Año: 1973
País: Reino Unido
Género: Heavy.blues-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2
Luego de
imprescindibles trabajos discográficos que exudaron el increíble talento de la
banda en la conjuración de musculadas e intrincadas piezas con pretensión épica
y detonante personalidad, la banda pudo cómodamente seguir la misma dirección y
elaborar cada vez conceptos más complejos y pretenciosos (que los llevara
talvez nuevamente a la cima de su sofisticación máxima: el “LZ IV”), mas Plant
y compañía tendrían otra idea en mente, un inesperado giro de su sonido a
terrenos menos familiares que les depararía una experiencia aceptable y de
relativo interés, aunque menos encendida, menos inspirada, y marcadamente
inferior que sus épicos predecesores.
"The
song remains the same" es un relámpago sónico apabullante y angular con
ciertas insinuaciones jangle (acentuado por cierta resonancia swamp y country a
lo Creedence Clearwater Revival) y un demoledor manejo de cuerdas, es un
potente corte de inicio con rico contraste de tiempos lentos y rápidos, lo
único malo es que peca de extensa y redundante en su construcción; "The
Rain Song" es una balada que presenta arreglos orquestales predominantes
en inspiradores pasajes instrumentales, de hermosa construcción e iluminación
sensorial con herencia en estilo de su elaborado trabajo predecesor, aunque a
la larga termina siendo una pieza poco representativa de la banda, pues se podría
esperar tanto de los Stones del “Let It Bleed” o “Sticky Fingers”, de unos Ten
Years After, o incluso de Back Sabbath en su “Vol. 4” la podrán filtrar, "Over
Hills And Faraway" recupera en cierta medida sus sonido del “LZ II” con
insinuaciones a un “Ramble On” menos heavy, es una de las piezas más
contundentes del disco en su estilo y estructura en la cual se lucen Plant y
Page, aunque peca de ausencia de clímax en un disco exiguo de redondez y de
momentos puntuales de emotividad; y "The Crunge", fallida pieza que
si bien goza de una rica y enérgica atmósfera funk instrumental, la forzada
vocalización de Plant y su carencia de recursos en terrenos funk terminan dando
una pieza muy genérica y plana que desperdicia el tremendo talento vocal del
legendario vocalista.
"Dancing
Days" es una pieza de heavy-rock, blues y arena puntual y concisa, poco
memorable en posteriores escuchas, aunque recupera la personalidad aguerrida y
chulesca de la sinergia Plant-Page; “D'yer Maker” sin pies ni cabeza en el
disco, es una insoportable pieza de estilo reggae en la cual se escucha a un
Plant de forzada sugerencia y totalmente fuera de su comodidad vocal, además de
un manoseado trasfondo instrumental que más que parecer inspirarse en la instantaneidad
y despreocupación instrumental del reggae que tanto encanta como engancha al
oyente, parece más bien tomar referencia a la agresiva complejidad y
yuxtaposición instrumental del “Trout Mask Replica” de Captain Beefheart,
aunque de resultado monótono, conflictivo y de pésimo gusto; "No
Quarter" es el momento definitivo de disco, evocaciones épicas de
conflictos bélicos nórdicos en una atmósfera ultra-envolvente que engatusa al
oyente de principio a fin, es una magistral pieza que se respalda en su estética
épica ya vista en increíbles peizas como “The Battle Of Evermore”, “Starways To
Heaven” o “When The Levee Breaks”, pero llevado en una dirección totalmente
distinta e inesperada, de instrumentación mucho más pausada y menos densa, con
la intromisión de teclados por parte de John Paul Jones, y una cierta sensación
de sigilo y premonición fatalista que los lleva a terrenos del progresivo de
Crimson o Pink Floyd; y el disco lo cierra "The Ocean", enérgica
pieza de blues y heavy-metal con ciertos aires a unos primeros Sabbath, cierra
este disco que termina dejando una extraña sensación en los oídos, menos
agresivos, y más experimentales, unos Led Zeps fuera de su zona de confort
terminan otorgando un resultado sin musculación, sobrepretensioso y de poca
originalidad.
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