domingo, 28 de julio de 2013

OASIS - DEFINITELY MAYBE



Año: 1994
País: Reino Unido
Género: Indie.brit-pop
Puntuación: ▲▲▲▲1/2

Glorioso disco debut de la banda mancuniana que logra filtrar en su sonido la historia del rock inglés (haciendo un paréntesis con el progresivo claro) desde el pop-rock y la psicodelia beatleniana y el mod-pop de los Who, pasando por el glam bolaniano, el ensimismamiento y rebeldía punk (que a veces peca de caprichoso) de los Sex Pistols o los Damned, el post-punk de los Smith, y aposentarse claro en la vertiente indie contemporánea derivada del Madchester-sound de los Stones Roses y los Happy Mondays, que ya previamente bandas emblemas como Suede o Blur se encargaron de alistar el podio para el fenómeno musical que conseguiría gran repercusión mundial y, como todos sabemos, cambiaría para siempre el concepto de música independiente y reformularía todo concepto previamente establecido en este ámbito.


Todo esto con personalidad y definición en su oferta, que si bien resulta derivativo, logra desarrollar un sonido crudo y visceral, que dibuja una generación sumergida en la diversión, en la juerga y el frenesí, noches de cigarros y alcohol desmedido, descontrol y angustia juvenil, todo esto en vivaces piezas de palpitante rock ‘n roll y astutas melodías que fácil escucha y atractivo comercial.

Genialidades musicales una tras otras llenas de ímpetu y alma rock: “Rock 'N' Roll Star” detona en una postura arena-rock y power-pop e incisivo riff que además goza de una atractiva melodía buggle-gum cuyo desarrollo melódico por ahí nos trae a la mente a unos Ramones, con una parte final de deformación noise-psicodélica a lo Who; su emblemática “Live Forever” con evocaciones beatlenianas del “White Album” y una genial construcción melódica; “Up In The Sky” es una alucinante pieza de psicodelia pura que revive al “Revolver” de los Beatles empleando el estilo vocal de “She Said, She Said”; “Columbia” acentúa la sensación de groove proveniente de la explosión Madchester de fines de los ochenta; y la soberbia “Supersonic” cuyas cuerdas malicientas parecen emanar la angustia existencial juvenil del “I’m Eighteen” de Alice Cooper, guitarras angulares rebosan en la tensa atmósfera que hereda el noise de My Bloody Valentine, además de presentar a un inmejorable Liam Gallagher que brilla en un estilo vocal con sensualidad y nihilismo que filtra a Suede, Johnny Rotten, e incluso un Neil Young más acerbo y crudo.


“Bring It On Down” fulgura psicodelia heavy ácida; “Cigarettes And Alcohol”, que toma riff ‘prestado’ del “Get It On” de T. Rex, muestra su talento para filtrar el glam y la psicodelia en su oferta noise-melódica de acierto comercial, nuevamente con reminiscencia vocal a los Pistols (o incluso Red Kross); y “Slide Away” con tintes de himno generacional, lanzando emblemáticos temazos destinados a ser coreados hasta el cansancio en multitudinarios conciertos a todo pulmón.

El resto, piezas que redundada en lo explicado sin despertar mucho interés, y cierra la genérica “Married With Children”, lenta y genérica balada acústica.

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