sábado, 4 de febrero de 2012

ARCTIC MONKEYS - HUMBUG


Año: 2009
País: Reino Unido
Género: Alternative.Stoner-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2

Bastante atractivo trabajo de unos inspirados Arctic Monkeys, esta vez alejándose marcadamente de su poca interesante propuesta derivativa post-punk-revival, y exponiendo ahora un estimable conocimiento y bagage musical que resulta bastante placentero para el oyente más exigente, evocando diversos estilos que van desde los Doors hasta Morrisey,  consiguiendo así un trabajo mucho más maduro y redondo.

Mezclan con acierto la psicodelia ácida con el estruendo eléctrico del hard rock en piezas hipnóticas y letárgicas, que engatusan al oyente en un viaje musical con textos mucho más interesantes y astutos donde la obsesión fémina termina revelando los impulsos más recónditos y convulsivos de la fijación humana.

Arranca el disco con “My Propeller”, una de las mejores piezas que marca su aparente descubrimiento de los Doors, ecos de stoner-rock en un atmosferico corte de astutas letras, jugando con el morbo en ese intrépido '…if you can summon the strength, tow me…' y '…coax me out, my love, and have a spin of my propeller….'


“Crying Lightning” muestra ya un enfoque sabbathiano de basamento en los Doors del brillante “Strange House”, genial en su concepción al evocar malicia y suspenso en ese astuto bajo, sazonado con los acordes de ácido eléctrico, acierta en el manejo de la intriga y la perversidad; la huella del Queens-of-the-Stone-Age Josh Homme en la producción queda registrada en la limpia "Dangerous Animals", con machucante y aguerrida sección del ácido sanfranciscano, garage y aromas al minimalismo bluesero de Blue Cheer …. make a mess lioness...; sigue “Potion Approaching", amalgamando con buen gusto el post-punk característico de su sonid con fragor hard-rock. “Fire And The Thud” exhibe aromas de stoner.rock en una hipnótizante pieza psicodélica que evoca aromas exóticos de cierto estilo a lo “Strange Brew” de  Cream. 



La impronta morreseyana la encontramos en las dos baladas del disco; la estimable “Secret Door”, atmosférica balada revestida de acertados segmentos de percusión dura dotando de un delicios contraste en ese juego de emociones que ofrece el corte; mas la que se lleva los aplausos es la bellísima “Cornerstore”, con un Turner más que acertado en su estilo taciturno y lineal, consiguiendo así filtrar esta hermosa balada en el estruendo ácido del disco, la infausta obsesión por esa irremplazable fémina llevan a la locura y a la pérdida del decoro y el juicio en la fútil esperanza de volver a encontrarla…o al menos a alguien a quien poder llamarla con el mismo nombre. 

El corte definitivo del disco es la brillante "Dance Little Liar”, palpitante pieza llena de robustez ácida, lastimera, sentida, un muy inspirado Turner nos sorprende con esos lúgubres y fríos pasajes de descarados engaños en los cuales va describiendo, saboreando y relamiendo el descontento del desamor, el angustiante y depresivo fondo instrumental termina haciendo sucumbir a uno a la desesperación….y ese acribillante solo sulfurado eléctrico detona el clímax cuasi orgásmico del disco al explotar con altisonancia la sensación de placer al desenmascarar a esa mujer canalla.


Sigue la aceptable "Pretty Visitors" buscando la épica, no la consigue, más tampoco carece de encanto; y culmina con "The Jeweller's Hands" , extensa pieza lenta que mesmeriza en su claro estilo Doors, da por finalizado este muy destacable trabajo de la banda que parece encontrar la inspiración y una dirección más madura e interesante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario