sábado, 21 de junio de 2014

LED ZEPPELIN - HOUSES OF THE HOLY


Año: 1973
País: Reino Unido           
Género: Heavy.blues-rock
Puntuación: ▲▲▲1/2

Luego de imprescindibles trabajos discográficos que exudaron el increíble talento de la banda en la conjuración de musculadas e intrincadas piezas con pretensión épica y detonante personalidad, la banda pudo cómodamente seguir la misma dirección y elaborar cada vez conceptos más complejos y pretenciosos (que los llevara talvez nuevamente a la cima de su sofisticación máxima: el “LZ IV”), mas Plant y compañía tendrían otra idea en mente, un inesperado giro de su sonido a terrenos menos familiares que les depararía una experiencia aceptable y de relativo interés, aunque menos encendida, menos inspirada, y marcadamente inferior que sus épicos predecesores.

"The song remains the same" es un relámpago sónico apabullante y angular con ciertas insinuaciones jangle (acentuado por cierta resonancia swamp y country a lo Creedence Clearwater Revival) y un demoledor manejo de cuerdas, es un potente corte de inicio con rico contraste de tiempos lentos y rápidos, lo único malo es que peca de extensa y redundante en su construcción; "The Rain Song" es una balada que presenta arreglos orquestales predominantes en inspiradores pasajes instrumentales, de hermosa construcción e iluminación sensorial con herencia en estilo de su elaborado trabajo predecesor, aunque a la larga termina siendo una pieza poco representativa de la banda, pues se podría esperar tanto de los Stones del “Let It Bleed” o “Sticky Fingers”, de unos Ten Years After, o incluso de Back Sabbath en su “Vol. 4” la podrán filtrar, "Over Hills And Faraway" recupera en cierta medida sus sonido del “LZ II” con insinuaciones a un “Ramble On” menos heavy, es una de las piezas más contundentes del disco en su estilo y estructura en la cual se lucen Plant y Page, aunque peca de ausencia de clímax en un disco exiguo de redondez y de momentos puntuales de emotividad; y "The Crunge", fallida pieza que si bien goza de una rica y enérgica atmósfera funk instrumental, la forzada vocalización de Plant y su carencia de recursos en terrenos funk terminan dando una pieza muy genérica y plana que desperdicia el tremendo talento vocal del legendario vocalista.


"Dancing Days" es una pieza de heavy-rock, blues y arena puntual y concisa, poco memorable en posteriores escuchas, aunque recupera la personalidad aguerrida y chulesca de la sinergia Plant-Page; “D'yer Maker” sin pies ni cabeza en el disco, es una insoportable pieza de estilo reggae en la cual se escucha a un Plant de forzada sugerencia y totalmente fuera de su comodidad vocal, además de un manoseado trasfondo instrumental que más que parecer inspirarse en la instantaneidad y despreocupación instrumental del reggae que tanto encanta como engancha al oyente, parece más bien tomar referencia a la agresiva complejidad y yuxtaposición instrumental del “Trout Mask Replica” de Captain Beefheart, aunque de resultado monótono, conflictivo y de pésimo gusto; "No Quarter" es el momento definitivo de disco, evocaciones épicas de conflictos bélicos nórdicos en una atmósfera ultra-envolvente que engatusa al oyente de principio a fin, es una magistral pieza que se respalda en su estética épica ya vista en increíbles peizas como “The Battle Of Evermore”, “Starways To Heaven” o “When The Levee Breaks”, pero llevado en una dirección totalmente distinta e inesperada, de instrumentación mucho más pausada y menos densa, con la intromisión de teclados por parte de John Paul Jones, y una cierta sensación de sigilo y premonición fatalista que los lleva a terrenos del progresivo de Crimson o Pink Floyd; y el disco lo cierra "The Ocean", enérgica pieza de blues y heavy-metal con ciertos aires a unos primeros Sabbath, cierra este disco que termina dejando una extraña sensación en los oídos, menos agresivos, y más experimentales, unos Led Zeps fuera de su zona de confort terminan otorgando un resultado sin musculación, sobrepretensioso y de poca originalidad.


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