de muros de sonidos y efectos electrónicos por ahí con aromas a un Iggy Pop y Bowie berlinés.


El disco lo completa “Can't Stop Feeling”, pieza a estas alturas ya genérica de disco-funk nuevaolero, aunque con adictivo riff electrónico y atractivo coqueteo al synth-techno; “Lucid Dreams” nuevamente apuntando a unos Blur más funk y redundando en lo previamente explicado; y las baladas “Dream Again” con notable atmósfera pausada que incita sigilo, la melodía se trata en un estilo beatleniano (trae a la mente el inevitable estribillo del (“All You Need Is Love”) y “Katherine Kiss Me”, típica balada de la banda de estilo folky y cuerdas acústicas, simpática en melodía aunque floja de feeling.

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