lunes, 14 de noviembre de 2011

ERIC BURDON & THE ANIMALS - THE TWAIN SHALL MEET

'...young Gods smiled upon the crowd, the music being born of love
children danced night and day, religion was being born...'




Año: 1968
País: Reino Unido
Género: Psychedelic
Puntuación: ▲▲▲

Canción favorita"Orange and Red Beams"

 
Muy estimble trabajo discográfico mucho más fructífero que su predecesor, de vivida y conseguida psicodelia con aromas antibélicos. Resulta placentero dejarse llevar por las diferentes vertientes por las que el disco va ofreciendo conforme avanza (clara influencia del "Sgt. Pepper").

Los nuevo Animals a la cabeza de Eric Burdon detonan con "Monterrey", un aguerrido comienzo que entrenarra con notable singularidad los vividos momentos del famoso festival del mismo nombre, en el cual Hendrix se convirtió en leyenda. Le sigue la lastimera "Just The Thought" con acertada factura vocal de Burdon (Muy acertada de hecho a lo largo del disco) y subliminales arreglos instrumentales de fondo.

"Closer to The Truth" pudo haber sido un estimable "jamming" si no fuera por lo tedioso y rutinario que resulta en su parte media. Simplemente uno quiere que se acabe lo mas pronto posible. Carente de dirección. La salva la destacada "No Self Pity", un reflexivo corte de destacados arreglos de cuerdas aromatizadas con sabor oriental, y con ese bajo consistente consigue un ambiente oscuro y místico.

Lo mejor del disco, en mi modesta opinión, es simplemente "Orange and Red Beams". Una simple y hermosa balada con nostálgicos arreglos de flauta dulce y trompetas reminiscencia al "Strawberry Fields" de los beatles. La lastimera voz de Burdon resulta conmovedora a lo largo de la pieza, pero se disfruta más en esa implacable parte final llena de añoranza y sensibilidad conseguida por la cascada de ecos y trompetas de fondo. A destacar igualmente el trabajo del bajo.

Pero talvez el corte mas 'importante' del disco sea "Sky Pilot", un corte antibélico de notable grandilocuencia épica y trato melódico. Su soberbia amalgama de abruptos sonidos, ruidos, explosiones, gaitas, dotan de una punzante intensidad (muy a lo "Draft Morning" de los Byrds) que queda subliminalmente apaciguada y contrastada con esos sutiles acordes que le siguen y que dan comienzo a una especie de segunda parte o descenlace de la pieza (algo similar se ve en el "Sgt Pepper" con los tracks 1 y 2).

Aqui el disco pudo haber culminado apoteosicamente y,en mi modesta opinión, hubiera sido facilmente uno de los discos mas recomendables de la epoca dorada de la psicodelia colorida, fastuosa y ostentosa. Pero no, presenta una confusa "We Love You Lil" que no tiene ni pies ni cabeza en este trabajo, y sobre todo un tedioso y extenso pasajes de intensos violines que redundan y redundan sin objetivo mas que alargar el disco.

La salva la estimable "All is One", que fulmina con esa áspera voz de Burdon y un atractivo arreglo de sitares y violines, que para llegar a esta parte hay que aguantarse una extensisima intro de gaitas escocesas; la idea es muy acertada (hasta donde mi bagage musical llega no registro gaitas en previos trabajos), pero excede en demasia lo qu pudo haber sido una estimable intro de un aceptable final alternativo.

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