Año: 2006
País: Reino Unido
Género: Alternative.progressive-rock
Puntuación: ▲▲1/2
Género: Alternative.progressive-rock
Puntuación: ▲▲1/2
La segunda producción de la banda marca un cambio en el rumbo de su propuesta musical, derivados del alternativo noventero de bandas como Radiohead, Suede, Depeche Mode, Placebo y Kula Shaker, además de filtrar uno que otro nombre de mayor repercusión como Pink Floyd por ejemplo, logran despegar su propuesta en terrenos de mayor complejidad electrónica con huellas de la psicodelia, el art-rock y el disco-funk; que si bien tampoco les vale una gran aportación a la historia del rock, por lo menos se puede destacar varias ideas y conceptos bien desarrollados y pulidamente presentados.
“Take A Bow” comienza con un estilo a lo Depeche Mode, aunque su ‘riff’ electrónico mas apunta a un trance metal, hasta denotar en una pieza de trasfondo disco-funk con efectos vocales de ascendencia psicodélica, un torbellino de guitarras hardcore con un infrenable caos sónico en teclados con pretensión épica a lo U2 dan como desenlace la tensa pieza de contenido antipolítico; “Starlight” aligera el ruido y da lugar al deguste melódico, una sinuosidad vocal por parte de Matthew Bellamy de variación de agudos y graves, con falsettes y vibratos incluidos, dan fe de su talento vocal que comulga a Freddy Mercury, Tom Yorke y Bono Box en un fondo que coquetea con el dream y el arena rock, además de destacar el empleo de teclados de manera acertada y suficiente como para no ‘plastificar’ en demasía el sonido; "Supermassive Black Hole" es interesante en su concepción pues en su inicio parece evocar a un Hendrix del “Purple Hazzle” yendo por el glam-industrial, hasta que se presenta el estilo vocal en falsette y la melodía ligera y sinuosa que parece dibujar lo que Queen estaría haciendo para el nuevo milenio, hay trazos de glam bolianio y psicodelia creamniana (con referencia al “Strange Blues”) en su curvilínea estructura, no está nada mal si no fuese porque su sonido se aprecia muy manoseado en producción; y “Map Of The Problematique” experiencia euro-dance poco trascendente y excesivo en su duración que más trae a la mente a unos Radiohead techno.
Por otro lado, "Soldier's Poem" contrasta radicalmente con un medio tiempo lento y sublime, algo lánguida y poco evocativa en su estilo vocal, imposible no traer a la mente a unos Queen mas melódicos de su “Bohemia Rapsody”; “Invincible” va por mejor dirección, una melodía con trasfondo celestial in-crescendo a lo “Aleluya” de Os Mutantes y fondo marchante con referencia al “S.F. Sorrow” de los Pretty Things sirve como papel tapiz para una melodía esperanzadora y altiva llevada con estimable tacto como para no caer en melodramas formulistas (aunque es casi imposible no sentir la huella de U2 a lo largo de la pieza), y un pasaje final de teclados que trae a la mente tanto a Yes como a la ELO; “Assasain” extrañamente trae a la mente al “Jesuschrist Super Star” de Andrew Lloyd Webber, belicosa pieza de metal, psicodelia y acid-house muy a lo que hace sus contemporáneos Klaxons; y "Exo-Politics", pieza que redunda en lo previamente explicado sin mucho atractivo.
El disco lo completa “City Of Delusion” presenta una intro con aromas de guitarra española (algo de referencia a Arthur Lee en “Forever Changes”) así como evocaciones sonoras de medio oriente, si no fuese porque suena sobrepretenciosa y plástica; “Hoodoo” que es un histriónico melodrama con pretensión épica muy derivativo; y “Knights Of Cydonia”, lo mejorcito del disco, en el cual se filtra el ácido sesentero de Hendrix, el progresivo conceptual sesentero de Pink Floyd, la parafernalia lush-pop de Queen y el metal-hardcore de Sabbath en la parte final.
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