Año: 1970
País: Reino
Unido
Género:
Blues-rock
Puntuación: ▲▲▲▲1/2
Potente y
nervudo trabajo discográfico de una de las bandas británicas con el mayor
potencial de los setenta. y que cómodamente podría haberse convertido en uno de
los mejores grupos de la historia, Free deslumbra con acerbas piezas de blues
rock, pausadas y sensuales, ricas en cuerdas que viran entre el ácido, el
hard-rock e insinuaciones garage-blues y noise, esto en una postura impetuosa y
rebelde en la que las perturbaciones amorosas inspiran enardecidos textos de
desfogue emocional.
La pieza homónima
del disco arranca potentemente este magistral trabajo, “Fire And Water” resume
contundentemente su herencia sesentera de nombres imprescindibles como Hendrix,
Blue Cheer, Cream, los Stones más blues, Jeff Beck, los primeros Led Zappelin,
un alucinante cocktail de blues-rock pausado y enardecido en el que se lucen un
increíble Paul Kossoff en la guitarra, un asertivo Simon Kirk con geniales
momentos de batería (sobre todo en la parte final ya despidiendo la pieza),
Andy Fraser al bajo otorgando la musculatura blues pausada, y por supuesto un
delirante Paul Rodgers a la voz exudando fogosidad y desgarro emocional; “Oh I
Wept” comienza bastante bien sembrando la atmósfera en su intro, es una pieza
más pausada que despierta cierto encanto en su sutil atmósfera que
sigilosamente va ganando robustez sónica en un desconsolado canto a la desdicha
amorosa, es una pieza bastante astuta valga decirlo que requiere algunas
re-escuchas para descubrir su encanto; y “Remember” exhibe una estructura más
convencional con evocaciones al country y roots-rock americano de bandas como
Crazy Horse; Creedence Clearwater Revival o Lynyrd Skynyrd, algo lánguida en
re-escuchas, aunque igual logra seducir en su despreocupada y letárgica atmosfera blues y hard-rock.
"Heavy
Load" es una pieza muy extraña pues si bien en primeras escuchas el empleo
del piano resulta disonante o amateur, en reescuchas la pieza consigue
notablemente entramar en el oyente la atmósfera tortuosa y afligida con matices
de cabaret o taberna de perdición, es una pieza que redunda en los recursos de
la banda sin conseguir realmente algún momento épico o clímax, mas su
pretensión y su estructurada dirección logran sostener contundentemente una
compleja pieza muy atípica para el sonido de la banda; “Mr. Big” es otra
potente y grandiosa pieza de blues y hard-rock con connotaciones ácidas a lo
Big Brother & The Hold Company (que no caería nada mal en la voz de una
psicodélica Janis Joplin), además de lucirse el mencionado Fraser en el bajo
con un alucinante solo en la segunda mitad del corte; "Don't Say You Love
Me" es una balada con cierta pretensión soul a lo The Band, no está nada
mal aunque pesa de extensa y de poca variación en su primera mitad, aunque
consigue lograr un memorable desenlace enaltecido por una conmovedora sinergia
grupal en batería, cuerdas y voz que hace que valga la pena los 6 minutos de
espera; y no podía faltar su superclásico “All Night Long”, pieza mucho más
ligereza (ya rozando con el power-pop de Cheap Trick) mas entonada e impostada
con el mismo estilo rítmico blues logrando un muy animad y enérgico punto final
para un disco que logra demostrar lo mucho que se puede conseguir sin
exageraciones ni sobrepretensiones, y es que cuando hay talento y buena
sinergia grupal es fácil percibirlo y terminar fascinado por el producto final.
Disco
imprescindible para cualquier amante del buen blues-rock.
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