sábado, 18 de enero de 2014

COLDPLAY - X&Y


Año: 2005
País: Reino Unido
Género: Alternative.pop-rock
Puntuación: ▲▲

Una de las bandas a las que muy gratuitamente le ha tocado recibir múltiples alabanzas por sus trabajos discográficos, los cuales si bien no caen indiferentes para el buen conocedor, tampoco resultan cimentándose como lo más significativo o remarcable d la escena alternativa de la primera década del nuevo milenio; su oferta no hace más que caer en remedos de bandas como Oasis, Radiohead, The Verve, The Smiths, U2, Travis, R.E.M. y otras taaantas bandas (sin olvidarnos de los Beatles claro) que se filtran en su sonido en reiteradas ocasiones, haciendo su propuesta poco creativa y complaciente.

Para este trabajo incursionan en el empleo de teclados al presentar a un Eno en los sintetizadores de algunas piezas como “Square one”,  corte que no empieza nada mal, parece dibujar una atmósfera mística e inhóspita con ecos de Pink Floyd, hasta convertirse en una pieza con mayor postura post-punk setentera por ahí insinuando disco-funk de manera muy sutil, de melodía poco memorable, aunque conseguida en su atmosfera con orientación neo-psicodélica; “What if” es la típica balada que gusta mucho hacer a Chris Martin, complaciente y formulista, resulta poco memorable e inferior en comparación con las ejecuciones de sus mentones como Travis o The Verve; “White Shadows” nos lleva a unos Chameleons ochenteros, la banda opta por una dirección post-punk simple y efectiva, aunque de construcción melódica complaciente, Martin recae fácilmente en falsettes que terminan hastiando en sus más de 5 minutos de duración; y “Fix you”, corte que podría ejecutar unos U2 noventeros, típica radiofórmula destinada para satisfacer al predecible oyente amante de la sensibilidad barata, solo falta levantar el encendedor y corearla en el estadio.


“Talk” por otro lado es de entre lo más rescatable del disco, un concepto pseudo-espacial atmosférico bastante efectivo y rico en matices, cándido y apacible (cuya inspiración cae en unos Kraftwerk), sirve como fondo para una melodía vocal simple en su progresión, más contundente en su encanto y desarrollo, que desenlaza en un inesperado caos contenido; ”X&Y” nuevamente recae en la balada formulista esta vez con clara alusión a unos Oasis, solo que en estilo vocal falsette;  y “Speed of sound”, que traza una clara línea con “Talk”, su atmósfera sensorial mística e hipnótica sirve como efectivo fondo para una construcción melódica suficientemente acertada; pues si bien no parece ser más que un remedo de U2, logra mantener su estilo en su aura celestial-espiritual.


“A message” es otro corte lento sobre el amor, recupera el estilo primario de sus primero discos, cuerdas acústicas acompañado por una atmósfera variante en su progresión (muy a lo Pink Floyd), no es de lo más romántico que se haya visto, más tampoco cae mal en un par de escuchas; “Low” evoca a los Chameleons o a los Cure en una pieza con incitación al baile, genérica y cansina a pesar de ofrecer una interesante idea; todo lo contrario a “The Hardest Part”, sofisticada pieza con acompañamiento de piano con clara alusión a unos R.E.M. en la que los recurrentes falsettes caen de manera sublime en, junto con “Talk”, lo mejor del disco; de hecho acá cómodamente podría haber terminado el disco pues “Swallowed In The Sea”; la extensa y tediosa “Twisted logic” con clara ascendencia de Radiohead y Oasis, y “Til Kingdom Come” (originalmente destinada a ser cantada acompañada de Johnny Cash si no fuese por su desafortunada muerte) con alusiones a Neutral Milk Hotel, resulta extendiendo innecesariamente el disco ya a estas alturas insufrible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario