martes, 7 de agosto de 2012

KYUSS - WELCOME TO SKY VALLEY



Año: 1994
País: Estados Unidos
Género: Alternative.stoner-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Canción favorita: "Demon Cleaner"


Robustez sónica y oscuridad atmosférica ofrece la banda americana en este demoledor trabajo discográfico, una orgía sónica de stoner-rock acerbo y crudo, intenso, calamitoso, perverso y funesto. Rescatan el heavy de Sabbath y Led Zeppelin y lo fusionan con el noise de Blue Cheer además de aderezarlo con recursos de psicodelia hendrixiana. Sus pasajes son tensos y saturados, de musculada consistencia y sincronización rítmica, una atractiva convulsión que demuele el cerebro a estruendosos golpes de batería y potentes pasajes eléctricos, generando intensos y vertiginosos cortes otorgando un trance mental de delirio sónico primitivo.

Apabullantes cascadas sónicas de electricidad pastosas se viven en la fulgurante “Gardenia” que fusiona a Black Sabbath con Blue Cheer; “Gardenia” que fusiona a Black Sabbath con Blue Cheer y postura metal setentero; la atemorizante intro de “Asteroid” desencadena un incandescente pasaje atmosférico de alucinante heavy psicodélico rozando con el metal industrial; “Supa Scoopa And Mighty Scoop” es una genial pieza de sulfurada sección eléctrica y machucante percusión a batería, parece revivir el hard-rock menos manoseado de inicios de los setenta; y la venturosa “100º” con sudorosa sección rítmica y contundente orgía sónica de incandescente heavy y noise.


“Space Cadet” nos muestra su enfoque por un estilo oscuro y renegrido, genial pieza de folk acústico en contraposición con el noise de su sonido, mas efectiva en su atmósfera mística, engatusa al oyente en una seducción de cuerdas afiladas y bajo, induciendo a un estado relajado y depresivo que se extiendo hasta los siete minutos.

 “Demon Cleaner” demuele el cerebro cual sierra eléctrica destrozando las neuronas; ya observamos su acercamiento a la seducción psicodélica de Cream con perversión en su fondo y percusión a lo “Master Of Reality” de Sabbath; “Odyssey” con aromas a Deep Purple en un feroz tema de agitado tempo con pasaje intermedio de acidez lisérgica; la desquiciante “Conan Troutman” revisando nuevamente la convulsión noise de Blue Cheer y Hendrix; la ledzeppiana “N.O.”, fogosa pieza de perforadora electricidad sónica; y cierra “Whitewater”, apoteósico punto final que redunda en lo explicado en una magistral suite de cerca de ocho minutos donde se disfruta del minimalismo de la oferta stoner de la banda y la calada intensidad que consigue cuando se emplea con originalidad, sabiduría y bueno gusto los recursos básicos y primitivos del rock: bajo, batería; guitarra eléctrica y voz; se escucha en sus últimos segundos un lúdico pasaje con juegos vocales beachboyeros.


En definitiva a hacer caso a la advertencia del disco: escuchar sin distracción...

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