lunes, 26 de agosto de 2013

NEW YORK DOLLS - NEW YORK DOLLS



Año: 1973
País: Estados Unidos
Género: Glam.Proto-punk
Puntuación: ▲▲▲
▲1/2


Emblemática y tremendamente influyente banda proveniente de New York (basta con escuchar a los Ramones, Sex Pistols, Clash) su sonido precede una diversidad de géneros como el punk, el post-punk, el hard-core o el psychobilly, y su estética que hereda tanto del glam como del garage sería un punto de referencia para el glam metal americano en plena década ochentera para bandas como Guns n’ Roses o Mötrey Crue.


Su sonido, a pesar de ser brusco, directo y básico, resulta bastante destacable al presentar al rock’n’roll de inicios de los sesenta como una marejada disparatada y esquizofrénica de alborotadas guitarras y convulsivas facturas vocales además de apabullantes golpes de batería que genera un caos sónico primitivo de estética glam que comulga caprichosamente a unos Sonics o Stooges con el glam de Bowie, Alice Cooper y T.Rex.

Conténtenles piezas enérgicas, apabullantes y macizas, heredan además el estilo stoniano en su construcción musical construyendo impecables cortes como las geniales “Personality Crisis", pura adrenalina en rock n´roll stoniano (de marcada devoción a Keith Richards) con el ímpetu y descaro vocal de un Little John; "Looking for a Kiss" es todo un coctel de nervudo blues-rock garagero; "Vietnamese Baby” precede el estilo punk de los Clash en una tensa atmósfera de saturación eléctrica garage.lo-fi y estruendoso golpes de batería; la estupenda "Lonely Planet Boy", melancólica pieza lenta con acompañamiento en saxofón de Buddy Bowser; y la intrépida "Frankenstein (Orig.)" uno de sus super clásicos y contundente predecesor del psychobilly ochentero de los Cramps.


"Trash” es otra irresistible pieza con potente línea de bajo adelantándose 5 años al movimiento post-punk, provoca tanto saltar, bailarla, corearla y arrancarse los cabellos en su entretenida sección rítmica; la cruda "Bad Girl" con abrasiva y palpitante sección rítmica de garage.proto-punk visceral y primitivo; "Subway Train" con secciones lentas y jugando con el tempo en su estribillo; la stoniana “Pills" que rinde tributo a la invaluable herencia de Chuck Berry en toda una generación sesentera; "Private World" es otra interesante pieza de jubilosa sección rítmica; y cierra el disco "Jet Boy", acelerando su postura en un harcore con insinuación metal no apto para oyentes conservadores.




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